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Entrevista a Mick Jagger: "No me gusta pensar en el dinero, pero, si no lo haces, te joden"
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Entrevista a Mick Jagger: "No me gusta pensar en el dinero, pero, si no lo haces, te joden"

Mientras los Rolling Stones lanzan su primer álbum totalmente original en 18 años, el icónico líder de la banda habla sobre permanecer juntos, usar Instagram y lo que tiene en común con Taylor Swift

Foto: Foto: Getty/BSR Agency/Sven Hoogerhuis.
Foto: Getty/BSR Agency/Sven Hoogerhuis.
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Todo el mundo esperaba que Mick Jagger cantase Start me up en estadios de todo Estados Unidos este año. El rumor en el mundo de la música era que se había una nueva gira programada. Pero no fue así. En su lugar, los Rolling Stones hicieron una broma interna a través de las redes sociales: una fotografía de 1972 de un depauperado Keith Richards junto a un cartel que decía: "Paciencia, por favor... ¡Un Estados Unidos libre de drogas es lo primero!".

¿El mensaje? Los fans de los Stones no siempre pueden conseguir lo que quieren. "Quería tener el verano libre", dice Jagger riendo durante una videollamada desde Italia en un día soleado de agosto, a pesar de las especulaciones sobre una posible enfermedad o lesión.

Como él mismo dijo, merecía “tomárselo con un poco de calma”. Puede que las giras de los Stones no sean tan intensas como antes, pero siguen estando entre los mayores atractivos de la música en vivo, saliendo de tour casi todos los años durante la última década. Jagger tiene un hijo de seis años con su novia, Melanie Hamrick. En 2019 se sometió con éxito a un procedimiento cardiaco. Este julio cumplió 80 años.

Foto: Los Rolling Stones hace un par de semanas en la presentación de su no disco. (Reuters)
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Además de todo esto, la maquinaria promocional de los Stones se ha puesto en marcha para apoyar el lanzamiento, en octubre, de Hackney diamonds, el primer álbum de material original de la banda en 18 años. Abordar el álbum y hacer una gira simultáneamente lo habría agotado, dice Jagger. Entonces tomó la decisión de quedarse en casa. Un Mick Jagger feliz y saludable conlleva unos Rolling Stones felices y saludables. Es el tipo de gestión perspicaz, lúcida y previsora que ha ayudado a la banda a seguir siendo la empresa de rock 'n' roll más longeva de nuestros tiempos.

Pero Jagger no planeaba echarse en una tumbona junto a la piscina. Se preparó una sesión de fotos en la ciudad de Nueva York. Entrevistas con la banda. Se planificaron vídeos musicales. Cuando habló conmigo desde la isla italiana de Sicilia, después de haber recibido la visita de sus hijos y sus parejas ("fue muy divertido y, eh, un trabajo a tiempo completo"), Jagger saboreaba un poco de paz y tranquilidad. La semana siguiente, viajaría a París para ver a sus amigos e ir un concierto de la banda Imagine Dragons. "Tengo mucha suerte de estar tan sano", dice, restando importancia al hecho de que come con cuidado y va al gimnasio casi todos los días. "Es suerte más que nada. Simplemente genética".

La generación del rock 'n' roll está desapareciendo ante nuestros ojos. La batería de obituarios recientes puede provocar una especie de vértigo. Sin embargo, los Rolling Stones han perdurado, dejándonos con la ilusión de que la mortalidad puede seguir siendo un problema que abordar en el futuro. Los Beatles no sobrevivieron una década. Los Stones, que se formaron en 1962, ya van por la sexta. La primera vez que Jagger recuerda que le preguntaron si los Stones volverían a salir de gira fue en 1966. Dos años más tarde, la revista Rolling Stone publicó un artículo de portada sobre su regreso. Cuando la banda lanzó su último gran éxito, Start me up de 1981, muchos los consideraban rockeros pasados de moda. La gente lleva 50 años diciendo que los Stones son "viejos".

Foto: Concierto de los Rolling Stones en Berlín en agosto de 2022 (REUTERS)

¿Cómo esta banda ha logrado mantenerse unida, más que cualquier otro grupo mítico de su generación? La respuesta más convincente pasa por un estudiante llamado Michael Philip Jagger que decidió abandonar la London School of Economics, quien, sin darse cuenta, se convirtió en una leyenda empresarial además de musical. Jagger dice que nunca se propuso construir la primera gran marca del rock. Sin embargo, forjó un camino que alejó a los artistas de la ingenuidad y del riesgo de convertirse en víctimas de la industria hacia unas estrategias que no ocultan el interés por hacer negocio, al estilo del Eras Tour de Taylor Swift.

Fue un acto de autoconservación, asegura. "En realidad, no me gusta mucho pensar en el dinero, ¿sabes?", afirma. “A algunas personas simplemente les encanta. A mí no me queda otra, porque, si no lo haces, te joden". La historia ortodoxa de los Rolling Stones dice que fue Keith Richards quien mantuvo unida a la banda cuando estuvo a punto de desmoronarse en varios momentos, especialmente durante la década de 1980. Pero hay argumentos sólidos que afirman que, si no fuera por Mick Jagger, los Stones ya se habrían desmoronado.

Las amenazas mortales a lo largo de las décadas han sido numerosas: la trágica inestabilidad de Brian Jones; conflictos importantes con socios comerciales; la adicción a la heroína de Keith Richards; las intensas luchas internas de la banda (catalogadas por Richards como la “Tercera Guerra Mundial”); la muerte en 2021 del querido batería de la banda, Charlie Watts.

Foto: Los Rolling Stones, en el lanzamiento de su nuevo disco. (Reuters/Toby Melville)

Pero la fortuita combinación de habilidades de Jagger de alguna manera lo convirtió en el CEO ideal para capear todos los contratiempos. No es solo que Jagger sea uno de los líderes más grande de la historia del rock. No es simplemente su capacidad atlética sobre el escenario (corre una minimaratón todas las noches) o su inteligencia empresarial. Es su sensatez, su aversión instintiva a la automitificación y la sobreexposición. Musicalmente, es su apertura a nuevos sonidos, ya sea pop, reggae o disco. Quizá, más que nada, todo se deba a que es muy poco sentimental.

La resiliencia de los Stones habla del peso que aún tiene la generación del baby boom en la industria musical, pero también muestra algo decididamente contracultural: es necesario que los músicos pop sean empresarios. Los Stones no eran expertos financieros cuando empezaron. Aprendieron de la manera más difícil: teniendo serios problemas económicos. Hasta el día de hoy, no poseen los derechos de autor de grandes éxitos como, por ejemplo, Satisfaction. ¿Le suena familiar? Incluso en 2023, artistas tan poderosos como Taylor Swift todavía pueden tener dificultades para poseer y controlar su trabajo debido a decisiones tomadas en el pasado.

Mick Jagger siempre ha estado a la vanguardia: los Stones acumulaban productos, marcas y patrocinios en una época en la que ganar dinero estaba prohibido. Ellos fueron los acribillados por las críticas, pero son los artistas de hoy los que hacen caja gracias a ellos. "Una de las cosas de las que estoy realmente orgulloso, con los Stones, es que fuimos pioneros en las giras en grandes instalaciones, con su propio escenario, con su propio sonido y todo, y también hicimos lo mismo con los estadios", dice Jagger. “Quiero decir, nadie se iba de gira por los estadios”.

Foto: Led Zeppelin, en una imagen de archivo. (Getty)

Si usted se pregunta por qué los Stones tardaron 18 años en completar un nuevo álbum de canciones originales, hay una razón radicalmente poco atractiva: porque entraban al estudio y salían de él con las manos vacías. A Richards le gusta tocar en los estudios de una manera menos estructurada, cultivando las condiciones para la inspiración: un gran ritmo, una melodía inolvidable. Pero Jagger es pragmático y persigue resultados. No disfrutó particularmente de la interminable estancia francesa, llena de drogas, que produjo el clásico de los Stones de 1972, Exile on Main St. No es un robot, pero quiere que las sesiones de grabación se traduzcan rápidamente en canciones.

Así que los Stones estaban estancados. Para salir del limbo, Jagger se fijó un calendario ambicioso y contrató a un nuevo productor. Esos esfuerzos dieron como resultado Hackney diamonds, una mezcla relativamente directa y sencilla de canciones de rock y baladas que parece resumir las diferentes épocas de los Stones.

Después del fin de la última gira europea de la banda en agosto de 2022, Jagger se sentó a hablar con Richards. Le dijo que los Stones debían pasar a la siguiente etapa, aunque nadie estaba particularmente entusiasmado con parte del material que habían grabado. Richards estuvo de acuerdo. Pero Jagger también quería meter presión con la fecha límite. "Lo que quiero hacer es escribir algunas canciones, ir al estudio y terminar el disco para el día de San Valentín", le dijo a Richards. “Era una fecha que escogí al azar, pero todos pueden recordarlo. Y luego nos iremos de gira con él, como solíamos hacerlo”.

Foto: Tina Turner durante una actuación en 1997. (Getty/Paul Natkin)
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Richards respondió a Jagger que eso nunca sucedería. "Le dije: 'Puede que nunca suceda, Keith, pero ese es el objetivo. Vamos a tener una maldita fecha límite'", recuerda Jagger, haciendo un movimiento de kárate. "De lo contrario, simplemente iremos al estudio durante dos semanas y saldremos de nuevo, y luego, seis semanas después, volveremos allí. No puede ser. Fijemos una fecha límite". (Richards rechazó una solicitud de entrevista).

Jagger dice que estaba intentando replicar la rápida creación de Some girls de 1978, un álbum contundente inspirado en Nueva York dirigido por Jagger que incluía el éxito Miss you y revitalizó a la banda. "No es que tengas prisa", dice Jagger. "Pero no es plan de seguir haciendo tomas más allá de la 117. Para que no te quedes estancado en conversaciones sobre si esta canción es buena, si esta canción vale la pena".

Los Stones ya habían acumulado un par de temas con el fallecido Charlie Watts en la batería, incluido Mess it up, que evoca la música disco Miss you. Pero "el resto se hizo muy rápido", dice Jagger. El objetivo era meter un sentido de urgencia en las grabaciones. "Incluso si es una canción bonita, si no se hace con entusiasmo, realmente no te llega, ¿verdad?", señala. Para refrescar las cosas, Jagger recurrió a Andrew Watt, de 32 años, un animado productor de pop y rock ganador de un Grammy a quien Jagger conoció a través de Don Was, quien produjo los álbumes de estudio de los Stones en las décadas de 1990 y 2000.

Foto: Los Rolling Stones, en París durante su gira 'Sixty'. (Reuters/Pascal Rossignol)

"Mick les presenta a la gente. Y Keith decide si se los queda o los descarta", dice Watt. A partir del pasado mes de noviembre, Jagger, Watt y los Stones entraron a los estudios de grabación Henson en Los Ángeles y, durante los meses siguientes, recortaron una lista de cientos de canciones potenciales a aproximadamente 25. Watt tiene créditos de autoría de tres canciones que formaron el álbum, algo poco común para la banda, incluidas Depending on you, cuyos acordes Jagger, Richards y Watt escribieron juntos después de descartar a algunos de las propuestas del propio Jagger.

"Keith, Andy y yo queríamos hacer una balada, y yo seguía diciendo: '¡Tengo estas baladas geniales, hagamos esta!", dice Jagger. "Me dijeron: 'Eso no es lo suficientemente bueno'. '¡Vale, pues aquí tengo otra!'... Dijeron: 'No, escribamos una desde cero".

La lista de invitados del álbum es una reunión de amigos músicos de alto nivel, incluidos Paul McCartney (bajo), Elton John (piano), Stevie Wonder (piano) y Lady Gaga (voz), que coincidió que estaba trabajando en el mismo estudio durante una sesión. También aparece Bill Wyman, el bajista original de los Stones, de 86 años, que dejó de tocar con la banda en la década de 1990. La fecha límite funcionó, según afirma Jagger. Los Stones grabaron temas básicos en cuatro semanas y finalmente se decidieron por 12 canciones. De hecho, Hackney diamonds se terminó unas semanas después del día de San Valentín. "En este disco no parecen hombres de 80 años", opina Watt.

Foto: Bruce Springsteen, durante un concierto en Zúrich. (EFE/EPA/Ennio Leanza)

Sin embargo, los largos tiempos de espera para fabricar discos de vinilo impidió a los Stones lanzar el álbum de inmediato. "Me reuní con los directores de la compañía discográfica y les pregunté: 'Bueno, ¿y cuándo podremos sacarlo?", recuerda Jagger. "Y dijeron: '¿Qué te parece por Navidad?'. Yo dije: 'Vete a la mierda'. ¿Navidad? No." El compromiso: octubre. La banda está hablando de realizar una gira por Estados Unidos y, con suerte, por otros lugares el próximo año.

Durante la entrevista en Sicilia, Jagger parecía relajado y jovial, vistiendo una camiseta blanca con cuello en V y una chaqueta desabrochada. Se movía de forma fluida y ágil. Hacía chistes. Un verano con tiempo libre estaba teniendo su efecto. Le pregunté a Jagger si pensaba que este podría ser el último álbum original de los Stones. "No, ¡porque tenemos un álbum completo de canciones que no hemos sacado!", repuso Jagger. “Tengo que terminarlo. Pero ya tenemos tres cuartas partes del trabajo hecho”.

A Jagger le molesta la idea de que él es la cabeza pensante del negocio, mientras Richards se encarga del arte (“Me encanta ir a mi sala de música y tocar un loop de batería y hacer una canción, eso es divertido”). Tiene sus propios fallos personales y reconoce que ha contribuido a las tensiones internas de la banda. "No he sido perfecto", dice. Su deseo de construir su propia identidad artística lejos de los Stones llevó las cosas al límite con Richards en la década de 1980. En general, no le gusta entrar en discusiones sobre el mito de los Stones. "Nunca miro hacia atrás", dice.

Foto: Loquillo actuando en el Festival Sonorama Ribera el año pasado. (EFE/Paco Santamaría)

Sin embargo, acepta a regañadientes que ha tenido una influencia estabilizadora sobre el grupo. Una y otra vez, ha mantenido las cosas en marcha. "Quiero decir, es mi papel, ¿sabes? Creo que la gente espera que haga eso", dice. "No creo que nadie esté diciendo: 'Oh, soy yo quien debería encargarse de proporcionar claridad a la estrategia''. No veo a Ronnie [Wood, el guitarrista de toda la banda] diciéndome: 'Mick, creo que deberías dejar de encargarte de la claridad y la visión del grupo, lo haré yo'. ¡Nadie más quiere hacerlo! Me lo encasquetaron. Y cometí muchos errores cuando era muy joven. Pero se aprende".

Las raíces del papel de guía de los Stones por parte de Jagger se remontan a Dartford, Inglaterra, donde, cuando era niño, conoció a Richards, que vivía a una calle de distancia. El padre de Jagger era profesor de educación física. Cuando era adolescente, Jagger actuaba en clubes mientras estudiaba finanzas y contabilidad en la London School of Economics. Finalmente abandonó los estudios, una decisión que enfureció a su padre.

Después de que los Stones despegaron en la década de 1960, sintieron que su propio equipo les timaba. Habían contratado al contable estadounidense del sector musical Allen Klein, impresionados por sus esfuerzos en favor de otros artistas. Klein negoció un nuevo acuerdo con el sello Decca, con el que los Stones ganaron un enorme anticipo de un millón de libras para su próximo álbum. Pero finalmente Klein y los Stones terminaron peleando en los tribunales. Entre los problemas estaba que Klein obtuvo la propiedad de las canciones de los Stones. Como resultado, es su empresa, ABKCO Music & Records, la que hoy posee los derechos de autor de la música de los Stones anterior a 1971. Murió en 2009.

Foto: Una de las performances de Lorem. (Cedida)

Jagger contrató a un banquero privado, el príncipe Rupert Loewenstein, para reconstruir su negocio. Resultó que a los Stones no solo les faltaba efectivo: debían una gran cantidad de impuestos atrasados, lo que creó una aplastante espiral de deuda dadas las tasas impositivas de Gran Bretaña. Los Stones demandaron a Klein y se exiliaron fiscalmente en Francia a principios de los años 1970 para conseguir beneficios. (El litigio continuó durante muchos años). "La industria era tan incipiente que no tenía el apoyo ni la cantidad de personas disponibles para poder asesorarte como lo que hay ahora", dice Jagger. "Pero ya sabes, todavía sucede. Quiero decir, ¡mira lo que le pasó a Taylor Swift! Realmente no conozco los entresijos de esto, pero ella obviamente no está feliz con lo que ocurrió".

Durante la década de 1970, los Stones se embarcaron en giras gigantes (su viaje por Estados Unidos en 1972, por ejemplo, se convirtió en un evento de cultura pop muy parecido al Eras Tour de Swift) que marcaron el comienzo de la era moderna de los conciertos. Las giras seguían siendo ineficaces desde el punto de vista empresarial. Pero, con el tiempo, Jagger ayudó a transformar a los Stones en una máquina de música en vivo bien engrasada, una que repetidamente realizó las giras más taquilleras de la historia.

La adicción a la heroína de Richards se intensificó en la década de 1970. Eso, junto con la embarazosa disputa judicial con Klein, empujó a Jagger a asumir un papel más central en el negocio de la banda. Quizás los esfuerzos de Jagger durante este período, incluso, indirectamente, salvaron la vida de Richards. Sin embargo, las tensiones entre los dos aumentaron, alcanzando su punto más oscuro a mediados de la década de 1980, durante el álbum de 1986 de la banda, Dirty Work. Richards quería hacer una gira. Jagger dijo que no, en parte porque Richards e incluso Charlie Watts estaban en muy mal estado con las drogas. "En retrospectiva, tenía toda la razón", le dijo Jagger al cofundador de Rolling Stone, Jann Wenner, en una entrevista en 1995. "Hubiera sido la peor gira de los Rolling Stones. Probablemente habría sido el fin de la banda".

Foto: Ron Wood, en su faceta de pintor. (Instagram/@ronniewood)

"Hubo muchas peleas", me dice ahora Jagger. "Y, luego, con Charlie no funcionando demasiado… probablemente porque era su forma de escapar. Llegas a cierta edad y no quieres tener que lidiar con estas cosas. Quiero decir, todo el mundo consumía drogas, la década de 1980 fue una época de drogas. Bueno, ¡también lo fueron los años 1970! ¡Y los años 60!". La mano guía de Jagger se extiende a la propia música de los Stones.

Cuando imagino el sistema de cooperación para componer de Jagger y Richards, imagino un átomo con un electrón moviéndose alrededor de un núcleo. Richards es el núcleo, el "alma" de la banda, el eterno guardián de su llama musical. Durante décadas, ha estado casado con un sonido de rock 'n' roll al estilo de Chuck Berry, interpretado a su manera inimitable y entrecortada. Pero el núcleo generativo de los Stones no reside solo en él, sino en la tensión entre él y Jagger, quien, como electrón, espíritu errante, es voluble, aventurero y voluble, incursiona en nuevos géneros y colaboraciones y los trae a todos de vuelta. al hogar, a los Stones. Gracias a la mentalidad abierta de Jagger, la banda ha experimentado cambios estilísticos sorprendentes a lo largo del tiempo: blues, pop, psicodelia, country rock, disco, new wave.

Mirando hacia el futuro, le pregunté a Jagger si los Stones tenían planes de vender su catálogo (posterior a 1971). Él dijo que no. Sabe que dejar dinero en efectivo en lugar de un complicado entramado de derchos musicales puede hacer la vida más fácil a sus herederos, pero lo descarta: “Los niños no necesitan 500 millones de dólares para vivir bien". Quizás algún día se destine a obras de caridad. "Tal vez se pueda hace algo bueno en el mundo", dice. Tampoco planea publicar una autobiografía.

Foto: The Rolling Stones, a su llegada a Madrid. (EFE/Mariscal)

Sin embargo, es consciente de que el negocio de los Rolling Stones le sobrevivirá. "Ahora puedes tener un negocio póstumo, ¿no? Puedes hacer una gira póstuma", afirma. "La tecnología realmente ha avanzado desde lo de ABBA [el reciente show virtual Voyage del grupo pop], al que se suponía que iba a asistir, pero me lo perdí", dice. A Jagger le parece lógico que algún día los fans de los Stones y otras bandas más antiguas vean este tipo de producciones, mientras examinan colecciones de música inédita. Sin embargo, encuentra que la constante reelaboración de música antigua (de la que los Stones son maestros) es "bastante aburrida". El problema de la vejez, dice Jagger, es que la gente se siente impotente, inútil e irrelevante.

Al menos por ahora, no parece tener esas aflicciones. Si bien lo tratan de manera diferente ("La gente se quita de mi camino, en caso de que me caiga", bromea), su recuperación en 2019 fue notablemente rápida ("En dos semanas, estás en el gimnasio"). Aparte de los innumerables fanáticos de los Stones que le dan un propósito, está su hijo de seis años, Dev. "Tengo esta familia realmente maravillosa que me apoya. Y tengo, ya sabes, niños pequeños, eso te hace sentir relevante".

Jagger también se siente cada vez más cómodo con las redes sociales. Hay una frase graciosa en Mess it up, del nuevo álbum, donde Jagger canta: "Compartiste mis fotos con todos tus amigos / Las publicaste, no tiene sentido". Como alguien que ha sido de gran interés para el público durante 60 años, Jagger todavía quiere mantener algunas cosas en privado. Pero expresa orgullo por sus publicaciones, que lo muestran apareciendo aquí y allá en todo el mundo. Su novia, Melanie, exbailarina, tiene su propia presencia online. "Es simplemente una realidad", dice Jagger. "Pero hay límites que me gusta tener". En cierto modo, las redes sociales se han vuelto menos amenazantes. "La gente solía publicar cosas y todos pensaban, cualquier chica junto a la que estés… '¿Es esa tu nueva novia?’. Ya sabes. Pero ahora todo el mundo lo sabe", afirma.

Foto: Mick Jagger y su pareja, Melanie Hamrick, a su llegada al palacio de Versalles para cenar con el presidente francés y su mujer y otras figuras políticas. (EFE/Christophe Petit Tesson)

Y a Jagger todavía le encanta bailar, por supuesto. En julio, organizó una celebración de su 80 cumpleaños en Londres: primero una cena familiar para unas 50 personas y luego una fiesta más grande para 250 personas en un club cercano que alquiló. Entre los asistentes estaban Jerry Hall (con quien Jagger tuvo cuatro hijos) y Lenny Kravitz (quien fue invitado al álbum solista de Jagger de 1993). Había una banda cubana tocando.

Le pregunté a Jagger si los 80 se sentían diferentes a los 70, al enfrentar el asunto de la mortalidad. Él le restó importancia con esa alegría juvenil (y naturalidad) que tan bien les ha servido a los Stones. "Ambos son números grandes", dice. "Uno es más que el otro".

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

Todo el mundo esperaba que Mick Jagger cantase Start me up en estadios de todo Estados Unidos este año. El rumor en el mundo de la música era que se había una nueva gira programada. Pero no fue así. En su lugar, los Rolling Stones hicieron una broma interna a través de las redes sociales: una fotografía de 1972 de un depauperado Keith Richards junto a un cartel que decía: "Paciencia, por favor... ¡Un Estados Unidos libre de drogas es lo primero!".

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