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El treintañero que se gastará 1.000 millones de euros en resucitar las criptomonedas
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El treintañero que se gastará 1.000 millones de euros en resucitar las criptomonedas

Sam Bankman-Fried, propietario de un imperio criptográfico en expansión, está tratando de rescatar el sector tras una fuerte caída

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Las criptomonedas se enfrentan a una crisis. Sam Bankman-Fried está apostando 1.000 millones de dólares a que puede solucionarla.

El director ejecutivo de la empresa de intercambio de criptomonedas FTX Trading Ltd. se ha autoproclamado salvador del sector, y los inversores en criptomonedas siguen de cerca sus movimientos tras meses de carnicería en el mercado. Este año ha rescatado a un prestamista de divisas con problemas y ha intentado estabilizar a otro. Ha adquirido bolsas de criptomonedas en Canadá y Japón. Ha aparecido en anuncios de revistas junto a la supermodelo Gisele Bündchen como estrategia para mantener el entusiasmo de los inversores convencionales por las criptomonedas a pesar de la crisis.

Ese tipo de rutina es habitual para Bankman-Fried, un multimillonario de 30 años con una mata de pelo rizado que duerme unas pocas horas por la noche y juega con un 'fidget spinner' durante las entrevistas. El año pasado, cuando el escrutinio regulatorio de las criptomonedas llevó a Bankman-Fried a trasladar la sede de FTX de Hong Kong a las Bahamas, docenas de empleados se trasladaron a la nación insular en el plazo de un mes.

Según Bankman-Fried, su objetivo final es llevar las criptodivisas a las masas. Quiere hacer de FTX un nombre familiar y utilizar la tecnología que hay detrás del bitcoin para reinventar las finanzas tradicionales, incluyendo el mercado de valores y los pagos de los consumidores ordinarios.

Foto: Interior de una tienda de BitBase con cajero de criptos. (BitBase)

Tiene mucho trabajo por hacer. Más de una década después del nacimiento del bitcoin, sus defensores siguen luchando por explicar el valor de las monedas digitales a un público amplio. El bitcoin ha caído casi un 70% desde su pico de noviembre y la caída ha borrado dos billones de dólares de valor del mercado de criptomonedas, perjudicando a millones de inversores.

No todos los movimientos de Bankman-Fried han dado resultado. Una inversión en Japón ha resultado ser difícil para FTX. Y la empresa de comercio que posee aparte de FTX, Alameda Research, tuvo pérdidas cuando trató de apuntalar al problemático prestamista de criptomonedas Voyager Digital Ltd. Alameda prestó 75 millones de dólares a Voyager y aumentó su participación en la empresa al 9,5%, pero Voyager se declaró en quiebra menos de dos semanas después.

"Queremos hacer lo que podamos para frenar el contagio, y a veces eso va a significar que tratamos de ayudar en los casos en que no es suficiente", explicó Bankman-Fried. "Si eso nunca ocurriera, sentiría que estamos siendo demasiado conservadores".

Foto: Representación de un bitcoin. (Reuters/Benoit Tessier).

Al igual que otras bolsas de criptomonedas, el negocio principal de FTX es facilitar la compra y venta de monedas digitales, y se lleva una pequeña parte de las transacciones. Desde su fundación hace tres años, la empresa ha crecido hasta convertirse en una fuerza incontenible. Con solo unos 300 empleados, FTX es la tercera bolsa de criptomonedas más grande del mundo por volumen, realizando operaciones por valor de 9.400 millones de dólares en un día medio, según el proveedor de datos CoinGecko.

La firma obtuvo unos ingresos netos de 388 millones de dólares sobre 1.020 millones de dólares de ingresos el año pasado, según una persona familiarizada con el tema. Según Bankman-Fried, se ha mantenido rentable en 2022 incluso cuando los precios de las criptomonedas se desplomaron. FTX fue valorado en 32.000 millones de dólares durante su última ronda de financiación en enero.

Ahora, con el bitcoin rondando los 21.000 dólares —más o menos en línea con su nivel a finales de 2020, antes del gran mercado alcista del año pasado—, Bankman-Fried sostiene que lo peor ha pasado.

Foto: Foto: Reuters

"Podría pasar cualquier cosa, obviamente, pero, por lo que sé, la mayor parte del contagio ya ha sido expulsado del sistema", afirmó.

La expansión de un imperio

La petición de ayuda del director general de BlockFi Inc., un prestamista de moneda digital, llegó un sábado por la noche en junio. Bankman-Fried vio el mensaje sobre las 11 de la noche, tras haber estado jugando al pádel, un deporte parecido al tenis, con sus colegas. Se subió a su Toyota Corolla con su compañero ejecutivo de FTX Ramnik Arora, encendió el aire acondicionado y devolvió la llamada.

BlockFi era esencialmente un criptobanco, que aceptaba depósitos y los prestaba a prestatarios que utilizaban los fondos para comerciar. A cambio, los depositantes ganaban intereses por su dinero digital, normalmente a tipos mucho más altos que los que ofrecen los bancos tradicionales por los depósitos en dólares. BlockFi y otros prestamistas de criptomonedas hicieron un buen negocio hasta mayo, cuando el rápido colapso de dos criptomonedas llamadas TerraUSD y Luna generó ondas expansivas en el mercado y acabó con el fondo de cobertura Three Arrows Capital Ltd., uno de los mayores prestatarios de criptomonedas.

El temor a un contagio financiero al estilo de 2008 se extendió. El 12 de junio, un popular prestamista de criptomonedas llamado Celsius Network LLC suspendió los retiros. Otros prestamistas, como BlockFi y Voyager, se enfrentaban a la amenaza del equivalente criptográfico de un pánico bancario.

La caída desencadenó rondas de llamadas a la sede de FTX en las Bahamas. Alrededor de 15 empresas de criptomonedas solicitaron dinero a la empresa durante un periodo de dos semanas en junio, incluidos los 'mineros' que ejecutan algoritmos informáticos para generar bitcoins, así como la propia Celsius, recordó Arora.

El temor al contagio financiero al estilo de 2008 se extendió. El 12 de junio, un prestamista de criptomonedas (Celsius Network LLC) suspendió los retiros

Celsius, que desde entonces se ha declarado en bancarrota, no respondió a una solicitud de comentarios.

FTX llegó a la conclusión de que Celsius no se podía salvar, según los ejecutivos de la empresa, pero que BlockFi gozaba de mejor salud. Tras una reunión de Zoom el domingo 19 de junio por la mañana con la dirección de BlockFi, el día después de la llamada inicial desde su coche, Bankman-Fried decidió negociar un acuerdo.

Al lanzar un salvavidas a BlockFi, Bankman-Fried también aprovechó la oportunidad de ampliar su imperio.

En el acuerdo final, dado a conocer el 1 de julio, FTX acordó prestar a BlockFi 400 millones de dólares con una opción de compra de la empresa de hasta 240 millones de dólares. Ese precio es una ganga comparado con la valoración de 4.750 millones de dólares que se atribuyó a BlockFi en julio de 2021, según datos de PitchBook.

"Ciertamente, no es el resultado que esperábamos el verano pasado", admitió el director ejecutivo de BlockFi, Zac Prince, pero calificó el acuerdo con FTX como una victoria para la compañía y sus clientes. A diferencia de otras ofertas que recibió BlockFi, que podrían haber obligado a sus clientes minoristas a perder parte de sus depósitos, la transacción de FTX fue diseñada para mantener a los depositantes en su totalidad.

BlockFi ha declarado que tiene más de 650.000 cuentas financiadas. Si FTX termina comprando BlockFi, se expandirá en el mercado de préstamos, añadiendo la versión criptográfica de un gran banco a la cartera de Bankman-Fried.

Foto: Bitcoin y ethereum. (Reuters/Dado Ruvic)

Bankman-Fried ha explicado que quiere convertir a FTX en una especie de supermercado financiero, ofreciendo todo, desde préstamos hasta comercio de acciones y pagos.

"La idea que da pie a esto es: '¿Qué quieres hacer realmente con tu dinero, como consumidor típico? ¿Cuáles son las cosas que realmente son valiosas para tu vida diaria?", expuso.

Bankman-Fried es vegano desde hace tiempo. Estudió Física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y trabajó para el gigante del comercio cuantitativo Jane Street Capital durante tres años antes de sumergirse en las criptomonedas. Es hijo de dos profesores de la Facultad de Derecho de Stanford.

Bloomberg estimó recientemente que su patrimonio neto asciende a 11.900 millones de dólares, por debajo de los casi 26.000 millones del año pasado, antes de la caída de las criptomonedas. Es partidario del altruismo efectivo, un movimiento filosófico que defiende que los individuos deben maximizar su impacto positivo en la sociedad ganando mucho dinero y regalándolo. Sus causas favoritas son la prevención de pandemias y evitar que la inteligencia artificial dañe a la humanidad.

"Ha tenido que pasar de hablar con un público puramente criptográfico a tratar con los legisladores, los periodistas y el público"

Las personas cercanas a él se muestran sorprendidas por la naturalidad con la que Bankman-Fried se ha convertido en una figura pública. Se ha convertido en un asiduo de Washington, declarando ante el Congreso, promoviendo la agenda de FTX y haciendo presión a favor de la industria de las criptomonedas.

"Ha tenido que pasar de hablar con un público puramente criptográfico a tratar con los legisladores, los periodistas y el público", explicó Chris McCann, socio de Race Capital, uno de los primeros inversores en FTX. "En 2019 no tenía muchas de esas habilidades. Era mucho más tímido, peculiar y friki".

La primera sede de Bankman-Fried fue una casa alquilada en Berkeley, California, donde fundó Alameda Research en 2017, equipada con escritorios y ordenadores comprados en Amazon. Más tarde trasladó Alameda a Hong Kong, donde la regulación de las criptomonedas era más ligera que en Estados Unidos.

Alameda trató de obtener beneficios del mercado de bitcoins, donde un batiburrillo de intercambios permitía oportunidades de arbitraje: la capacidad de comprar una moneda en un lugar y venderla en otro por más. Una de las primeras estrategias consistía en comprar bitcoins en Estados Unidos y luego venderlos en Japón, donde los precios eran más elevados.

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Fundó FTX en 2019, apostando por que su equipo podía construir una bolsa mejor que las titulares. El año pasado, en medio del creciente escrutinio de las criptomonedas por parte de los reguladores globales, Bankman-Fried decidió trasladar la sede de FTX a las Bahamas, donde el Gobierno había establecido un régimen regulatorio amigable con las criptomonedas.

En la actualidad, FTX tiene su sede en un parque de oficinas rodeado de palmeras y dominado por un aparcamiento soleado. Bankman-Fried vive en un complejo de apartamentos de lujo cercano. Aunque tiene fama de vivir de forma frugal —hace tiempo que vive con compañeros de piso y a menudo duerme en un puf en el trabajo—, los registros inmobiliarios muestran que una unidad de FTX pagó 30 millones de dólares por un ático de cinco dormitorios en la zona.

Según Bankman-Fried, es uno de los 10 miembros de FTX que comparten el apartamento. "Obviamente, sería un lugar ridículo para vivir yo solo", sostuvo.

Salvar nuestro negocio

FTX se expandió a principios de este año con la adquisición de la bolsa de criptomonedas japonesa Liquid, que se vio afectada por un 'hackeo' de 97 millones de dólares en agosto de 2021.

Poco después del 'hackeo', Seth Melamed, que por entonces era ejecutivo de Liquid, se subía a un avión con destino a Tokio. Liquid se enfrentaba a la insolvencia, los clientes estaban enfadados y a Melamed le preocupaba que la policía japonesa pudiera detenerle en el aeropuerto. Escribió a Bankman-Fried a través de la aplicación de mensajería Telegram.

Su mensaje rezaba: "Comprendo totalmente que esto no es lo más común, pero si FTX considerara invertir o adquirir Liquid, salvaría nuestro negocio y beneficiaría a la comunidad de criptomonedas en general".

"Comprendo totalmente que esto no es lo más común, pero si FTX considerara invertir o adquirir Liquid, salvaría nuestro negocio y beneficiaría a la comunidad de criptomonedas en general"

El avión no tenía wifi. Cuando aterrizó, se sintió aliviado al no encontrar ningún policía esperándole y una respuesta de Bankman-Fried: "¡Encantado de echar un vistazo!".

Unos días más tarde, FTX accedió a prestar 120 millones de dólares a Liquid, manteniéndola a flote y preparando el terreno para la adquisición.

La adquisición no fue del todo sencilla. FTX acabó perdiendo miles de clientes japoneses que ya utilizaban FTX y se negaron a pasarse a la unidad local regulada por la Agencia de Servicios Financieros de Japón, según una persona familiarizada con el asunto.

Melamed, que ahora ejerce como director de Operaciones de FTX Japón, asegura: "Confiamos en poder recuperar los niveles anteriores de actividad de los usuarios japoneses en FTX antes de finales de este año y superarlos en 2023".

En junio, FTX acordó comprar la bolsa de criptomonedas canadiense Bitvo Inc. FTX también ha acumulado licencias para prestar servicios financieros en Australia, Dubái y la Unión Europea como parte de un impulso internacional.

Foto: El criptomillonario y cofundador de FTX, Sam Bankman-fried. (Getty/Craig Barritt)

Las ambiciones de FTX se extienden a los mercados tradicionales. Tras comprar el año pasado una empresa de corretaje registrada en Estados Unidos, ha permitido recientemente que los clientes estadounidenses negocien con acciones en su aplicación, junto con el bitcoin. En mayo, Bankman-Fried gastó 648 millones de dólares de su fortuna personal para comprar una participación del 7,6% en Robinhood Markets Inc., fabricante de la popular aplicación de comercio. Reveló su compra después de que las acciones de Robinhood se desplomaran casi un 80% desde su oferta pública inicial; las acciones han subido ligeramente desde entonces.

Bankman-Fried es el propietario mayoritario tanto de FTX como de Alameda, un acuerdo que ha suscitado críticas entre los escépticos de las criptomonedas, así como de algunos operadores de divisas digitales. En los mercados tradicionales, como las acciones y los futuros, las bolsas deben ser plataformas neutrales que no beneficien a un operador en detrimento de otro. Los reguladores desaconsejan que se entremezclen con las empresas comerciales, por considerarlo un conflicto de intereses. En las criptomonedas, no existen estas restricciones.

Bankman-Fried es el propietario mayoritario tanto de FTX como de Alameda, un acuerdo que ha suscitado críticas entre los escépticos cripto

Bankman-Fried sostiene que Alameda no tiene privilegios especiales en FTX. Mantiene que, aunque al principio era un participante importante en FTX, ayudando a exprimir la actividad comercial, desde entonces se ha reducido a una pequeña parte de los volúmenes comerciales.

El año pasado, Bankman-Fried dimitió de su cargo de consejero delegado de Alameda, alegando que estaba dedicando la mayor parte de su tiempo a FTX. La empresa sigue generando importantes beneficios para él. Una cartera de criptodivisas controlada por Alameda —donde la firma mantiene algunos de sus fondos— ha generado más de 550 millones de dólares en beneficios comerciales desde 2020, según Nansen, una firma de análisis de Blockchain.

FTX amasó un fondo por valor de unos 2.000 millones de dólares en una serie de rondas de financiación en 2021 y principios de 2022, mientras los precios de las criptomonedas seguían siendo altos. Entre los inversores de FTX se encontraban gestores de activos establecidos, como la empresa de inversión estatal de Singapur Temasek Holdings Pte. Ltd. y el Plan de Pensiones de Profesores de Ontario. La financiación permitió a FTX realizar adquisiciones tras la caída del cripto.

Bankman-Fried ha declarado que FTX tiene unos cuantos miles de millones en efectivo, que mantiene en dólares y no en criptodivisas, que podría utilizar para otras operaciones.

*Con la contribución de Megumi Fujikawa.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Las criptomonedas se enfrentan a una crisis. Sam Bankman-Fried está apostando 1.000 millones de dólares a que puede solucionarla.

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