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Allen, Herbert y Linklaters se alzan como los bufetes líderes en facturación por abogado
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'Informe de facturación de despachos'

Allen, Herbert y Linklaters se alzan como los bufetes líderes en facturación por abogado

Las firmas internacionales copan las primeras posiciones de este codiciado 'ranking', en el que Baker McKenzie logra un importante impulso y Uría repite como primer bufete español

Foto: Antonio Vázquez-Guillén (Allen & Overy), Miguel Riaño (Herbert Smith Freehills) y José Giménez (Linklaters).
Antonio Vázquez-Guillén (Allen & Overy), Miguel Riaño (Herbert Smith Freehills) y José Giménez (Linklaters).
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Las firmas internacionales vuelven a alzarse como las grandes dominadoras del codiciado ranking de facturación por abogado, un indicador que proporciona uno de los parámetros clave para calcular la rentabilidad de los despachos de abogados. Sin cambios en el podio respecto de la clasificación del año pasado, Allen & Overy repite como número uno de la tabla, gracias a unos ingresos por profesional de 554.545 euros. Le sigue Herbert Smith Freehills, otro de los bufetes habituales en las primeras posiciones, segundo, con 545.336 euros. Ya por debajo de la frontera del medio millón de euros, Linklaters se sitúa tercero, con 495.775 euros.

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El ranking de facturación por profesional, que se incluye en la última edición del Informe de facturación de despachos que elabora El Confidencial (y al que puede acceder pinchando aquí), es especialmente valorado por los bufetes enfocados al trabajo transaccional —M&A, mercado de capitales, etc.—. Sus cifras son el resultado de dividir la cifra de negocio total del despacho por su número de profesionales; esto es, cada socio, asociado o cualquier otro profesional que realice trabajo facturable a cliente. Para interpretar de forma adecuada esta clasificación, no obstante, es importante tener en cuenta que sus resultados favorecen a las firmas enfocadas al trabajo transaccional, normalmente las internacionales, penalizando a los bufetes nacionales, que suelen contar con una gama más amplia de servicios, que no incluyen las mencionadas prácticas —procesal, laboral, etc.—.

Tras el trío de cabeza figura Clifford Chance, nuevamente cuarto clasificado, con unos ingresos por abogado de 470.597 euros, seguido muy de cerca por Hogan Lovells, que logró 466.272 euros. Baker McKenzie escala hasta el sexto puesto al ser uno de los despachos que mayor progresión registra en el último ejercicio cerrado. La firma que en España lideran Rodrigo Ogea y Bruno Domínguez alcanza los 460.198 euros, lo que supone un incremento de más de 108.000 euros respecto al Informe de Facturación de Despachos del ejercicio pasado. La evolución de Hogan, que sube más de 50.000 euros por profesional, también es merecedora de mención.

Uría Menéndez, en séptimo lugar y con una cifra de negocio por abogado de 377.686 euros, es el primer bufete español en la clasificación. Avanza posiciones Pérez-Llorca, que alcanza la octava posición, con 348.148 euros, gracias a aumentar este parámetro en más de 35.000 euros desde el año anterior. Tras DLA Piper, noveno con 336.235 euros, se sitúan otros grandes bufetes nacionales como Sagardoy Abogados (332.584 euros), Garrigues (320.232 euros), Cuatrecasas (314.183 euros), CMS Albiñana & Suárez de Lezo (307.748 euros) y Gómez-Acebo & Pombo (284.697 euros). Destaca en este pelotón el paso al frente de CMS Albiñana, que eleva este indicador en el último año en más de 70.000 euros.

A pesar de ser un gran indicador para dilucidar la rentabilidad de los bufetes, para realizar una comparación absolutamente precisa de las diferentes cifras de la facturación por abogado sería necesario comparar estructuras con los mismos departamentos y un mismo volumen de facturación. No obstante, la propia agrupación que de forma natural se produce en la tabla, acercándose entre ellas las firmas con modelos de negocio similares, ya permite extraer alguna conclusión sobre la evolución del ejercicio.

Facturación por socio

Más matices requiere la tabla de facturación por socio en España, pues no todos los bufetes siguen un modelo de partnership puro, en el que todos sus miembros son socios de cuota, conviviendo distintas estructuras societarias dentro de las firmas que prestan asesoramiento jurídico. Asimismo, debe tenerse en cuenta que algunos despachos no hacen público, de entre quienes ostentan el cargo formal de socio, cuántos son profesionales y cuántos de equity, de ahí las importantes variaciones que se producen entre bufetes del mismo perfil.

Todas estas cifras y muchas más pueden encontrarse en el Informe de facturación de despachos, al que puede acceder pinchando en este enlace.

Las firmas internacionales vuelven a alzarse como las grandes dominadoras del codiciado ranking de facturación por abogado, un indicador que proporciona uno de los parámetros clave para calcular la rentabilidad de los despachos de abogados. Sin cambios en el podio respecto de la clasificación del año pasado, Allen & Overy repite como número uno de la tabla, gracias a unos ingresos por profesional de 554.545 euros. Le sigue Herbert Smith Freehills, otro de los bufetes habituales en las primeras posiciones, segundo, con 545.336 euros. Ya por debajo de la frontera del medio millón de euros, Linklaters se sitúa tercero, con 495.775 euros.

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