La mayor subasta de arte de la historia: el cofundador de Microsoft vende su colección

El cofundador de Microsoft, Paul Allen, coleccionaba juegos de química cuando era un niño. La colección de pinturas y esculturas que ha acumulado posteriormente podría superar los 1.000 millones de dólares cuando se subaste en Christie's este otoño.

Christie's confirmó el jueves que se había hecho con el derecho a vender al menos 150 obras de arte del patrimonio de Allen, que pasará a ser la colección de arte más cara que la industria de las subastas haya manejado jamás. Se estima que la venta superará la colección del promotor inmobiliario Harry Macklowe y su ex esposa Linda Macklowe, vendida a principios de este año por 922 millones de dólares, así como el patrimonio de 835 millones de dólares del banquero David Rockefeller y su esposa, Peggy, en 2018. Allen murió a los 65 años en 2018 tras una reaparición de un linfoma no hodgkiniano.

Marc Porter, presidente de Christie's Americas, afirma que la casa debe terminar de catalogar las 150 obras antes de proporcionar detalles adicionales sobre las ofertas de la venta, aunque confirmó que entre las obras subastadas estarán "Small False Start" de Jasper Johns, de 1960, que se estima que se venderá por al menos 50 millones de dólares, y el paisaje de Paul Cézanne "La Montagne Sainte-Victoire", de 1888-1890.

El Cézanne se vendió por última vez en subasta por 39 millones de dólares en 2001; Porter estima que podría revenderse por al menos 100 millones de dólares este noviembre en Nueva York.

La casa ha anunciado que, al igual que el patrimonio de Rockefeller, todos los ingresos de la venta de Allen se destinarán a obras de caridad, aunque todavía no se ha designado a los destinatarios. En vida, Allen donó 2.000 millones de dólares a fondos dedicados a la investigación biomédica, la cultura, las causas medioambientales y los sin techo.

Jody Allen, hermana del coleccionista y albacea de su patrimonio, describió a su hermano en un comunicado como una persona "analítica y emocional", y añadió que "él creía que el arte expresaba una visión única de la realidad, combinando el estado interior del artista y su mirada interior, de una manera que puede inspirarnos a todos".

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Dado que los coleccionistas tienden a pagar primas por las obras de arte vinculadas a propietarios notables, el patrimonio de Allen podría dar pie a la bonanza comercial de la temporada de arte de otoño. "Coleccionar arte era algo personal para él, un elemento de su exploración intelectual", afirmó Porter sobre el coleccionista.

El papel de Allen como pionero de la industria de la informática personal con su amigo de la escuela secundaria Bill Gates ha sido durante mucho tiempo material de la leyenda de Silicon Valley. Tras dejar Microsoft en 1983, empezó a prestar más atención al arte. Se inspiró en parte en su padre bibliotecario, que coleccionaba cerámica china de celadón y colgó un póster de "El viejo rey" de Georges Rouault de 1916 a 1936 en el salón familiar, según cuenta la autobiografía de 2011 de Allen, " Idea Man".

A principios de la década de 1990, Allen comenzó a hacerse notar en las principales subastas y finalmente se ganó la reputación de ser un coleccionista extremadamente privado pero omnívoro. Ni siquiera en su autobiografía se narran los detalles de las historias de las piezas de arte impresionista y moderno que poseía. Parecía más dispuesto a hablar de sus actividades en otros ámbitos del coleccionismo, desde aviones de guerra y guitarras eléctricas de Jimi Hendrix hasta manuscritos históricos y la primera silla de mando del capitán Kirk en "Star Trek". Prestó o donó muchos de estos objetos a los museos que fundó, como el Experience Music Project de Seattle, ahora rebautizado como Museo de la Cultura Pop, o el Flying Heritage & Combat Armor Museum.

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Christie’s ha anunciado que sólo se ofrecerán en subasta sus pinturas y esculturas de primera categoría. Porter explicó que Allen tendía a buscar obras de arte que representaran momentos "rompedores" en las carreras de los artistas, incluyendo ese paisaje montañoso de Cézanne que ahora se considera un ejemplo seminal de los experimentos del artista con la abstracción temprana.

Un par de exposiciones en museos de Seattle en 2006 y 2019-2020 con dibujos de su colección ofrecen pistas sobre posibles piezas que podrían ir a subasta. Entre las obras más antiguas que Allen o su patrimonio han prestado se encuentran la "Madonna del Magnificat" (Virgen del magnificat) de Sandro Botticelli, de alrededor de 1480 a 1489; "The five senses: sight” (los cinco sentidos: la vista) de Jan Brueghel el Joven, de 1625; y la escena veneciana de 1783 de Canaletto, "Nil Canal Grande a Venezia, Italia, guardando verso sud-est di San Stae alle Fabbriche Nuove di Rialto” (El Gran Canal de Venecia, Italia, mirando al sureste desde San Eustaquio hacia los nuevos edificios de Rialto).

Porter se negó a nombrar otras obras específicas incluidas en la venta del patrimonio, pero admitió que el coleccionismo de Allen abarcaba 500 años de historia del arte y a menudo incluía paisajes ambientados en lugares a los que le gustaba viajar, como Italia y Francia.

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Entre las obras impresionistas que se sabe que están en la colección de Allen, según pasadas exposiciones en museos, se incluyen: “Portrait de femme assise devant un piano” (mujer sentada frente a un piano) de Edgar Degas, de 1882-85; "Jeune fille lisant" (mujer joven leyendo) de Pierre-Auguste Renoir, de 1877, y varias obras de Claude Monet, entre las que se encuentran las famosas vistas de la Catedral de Rouen y los estanques de nenúfares.

También es sabido que Allen compró varias piezas modernas de gran potencia, como "White Rose with Larkspur No. 1" (flor blanca con delphinium nº 1), de Georgia O'Keeffe, de 1927, y "The Kiss" (el beso), de Roy Lichtenstein, de 1962.

La venta también podría dar al mercado la oportunidad de ver si las compras anteriores de Allen se han revalorizado y, si es así, en qué medida. En el año 2000, pagó 14,3 millones de dólares a Sotheby's por el abstracto de Mark Rothko de 1956, "Yellow over purple” (amarillo sobre púrpura), y en 2004, pagó 39,2 millones de dólares a la misma casa por “Maternity II” (maternidad II) de Paul Gauguin, de 1899. Dos años más tarde, pagó a Christie's 40,3 millones de dólares por "Birch forest” (el bosque de abedules), de Gustav Klimt, de 1903.

*Contenido con licencia de “The Wall Street Journal”