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A subasta los cuadros de la pintora que emergió de los escombros y retrató a Henry Miller
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A subasta los cuadros de la pintora que emergió de los escombros y retrató a Henry Miller

La sala Retiro pone a la venta los cuadros de la artista americana afincada en Madrid cuyas fotografías fueron rescatadas de la basura. El precio de salida será de 100 euros

Foto: Imágenes de los cuadros de Margaret Modlin en la Sala Retiro. (Cedidas)
Imágenes de los cuadros de Margaret Modlin en la Sala Retiro. (Cedidas)

La memoria de Margaret Marley Modlin estuvo tirada en la basura en una tarde de 2003. El fotógrafo Paco Gómez se topó con ella a través esas instantáneas y no dudó en llevárselas a su casa. De ahí, se obcecó en hilvanar la información y revelar a la artista y que llegó a la capital de España junto a su familia con el deseo de proliferar su obra y compartirla. En 1978, Margaret Modlin (Carolina del Norte, 1927 - Madrid, 1998) palpó ese sueño: fue la primera artista extranjera invitada al Círculo de Bellas Artes (CBA) de Madrid, con un prólogo del afamado escritor Henry Miller, amigo e inspiración de algunos retratos. Y el próximo miércoles se cierra ese ciclo: la mayor parte de sus obras se subastarán en la Sala Retiro.

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Son 78 lotes, llevan expuestos desde el día seis y seguirán disponibles al público hasta la misma jornada en la que saldrán a la puja, que será entre las 10.00 hasta las 19.00. Daniel Canabal, encargado del departamento de arte de la Sala Retiro, incide en su importancia: “Es una colección completa, a excepción de algunas obras que se quedó la familia”. Esos mismos allegados tomaron la decisión de sacarlos a subasta de la mano del albacea de la colección completa, Miguel Cervantes y la comisaria Virginia Bauzá.

Gómez, que recogió sus indagaciones en su novela Los Modlin (Fracaso Books, 2013), siente pena: “Ella quería que los cuadros estuvieran juntos en una fundación, por eso nunca los vendió”. Aun así, considera que es la mejor de las opciones y la más alejada de volver a acabar en un contenedor –tampoco pierde la esperanza de que algún museo despierte interés–.

placeholder Margaret Modlin pintando en ropa interior el cuadro 'Una mujer a quien se han dado dos alas'. El espejo que hay a sus pies lo utiliza para fijarse en su propio reflejo. Madrid, años 80. (Paco Gómez)
Margaret Modlin pintando en ropa interior el cuadro 'Una mujer a quien se han dado dos alas'. El espejo que hay a sus pies lo utiliza para fijarse en su propio reflejo. Madrid, años 80. (Paco Gómez)

Las imágenes están repartidas por la Sala Retiro y hay óleos de gran formato, óleos medianos y pequeños, dos esculturas de bronce, dibujos y apuntes . “Se ve la importancia que tiene el boceto para la posterior pintura”, destaca Canabal: “Aunque veas que los cuadros se acercan a Dalí en su estilo colorista, sigue el clasicismo de las preparaciones perfectas”. Los precios de salida van desde los 100 euros, de un dibujo en punta de plata, hasta los 25.000 euros del óleo del retrato autografiado por Henry Miller.

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En un paseo y con detenimiento se puede observar que los grandes modelos de Margaret fueron su marido Elmer, que fue actor de Hollywood; y su hijo Nelson, que se desmarcó de la vida bohemia para adentrarse en las empresas. La mujer les hacía fotografías –los documentos que encontró Paco Gómez– y las utilizaba para mezclar sus cuerpos con imágenes imposibles. “Tiene mucho de iconografía, de religión y, por otra parte, se puede acercar a la vanguardia madrileña por los colores”. En ese estilo surrealista hay una mezcla de rosas, azules, amarillos y naranjas llamativos. “Todo el volumen lo gana a través del color; tenía un gusto exquisito y un estudio colorimetría impresionante”, cuenta el encargado, quien se ha percatado de un aumento del flujo de gente que llega para preguntar sobre la creadora.

placeholder Imágenes de los cuadros de Margaret Modlin en la Sala Retiro. (Cedidas)
Imágenes de los cuadros de Margaret Modlin en la Sala Retiro. (Cedidas)

De momento, la pieza que más preguntas suscita es el díptico llamado La apocalíptica prostituta de babilonia. En ella, una mujer sujeta un cáliz y está sentada sobre lo que parece un felino de seis cabezas con cuernos; la otra mira a una oveja con varios ojos y cuernos. “Aúna fantasía y pasajes bíblicos”, resume Canabal mientras contempla la pieza.

La religión y Franco

La religión atraía a Margaret Marley Modlin, y la retrataba desde los detalles hasta las exuberancias. Se definió a sí misma como la mejor pintora del apocalipsis de todos los tiempos. Ella, que estudió en la Facultad de Bellas Artes de Chapel Hill de California del Norte (EEUU), buscó en Madrid una forma de continuar con sus creencias. Paco Gómez describe que tenía un “torbellino mental” y que ese fue el motivo que hizo que admirara al dictador Francisco Franco. “Ella era integrista religiosa y diría que en España siguió esa estela. Le hizo un cuadro, pero más que franquista fue una fan de él. Lo asociaba también a una época en la que ella fue feliz en España”, atribuye.

placeholder Margaret Modlin pintando el cuadro de 'El Empalao de Valverde de la Vera'. Madrid, 1981. (Paco Gómez)
Margaret Modlin pintando el cuadro de 'El Empalao de Valverde de la Vera'. Madrid, 1981. (Paco Gómez)

El fotógrafo afirma que la artista era abierta, que se ve en su fascinación por los desnudos y en su forma de retratar esos pasajes. Jugaba también con imágenes del demonio: retrató a su marido –quien era pacifista y se posicionaba contra la guerra– como un diablo en Henry Miller sin alas. El novelista aparece en la misma pose en Henry Miller ve más que un águila, pero en este caso salen de su espalda unas plumas angelicales. “Para ellos, Henry era una de las figuras de la literatura más importantes del siglo XX y ser amigos significaba tener un pasaporte para alcanzar la fama. Por eso les pide que dibuje su firma”. Estaba previsto que las dos obras estuvieran garabateadas por el escritor, pero falleció antes de volver a encontrarse con la familia.

A la pregunta de si asistirá a la subasta, Gómez no duda: “Sí, conociendo la tendencia al fracaso de esta familia, me entra curiosidad”. Le gustaría que se interesaran muchos usuarios, pero sobre todo insiste con el deseo de la artista: “Espero que algún museo se quede con alguna de las obras más grandes”.

La memoria de Margaret Marley Modlin estuvo tirada en la basura en una tarde de 2003. El fotógrafo Paco Gómez se topó con ella a través esas instantáneas y no dudó en llevárselas a su casa. De ahí, se obcecó en hilvanar la información y revelar a la artista y que llegó a la capital de España junto a su familia con el deseo de proliferar su obra y compartirla. En 1978, Margaret Modlin (Carolina del Norte, 1927 - Madrid, 1998) palpó ese sueño: fue la primera artista extranjera invitada al Círculo de Bellas Artes (CBA) de Madrid, con un prólogo del afamado escritor Henry Miller, amigo e inspiración de algunos retratos. Y el próximo miércoles se cierra ese ciclo: la mayor parte de sus obras se subastarán en la Sala Retiro.

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