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El Ibex encara el tercio final del año con sus valoraciones más optimistas desde 2015
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El Ibex encara el tercio final del año con sus valoraciones más optimistas desde 2015

El consenso de analistas marca, por primera vez en ocho años, un nivel objetivo para el índice por encima de los 11.250 puntos, lo que supone un potencial superior al 21%

Foto: Imagen del interior de la Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso)
Imagen del interior de la Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso)
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Las primeras semanas de agosto están suponiendo un jarro de agua fría para las expectativas del Ibex de encaramarse a la cota de los 10.000 puntos, un nivel que no consigue hollar desde los días previos a la pandemia del coronavirus, en febrero de 2020.

Después de firmar ganancias en el año que, en los mejores momentos, han llegado a rozar el 18%, las persistentes incertidumbres que rodean el parqué han provocado una actitud más cauta por parte de los inversores, que mantienen al principal índice de la bolsa española dando tumbos en un rango estrecho de entre 9.200 y 9.600 puntos (con esporádicas arrancadas ligeramente por encima) desde inicios del pasado mes de mayo.

Pero estos números podrían quedar pronto muy atrás, a juzgar por las proyecciones de los expertos. Según cifras recopiladas por Bloomberg (tomadas a partir de los precios objetivos que los analistas otorgan a cada uno de los componentes del índice), la meta objetivo del Ibex para los próximos 12 meses se sitúa actualmente en el entorno de los 11.253 puntos.

Esta cifra, que implica un potencial de revalorización para el selectivo español superior al 21,4%, representa la valoración más elevada que han dado los analistas al índice desde finales de 2015 (precisamente, el último año que el Ibex se movió en torno a esos niveles).

"El nivel del Ibex 35 de 11.250 puntos es más de un 20% superior a los niveles actuales"

En estos números se evidencia una confianza creciente entre los expertos en las perspectivas de la bolsa española. A inicios de año, el nivel objetivo que los analistas fijaban para el Ibex se situaba en los 10.107,7 puntos. Pero, a medida que el mercado español –en línea con el resto– ha ido mostrando una evolución más sólida de lo que se esperaba, las firmas de análisis han ido encontrando razones para elevar sus expectativas. En total, la mejora de esta meta desde el inicio del año supera ya el 11%, haciendo caso omiso a las dudas sobre el rumbo de la política monetaria, los riesgos de recesión, las tensiones geopolíticas o las recientes incertidumbres en la política española.

Sin embargo, este cúmulo de amenazas de tipo económico y financiero genera ciertas dudas sobre la capacidad del Ibex para alcanzar las altas expectativas alimentadas por los expertos. "El nivel del Ibex 35 de 11.250 puntos es más de un 20% superior a los niveles actuales, lo cual es un objetivo alcanzable, pero ambicioso en el corto plazo, sobre todo tenido en cuenta que el Ibex 35 ya ha subido alrededor de un 12% en lo que va de año", sostiene Rafael Hurtado, director de inversiones de Allianz Asset Management en España.

Foto: Pantalla de cotización de los índices Ibex en el interior de la Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso)

En su opinión, "para que el Ibex 35 alcance el nivel de 11.200 en unos meses sería necesario un entorno donde las posibilidades de recesión fueran muy reducidas, los tipos de interés o estén bajando o el mercado estime que comenzarán a bajar pronto, lo cual, a su vez, implica una inflación que está bajo control y en los niveles deseados por los bancos centrales (alrededor del 2%). A su vez, sería deseable un entorno geopolítico calmado. Es un escenario posible pero no altamente probable".

Aunque la temporada de resultados del segundo trimestre, recién terminada, ha dejado un sabor agridulce a escala internacional, en España el tono general ha sido más favorable, lo que ha permitido que un buen número de compañías hayan visto incrementadas sus valoraciones en las semanas posteriores a la presentación de sus cuentas.

En estas circunstancias, Magdalena Bassi, CFA de A&G, apunta a la estabilidad de los resultados de las compañías españolas como uno de los puntos que favorecen una visión relativamente optimista. "Si bien el potencial que muestra el consenso puede ser algo excesivo, vemos poco riesgo en los resultados de las compañías del Ibex 35 y una valoración atractiva en términos históricos", asegura.

A la hora de analizar las perspectivas de la bolsa española, en cualquier caso, los expertos tienden a recalcar la dependencia que tiene el mercado nacional del contexto exterior. Al fin y al cabo, en sus más de 30 años de recorrido, el Ibex nunca ha cerrado en positivo un año en que el MSCI World haya registrado pérdidas y solo una vez, en 2007, lo hizo con números rojos en el Stoxx 600.

Foto: El toro de Wall Street, en Manhattan. (Reuters/Carlo Allegri)

Precisamente, Juan José Fernández-Figares, director de gestión de Instituciones de Inversión Colectiva en Link Securities, apunta a la evolución de las condiciones económicas en Europa como un factor clave para determinar el rumbo próximo del Ibex. "El comportamiento del Ibex 35 va a estar condicionado de aquí a finales de año, sobre todo, a la evolución de la economía europea en su conjunto, siendo la inflación la principal variable a seguir, ya que va a determinar cuánto más sube el BCE sus tasas. Nosotros esperamos que, como mucho, lo haga una o dos veces más. Nuestra duda es cuánto tiempo los mantendrá en niveles elevados. El mercado reaccionará favorablemente cuando se empiece a hablar de recortes de tipos", considera el experto.

Fernández-Figares, que se confiesa escéptico ante los precios objetivos ("ya que nunca se cumplen", afirma), señala también a otra cuestión fundamental para mostrar sus dudas sobre la capacidad del Ibex de alcanzar los niveles a los que apunta el consenso: la elevada dependencia que tiene el índice español de unos pocos sectores y compañías grandes. "No veo qué sector o valores podrían impulsar al selectivo a esos niveles, al menos en el contexto actual", asegura.

Cuando se plantea esta cuestión resulta inevitable dirigir la mirada hacia la banca, un sector que cuenta con seis componentes en el Ibex y que pondera por más de una cuarta parte del Ibex. "El potencial de revalorización se centra básicamente en el sector financiero", apunta contundente Bassi.

Los bancos, IAG e Inditex son los que más han mejorado su precio objetivo en el año

El sector ha sido pieza fundamental en la mejora del nivel objetivo del Ibex. No en vano, los seis bancos que forman parte del índice han visto mejorado durante el año el precio objetivo, con CaixaBank y Santander rondando un 20% de mejora, mientras la de BBVA alcanza el 26% y la de Sabadell rebasa el 30%. Solo IAG (34,9%) e Inditex (27,7%) han sido capaces de firmar incrementos en su valoración teórica semejantes.

Aunque el inicio de las subidas de tipos de interés por parte del BCE, el verano anterior, ya había permitido que las entidades arrancaran 2023 con unas expectativas elevadas, su capacidad para incrementar los márgenes de su negocio y la resistencia de la economía –que ha evitado hasta el momento el temido deterioro de sus balances– han propiciado que el entusiasmo inversor haya ido en aumento con un sector que arrastraba un largo periodo de debilidad.

El índice bancario del Ibex acumula ganancias superiores al 46% en menos de 12 meses y los expertos aún ven razones para que las entidades cotizadas en España acumulen fuertes revalorizaciones en los próximos trimestres, con potenciales que van desde el 23,7% de BBVA al casi 35% de Unicaja.

Y ahora, con el precio del dinero en la eurozona instalado en sus niveles más altos en 15 años, las perspectivas siguen luciendo favorables, aunque los riesgos de este escenario no son nimios, como ya puso de manifiesto el episodio de tensión experimentado el pasado marzo, que se llevó por delante al estadounidense SVB y al histórico Credit Suisse, entre otros.

Foto: Pantallas del Ibex 35 en la Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso del Val)

"En las circunstancias actuales, lo que ocurra con el Ibex dependerá en gran medida de qué ocurra con las cotizaciones bancarias. Y, en este sentido, tenemos dos fuerzas contrapuestas: una, positiva, que son los elevados tipos de interés, que multiplican el margen del negocio típico bancario -concesión de créditos- y otra, negativa, que sería la reducción de la actividad crediticia si España entra en recesión", observa Víctor Alvargonzález, director de estrategia de Nextep Finance.

En cualquier caso, alcanzar una meta tan ambiciosa como la de los 11.250 puntos precisaría del apoyo de mucho más que los bancos. Como se indicaba más arriba, este nivel objetivo se basa en una suma de partes, es decir, lo que significaría la materialización de los precios objetivo medios que las firmas de análisis conceden a los 35 integrantes del Ibex.

Alcanzar una meta tan ambiciosa como la de los 11.250 puntos precisaría del apoyo de mucho más que los bancos

Esto implicaría observar importantes revalorizaciones en compañías que se enfrentan a muy diversos retos, ya sea por sus particularidades, su dependencia del ciclo económico o sus ya elevadas valoraciones. Así, por ejemplo, Bassi pone sobre la mesa algunas cuestiones clave, sobre las que en A&G muestran una mayor o menor confianza: "Vemos menos atractivo el sector eléctrico español, donde las valoraciones son más exigentes. En el resto del índice, vemos oportunidades con fuertes potenciales (Acerinox, Repsol), pero también compañías más cíclicas, con riesgos de revisión a la baja en beneficios".

Actualmente, el consenso de mercado concede potenciales de revalorización a 33 de los 35 miembros del Ibex. Solo Fluidra y Naturgy cotizan por encima de sus precios objetivo medios. En algunos casos, como los de Acciona y Acerinox, la perspectiva de mejora a 12 meses vista (o 16, dado que en muchos casos los analistas ya están fijando sus valoraciones en torno a las cuentas estimadas para 2024), el potencial de mejora implícito en sus valoraciones medias supera el 60 y el 50%, respectivamente. En otros, como Arcelor, Cellnex, Solaria o Acciona Energía, la capacidad de revalorización se cifra por encima del 40%.

Recelos con los precios objetivo

La de los precios objetivo es una herramienta de análisis que, a menudo, genera controversia. Aunque con frecuencia se interpreta como un pronóstico, los analistas tienden a incidir en que se trata de una estimación teórica del valor de los distintos activos de una empresa, con la información disponible en el momento (y, por ende, susceptible a cambiar con cada nueva noticia), y que no tiene por qué hacerse efectiva. De hecho, las firmas de análisis cuentan con otra palanca para mostrar su mayor o menor convicción en que esas estimaciones se hagan efectivas, a través de las recomendaciones de comprar, mantener o vender.

En no pocas ocasiones, un potencial de revalorización elevado no se corresponde con un consejo firme de compra, lo que evidencia que existen otras cuestiones que generan dudas sobre las probabilidades de que ese potencial se materialice en la cotización. Además, en lo que atañe a los precios objetivo medios, es posible que existan valoraciones algo desactualizadas que distorsionen la imagen que se tiene de una acción en el momento actual.

Volviendo a las empresas del Ibex, se puede comprobar que Acciona pese a presentar el mayor potencial está lejos de contar con las mejores recomendaciones (cuenta con un 58,8% de consejos de compra, un 23,5% neutrales y un 17,6% de venta, según Bloomberg). En cambio, la mejor recomendada es Logista (92,1% de consejos de compra y un 7,1% neutrales), cuyo potencial, de en torno al 20%, no le sirve ni para situarse entre las veinte con mayor margen de revalorización. Con todo, y pese a las dudas que puedan generar estas valoraciones, el hecho de que hoy las de los 35 valores del Ibex sean compatibles con la mayor meta para el índice en ocho años son muestra de cómo el escenario actual ha mejorado la visión internacional sobre el mercado español, algo en lo que los bancos (pero no solo ellos) tienen mucho que ver.

"En nuestra opinión, la tendencia del Ibex es positiva y la de la banca también, gracias al incremento de su margen operativo, pero la magnitud de su posible revalorización es todavía difícil de predecir, al menos hasta que se vea si España entra en recesión, de qué magnitud es dicha recesión y si su impacto negativo supera al impacto positivo que supone la subida de los tipos de interés para las cuentas de resultados de la banca", apunta Alvargonzález.

Tal vez, los 11.250 se hagan esperar más de lo que hoy indican las expectativas de los analistas. Pero las razones para esperar buenas noticias en el parqué español parecen sólidas. "Teniendo una visión más en el medio plazo, pensamos que después de más de una década de mal comportamiento relativo del Ibex respecto a Europa, muchas empresas españolas tienen precios atractivos, lo cual va a fomentar el interés inversor nacional e internacional en el mercado español. Somos, por tanto, optimistas", concluye Hurtado.

Las primeras semanas de agosto están suponiendo un jarro de agua fría para las expectativas del Ibex de encaramarse a la cota de los 10.000 puntos, un nivel que no consigue hollar desde los días previos a la pandemia del coronavirus, en febrero de 2020.

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