Joan Roca (RocaJunyent): "Miquel sigue siendo muy relevante, pero está desligado de la gestión"

Joan Roca, presidente ejecutivo de RocaJunyent, muestra con satisfacción su remodelada oficina de Barcelona, en el número 198 de la calle d'Aribau. Una reforma que ha seguido a la llevada a cabo en su sede de Madrid, en la calle José Abascal. Las siempre molestas obras, sin embargo, han permitido al bufete ofrecer nuevos espacios a sus profesionales, así como llenar de luz la planta superior del icónico edificio, creando un ecosistema adaptado a las nuevas formas de trabajo y que potenciará, asegura, el espíritu de equipo entre sus profesionales. El fin de las obras es el simbólico pistoletazo de salida de la nueva etapa de RocaJunyent, periodo en el que se embarca tras un profundo proceso de transformación iniciado hace ya cuatro años. Una transición que ha implicado el relevo generacional de una parte importante del partnership, la renovación de su imagen corporativa —un rebranding que quiere transmitir la apuesta por la institucionalización de la organización—, y la reformulación y modernización de su estructura y funcionamiento.

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Nunca es fácil para un despacho de origen familiar transitar este proceso. Sin embargo, en RocaJunyent aseguran que la generosidad de Miquel Roca, su fundador, y la energía renovada de los socios jóvenes que hoy pilotan el futuro de la firma están permitiendo recorrer este camino sin apenas sobresaltos. Tanto es así que el bufete se ha fijado unos muy ambiciosos objetivos a corto plazo. Al final de la década, el despacho confía en alcanzar los 50 millones de euros de facturación en nuestro país, unos ingresos repartidos al 50% entre Barcelona y Madrid. Y es que crecer en la capital, como señala Joan Roca, es una de las metas estratégicas que tiene la organización. ¿Lo tiene más difícil un despacho de la Ciudad Condal en el mercado madrileño o es una leyenda urbana? "Como buen abogado, podría defender igual de bien ambas posiciones, que sí nos cuesta más y que en absoluto lo tenemos más complicado", responde con humor en una entrevista con El Confidencial en la que avanza que, entre sus planes para los próximos años, está el abrir una oficina en Londres o Nueva York.

PREGUNTA. Tras las buenas cifras cosechadas en 2022 y cerca ya del ecuador de 2023, un año de evolución un tanto imprevisible, ¿qué tal está siendo el presente ejercicio para el despacho?

RESPUESTA. Este ejercicio está siendo mejor de lo que podíamos esperar a comienzos de año. Es cierto que ha habido un importante freno en las grandes operaciones, pero el mid market, en el que nosotros trabajamos de forma mayoritaria tanto en Barcelona como en Madrid, sigue funcionando bien. A 31 de mayo, el despacho está por encima de presupuesto y superando la facturación lograda en esa misma fecha en 2022. Veremos qué sucede en el segundo semestre, pero la experiencia nos dice que las decisiones de inversión y las operaciones se aceleran en la segunda mitad de los ejercicios, así que somos positivos, a pesar de que el panorama sigue siendo de incertidumbre.

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P. Con el estreno de las obras en su oficina de Barcelona, ponen la guinda a un proceso de transformación interna del despacho. ¿En qué ha consistido ese trabajo?

R. En los últimos cuatro años, hemos estado trabajando en una serie de cambios a nivel interno que ya tienen reflejo en las cifras del despacho. Le doy datos. De 2019 a 2023, RocaJunyent ha incrementado su facturación en casi cinco millones de euros, una cifra que hemos conseguido sin aumentar el número de profesionales, que se mantiene en 170, lo que indica un importante crecimiento de la rentabilidad. Por otro lado, se han jubilado una docena de socios, lo que ha rebajado la edad media de los integrantes del partnership a los 49 años, un rejuvenecimiento que se siente en términos de energía y ganas de innovar. Y esa renovación la hemos culminado con las obras de nuestras oficinas en Madrid y Barcelona, lo que nos permite también adoptar nuevas formas de trabajar, creando un mayor espíritu de equipo y reflejando la adaptación del despacho a esta nueva etapa. Si contamos todas nuestras oficinas asociadas, y quitando a Pérez-Llorca y a Broseta, somos el bufete español independiente que ha cosechado un mayor crecimiento en el último ejercicio. Seguimos trabajando, pero las cifras hablan por sí mismas.

P. ¿Cuál o cuáles son los objetivos fijados en el plan estratégico de RocaJunyent?

R. Tenemos dos grandes metas. La primera es transformar nuestro modelo de negocio y, en la misma línea, ser capaces de ayudar a nuestros clientes en la transformación de sus negocios. En este proceso, hay tres ejes de cambio: la tecnología, la innovación y la sostenibilidad. Y, si me lo permite, me gustaría añadir un cuarto: la colaboración público-privada, porque, en nuestro concepto de abogacía, queremos ser una firma que acerque derecho y sociedad. La segunda gran meta es ganar capilaridad mediante el fortalecimiento de nuestras oficinas de Madrid y Barcelona. En concreto, pensamos que en Madrid tenemos aún mucho recorrido. De hecho, en los últimos cinco años, el despacho ha pasado de generar allí un 10% de su cifra de negocio a un 22%. Nuestro objetivo es que, en dos o tres años, se sitúe en el 35%, para que, en el entorno de 2028, el despacho alcance una facturación de 50 millones de euros, o un poco más, con una distribución entre Barcelona y Madrid del 50% cada una.

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P. Es un objetivo muy ambicioso.

R. Lo es. Pero es la consecuencia lógica de un proceso de transformación que iniciamos hace ya cuatro años y que ha conllevado una renovación muy importante. Como le comentaba, se ha producido el relevo generacional de un número importante de socios; hemos modernizado la estructura y funcionamiento del despacho para hacerlo más rentable, y ahora toman las riendas del negocio un grupo de socios jóvenes, todos formados en RocaJunyent, que vienen con mucha energía y unas fantásticas perspectivas de crecimiento. Si a eso le sumamos algunas incorporaciones de peso, todo indica que podemos mantener una evolución en los próximos ejercicios tan potente como la del año pasado, en que crecimos un 10%.

P. Insiste mucho en el concepto renovación. De las oficinas, del partnership, de su modelo de negocio, de su estructura y organización. ¿Necesitaba el despacho un proceso así?

R. Ese fue el planteamiento que hicimos. Queríamos modernizar la firma en varios sentidos: en el de rejuvenecerla; en el de impulsar una mayor homogeneización; en el de incrementar el uso de la tecnología, y, sobre todo, en el de ser más permeables a los nuevos modelos de negocio y nuevos modelos de empresa. La conversación de la transformación es más fácil mantenerla por parte de algunas empresas con la gente que hoy es socia de RocaJunyent que con los socios que teníamos hace unos años o con otros despachos que no han hecho ese esfuerzo de modernización. Nos fijamos mucho en la evolución que vemos en algunos bufetes americanos y londinenses para adaptarse a las necesidades de sus clientes o potenciales clientes, y en las tendencias de mercado. Por eso estamos invirtiendo mucho en sostenibilidad, en tecnología, blockchain, inteligencia artificial o finanzas sostenibles, tanto ad intra como para con nuestros clientes.

P. ¿Qué retos se han encontrado en este tránsito hacia la institucionalización?, ¿qué dificultades plantea el pasar de ser un despacho familiar —en su caso, además, con una marca tan vinculada a la figura de su fundador— para ser un despacho-empresa?

R. Es lógico pensar que se trata de un tránsito difícil y que es complicado sustituir una figura del peso y la importancia que tiene el fundador. Pero solo hay un camino: institucionalizar. Es decir, convertir los apellidos en una marca y convertir el esfuerzo individual en esfuerzo colectivo. En RocaJunyent hoy somos más de 40 socios, 24 de equity y 18 de salary, y esta es la fuerza conjunta que nos está permitiendo llevar a cabo esa sustitución. Aunque, más que sustituir, lo correcto sería hablar de progresar. El proceso que estamos llevando a cabo en el despacho es una progresión, una evolución, porque en la firma nadie quiere renunciar al legado y los valores que encarnan lo que hemos sido y lo que somos.

"Es lógico pensar que es difícil la transición de la figura del fundador, pero solo hay un camino: convertir los apellidos en una marca"

Ahora bien, mantener esos valores no quiere decir que no hagamos esfuerzos en modernizar nuestra estructura y rejuvenecer la organización para adaptarla a lo que hoy necesitan nuestros clientes. ¿Ha sido fácil? No sabría decir si fácil o difícil, pero lo que sí puedo asegurar es que, cuando cuentas con unos socios jóvenes y con tantas ganas y fuerza como los que hoy tenemos en el despacho, es imposible no culminar con éxito un proceso así. Hoy podemos decir que RocaJunyent es un proyecto institucional y no personal.

P. ¿Qué papel juega hoy Miquel Roca en RocaJunyent?

R. Miquel Roca sigue siendo una figura muy relevante para nosotros y, obviamente, también para mucha gente fuera del despacho. Es una persona con unos valores muy claros con los que nos seguimos identificando. Miquel sigue trabajando y mantiene a sus clientes, pero ya está desligado de la gestión, cuya responsabilidad recae sobre el consejo de administración. En cualquier caso, aún tenemos mucho que aprender de su figura. No solo por sus valores, como le mencionaba, sino también por su trabajo, esfuerzo y dinamismo. Miquel está cada día al pie del cañón, atendiendo a sus clientes. Y nos repite una y otra vez que no es que él nos haya dejado sus apellidos, sino que para él es un orgullo que la organización haya aceptado sus apellidos como marca.

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P. ¿Qué les transmite sobre cómo está evolucionando el despacho?

R. Lo que nos traslada es total confianza en la gente más joven que hoy está al frente del despacho. Y le aseguro que esto no siempre es fácil, como hemos podido ver en otros bufetes. La transición en RocaJunyent se ha basado siempre en la confianza, tanto por su parte, como de nosotros en él, pues todavía acudimos muchas veces a su despacho a pedirle consejo o a que nos trasmita su visión sobre un determinado asunto. En ese sentido, sigue siendo una figura muy importante y muy cercana, y que nos recuerda cada día su manera de entender la abogacía, que no es otra que la de intentar ayudar y estar muy cerca de nuestros clientes. Esos valores impregnan el ADN de RocaJunyent, y así nos lo traslada con su sola presencia.

P. ¿En qué se concreta el objetivo que mencionaba al inicio de la entrevista de ganar capilaridad en España?

R. Es una meta que concentra varias líneas de trabajo, muchas de las cuales pasan por fortalecer nuestra presencia en Madrid, un objetivo estratégico de la firma. ¿Qué buscamos? En primer lugar, que el mercado entienda que el de RocaJunyent es un proyecto nacional. En segundo término, queremos poder atender a muchas empresas de otras ciudades, como Málaga, Sevilla, Bilbao o Valencia que, cuando tienen que hacer determinadas operaciones o movimientos, acuden a los grandes centros de negocio, como Madrid o Barcelona. En este sentido, hoy Madrid es el gran foco de negocio del país y debemos ser capaces de aprovechar las oportunidades que allí se presentan. Y, el tercer lugar, porque hay proyectos que se están llevando a cabo en algunas ciudades que son perfectamente trasladables o reproducibles a otras, y en esto podemos jugar un papel muy relevante desde la firma ayudando a nuestros clientes. A eso nos referimos cuando hablamos de ganar capilaridad.

P. ¿Sienten que les cuesta más crecer en Madrid por el hecho de ser un despacho de Barcelona? Sabe que, en el mercado, se dice que los despachos de origen catalán lo tienen más difícil en Madrid y viceversa, que a los bufetes madrileños les cuesta triunfar en Barcelona. ¿Es así?

R. Como buen abogado que soy podría defender igual de bien ambas posiciones: que es cierto y que no lo es [ríe]. En cualquier caso, lo que no es cuestionable es que el cliente, al final, lo que quiere de su abogado es tener con él una relación de confianza y que este le ayude a resolver sus problemas. Y, cuando encuentra a alguien que le da esa tranquilidad, le importa más bien poco si es de Barcelona o de Madrid. Le diré más. En el mundo actual, importa más bien poco si resides en una ciudad o en otra, porque los asuntos pueden atenderse perfectamente con los medios de comunicación y de transporte con los que contamos.

"Al cliente no le importa si su abogado es de Madrid o Barcelona, lo que quiere es poder confiar en él y que le resuelva sus problemas"

En cualquier caso, y respondiendo a su pregunta, no creo que nos esté costando crecer en Madrid. Contamos con un equipo joven, con ilusión y que cuenta con la confianza de los clientes. Y, desde hace tiempo, en RocaJunyent trabajamos con la filosofía de oficina única, en la que no importa dónde reside el abogado y no tenemos directores de áreas por oficinas, sino directores de áreas para toda la firma. Así, el director de Mercantil puede ser una persona ubicada en Madrid o en Barcelona, eso no importa. Sobre la evolución de los despachos en cada una de las ciudades, se podrían elaborar grandes teorías, pero, aterrizándolo en nuestro caso concreto, no, no siento que tengamos especiales dificultades en Madrid.

P. En los últimos meses, se han registrado algunas salidas de socios relevantes en la oficina de Madrid. ¿Le dan alguna explicación estructural o no ven conexión entre ellas?

R. Ha habido salidas, es cierto, pero no todas han sido relevantes para el despacho, en el sentido de preocupantes. Las podemos clasificar en dos grupos. Por un lado, una de estas marchas se ha producido porque uno de nuestros socios había acumulado una serie de operaciones golosas para el mercado y le han permitido dar un salto a otro bufete prometiendo una facturación que veremos si es capaz de mantener en los próximos ejercicios. El resto de las salidas, que son todas las demás, tienen que ver con nuestro crecimiento y con la mayor exigencia de rentabilidad que tienen ahora los socios, y que, si no se cumple, nos obliga a plantearnos otros escenarios. En cualquier caso, en el caso del socio de Mercantil, ya llevábamos uno o dos años fichando nuevos socios porque, precisamente, preveíamos que podía darse esta situación. Y, en Competencia o Protección de Datos, ya hemos sustituido a quien ha salido. En todo caso, diría que este proceso es también parte de la institucionalización de la firma, porque hemos aprendido a no transigir con algunas situaciones que en el pasado consentíamos.

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P. En relación con su presencia a nivel nacional, ¿en qué punto se encuentra su asociación con Gaona, Palacios y Rozados Abogados, anunciada en 2019?

R. Son acuerdos que nacieron sobre la base de una relación muy personal que surgió tras compartir algunos asuntos. A partir de ahí, empezamos a trabajar juntos de forma fructífera y la cosa ha evolucionado muy positivamente. Nuestro objetivo sería seguir avanzando por este camino. Crecer más y hacerlo juntos. Que dejemos de ser RocaJunyent-Gaona para operar todos bajo la misma marca.

P. Es, por tanto, un noviazgo con visos de acabar en boda.

R. Se puede decir así, sí. Ya vivimos en pareja y compartimos apartamento, así que lo lógico es que termine en boda [ríe]. Aún no hemos cruzado participaciones, por lo que no puede hablarse de matrimonio, pero se trata de un noviazgo formal y cuyo camino está trazado para terminar en enlace. Al margen de bromas, lo cierto es que este es un proyecto muy importante para nosotros y en el que estamos muy ilusionados.

"Aún no hemos cruzado participaciones, pero lo que tenemos con Gaona es un noviazgo formal, y lo lógico es que termine en boda"

P. Subrayaba anteriormente el hecho de que son un despacho español e independiente. ¿Cómo vive un bufete de su perfil la entrada de grandes firmas internacionales en el mercado nacional?, ¿lo ven como una amenaza o como una oportunidad?

R. Sin duda, hoy nos encontramos con un mercado mucho más exigente para todos, pero en el que nosotros debemos saber hacer valer nuestra manera de hacer las cosas, que parte del pragmatismo y la honestidad. Pero no solo nos respaldan nuestros valores, también una marca que es conocida y reconocida dentro y fuera de España. RocaJunyent es una marca con mucha capacidad de atraer negocio internacional, como pudimos comprobar hace solo unas semanas en el encuentro celebrado por la International Bar Association (IBA).

P. No se plantean, por tanto, renunciar a esa independencia con algún tipo de unión o integración.

R. En absoluto. Pensamos que ser independientes tiene un valor y no creo que se entendiera mucho cualquier otra cosa por nuestra parte. Estar en el mercado con nuestra propia marca es un reto que nos gusta, porque creemos que es posible no solo sobrevivir, sino hacerlo bien. De hecho, entre nuestros objetivos no solo está el ganar capilaridad en España, sino crecer internacionalmente siendo independientes. Si no lo fuéramos, lo que estaríamos es haciendo crecer a otros, pero nuestra meta es el crecimiento de RocaJunyent.

P. Cuando habla de internacionalización, se refiere, por tanto, a captar más trabajo referido de despachos de otras jurisdicciones.

R. Correcto. Nuestro planteamiento es el de seguir siendo un despacho español y no internacional. Las grandes firmas nacionales, Garrigues, Cuatrecasas y Uría Menéndez, ya tienen oficinas fuera de España, especialmente en Latinoamérica, por lo que las firmas locales ya no van a referirles trabajo, pues son competidores en sus propias jurisdicciones. Eso, a un despacho como el nuestro, le brinda la oportunidad de trabajar con un sinfín de firmas locales que tienen clientes con intereses en España o que pueden ayudar a nuestros clientes en sus proyectos allí. En todo caso, es importante resaltar que para nosotros la internacionalización no es solo la capacidad de generar facturación, que también, sino nuestra obsesión por poder transmitir a nuestros clientes la confianza de que, si necesitan un despacho en Argentina, vamos a remitirlos al mejor o a uno de los mejores. Tenemos el máximo interés en que nuestros clientes triunfen en el extranjero, porque tenemos la convicción de que su triunfo redundará en el beneficio del país y de todos.

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P. Entiendo, por lo que dice, que no veremos oficinas de RocaJunyent fuera de España.

R. Nuestro plan estratégico sí contempla esa opción en dos o tres años. No para ejercer derecho extranjero, sino a modo de oficina de representación, haciendo funciones de desarrollo de negocio y ayudando a nuestros clientes a explorar oportunidades fuera. Si finalmente llevamos a cabo este plan, no será en Latinoamérica. Nuestro primer objetivo sería Londres, pero aún no vemos claro el panorama tras el Brexit. De no ser la capital británica, entonces barajamos Nueva York.

P. Venimos de dos años en los que todos los grandes despachos han tenido que aprobar fuertes subidas salariales. ¿Cree que, a la vista de la situación económica, se relajará la presión del mercado en este sentido?

R. En RocaJunyent también hemos tenido que actualizar nuestras escalas salariales para adaptarnos al mercado, pero no solo porque entendemos que la fidelización de los profesionales no solo es una cuestión retributiva. En los últimos años, hemos llevado a cabo un proceso de escuchar lo que pide nuestra gente, y eso nos ha servido para aprobar un nuevo plan de carrera. ¿Qué es lo que quieren nuestros profesionales? Que su vida, a través del derecho, pueda tener un sentido. Es decir, que, además del trabajo, encuentren flexibilidad, apoyo de la firma, sentir que aprenden.

"Hemos subido salarios, pero fidelizar a los profesionales no solo es una cuestión retributiva; por eso hemos revisado el plan de carrera"

P. ¿Y en qué medidas concretas se ha traducido ese proceso de escucha?

R. En nuestra política de flexibilidad. Así, los seis primeros meses en la firma de los nuevos abogados tienen que desarrollarse de forma presencial. ¿Por qué? Porque queremos que se empapen de la cultura y el ADN de RocaJunyent. Eso exige también una implicación por parte de los veteranos, que tienen que ayudarles en esa etapa de su formación, pero lo han valorado mucho, porque se lo han tomado como un compromiso serio por nuestra parte en la integración de quienes llegan a la organización. Una vez superada esa etapa, ofrecemos mucha flexibilidad, pero no solo en los horarios, sino en todos los sentidos. Queremos que los jóvenes encuentren en RocaJunyent un sitio que les ayude a dotar de sentido a su proyecto vital, así que, si alguien quiere participar en un proyecto solidario y viajar durante un mes y medio a la India en verano, el despacho tiene que facilitar que puedan hacerlo realidad.

P. Esto va más allá que una política de teletrabajo.

R. Es que aspiramos a que quien trabaje en este despacho encuentre un mejor equilibrio entre el trabajo y su vida personal, y hemos hecho una apuesta decidida para conseguirlo. Y no nos da ningún reparo, al revés, estamos orgullosos de avanzar en este sentido. También tenemos establecida una política sobre teletrabajo, que permite hasta cinco días al mes a cada profesional. Pero, en la práctica, este tope funciona como una referencia flexible que se adapta a las necesidades de los equipos y los abogados. La prioridad es que el cliente esté bien atendido y, si eso implica quedarse dos días en casa porque tienes que acabar un informe o porque has acabado un juicio muy tarde y no tiene sentido volver a la oficina, pues se hace. El equipo juega un papel clave en nuestra manera de entender el plan de carrera.

P. ¿Cómo les ha afectado la subida de la inflación?, ¿han tenido que repercutir al cliente el incremento de los precios?

R. Hay una parte que se traslada al cliente de forma inevitable, pero también entendemos que debe existir corresponsabilidad ante la situación actual, por lo que no hemos incrementado nuestros honorarios en la misma proporción de la inflación. Junto con esa revisión de nuestros precios, también hemos puesto en marcha programas para ser más eficientes, innovadores y, a la vez, ajustar nuestros gastos para no repercutir al cliente toda la subida del IPC. En cualquier caso, es evidente que no puedes comportarte en contra de cómo están evolucionando el mercado y tus competidores.

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P. Hay dos tipos de despachos en relación con la tecnología: los que creen que deben estar en la vanguardia y los que prefieren esperar a que el mercado teste las soluciones antes de incorporarlas. ¿En qué posición están en RocaJunyent?, ¿qué opinan de ChatGPT?

R. Somos muy partidarios de la innovación y la tecnología, muy partidarios, aunque también tenemos claro que el gran límite a cualquier avance en este sentido son nuestros clientes. ¿Esto en qué se traduce? Le pongo un ejemplo en relación con ChatGPT. Es muy importante que todos los abogados de la firma puedan tener acceso al conocimiento que se genera en la organización, pero si en la memorización de documentos o en el aprendizaje de la máquina se está revelando información confidencial de un cliente, tenemos un problema serio. Estamos a favor de innovar tecnológicamente y de apoyarnos en la tecnología, pero siempre que no afecte a los intereses de nuestros clientes. Ahí es donde estamos muy vigilantes para no rebasar unos límites que nos parece fundamental no traspasar.

P. En los últimos meses, juzgados y tribunales encadenan huelgas que mantienen la Justicia en una situación muy precaria. ¿Cómo les está afectando como despacho?

R. Por supuesto que afecta. Y no solo en Procesal, también en otras áreas como Laboral. Afortunadamente, un despacho como el nuestro tiene recursos para aliviar esta situación, como acudir al arbitraje o la mediación, o innovar y pactar soluciones transaccionales. En todo caso, creo que sería importante, como país, que hiciéramos una reflexión general sobre la situación que arrastramos en la Justicia desde hace años. Creo que el ministerio está haciendo un esfuerzo, pero sería muy importante que, al margen de arreglar los problemas concretos que ahora se han manifestado, tratáramos de pensar qué Justicia queremos tener en 2030, por poner una fecha. Hay muchos asuntos en los que podríamos tener una sentencia muy rápida, sin embargo, se enquistan durante años en los juzgados.

"A los políticos, los despachos les pedimos lo mismo que cualquier familia o empresa: estabilidad, tranquilidad y colaboración"

P. Estamos apenas a cuatro semanas de que se celebren elecciones generales. ¿Qué le pide Joan Roca a los políticos en términos de estabilidad o seguridad jurídica?

R. Lo que podemos pedir desde los despachos de abogados es lo mismo que pediría una familia o una empresa. Queremos estabilidad y tranquilidad, en las políticas y en los discursos. Sería muy importante que entendiéramos el valor de la colaboración, entre administraciones y del sector público con el sector privado. Ojalá todos entendiéramos que nadie puede hacer las cosas solo, que hay que remar entre todos.

P. Por último, ¿cómo prevé que sea la segunda mitad del año en términos de mercado?

R. Empezamos 2023 con la única certeza de que sería un año incierto. Mi teoría, a la vista de los últimos cinco años, es que en los seis primeros meses del año al cliente le cuesta tomar decisiones de inversión y que estas se aceleran en el segundo semestre. Diría que este ejercicio sigue la misma inercia, especialmente en el mid market. Es cierto que el incremento de la financiación ha afectado al mercado, pero poco a poco se va asumiendo la cifra que, realmente, tampoco es extraordinaria. Hace no tantos años, los tipos de interés estaban al 12%; hoy nos manejamos en cifras en torno al 5%. Soy moderadamente optimista, dentro del contexto de incertidumbre en el que aún nos movemos.