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El interés por el euro alcanza máximos históricos con el dólar a niveles de 2018
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¿Y EL EFECTO CORPORATIVO?

El interés por el euro alcanza máximos históricos con el dólar a niveles de 2018

Cambios en la política monetaria, respuesta fiscal, gestión sanitaria... El mercado ha puesto su confianza en la divisa del Viejo Continente mientras se alejan del billete verde

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(Reuters)

El euro está desatado. Desde el pasado lunes, ha ganado un casi un 1% hasta alcanzar el 1,19 dólar por billete europeo. Una subida que lleva emprendiendo desde que terminó marzo, alcanzando tras un disparo del 5% durante la pandemia niveles de 2018. Sigue al margen del euro a un dólar y bien pasados los veinte céntimos que llegó a tocar aquel año, pero los registros de futuros estadounidenses apuntan a que el interés sobre la moneda del Viejo Contiente está en máximos históricos.

Se trata del índice sobre las posiciones en largo de la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos de Estados Unidos (en inglés, US Commodity Futures Trading Commission) a cierre del 11 de agosto, que ofrece un desglose de las posiciones netas de los operadores “no comerciales” (especulativos) de los mercados de futuros de EEUU. Según los últimos datos, los inversores rozan ya las 200.000 posiciones netas semanales en contratos a largo sobre el euro, un nivel nunca visto en los más de 20 años que existe el registro.

Foto: El símbolo del euro en la sede del Banco Central Europeo, en Fráncfort. (Reuters)

El comienzo de este ‘rally’ coincide con el cambio de la Reserva Federal hacia una política acomodaticia sin precedentes después de años situándose en una posición más conservadora que el Banco Central Europeo (BCE). También se produce en un entorno de discusiones fiscales en EEUU tras el acuerdo histórico entre países de la Unión Europea, todo mientras la pandemia sigue evolucionando en una ‘nueva normalidad’ que se aventura al fin del periodo vacacional. EEUU tiene, además, el añadido de las elecciones en noviembre.

Mientras tanto, el índice ce la CFTC enfocado en el dólar arroja unas posiciones netas de contratos a largo en negativo, hasta los 8.182 contratos semanales – unos niveles de sentimiento bajista no vistos desde marzo de 2014, cuanto el euro cotizaba en torno a los 1,30 dólares por unidad–.

“En última instancia, lo que está impulsando al par euro/dólar guarda más bien relación con el potencial de crecimiento respectivo y con la política monetaria aplicada en ambas economías. Ello constituye una consecuencia de la pandemia de covid”, explica Wolfgang Bauer, gestor del equipo de renta fija de la gestora M&G.

Según Bauer, una victoria del candidato a la presidencia Joe Biden podrá ejercer una cierta presión bajista sobre el dólar, y una disminución de la postura proteccionista desembocaría posiblemente en un incremento de las importaciones y en una reducción de las exportaciones. “Se prevé que EEUU se convierta en un exportador neto de petróleo, lo que también podría afectar al dólar”, zanja.

El experto en renta fija subraya que “Europa ha dado un paso de gigante hacia una mayor integración fiscal por medio del fondo de recuperación europeo, que ha apuntalado en parte algunos activos europeos”, sobre todo dado que "la crisis afectó a la zona del euro de muchas formas distintas—el sur de la región se vio especialmente afectado—, por lo que existían ciertas preocupaciones de que ello pudiese conllevar una acentuación de las diferencias entre países".

“No digo que no exista una relación entre las elecciones estadounidenses y los activos de riesgo europeos, pero es bastante escasa y no está afectando realmente a mi forma de gestionar los activos de riesgo en Europa por ahora, puesto que existen otros factores que tienen una incidencia mayor en estos momentos”, matiza Bauer.

placeholder Fuente: UBS
Fuente: UBS

El mercado empieza a hacer números sobre el potencial impacto de este cambio de paradigma. “Con más de la mitad de los ingresos corporativos europeos viniendo desde fuera, hay un impacto de divisa razonablemente alto”, explicaban hace unos días los analistas de UBS en un informe a clientes. “Por cada movimiento del 10% ponderado sobre el comercio que registre el euro, si este se mantiene en el año, vemos un impacto de alrededor del 6% sobre los beneficios empresariales totales”, calculan en el banco de inversión.

No obstante, un euro más fuerte no tienen por qué ser malas noticias. “Un euro más fuerte es un viento de cara para los beneficios corporativos europeos, pero no quiere decir necesariamente que Europa vaya a rendir por debajo de EEUU”, explican desde el banco suizo, que ofrecen un gráfico con los sectores más expuestos (farmacéutico y de tecnología hardware son algunos de ellos) . “De hecho, si un euro más fuerte refleja un trasfondo macro mejor en términos relativos, la fortaleza de la divisa y el rendimiento del mercado van de la mano”. Pese a que no deja de ser una desventaja, los analistas no consideran “que un euro fuerte vaya a ser un riesgo clave para las empresas europeas”, sobre todo porque 2020 está siendo un año de fuertes caídas en los beneficios y sería en 2021 cuando las ganancias volviesen a rebotar con ánimo.

El euro está desatado. Desde el pasado lunes, ha ganado un casi un 1% hasta alcanzar el 1,19 dólar por billete europeo. Una subida que lleva emprendiendo desde que terminó marzo, alcanzando tras un disparo del 5% durante la pandemia niveles de 2018. Sigue al margen del euro a un dólar y bien pasados los veinte céntimos que llegó a tocar aquel año, pero los registros de futuros estadounidenses apuntan a que el interés sobre la moneda del Viejo Contiente está en máximos históricos.

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