Hay 4 tipos de usuarios de redes sociales, según los expertos: ¿cuál eres tú?

En la actualidad varios mundos se debaten entre sí, a decir: el real y el virtual, o esa extensión tan invisible como visible de lo palpable, quizás un reflejo, aunque a veces parece, incluso, una anticipación. Internet está en todas partes, a esa facilidad se le ha llamado redes. Vale, sí, las redes ya existían antes de que lo hicieran los ordenadores, antes incluso que cualquier forma de pantalla irrumpiera, sus mutaciones son las que hacen que estas, las redes virtuales, sean diferentes.

Hay una velocidad incierta en los grupos que están a ese otro lado: la persona como usuario se ramifica (una sola persona puede tener tantos perfiles como quiera). Sin embargo, al final, ¿no sucede lo mismo en este plano? A veces, lo llamamos forma de ser, incluso actitud, el caso es que una forma de ser parece poder comprimir muchas actitudes, algo así como muchos perfiles.

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Ahora, un grupo de investigadores en el ámbito de la psicología ha llegado a la conclusión que, en ese reflejo, surgen cuatro categorías de usuarios en redes sociales, y resulta que cada una de ellas está asociada con rasgos de personalidad y comportamiento de la propia persona (lo que exporta de la raíz a su extensión). ¿Imaginas cuál podrías ser tú?

Las cuatro categorías

Según esta investigación, llevada a cabo dentro del marco de estudios de la Universidad de Washington en Saint Louis, Estados Unidos, los usuarios de las redes sociales pueden girar en torno a estas cuatro posibilidades:

El uso de las redes sociales basado en imágenes. Este escenario de movimientos, señalan, consiste en llevar a cabo actividades relacionadas con la presentación de una imagen positiva, desde la búsqueda de cómo los demás nos perciben. Así, asocian a este tipo de usuario con el deseo de exhibirse y dar una buena impresión, posiblemente con tendencia a contemplar un bienestar social y emocional más pobre (lo que conocemos como conductas de narcisismo o, incluso, depresión).

El uso basado en la comparación. Cuando las actividades que implican compararse con otros o con el propio pasado, se asocian con un menor bienestar social y emocional, como la preocupación por la apariencia física y el miedo a la evaluación negativa.

El uso basado en el consumo. Cuando se trata principalmente de consumir contenido de entretenimiento. Lo asociaron con un mayor bienestar emocional (como amabilidad y autoestima) y un mayor disfrute de las redes sociales.

En función de su uso

El uso de las redes sociales basado en creencias. Es decir, cuando se comparten o refuerzan opiniones y creencias negativas sobre temas. Esta conducta se asoció con un menor bienestar social y emocional (mayor depresión, búsqueda de contenido emocionalmente perturbador) y bajos niveles de amabilidad y escrupulosidad.

"Aclarar cómo usamos las redes sociales y generar conciencia son los primeros pasos para ayudarnos a comprender cómo evitar los aspectos negativos de las mismas"

Para llegar a estas conclusiones, publicadas en la revista Assessment, los autores idearon un nuevo modelo de "escala de uso de las redes sociales" basado en cuatro formas en que las personas interactúan con las redes sociales: basadas en creencias, basadas en el consumo, basadas en imágenes o basadas en comparaciones.

Al desarrollar el modelo, primero realizaron tres estudios separados, hasta reducir el foco de estudio a 17 actividades de redes sociales y, finalmente, estos cuatro tipos de usuarios. "Las redes sociales llegaron para quedarse, por lo que aclarar cómo las personas usan las redes sociales y generar conciencia sobre estos hallazgos son los primeros pasos cruciales para ayudar a las personas a comprender cómo pueden evitar los aspectos negativos de las redes sociales y participar en un uso más saludable de las redes sociales", dice al respecto una de las autoras, Alison Tuck.

Cómo llegaron a los resultados

Asimismo, Tuck justifica la relevancia de los resultados asegurando que "nuestros datos sugieren que estos tipos de usos son construcciones distintas, cada una asociada con su propio conjunto de características únicas" que llevan a seguir reflexionando sobre la categoría misma de "perfil" y el concepto en el que oscila la de "usuario", no como algo desprovisto o desconectado de la propia psicología de la persona que es.

El primer estudio fue diseñado para crear una lista completa de actividades que se desarrollan en las redes sociales: los investigadores pidieron a 176 estudiantes universitarios (de 18 a 23 años) que pasaran tres minutos usando sus propias redes sociales en uno o más portales (Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, Reddit, Tumblr y/o LinkedIn). Más tarde, les pidieron que describieran una descripción abierta de esas actividades y el disfrute que les suponía.

Entre ellas, aparecieron actividades objetivas que agregaron aspectos subjetivos o emocionales al gesto, como por ejemplo "leer contenido de noticias que encontré molesto", según decían algunos. Con algunas ideas como esta, se creó una lista inicial de 45 tipos representativos de actividades que se habían repetido entre los participantes, incluidos algunos que a todos nos suenan bastante como "leer las noticias" o "publicar una imagen". Al final, pulieron esta lista a 31 actividades de cara al segundo estudio.

Encuestas de personalidad y comportamiento

En el mismo, se les presentó la lista a a 311 nuevos participantes (también de 18 a 23 años), y se les pidió que calificaran la frecuencia con la que realizaron dichas actividades en el margen de la semana anterior. Aquí los investigadores midieron la frecuencia de uso en una escala que va de nunca (1) a cada hora o más (9), y su nivel de disfrute al usar, de manera general, las redes sociales.

Estos participantes tuvieron que completar, además, diez encuestas de personalidad y comportamiento, que medían rasgos como la autoestima, el miedo a la evaluación negativa, la depresión y la ansiedad social.

Por último, se diseñó un tercer estudio para probar estos hallazgos. Los investigadores probaron la estructura de cuatro factores con un nuevo grupo de 397 participantes (de 18 a 22 años de edad), utilizando el mismo proceso de evaluación que el segundo estudio. En este caso, incluía cuestionarios adicionales sobre la frecuencia de uso de las redes sociales, la autopromoción individual, la ansiedad social, la seguridad social y la satisfacción con la vida. De esta forma, confirmaron que el modelo de evaluación desde los cuatro factores encaja bien... Puedes buscarte entre ellos.