Probamos el BYD Seal U, un SUV equilibrado y espacioso para plantar cara al Tesla Model Y

En el segundo trimestre de este año, y con precios a partir de 42.290 euros, que pueden reducirse hasta 34.080 euros si se aplican las ayudas del Moves III con achatarramiento (7.000 euros) y la aportación de la marca al Moves III (1.210 euros), BYD iniciará las entregas del SUV Seal U, el sexto modelo de la marca china en el mercado español tras el lanzamiento de otros cinco modelos eléctricos: la berlina media Seal, la berlina ejecutiva Han, el lujoso SUV de siete plazas Tang, el SUV compacto Atto 3 y el pequeño compacto Dolphin, hasta ahora, su coche más barato en el mercado europeo. Y el Seal U llega para batallar frontalmente con el Tesla Model Y, que se ha convertido en el líder de los eléctricos en nuestro país y en el coche más vendido en Europa en 2023, siendo la primera vez que un SUV y un eléctrico logran eso a lo largo de la historia. No obstante, el Seal U también tendrá que competir con otros modelos, como el Volkswagen ID.4, el Skoda Enyaq o el Ford Mustang Mach-E.

Y tras el despliegue de estos seis modelos eléctricos por parte de BYD, durante este 2024 llegarán otros dos más a Europa y, por supuesto, a España. Uno de ellos será la versión híbrida enchufable de este mismo Seal U, un coche que pudimos conducir durante nuestra reciente visita a la sede central del gigante chino en Shenzhen, y que se convertirá en el primer BYD para Europa con un motor no eléctrico. A falta de concretarse fechas y datos técnicos exactos para Europa, la unidad probada en China, y bautizada como Seal U DM-i, contaba con tracción a las cuatro ruedas, 428 CV de potencia combinada, aceleraba de cero a 100 km/h en 5,9 segundos y anunciaba una autonomía total en torno a 670 kilómetros, aunque la marca no ha completado aún el proceso de homologación. En cuanto a la segunda novedad del año, parece que todavía habrá que esperar para conocer su identidad.

Si regresamos al Seal U eléctrico y comparamos su precio con el del Model Y, las tarifas son casi las mismas. Como decíamos, sin incluir ayudas públicas, el SUV chino parte de 42.290 euros, mientras el SUV americano arranca en 42.990 euros, tras la reciente bajada de precios anunciada por Tesla. En cuanto a sus dimensiones, hay diferencias entre ambos, pero las medidas son parejas. El Seal U mide 4.785 milímetros de largo por 1.890 de ancho y 1.668 de alto, mientras que el Model Y tiene unas cotas de 4.751 milímetros de longitud por 1.921 de ancho y 1.624 de alto. Ambos son más grandes, por ejemplo, que un Volkswagen ID.4, con unas dimensiones de 4.584 milímetros de largo por 1.852 de ancho y 1.612 de alto.

El BYD (Build Your Dreams, o construye tus sueños) Seal U llegará a nuestro país con dos niveles de acabado: Comfort, que cuenta con una batería de 71,8 kWh y una autonomía media de hasta 420 kilómetros en ciclo combinado WLTP, y Design, que equipa una batería de 87 kWh, anuncia una autonomía de hasta 500 kilómetros y tiene un precio de partida de 45.790 euros. En ambos casos la tracción es delantera y la potencia es de 160 kW (218 CV), acelerando de cero a 100 km/h en 9,3 segundos el Comfort y en 9,6 segundos el Design, mientras que la velocidad máxima está limitada a 175 km/h. Frente a ellos, la versión de acceso del Model Y cuenta con una batería de 60 kW y una autonomía media de 455 kilómetros, su motor eléctrico ofrece una potencia de 299 CV, acelera de cero a 100 km/h en 6,9 segundos y alcanza una punta de 217 km/h. Es decir, el Tesla es más rápido que el BYD.

Respecto a la carga, el Seal U equipa de serie un cargador de a bordo trifásico de 11 kW. Y mientras que la versión Comfort puede recargar en corriente continua a una potencia de hasta 115 kW, en Design puede hacerlo a 140 kW. Por lo tanto, si se cumplen las condiciones óptimas, pueden bastar 27 y 28 minutos, respectivamente, para elevar el nivel de carga del 30% al 80%. Además, el SUV chino es compatible con la tecnología V2L (Vehicle-to-Load), que permite utilizar el coche como fuente de alimentación portátil para dispositivos eléctricos. En este apartado, el Model Y admite hasta 250 kW en corriente continua.

El Seal U no comparte la plataforma e-Platform 3.0 de BYD que monta el sedán Seal, sino una plataforma anterior adaptada, que lleva la batería por encima de la misma, en lugar de estar integrada. Pero sí equipa la moderna batería Blade Battery de la marca, desarrollada y fabricada por la propia BYD con tecnología LFP (litio ferrofosfato, pues prescinde del níquel y el cobalto), común a todos los modelos de la casa y basada en una serie de finas y alargadas celdas que, en realidad, parecen cuchillas.

Nos ponemos al volante

En esta primera prueba del Seal U eléctrico, todas las unidades que la marca china puso a disposición de los medios de comunicación correspondían a la variante superior Design, pero cabe recordar que el motor eléctrico es el mismo en los dos acabados. Tras meter el equipaje en el maletero de 552 litros, que puede ampliarse hasta los 1.440 litros si abatimos por completo la segunda fila de asientos, divisible en secciones asimétricas 60:40, nos vamos a su interior y las primeras sensaciones son positivas. Los materiales del habitáculo son de calidad y el puesto de conducción es cómodo y espacioso. Antes de iniciar la marcha, comprobamos la segunda fila, de suelo totalmente plano y que se beneficia de una distancia entre ejes de 2.765 milímetros (en el Model Y, 2.890). Y se repite la misma sensación, ya que hay mucho espacio, y permite que tres adultos se acomoden sin impedimentos. La zona del asiento en la plaza trasera central es algo más dura, como suele suceder, pero no desentona.

Una vez que volvemos a colocarnos en el puesto del conductor, comprobamos de nuevo que los asientos, con reglajes eléctricos, son realmente cómodos. Hay huecos para colocar los objetos y una plataforma de carga inalámbrica en la consola donde caben dos móviles a la vez, un elemento que se agradece. Indudablemente, la vista se va a directamente a la pantalla táctil central con rotación eléctrica de 15,6 pulgadas, que también se ofrece de 12,8 pulgadas. Su resolución es muy buena, funciona de manera fluida y con ella podemos controlar desde el sistema de infoentretenimiento hasta los asistentes de seguridad o la climatización.

El volante es multifunción y la instrumentación cuenta con una completa pantalla digital LCD de 12,3 pulgadas. Además, la versión Design incorpora de serie el Head-up Display, con números grandes para ver proyectadas en el parabrisas la velocidad del momento o las indicaciones de navegación. Mientras, el selector del cambio es de cristal y presenta un diseño elegante, que demuestra el nivel de calidad interior del modelo. Alrededor de este hay varios botones físicos donde se pueden activar los triángulos de emergencia, la frenada regenerativa (entre más suave y más intensa), los modos de conducción, el freno de mano eléctrico o el flujo del aire, entre otros.

Una vez que nos ponemos en marcha, el Seal U marca en la instrumentación un 91% de batería y 457 kilómetros de autonomía restante. Los primeros kilómetros se desarrollan por la ciudad de Lisboa, lugar elegido por la marca china para la presentación europea del modelo, y después de unos 20 kilómetros por autopista, a una velocidad constante de 120 km/h, hay que destacar la excelente insonorización del habitáculo. Aquí BYD ha hecho un buen trabajo en la aerodinámica, aunque su nuevo SUV anuncia un Cx de 0,32 que no pasa de correcto. Acto seguido nos adentramos en una zona revirada por carreteras secundarias, escenario donde podremos sacar más conclusiones en claro.

Dicho y hecho, ya que comprobamos que la dirección es precisa y el Seal U entra con decisión en las curvas. La suspensión delantera McPherson y trasera multibrazo trabajan bien, y el SUV chino se muestra muy confortable, aunque si realizamos una conducción más deportiva, se perciben ciertos balanceos de la carrocería. No obstante, el fin de este eléctrico es ser un coche familiar, y cumple con garantías en ese sentido. Desde parado no destaca por su aceleración. De hecho, va ganando velocidad de forma progresiva, pero si lo que queremos es recuperar velocidad o pasar rápidamente, por ejemplo, de 40 a 80 km/h, la respuesta del coche sí logra pegarnos al asiento. Aquí entran en acción los 330 Nm de par máximo, ya que incluso hay que agarrar el volante con mayor fuerza por el brío que transmite el motor a las ruedas delanteras.

Respecto a los frenos, el resultado es bueno, en sintonía con el resto del coche. Pero al principio la sensación es extraña, pues al presionar levemente el pedal, su tacto es esponjoso y no retiene demasiado. Para conseguir más deceleración es necesario apretar el freno con mayor decisión, y ahí ya no hay problema. De hecho, tampoco lo llamaríamos inconveniente, ya que una vez que pasan los primeros kilómetros nos acostumbramos rápidamente. Y las sensaciones del conjunto de dirección, prestaciones o suspensión se pueden modificar a gusto del consumidor, ya que el Seal U dispone de cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport, y Snow, este último destinado a terrenos muy deslizantes.

Durante nuestra prueba, el consumo medio se movió entre los 20 y 21 kWh/100 km, cuando homologa 20,5 kWh/100 km. Es decir, nos movimos en las cifras oficiales de la marca, en un recorrido que combinó ciudad, carreteras secundarias y autopista, pero necesitaríamos una prueba de mayor duración para sacar conclusiones claras. Al alcanzar al final de nuestra ruta, habían trascurrido 132 kilómetros, y la instrumentación digital marcaba un 62% de batería y 313 kilómetros de autonomía restante.

Terminado el test, el nuevo SUV de BYD nos ha dejado buen sabor. Es un eléctrico agradable de conducir, con prestaciones más que suficientes para moverlo con soltura, y resulta confortable y espacioso. Por lo tanto, cumple su labor de coche familiar. Además, al volante logra transmitir la sensación de seguridad, y dispone de una alta dotación tecnológica. El BYD Seal U tiene los ingredientes necesarios para convertirse en una de las compras interesantes de su clase. De hecho, que tenga prácticamente el mismo precio de partida que el Tesla Model Y, líder de los eléctricos a nivel nacional, europeo y mundial, parece una declaración clara de intenciones. Desde luego, la batalla está servida.