Con el nuevo Ranger Raptor, Ford sigue apostando por los pick-up de alma deportiva

Si hace unos meses Ford desvelaba la nueva generación de su todoterreno pick-up Ranger, hace unos días le tocaba el turno a su versión más dinámica Raptor, con la que la firma del óvalo mantiene su apuesta, muy exclusiva en Europa, por las versiones de enfoque prestacional e incluso deportivo en un tipo de vehículo que, en apariencia, no cuadra con esa filosofía. Pero en Norteamérica, el paraíso de este tipo de camionetas de caja abierta, triunfan productos así, con ejemplos como el Ford F-150 Raptor, lanzado por vez primera en 2010 y que sirvió de inspiración al anterior Ranger Raptor, presentado en 2019 y que también conectó con el público.

De ahí que esta nueva entrega del Ford Ranger tenga también su Raptor, aunque la llegada a los concesionarios europeos no se producirá hasta el próximo otoño, cuando se inicien las entregas a clientes de su primera versión, equipada con un 3.0 V6 EcoBoost de gasolina y doble turbo que rinde 288 CV de potencia y 491 Nm de par máximo, y que apareja un precio en España de 66.200 euros. No obstante, para 2023 ya se anuncia una segunda alternativa mecánica, esta con el motor diésel 2.0 biturbo del modelo actual, aunque con novedades técnicas que se darán a conocer más adelante.

El desarrollo y la puesta a punto final ha corrido a cargo de Ford Performance, departamento especial de la firma americana que también se ocupa de configurar los otros Raptor actualmente a la venta, estos limitados a Norteamérica y derivados del citado F-150 y del Bronco. En el caso del Ranger Raptor se ha apostado en esta nueva generación por una mecánica mucho más contundente que en el modelo actual, un V6 sobrealimentado cuyo bloque de cilindros de hierro se beneficia de la técnica de grafitado compactado, que aumenta la robustez y rigidez en un 75% en comparación con las fundiciones de hierro tradicionales.

Y aunque muchos puedan ver en él un vehículo industrial o un todoterreno, en el fondo se trata de un deportivo. O, al menos, tiene soluciones de deportivo, como el sistema 'anti-lag' del motor tomado del Ford GT y del Focus ST, que permite una entrega de potencia más rápida porque mantiene los turbocompresores girando hasta tres segundos después de que el conductor deje de acelerar, permitiendo así una reanudación más inmediata de la aceleración, por ejemplo, a la salida de las curvas. Además, el V6 del nuevo Ranger Raptor está programado con un perfil de sobrealimentación individual para cada una de las 10 marchas que tiene su transmisión automática, lo que también optimiza el rendimiento.

El conductor, además, puede elegir el sonido del motor mediante un botón situado en el volante que controla electrónicamente el sistema de escape activo, con cuatro programas diferentes: Silencioso, que prioriza el silencio sobre el rendimiento y permitirá seguir durmiendo a los vecinos cuando arranquemos el coche por las mañanas (en los Mustang de gasolina este programa se llama 'Buen Vecino'); Normal, pensado para el uso diario y que determina una cierta huella sonora pero no demasiado fuerte (es el que se activa automáticamente en los modos de conducción Normal, Slippery, Barro/Ruta y Rock Crawl); Sport, que apareja una nota 'musical' más ruidosa y dinámica, y Baja, que es el perfil de escape más llamativo tanto en volumen como en nota, y se recomienda solo para el uso 'off road', pues 'Baja' hace referencia a las carreras tipo raid, y no a 'baja sonoridad'.

En cuanto a modos de conducción, las posibilidades de elección son aún mayores, con siete programas exactamente, de los que tres se han ideado para carretera y cuatro para circular fuera del asfalto. Para carretera, por ejemplo, tenemos el programa Normal, que prioriza el confort y la eficiencia de combustible; Sport, enfocado a una conducción más 'alegre'; y Slippery (resbaladizo), que optimiza la seguridad sobre firmes poco adherentes o algo irregulares. Por su lado, los cuatro programas pensados para uso 'off road' son Rock Crawl, que asegura el mejor control posible en conducción a muy baja velocidad sobre terrenos rocosos o extremadamente irregulares; Arena, que optimiza los cambios de marcha y la entrega de potencia para seguir avanzando en arenales o sobre nieve profunda; Barro/Surcos, que genera el máximo agarre y trata de mantener el impulso del vehículo; y Baja, que ajusta todos los sistemas para favorecer el máximo rendimiento sobre tierra.

Cada modo de conducción seleccionable implica el ajuste automático de una serie de componentes, desde el motor y el cambio de marchas hasta la sensibilidad y calibración del ABS, los controles de tracción y estabilidad, el accionamiento de la válvula de escape, la asistencia de la dirección y la respuesta del acelerador. Asimismo, el cuadro de instrumentos y la pantalla táctil central también varían colores, informaciones e indicadores según el programa elegido.

Y el nuevo Ranger Raptor estrena el denominado Trail Control, que es un control de crucero pero específico para el uso fuera de carretera, pues el conductor solo tiene que seleccionar una velocidad por debajo de 32 km/h y el vehículo gestiona acelerador y frenos para que nos despreocupemos de esa tarea y podamos prestar más atención a la dirección en los terrenos más complicados.

Suspensión y chasis específicos

Escenarios difíciles para los que esta generación del Raptor está mejor protegida, empezando por un chasis de largueros que es específico, y no el del resto de versiones del nuevo Ranger, destacando los refuerzos en zonas como el pilar C (el montante posterior del habitáculo), la caja de carga y la rueda de repuesto, así como marcos especiales para el paragolpes, las torretas de los amortiguadores o el soporte de los amortiguadores traseros. De hecho, la suspensión se ha rediseñado por completo, con nuevos brazos de control de aluminio, un mayor recorrido tanto en el tren delantero como en el trasero o un mecanismo de Watt también especial. Según Dave Burn, ingeniero jefe de Ford Performance para el proyecto del Ranger Raptor, "las mejoras en la suspensión aprovechan al máximo los nuevos amortiguadores Fox Live Valve, de modo que la suspensión se adapta en tiempo real para permitir un control excepcional del chasis en carretera, a la vez que absorbe con facilidad las ondulaciones y los surcos más grandes fuera de ella".

Burn hace referencia a unos avanzados amortiguadores, estrenados en este Ranger Raptor, que están rellenos de aceite con Teflon diluido, lo que reduce la fricción un 50% en comparación con los de la versión actual. Además, recurren a una solución utilizada en competición, llamada Fox Bottom-Out Control, que proporciona la máxima fuerza de amortiguación en el último 25% del recorrido del amortiguador, al tiempo que endurece los amortiguadores traseros cuando aceleramos con fuerza para que no se hundan y la maniobra sea más eficaz.

Asimismo, los bajos de esta versión cuentan con una mejor protección, pues la placa que los aísla de posibles golpes está fabricada con acero de alta resistencia y tiene 2,3 milímetros de grosor, casi el doble que en los Ranger normales. Eso reduce el riesgo de dañar elementos clave como el radiador, el sistema de dirección, el travesaño delantero, el cárter del motor o el diferencial delantero. Y tanto el frontal como la zaga están dotados de ganchos dobles para el remolcado del vehículo, lo que facilita el acceso a uno o a otro en situaciones difíciles, como cuando una parte del coche está enterrada en arena profunda, barro o nieve.

En cuanto a la tracción, aquí también hay novedades pues el Ranger Raptor ahora desvelado dispone por vez primera de un sistema de transmite la fuerza a las cuatro ruedas a tiempo completo con una nueva caja de transferencia (reductora) controlada electrónicamente, y combinada con diferenciales de bloqueo delanteros y traseros, detalle técnico bien valorado por los entusiastas de la conducción 'off road'.

Imagen personalizada

Una versión con tantas modificaciones a nivel técnico y tan deportiva no podía pasar desapercibida, y los diseñadores han personalizado el nuevo Ranger Raptor con un estilo más 'agresivo' que en los Ranger convencionales, destacando los pasos de rueda ensanchados y el diseño de los faros en forma de C, mientras que también son exclusivos tanto el paragolpes independiente como la enorme palabra 'FORD' en la parrilla. Son también diferentes sus llantas de 17 pulgadas con neumáticos todoterreno de alto rendimiento, las rejillas de ventilación frontales, algunos elementos aerodinámicos o los estribos laterales de aluminio fundido, y en la parte posterior son específicas las ópticas de LED, el paragolpes en color Precision Grey con un escalón integrado o el gancho de remolque, recogido hacia arriba para no restar ángulo de salida al coche en terrenos muy irregulares.

Dentro también es muy especial, y destacan sus asientos deportivos (inspirados en aviones de combate, según la marca) tanto delante como en las tres plazas traseras. Se completa con detalles en color Code Orange en el panel de instrumentos, ciertas piezas decorativas y los asientos, una iluminación ambiental específica en tono ámbar y un volante deportivo calefactado de cuero con soportes para los pulgares, marca de alineación en el centro del aro y levas de cambio de magnesio. Deportividad que se combina también con un equipo de serie refinado y tecnológico, pues la instrumentación es una pantalla digital de 12,4 pulgadas y la consola está presidida por una pantalla táctil de 12 pulgadas ligada al sistema de conectividad e infoentretenimiento SYNC 4A, compatible de forma inalámbrica con Apple Carplay y Android Auto, y dotado de un sistema de sonido B&O de 10 altavoces.