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Los banqueros de los ricos salen en busca de dividendos: estas son sus estrategias
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ANTE LA VOLATILIDAD PROVOCADA POR EL COVID

Los banqueros de los ricos salen en busca de dividendos: estas son sus estrategias

Banqueros y asesores de altos patrimonios han puesto el foco en asegurar rentas también en un periodo de volatilidad e incertidumbre por la crisis del coronavirus

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Se suele decir que el inversor español, tenga o no un gran patrimonio, tiene una predilección por las rentas periódicas. Quizás por haber disfrutado de décadas de tipos de interés cercanos al 10% hasta la construcción de la eurozona. Pero los últimos años de tipos de interés al 0% han supuesto todo un desafío a sus banqueros privados y asesores, que han tenido que configurar carteras óptimas para generar dividendos o cupones que la renta fija ya no da, y para las empresas se ha vuelto complejo con la crisis del coronavirus.

Aun así, las bancas privadas y firmas de asesoramiento aún encuentran vías para generar rentas sin poner en riesgo la sostenibilidad de las carteras. O, al menos, lo intentan, tratando así de justificar parte de las comisiones que cobran. Pero lo tienen que hacer en un contexto de "falta de alternativas de cupones regulares en instrumentos de inversión directos" y, al fin y al cabo, en "la tormenta perfecta para el inversor que busca rentas", según relatan dos de los banqueros que desvelan sus estrategias.

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PEDRO MAS CIORDIA, BANCO SANTANDER

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Consejero delegado de Santander Private Banking Gestión SGIIC

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

No hemos observado un cambio de la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas. Lo que sí hemos apreciado, a raíz de la crisis del covid y, especialmente en los primeros estadios de la misma, fue una mayor predilección por posiciones o activos más conservadores en carteras, reacción lógica derivada del incremento de la incertidumbre en el mercado y el alza significativa de la volatilidad y un especial énfasis en la preservación del capital. A posteriori, una vez entrado en un segundo estadio de la crisis, tras el apoyo significativo de bancos centrales, vía medidas de estímulo monetario, y de Gobiernos, vía estímulo fiscal, hemos observado una vuelta hacia posiciones más balanceadas (o neutrales) en términos de niveles de riesgo en carteras; manteniendo, eso sí, una elevada diversificación tanto en términos de tipologías de activo como de posicionamiento geográfico.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

La gestión de carteras en los momentos actuales continúa condicionada por los principios de diversificación, flexibilidad y gestión del riesgo que nos han caracterizado desde siempre y no tanto por la obtención de rentas explícitas. En este sentido, una de las posiciones que lleva funcionando muy bien en cartera desde su inicio (febrero de 2019) y que se ha comportado de manera excepcional con la crisis del coronavirus es el oro, que constituye un porcentaje significativo en nuestras carteras en función de su perfil de riesgo. Otra de las posiciones de la que hemos obtenido réditos significativos en los últimos meses es la sobreponderación de posiciones de renta variable en EEUU, en detrimento de la infraponderación del peso de este activo en Europa. Además, a nivel sectorial, venimos priorizando el posicionamiento en tecnología, farmacia y consumo cíclico en carteras, sectores que en el contexto económico/sanitario actual cuentan con argumentos para seguir manteniendo un comportamiento diferencial frente al resto.

VÍCTOR ALLENDE, CAIXABANK

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Director ejecutivo de banca privada.

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

El interés por las rentas en instrumentos de inversión colectiva se ha incrementado fruto de la falta de alternativas de cupones regulares en instrumentos de inversión directos, fundamentalmente renta fija, tanto pública como privada. No es por tanto resultado tanto de la pandemia sino de un ciclo más largo y estructural de tipos de interés muy bajos. Es importante tener en cuenta que el hecho de que existan productos que tengan clases de reparto no significa que los activos subyacentes efectivamente generen esas rentas. Dicho de otra manera, generar reparto reduciendo el principal en fondos de inversión no deja de ser crear una ilusión económica no soportada por los activos subyacentes. El activo que hoy genera rentas relevantes en relación al capital invertido es la renta variable. Sin embargo, los clientes que buscan rentas estables no suelen estar muy dispuestos al riesgo abierto del principal.

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¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

Las rentas suelen ser especialmente relevantes después de la jubilación y ahí los instrumentos financieros que destacan especialmente son las rentas vitalicias. Tienen una capacidad superior a las IICs (instituciones de inversión colectiva) de adecuarse a lo que el cliente necesite y el horizonte temporal permite aspirar a generar rentas superiores. Como resumen, los productos generadores de rentas son o no recomendables en función de la verdadera necesidad de las mismas y de la construcción de la cartera, para ver si efectivamente es una cartera generadora o simplemente un instrumento que devuelve el propio principal periódicamente.

YOLANDA CERRATO, BANKINTER

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Directora de banca privada

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

No hemos notado cambios de gran relevancia en las preferencias de nuestros clientes en esta situación generada por el coronavirus, ni tampoco hemos detectado una demanda mayor de dividendos o rentas periódicas. En términos generales, lo que nuestros clientes esperan de nosotros como gestores de su patrimonio es la conservación de capital y un binomio rentabilidad-riesgo satisfactorio para ellos, prioridades que no han cambiado.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

Nuestra filosofía de inversión suele primar acciones con buena rentabilidad por dividendo y otros activos generadores de rentas recurrentes. Así que en estos productos concretos la gestión apenas varía. En fondos, hemos completado la oferta con clases de reparto en nuestros fondos perfilados para los perfiles moderado y conservador, que en el pasado invertían más en carteras directas de bonos o depósitos.

ENRIQUE SAEZ, KUTXABANK FINECO

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Consejero delegado de banca privada

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

La predilección por las rentas periódicas (cupones, dividendos, reembolsos) no ha cambiado por la crisis del covid-19. La razón de estas rentas siempre obedece a un macheo entre los gastos previstos y los ingresos necesarios. En principio nada ha cambiado, más allá de lo que ocurre en todas las crisis: en algunos casos los ingresos derivados de otras fuentes -trabajo, rentas de alquiler, actividad empresarial...- pueden verse seriamente mermadas y ello obliga a hacer un replanteamiento general de cómo obtener los ingresos y cómo gestionar los gastos.

Foto: Vista de la campana de la Bolsa de Madrid junto a los paneles de cotización del mercado español. (EFE)

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

Siguiendo con esta última idea lo que sí ha ocurrido es que en los últimos meses se ha visto deteriorada la percepción de rentas. En el caso de los activos financieros los cupones de los bonos son prácticamente inexistentes como consecuencia de la agresiva política monetaria del BCE. Y algunas grandes empresas cotizadas se han visto obligadas a reducir o eliminar el dividendo que pagaban. Esto ha podido llevar a que algunos inversores hayan tenido -y probablemente tengan que seguir haciéndolo en el futuro- que vender parte de sus carteras de bonos, acciones o fondos de inversión para restablecer el equilibrio entre ingresos y gastos.

MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ, IBERCAJA

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

Nos encontramos ante la tormenta perfecta para el inversor que busca rentas. Por un lado las empresas se han visto abocadas a una drástica reducción de las retribuciones a sus accionistas debido a la caída de los beneficios, las tensiones de liquidez en los mercados de financiación o incluso por prudencia ante el entorno incierto al que nos enfrentamos. Por otro, la renta fija se encuentra en una situación similar donde las políticas de los bancos centrales de tipos negativos y compras de bonos incluso de aquellas compañías de peor calidad (High Yield) han llevado a que cada vez sea más complicado encontrar rentabilidades atractivas e incluso positivas. El inversor no ha cambiado su predilección por esta modalidad, más bien se ha visto abocado a ajustar su expectativa de renta. Si bien este ajuste ha sido más fuerte en el caso de la renta variable debido a que el panorama para los bonos no ha sido tan marcado. Pensemos que antes de la crisis, para encontrar activos de renta fija con rentabilidades positivas teníamos que alargar plazos y empeorar la calidad crediticia de la cartera; situación similar a la que nos encontramos ahora mismo, donde los diferenciales de crédito aún tienen recorrido hasta alcanzar los niveles previos al mes de marzo.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

La predilección de los inversores por la recepción de dividendos o rentas viene determinada por el efecto psicológico que el receptor percibe de los mismos. Esto supone una simplificación por la cual, según este tipo de inversor, la rentabilidad vendrá determinada por las rentas que yo reciba de la misma, dejando en segundo lugar la evolución de los activos en los que haya invertido y en tercer lugar el efecto fiscal (pago de impuestos) que ello supone. Optamos por compañías de calidad con una tendencia de crecimiento a largo plazo, imagen de marca, poder de negociación y fijación de márgenes y bajo endeudamiento. Muchas de estas compañías no pagan dividendo: lo reinvierten en la propia compañía aprovechando el alto retorno sobre el capital invertido que generan muchas de ellas y evitando el efecto fiscal que el abono del dividendo supone para sus accionistas. Es un dividendo constante (en cuanto al porcentaje de los beneficios que se destina) y creciente (a medida que lo hacen los beneficios sobre los que se calcula). Por poner un ejemplo, la compañía de lujo LVMH en 2015 tenía una rentabilidad por dividendo del 2,5% (alrededor de 3€ por acción). En 2019 la compañía pagó más de 6€ por acción y para los próximos 12 meses, una vez recortado el mismo, se esperan 4,5€ lo que a los precios actuales implica un 1,6% y que a los precios de 2015 supone un 3,5%. En este periodo, adicionalmente la cotización de la compañía ha multiplicado por 3. Para el caso de la renta fija, el análisis es muy similar.

IVÁN JUNQUERA DE RADA, BANKIA

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Director de selección de fondos de inversión

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

La demanda de activos generadores de rentas se ha mantenido firme durante los últimos meses, a pesar de la elevada volatilidad del mercado, dando así continuidad a una tendencia iniciada hace ya algunos años. Pensamos que durante los próximos meses es probable que se pueda incrementar la demanda de estos activos. Por un lado, las rentabilidades de la liquidez y de los bonos soberanos seguirán siendo bajas durante los próximos meses, en un entorno en el que los bonos, tanto de grado de inversión como High Yield, siguen apoyados por las compras de los Bancos Centrales. Por otro lado, las valoraciones de la renta variable de alta rentabilidad por dividendo parece más atractiva hoy que en ningún otro momento desde la crisis financiera global. Se espera que los beneficios corporativos empiecen a recuperarse en la segunda parte del año con lo que las valoraciones en algunas áreas parecen ahora más atractivas.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

En un entorno como el actual donde la incertidumbre y la dispersión de precios es la nota dominante, una correcta asignación de activos y la selección de los activos siguen siendo claves para aquellos inversores que buscan asegurar la generación de rentas manteniendo estable su perfil de riesgo. La diversificación (por clase de activo, por divisa, geográfica y por instrumento empleado), el estricto control de riesgos y cierta nota de cautela, siempre han sido y seguirán siendo las principales herramientas para aquellos inversores que busquen generar una renta atractiva controlando su propio perfil de riesgo.

PUY CARAZO, DEUTSCHE BANK

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Directora de asesoramiento en Wealth Management

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

La verdad no hemos notado ningún cambio en ese sentido, la demanda para fórmulas que generen rentas, no ha variado en los últimos meses.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

Para aquellos clientes que demandan una generación de rentas, nos apoyamos fundamentalmente en fondos de inversión, donde encontramos fórmulas realmente interesantes, que según combinemos, podemos adaptar al perfil concreto de cada inversor. Nos centramos en fondos, cuya política de inversión defina la búsqueda de inversiones con una generación de rentas, ya sea a través de renta variable o de renta fija o ambas, donde se gestionen de forma activa, las mejores oportunidades de inversión, para lograr una cartera diversificada y equilibrada, en los distintos contextos de mercado. Para la parte de renta fija, resaltaría dos estrategias, que si bien ambas son de renta fija, cada una tiene un universo de inversión muy diferente: Capital Group High Income Opportunities, el fondo prevé que la correcta combinación de bonos de baja calidad crediticia y deuda de mercados emergentes, podría ofrecer una mayor diversificación y potencialmente generar retornos más consistentes invirtiendo de manera flexible en ambas clases de activos. El fondo estima una TIR actual del 6.8% (media de 7.4% en los últimos 10 años). PIMCO Income y DB Fixed Income Opportunities son estrategias diferentes pero les une una gestión de cartera de renta fija global flexible y una calidad crediticia media de grado de inversión (alta calidad). Ofrecen una rentabilidad absoluta sólida, una tendencia bajista limitada en los mercados difíciles y una rentabilidad estable. La TIR actual de ambos se sitúa entre 3,0% - 3,5%.

Foto: (iStock)

SANTIAGO DE LA PLATA CARRILLO, UNICAJA

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Analista de producto de Unicorp Patrimonio

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

Los inversores puros de rentas no han modificado sus preferencias, si bien es cierto que no quieren mantener un dividendo/cupón alto a cualquier precio; es decir, están dispuestos a reducir el porcentaje de distribución que perciben a cambio de un aumento de la calidad de sus activos y de la reducción del riesgo en términos de volatilidad para así limitar la caída del capital. Altas rentabilidades por dividendo no son representativas, puesto que muchas de estas empresas se verán (ya se han visto) obligadas a reducirlo o eliminarlo, por lo que preferimos dividendos estables, aunque estos sean menores. Lo mismo sucede con la deuda; una TIR (Tasa Interna de Retorno) alta puede suponer un riesgo de crédito que no compense, por lo que se prioriza la calidad crediticia frente a cupones altos. La distribución sectorial es clave en ambos casos.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

Preferimos los fondos de inversión frente a las acciones y los bonos por diversificación geográfica, sectorial, tipología de activos… De esta manera, también reducimos el riesgo de impago y de supresión de cupones y dividendos. Tras la fuerte ampliación de diferenciales vista en marzo, consideramos como la mejor opción incrementar la calidad crediticia media de nuestras carteras, al tiempo que manteníamos una TIR atractiva, ya que el crédito con grado de inversión también se vio afectado. En renta variable, la posición que teníamos en acciones de países emergentes la concentramos en Asia por la misma razón que la renta fija. En Europa, bajamos el peso en sectores cíclicos y salimos de REIT (Real Estate Investment Trust) europeos, por ser un sector intensivo en capital y por la incertidumbre sobre cómo afectarán tendencias como el teletrabajo, el comercio electrónico o la enseñanza no presencial a los distintos subsectores. En su lugar, entramos en fondos globales con sesgo consumo discrecional, tecnología y salud, que se han visto beneficiados por el covid-19, aunque los dividendos que repartan no sean elevados. Como ejemplos concretos, el Fidelity Asian High Yield, el Schroder Euro Corporate Bond y el Morgan Stanley Global Brands.

GUILLERMO SANTOS, iCAPITAL

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Socio de la firma

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

Sí ha variado y de manera negativa pues la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía global ligada a la pandemia hace que muchas compañías tradicionalmente muy activas y generosas en el reparto de dividendos hayan tenido que reducirlo (sector de distribución como Inditex y sectores de ocio y turismo especialmente como Meliá que lo ha cancelado) e incluso el caso extremo del sector bancario europeo que lo ha anulado por “imposición” del BCE. La otra cara de la moneda de esta situación está en los cazadores de gangas y gestores activos por existir muchos valores muy penalizados en su cotización debido a la situación descrita.

Foto: (Reuters)

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

La principal vía para asegurar rentas estables está en la Renta Fija de calidad ya que ésta, si bien su precio ha recuperado en los últimos meses, presenta todavía oportunidades tanto en Europa como sobre todo en EEUU cubriendo el Dólar, ya que el coste de la cobertura del USD contra el EUR ha caído hasta el entorno del 1% y tanto las TIRes como los spreads o diferenciales en este tipo de bonos con calidad de grado de inversión son más elevados que en Europa. Otra buena alternativa son los bonos asiáticos también de empresas con rating favorable y a poder ser emitidos en divisa fuerte (USD o EUR). La recomendación para ambas opciones, bonos occidentales y bonos asiáticos, es lograr la exposición vía fondos de inversión adquiriendo sus acciones de reparto de dividendo. Gestoras como Amundi (renta fija global), Lord Abbet t (renta fija USA), La Francaise (bonos asiáticos) o Eurizon (fondo centrado en China) son buenas vías de acceso a los citados tipos de activo.

CLAUDIO ORTEA, LOMBARD ODIER

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Director de inversiones

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

No ha variado, lo que pasa es que hay problemas con las empresas que pagaban dividendo. Lo que sí ha cambiado es el mercado. Han prohibido pagar dividendo a todo el sistema financiero (bancos y aseguradoras) y la mayoría de petroleras y empresas del sector automovilístico lo han recortado. Ahora el dividendo está muy entredicho tal y como lo están los resultados de las empresas. Encontrar empresas con buena rentabilidad por dividendo y que lo tengas asegurado es complicado.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

Es muy difícil asegurar el dividendo en las carteras, aunque eso no significa que haya bancos que no puedan pagarlo. Hay muchos que pueden pero si el BCE lo prohíbe, las compañías no pueden hacer nada. La gran pregunta es: ¿Los dividendos que no paguen este año, los podrán pagar en 2021? Si tienes un dividendo de 2019 que tienes que pagar en el 2020 y no puedes, este dinero se va a reservas. Hay una entidad que ha asegurado que su intención es pagar dos dividendos el año que viene, pero falta ver si podrán llevarlo a cabo.

La gran pregunta es: ¿Los dividendos que no paguen este año, los podrán pagar en 2021?

DAVID TOMÁS NAVARRO, ANDBANK

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Gestor de renta variable

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

En lo que respecta al inversor español, y por ende al europeo, no ha habido ningún cambio significativo en lo que a inversión en rentas o dividendos se refiere. Europa lleva con tipos negativos o muy bajos desde ya hace años, esto no lo ha cambiado el covid -19. Se sigue demandando de forma similar al año pasado, por ejemplo. Este cambio en búsqueda del dividendo se produjo hace un par de años y se ha mantenido hasta hoy.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

En lo que se refiere a dividendo, hemos visto como dos sectores han acompañado también vía precios. El sector eléctrico y el sector de salud en Europa. En cambio, los otros dos sectores con rentabilidad por dividendo en el que nos hemos llevado algún disgusto vía precio han sido el sector asegurador y el teleco. En cuanto a bonos, los cupones realmente ya son muy bajos en los activos europeos y sobre todo en el investment grade, para la búsqueda de este cupón hemos tenido que comprar fondos vinculados a bonos emergentes. Tras las grandes caídas sufridas por estos en los meses de marzo y abril empezaron a recuperar vía precio y han seguido pagando su cupón. Aquellos fondos más vinculados a local currency son los que peor lo están pasando.

GILLES PRINCE, EDMOND DE ROTHSCHILD

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Director de inversiones de banca privada

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

Sí, el interés por los dividendos ha cambiado claramente, al menos temporalmente, creemos. El bajo rendimiento de los ETF relacionados durante y después de la crisis del covid corrobora este cambio de interés a ambos lados del Atlántico. Hay que tener en cuenta que el rendimiento más decepcionante es más pronunciado para aquellos que persiguen altos dividendos que para los que buscan de dividendos de calidad, que de alguna manera se perciben como inversiones más seguras a largo plazo. La explicación de esta inversión se encuentra en el riesgo de quiebra y en el riesgo de revisión del pago de dividendos, dada la extraordinaria y violenta recesión mundial. En Europa, las restricciones al pago de dividendos tuvieron también un impacto negativo. En un mundo de tipos de interés y diferenciales de crédito universalmente bajos, como resultado de las políticas de apoyo de los bancos centrales y de los gobiernos, los dividendos volverán a representar una de las únicas formas de generar ingresos positivos tanto en términos nominales como reales. Una vez más, no hay alternativa a la renta variable.

El interés por el dividendo no ha variado, lo que pasa es que hay problemas con las empresas que lo pagaban. Lo que sí ha cambiado es el mercado

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

La construcción de la cartera tiene que ser cuestionada seriamente. Cuando los tipos de interés son tan bajos, ¿cómo podrían los bonos protegerse contra una corrección del capital y ofrecer un ingreso positivo en términos reales? Hemos visto durante la crisis del covid que los bonos soberanos europeos de rentabilidad negativa no mitigaron las retiradas de fondos propios en la medida en que los tipos de interés ya eran profundamente negativos, y se mantuvieron ahí. Debemos mirar más allá de la asignación usual de 60/40 y más allá de la renta fija de alta calidad para construir carteras robustas. Estamos considerando clases de activos adicionales para construir una cartera equilibrada. Por ejemplo, los bonos vinculados a la inflación, los metales preciosos, las materias primas y, por supuesto, la renta variable son las clases de activos a las que se debería dar más importancia en el futuro. Dado que la renta variable es más arriesgada, la diversificación entre la geografía, los temas y los factores de inversión debería ganar en importancia.

VICTORIA TORRE, SELF BANK

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Responsable de análisis y selección de fondos

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

El interés de los inversores sigue siendo alto, más aun si cabe si tenemos en cuenta las dificultades a la hora de encontrar ingresos recurrentes. Pero, por otro lado, la falta de visibilidad en resultados ha llevado a muchas empresas a revisar o eliminar el dividendo, y en otros casos las limitaciones han venido impuestas por el regulador (bancos). De este modo, muchos clientes que tenían construida una cartera por criterio de dividendos puede haberse visto obligado a revisarla y adaptarla.

La sostenibilidad de los dividendos dependerá en parte de la estrategia individual corporativa sobre la política de retribución al accionista en los últimos años, por lo que las empresas que han acostumbrado a un “payout” por encima del 100%, es previsible que se vean obligadas a recortar el importe total de los dividendos este año, ante la caída de beneficio neto en muchos sectores. Otro de los factores a tener cuenta es la implantación y tendencia de los últimos años de incluir un programa de recompra de acciones en el plan de retribución al accionista, ante su atractivo fiscal y su flexibilidad, ya que su eliminación o reducción no ha tendido a ser a una señal para los inversores de que la dirección de la compañía piense que la evolución de las cuentas de la compañía sea negativa. Un recorte o cancelación de los dividendos ha sido interpretado tradicionalmente por el mercado como una señal de inestabilidad de la compañía más aguda que la cancelación o reducción del programa de recompra de acciones. Por ello, las compañías han optado por reducir o cancelar el programa de recompra de acciones antes de tomar la decisión de mandar una señal más fuerte al mercado con un recorte o cancelación de dividendos. Así es que hay algunas empresas que cuentan con algo de flexibilidad y hayan pospuesto a tomar una decisión sobre el reparto de dividendos a finales de año dependiendo del impacto del covid-19 en la evolución de su negocio, reduciendo o cancelando por completo el programa de recompra de acciones.

Foto: José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander. (Efe)

Otra métrica útil para medir la sostenibilidad de los dividendos de una compañía se consigue dividendo el dividendo por acción (“dpa”) por el flujo de caja libre por acción de la compañía, es decir, que los dividendos se puedan cubrir con la generación de caja de compañía. Si el flujo de caja libre por acción es superior al dividendo por acción, la compañía es capaz de generar la caja suficiente para poder hacer frente al pago de dividendos de la compañía, una métrica interesante en el corto plazo cuando el ojo del mercado se sitúa en que las grandes corporaciones cuenten con el suficiente efectivo para tener cierto margen de maniobra ante la incertidumbre sobre la crisis del covid-19. Si bien, tampoco es una métrica perfecta, ya que hay compañías que registran pérdidas y que su flujo de caja libre es positivo, algo que no es sostenible en el largo plazo.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

La rentabilidad por dividendo es una estratégica interesante en cualquier coyuntura de mercado, incluso en la actual, si bien, las diferencias en su implantación puede traer consigo diferencias de rentabilidad significativas. La estrategia debe basarse en compañías en sectores sólidos, con balances saneados y con una variabilidad de su beneficio escasa que permita llevar a cabo una política de retribución al accionista estable y recurrente a lo largo de los años. Es decir, no se debe invertir en una compañía por el hecho de que su rentabilidad por dividendo sea alta, ya que puede venir precedido de una caída del precio de la acción u operar en sectores con una variabilidad del beneficio neto alta. Un ejemplo en los últimos años ha sido el sector bancario que disfrutaba de una rentabilidad por dividendo alta por la caída de sus cotizaciones pero la sostenibilidad del dividendo era baja y se han visto obligadas a reducir o cancelar el dividendo ante la crisis del covid-19. Sin embargo, compañías que operan en sectores como el consumo básico o las “utilities” han podido mantener su política de retribución al accionista, ya que sus balances están más saneados y su beneficio a largo plazo es más predecible.

IGNACIO PEREA, TRESSIS

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Director de inversiones

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

En Tressis estamos asistiendo, desde hace ya tiempo, a una preocupación mayor por parte de nuestros clientes por la generación de rentas ante los tipos de interés negativos que existen en nuestro entorno. Adicionalmente, el incremento de la mora en los alquileres inmobiliarios (según la patronal de arrendadores ha pasado del 5% al 15% en España), como consecuencia de la complicada situación laboral actual, está haciendo replantearse a algunos inversores la vuelta a activos financieros.

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

A la vista de las caídas esperadas de los dividendos en renta variable, (entre el 4% y el 10%, según los índices), siendo los más afectados los sectores cíclicos, tampoco las renta fija ofrece muchas opciones. Por ello, estamos proponiendo a nuestros clientes carteras de fondos de reparto, donde de manera muy diversificada tanto en activos, geografías o divisas, se pueden construir perfiles de rentas con distintos niveles de riesgo. En general, los fondos mixtos globales de reparto, están respondiendo bien en este contexto. No obstante, pensamos que es importante un buen asesoramiento dada la complejidad que implica, en algunos casos, este tipo de carteras."

MAGDALENA BASSI, A&G BANCA PRIVADA

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Portfolio manager

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

La apuesta de los inversores por dividendos ha venido sufriendo en los últimos años, ya que las compañías con alta distribución entre sus accionistas (bancos, aseguradoras, energía y materias primas, telecomunicaciones) han tenido una rentabilidad mucho más baja que las compañías que presentan mayor crecimiento, y utilizan su caja para invertir en nuevos proyectos. La crisis del coronavirus ha sido otro fuerte golpe. En un contexto totalmente imprevisible ha sido muy importante la posición de caja de las compañías y la sostenibilidad del negocio en momentos de ingresos muy bajos. Muchas empresas tomaron la decisión de posponer o suspender su dividendo, para fortalecer su balance. Es lo lógico… pero los inversores que contaban con el dividendo, han tenido otra decepción.

Suspender o cancelar el dividendo es lo lógico… pero los inversores que contaban con el dividendo, han tenido otra decepción

¿Cómo están gestionando las carteras para asegurar dividendos o rentas estables con acciones, bonos, fondos…?

Las rentas estables son difíciles de encontrar después de tantos años de tipos de interés en negativo. En renta variable, apostamos más por revalorización que por dividendos altos, y cuando buscamos rentas, preferimos mercados regulados de energía, telecomunicaciones o seguros. En el sector bancos, preferimos los cocos a las acciones, y en la renta fija de alta rentabilidad en general, preferimos los bonos subordinados de compañías sólidas al mercado de High Yield.

PEDRO DAÑOBEITIA, SABADELL

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Subdirector general y director de banca privada

¿Ha variado la predilección de los inversores por tener dividendos o rentas periódicas con la crisis del coronavirus?

Por la parte de Fondos de inversión, en los últimos meses se ha visto un interés creciente en clases de reparto de fondos mixtos UCITS que distribuyen un dividendo. Estas carteras combinan las rentas recibidas de carteras de bonos y acciones, con el objetivo de distribuirlos con una frecuencia predefinida (mensual, trimestral o anual). Por lo general, en los fondos de reparto el inversor tiende a mostrar una mayor estabilidad (o fidelidad) y por tanto aguanta mejor en los momentos de mayor tensión en los mercados, lo cual ayuda a mantener carteras menos expuestas a rotaciones muy agresivas. También en Fondos UCITS “target date” con distribución de cupones. Se trata de fondos con un horizonte final predefinido, construido por una cartera de renta fija con bonos con vencimientos cercanos a dicho horizonte. La cartera distribuye un cupón mayor o menor en función del riesgo de la cartera subyacente pero el inversor asume el riesgo de crédito de dicha cartera, es decir, debe explicarse que no se trata de un fondo garantizado. Por la parte de inversiones alternativas (no UCITS), parece despertarse el interés que ya se inició en 2019 por parte de inversores de banca privada hacia fondos que invierten en préstamos deuda privada (LBOs y deuda privada). Por cuanto a inversiones directas, la actividad observada no ha sido tan relevante ni en renta fija (tipos muy reducidos y restricciones Mifid para acceder a los instrumentos más complejos) ni en acciones con dividend yield elevados (muchas de ellas, como financieras o inmobiliarias afectadas directamente por el covid).

Se suele decir que el inversor español, tenga o no un gran patrimonio, tiene una predilección por las rentas periódicas. Quizás por haber disfrutado de décadas de tipos de interés cercanos al 10% hasta la construcción de la eurozona. Pero los últimos años de tipos de interés al 0% han supuesto todo un desafío a sus banqueros privados y asesores, que han tenido que configurar carteras óptimas para generar dividendos o cupones que la renta fija ya no da, y para las empresas se ha vuelto complejo con la crisis del coronavirus.

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