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La estrategia 60/40 ha sido un drama este año, pero justo ahora puede ser la buena
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Puede ser la era de la cartera tradicional

La estrategia 60/40 ha sido un drama este año, pero justo ahora puede ser la buena

Hasta el 15 de noviembre, una combinación del S&P 500 y el índice Bloomberg US Aggregate Bond Index había bajado alrededor del 15%, incluidos los dividendos y los pagos de intereses

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La cartera tradicional compuesta por un 60% de acciones y un 40% de bonos —un pilar de inversión desde hace mucho tiempo— ha tenido un año muy decepcionante, ya que ambas clases de activos se han hundido al mismo tiempo.

Sin embargo, esa cartera modelo, aunque maltratada, aún no se ha extinguido, y podría ofrecer algunas buenas ventajas en los próximos años.

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"Hace mucho tiempo que las perspectivas del 60/40, especialmente en lo que a bonos se refiere, no eran tan buenas", asegura Andy Kapyrin, codirector de inversiones de RegentAtlantic, un asesor financiero con sede en Morristown (Nueva Jersey).

Hasta el 15 de noviembre, una combinación del S&P 500 y el índice Bloomberg US Aggregate Bond Index había bajado alrededor del 15%, incluidos los dividendos y los pagos de intereses.

Suele ocurrir que cuando las acciones suben, los bonos bajan, y viceversa, proporcionando una diversificación y un contrapeso cruciales. Pero 2022 no ha sido un año corriente.

Foto: Foto: EC Diseño.

"Cuando se tiene una inflación volátil y unos tipos de interés volátiles, también se tienen unos mercados de renta variable volátiles, generalmente asociados a una mala rentabilidad de la renta variable", explica Chris Brightman, director general y jefe de Inversiones de la gestora de activos Research Affiliates.

Como resultado, los bonos y las acciones han tenido una fuerte correlación este año, lo contrario de lo que esperan habitualmente los inversores. "Mucha gente se ha sentido muy decepcionada por los bonos este año porque no protegían la cartera en un mercado bajista para las acciones, pero, por supuesto, eso se debía a que la inflación estaba subiendo", justifica David Kelly, estratega jefe mundial de JP Morgan Asset Management.

Los tipos de interés a corto plazo también han subido mucho, como parte de la lucha de la Reserva Federal para frenar la inflación. La última subida fue el 2 de noviembre, cuando el tipo de los fondos federales aumentó otros 75 puntos básicos, es decir, 0,75 puntos porcentuales.

El aumento de los rendimientos presiona los precios de los bonos.

Foto: Un mercado de Zaragoza. (EFE/Javier Cebollada)

Para algunos inversores, la cartera 60/40 es una reliquia que ya no tiene sentido. "A las acciones les va a ir mal y a los bonos les va a ir mal", sostiene Zack Ellison, socio director de Applied Real Intelligence, que concede préstamos a empresas de nueva creación. "Y lo que es peor desde una perspectiva 60/40 es que las acciones y los bonos están muy correlacionados. A ambos les va a ir mal al mismo tiempo".

Pero por mucho que se ponga en duda, la cartera 60/40 no va a desaparecer ahora mismo. Incluso es posible que los inversores en renta fija puedan encontrar un resquicio de esperanza, especialmente si la Fed reduce sus subidas de tipos en la primera mitad del próximo año y los tipos se estabilizan o incluso empiezan a bajar, aunque sea modestamente.

El modelo 60/40 tiene una larga historia y es "el punto de partida para discutir la asignación estratégica en el mundo del dólar", observó Jan Loeys, director gerente y asesor sénior de JP Morgan, en una nota de investigación a principios de este año. Hay una vieja regla según la cual una asignación normal de renta variable debería ser 100 menos la edad del inversor. Así, para una persona de 40 años en mitad de su carrera, una asignación del 60% en renta variable sería "bastante normal para el inversor medio", explica.

El modelo 60/40 ha funcionado durante mucho tiempo, dejando de lado los malos resultados de este año.

Foto: Fachada del Banco de Inglaterra. (EFE/Andy Rain)

Una cartera compuesta por un 60% de acciones estadounidenses y un 40% de bonos estadounidenses tuvo una rentabilidad anual del 8,8% desde el 1 de enero de 1926 hasta el 31 de diciembre del año pasado, según Vanguard.

Roger Aliaga-Díaz, economista jefe para las Américas de Vanguard y responsable de la construcción de carteras, considera que el 60/40 es un "punto de referencia sólido para una estrategia de inversión diseñada para buscar un crecimiento moderado", y añade que "hablar de su desaparición es, en última instancia, una distracción del negocio de invertir con éxito a largo plazo".

Añade que es importante que los inversores mantengan el rumbo.

"Puede que no sea el momento adecuado para retirarse de un[a cartera] 60/40, ya que creemos que las perspectivas están mejorando", afirma Aliaga-Díaz.

Las últimas predicciones de JP Morgan Asset Management para el modelo 60/40 indican una rentabilidad total anual del 7,2% en los próximos 10 a 15 años. Esta previsión es superior a la del 4,3% del año pasado, gracias en parte a la reducción de las valoraciones de las acciones y los bonos.

Foto: rentabilidad-renta-fija-mercados-bra

"Los bonos han vuelto, el 60/40 ha vuelto, y en todo el espectro de la renta fija se puede obtener ahora una rentabilidad decente y unos ingresos decentes", asegura Kelly, que cree que la inflación está empezando por fin a remitir. "Si ahora la inflación se mantiene o cae, entonces los bonos retomarán su papel tradicional de diversificación" en una cartera.

No todo el mundo sigue al pie de la letra el modelo 60/40. "Nunca he pensado en el 60/40 como una propuesta de inversión", opina Howard Marx, copresidente de Oaktree Capital Management y autor de varios libros sobre los mercados financieros. "Solo la he utilizado como punto de referencia".

Aliaga-Díaz, de Vanguard, mantiene que el 60/40 es una "especie de abreviatura de la asignación estratégica de activos de un inversor, sea cual sea la mezcla objetivo".

Pero incluso si la inflación sigue disminuyendo, podría pasar mucho tiempo antes de que vuelva al nivel del 2% que la Fed tiene como objetivo. Eso podría dificultar que los precios de los bonos tengan mucha tracción a corto plazo.

Foto: El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional del Gobierno de España, Carlos Cuerpo. (EFE/José Jacomé)

"El riesgo es elevado y probablemente seguirá siéndolo durante algún tiempo", afirma Brightman, de Research Affiliates, citando la inflación.

Aun así, los rendimientos de los bonos son mucho más altos hoy que hace un año, ya que los precios se han hundido. Para el bono del Tesoro de EEUU a 10 años, ascendía recientemente a un 3,78%, lo que supone un fuerte aumento con respecto al 1,51% de finales del año pasado.

"Los rendimientos más altos y los precios más bajos son en realidad una buena noticia para los inversores", explica Brightman, aunque sean el resultado de "una mayor volatilidad y unos mercados de inversión más arriesgados".

Pero las perspectivas para los inversores en bonos son mejores ahora que a principios de 2022. "Si vas a poner más dinero en renta fija como inversor, prefieres tener rendimientos más altos que más bajos", añade.

*Contenido con licencia de Barron’s.

La cartera tradicional compuesta por un 60% de acciones y un 40% de bonos —un pilar de inversión desde hace mucho tiempo— ha tenido un año muy decepcionante, ya que ambas clases de activos se han hundido al mismo tiempo.

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