Lancia sigue componiendo el puzle del nuevo Ypsilon: ahora, su parte trasera

A lo largo de las últimas semanas, Lancia ha ido publicando algunas fotografías con detalles del diseño definitivo de su nuevo Ypsilon, el coche con el que la marca turinesa quiere reverdecer laureles, tras haberse acantonado durante años en el mercado italiano, un feudo donde el público siguió siendo fiel a su único producto a la venta: el último Ypsilon. Pero con la incorporación del grupo FCA al nuevo gigante Stellantis, se decidió que Lancia debía acometer su resurgimiento, lo que empezará por unos pocos mercados europeos entre los que figurará España. Y que nuestro país es importante para la futura estrategia de Lancia se comprueba con un simple dato: ese primer coche de la nueva Lancia, el Ypsilon, se fabricará en exclusiva en la planta zaragozana de Figueruelas, donde la producción comenzará en el próximo verano, para iniciarse las entregas en septiembre u octubre.

El primero de tres vehículos, pues en esta nueva etapa, liderada por el italiano Luca Napolitano, al Ypsilon y a su variante superior Ypsilon HF, prevista para el 2025, les seguirán solo dos modelos más: la berlina de lujo Gamma, que llegará en 2026, y el nuevo Delta, previsto para el aún lejano 2028. Y mientras que estos dos últimos serán exclusivamente eléctricos, el Lancia Ypsilon 2024 llegará con dos tipos de mecánica: por un lado, un motor de gasolina 1.2 tricilíndrico con hibridación suave MHEV, que recibirá en nuestro país la etiqueta ambiental Eco de la DGT; por otro, un propulsor eléctrico, que, a falta de confirmación oficial, debería ser el de 115 kW (156 CV) estrenado recientemente en varios modelos de Citroën, DS Automobiles, Fiat, Jeep, Opel y Peugeot con los que este nuevo Ypsilon compartirá su plataforma multienergía e-CMP.

En cuanto a su estética, en Lancia siempre dijeron que apostarían por una imagen muy personal, tanto en el exterior, donde aprovecharán rasgos de coches icónicos de la marca, como en un interior que tomará ideas de la industria del mueble italiana, pues los diseñadores quieren que el usuario de un Lancia "se sienta como en el salón de su casa". Primero fue desvelado un pequeño detalle del salpicadero, donde apenas se apreciaba nada, pero la segunda imagen publicada dejaba ver ya una porción del frontal. Días atrás, la firma italiana mostró una tercera foto, que muestra el innovador sistema multimedia Sala con el que dotará a todos sus modelos, mientras que ahora se hace público, gracias a una cuarta imagen, una parte de la zaga, donde se aprecía el nombre de la marca y del coche, pero también una óptica, que es circular y de tecnología LED, y se inspira en el clásico deportivo Stratos, que muchos recordarán por sus participaciones en los rallies hace medio siglo.

Según los responsables de Lancia, aún podría haber más pistas de este tipo hasta el mes de febrero, cuando vea la luz por el fin el nuevo Ypsilon, que debutará en forma de edición especial limitada Cassina, una serie de solo 1.906 unidades, numeradas, dotadas en todos los casos de la mecánica 100% eléctrica.

Inspirado en el Stratos

En la imagen de la parte trasera del nuevo Ypsilon publicada ahora se aprecia la nueva tipografía de la marca Lancia y el nombre, manuscrito, del modelo, solución usada por el fabricante, décadas atrás, en modelos como el Fulvia, el Flavia o el Flaminia. Aunque el protagonismo corresponde a la óptica circular, que enmarca una letra Y con la que se separan las diferentes funciones lumínicas, una solución muy parecida a la avanzada ya en 1971 por el Stratos HF Prototype, firmado por Bertone y presentado en el Motor Show de Turín y que entusiasmó al público.

Se cumple así la promesa de Lancia de tomar como base para las luces traseras la óptica circular del Stratos, detalles que quieren converrtir en seña de identidad. Un Lancia Stratos, o Stratos HF, del que se fabricaron solo 492 unidades, entre 1973 y 1978, y que fue diseñado por Marcello Gandini, uno de los creadores más afamados de Bertone. Destinado a servir de base al coche con el que Lancia causaría sensación en el mundo de los rallies, el Stratos de calle equipaba un motor 2.4 de gasolina con 190 CV (era el V6 del Ferrari Dino), montado en posición central, y una caja de cambios manual de cinco velocidades. De tracción trasera, este cupé biplaza pesaba solo 980 kilos y se caracterizaba por unas dimensiones extremadamente compactas: 3,71 metros de largo por 1,75 de ancho y solo 1,11 de alto. Y presumía de prestaciones impactantes para la época, como una velocidad punta de 232 km/h o una aceleración de cero a 100 km/h en 6,8 segundos. Su éxito en competición fue incontestable, pues ganó el título mundial de rallies en 1974, 1975 y 1976.