Carles Puigdemont reactiva la "lista de país" como un modo de acorralar a ERC

Lista de país. Como en 2017. Restitución. Un lema personalista, “President Carles Puigdemont”, y ausencia de cualquier logo de JXCAT en el escenario del salón de actos del ayuntamiento de Elna, en el sur de Francia. Carles Puigdemont presentó esta propuesta durante el anuncio de su candidatura, que reunió unos mil seguidores. Una manera de acorralar a ERC para que tengan que pronunciarse sobre la iniciativa y que Puigdemont se coloque en el centro de la campaña. "Lo ideal sería una candidatura unitaria. Desde la experiencia de JxSí, no ha habido otra propuesta tan entusiasmante como aquella. Ya me perdonaréis. Ni JxCAT ni ERC yendo por separado hemos podido quedar primeros", planteó Puigdemont cuando confirmó que concurrirá a la presidencia de la Generalitat y que renuncia a volver a ser eurodiputado.

"Sé que una lista unitaria tiene fuertes resistencias", ha reconocido Puigdemont, que ha asegurado acto seguido que "la candidatura que quiero encabezar ha de ir más allá de mi partido. El partido es una herramienta, no una finalidad".

Entre los asistentes estaban el secretario general de JxCAT, Jordi Turull; el portavoz en el Parlament, Albert Batet; el 'exconseller' de territorio Josep Rull, el concejal por Barcelona, Xavier Trias, la alcaldesa de La Garriga, Meritxell Budó; la abogada Magda Oranich; el eurodiputado Toni Comín, el 'exconseller' de Cultura, Lluís Puig; la presidenta de JxCAT, Laura Borràs; el expresidente de la Cámara de Comercio, Joan Canadell; el diputado por Lleida, Ramon Tremosa el 'exconseller' de Interior, Joaquim Forn; el abogado Jordi Pina; el expresidente del Puerto de Barcelona, Damià Calvet; el exalcalde de Cerdanyola, Toni Morral el exvicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró; o el expresidente de la ANC, Agustí Alcoverro entre otros.

En pocas palabras, Carles Puigdemont convocó a la cúpula del partido que controla desde Waterloo pese a no ostentar cargo alguno para celebrar un acto sin el logo de Junts, en el que el principal mensaje era que su candidatura tenía que superar los límites de su formación y abrirse para dar una imagen de país, lo que, de manera inevitable supondrá menos cargos del partido en las listas del Parlament. El partido debe sacrificarse por un bien superior: ganar las elecciones del 12 de mayo y permitir que se restituya a Puigdemont en el cargo.

La jugada de lista única retrotrae a JxCAT a 2017, con aquella lista de país que hizo Puigdemont junto con Elsa Artadi desde Bruselas para presentarse a las elecciones de diciembre de ese año, las que convocó Mariano Rajoy gracias al 155. Esa maniobra supuso el principio del fin del PDeCAT.

“Mi prioridad es culminar con éxito el 'procés' de la independencia en esta legislatura, coincidiendo con que durante ese período el décimo aniversario del 1 de octubre”, ha asegurado hoy Puigdemont ante un público entusiasta.

​El camino de regreso

La baza electoral de Puigdemont para ganar las elecciones, su regreso a Cataluña. Pero con prudencia. "Hoy comienza la cuenta atrás del retorno que solo tiene sentido si se pone al servicio del país". Pero ha descartado "volver a escondidas, volver por sorpresa, volver para hacerte un selfi en la frontera –en alusión a Clara Ponsatí–. Y que me perdone mi partido, tampoco puede ser una maniobra para obtener rédito electoral".

Ante lo cual ha puesto su condición para volver: "Que la mayoría del Parlament me proponga para presidir la Generalitat. Ese día dejaré el exilio".

Sin embargo, el expresidente reconoce el paso del tiempo, al aceptar que "soy consciente de que la Cataluña de hoy no es la de 2017. El país de hoy es un país agobiado con la sequía, por la revolución tecnológica o las guerras de Ucrania y de Gaza. Y soy consciente del desánimo y de la pérdida de confianza de una gente que se ha desanimado por nuestra incapacidad para concretar esta esperanza. Dejamos el trabajo a medias y la división y la desconfianza se han instalado entre nosotros. Mucha gente se ha quedado en casa esperando el momento. Ya me llamarán"

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"A pesar de todo no nos han derrotado. Por eso estoy aquí. Para acabar el trabajo. Para que dejemos de flagelarnos. Y que volvamos a demostrar lo que somos capaces de hacer", se ha comprometido el 'expresident' y ahora candidato. Por eso, ha asegurado que "en esta legislatura propondremos la celebración de un referéndum de autodeterminación, no una consulta... ¡un referéndum de autodeterminación!", apuntando para ello "el independentismo ha de recuperar la conversación colectiva, desde el respeto".

"La primera elección es muy personal. Soy miembro del Parlamento Europeo y quería volver a presentarme y así lo hemos demostrado. Hemos confrontado contra poderosos adversarios. Nunca, como hasta ahora, se había hablado tanto de Cataluña en términos políticos", declaró el 'expresident'. "Cuando se trata de Cataluña y sus intereses no soy conformista. Yo no podría justificar ni ante mí mismo que después de seis años en el exilio, ahora que se abre esta oportunidad yo rehuyese esta oportunidad por razones de comodidad personal. Es por eso que he decidido presentarme a las elecciones a la Generalitat", añadió.

Presumir de victorias

Puigdemont ha sacado pecho de lo arrancado al Gobierno de Pedro Sánchez: "En estos 120 días hemos conseguido muchas cosas. Las circunstancias han llegado. Son circunstancias que hemos creado nosotros. A veces las victorias nos duran muy poco. Las victorias nos las disfrutamos. Tenemos que saber ganar. O pongo algunos ejemplos: el acuerdo de Bruselas hemos hecho una acuerdo fuera de España para nombrar al presidente de España. Esto es muy potente. Una fuerza nacional española ha reconocido la represión desde el Decreto de Nueva Planta. Por primera vez podemos volver a trabajar sin la amenaza de la represión. Hemos sido nosotros los que hemos arrastrado el Estado a nuestra posición. Cuando nos dejamos arrastrar perdemos. Cuando arrastramos nosotros ganamos"

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Carles Puigdemont ha seguido por esta vía al asegurar que "los indultos pretenden desactivar el conflicto, la amnistía es la condición para conseguir la resolución de ese conflicto" y ha recordado que en estos meses "se ha normalizado el uso de la lengua catalana en el Congreso".

Puigdemont no ha augurado una legislatura tranquila para Pedro Sánchez, ya que "nosotros votaremos que no a los Presupuestos Generales del Estado en caso de que no se revierta el expolio que sufre Cataluña en favor de Madrid. Y podemos votar que no porque ya lo hicimos. Ya lo hicimos con la primera propuesta de ley de amnistía. Y nuestras críticas nos costó. Nosotros no nos hemos casado con las izquierdas españolas. No tenemos un idilio con el PSOE", en una dura alusión a la posición de ERC.

En JxCAT esperan que este acto en Elna, la ciudad en la que el independentismo ocultó las urnas para el 1 de octubre, sirva de punto de inflexión para remontar en las encuestas, que en este momento les da como terceros, detrás de ERC. En el salón de actos, que se llenó, cabían unas 700 personas. Y se instaló una pantalla gigante fuera para que las personas que no habían podido entrar pudiesen seguir la presentación. Entre dentro y fuera, más de mil personas.

Puigdemont se presentó en Elna con un nuevo corte de pelo. Se le venían más canas, dándole ese aire presidencial del hombre que quiere evitar que las encuestas tengan razón y que Salvador Illa además de ganar las elecciones, pueda ocupar el Palau de la Generalitat. El 'expresident' estuvo acompañado a su llegada por su mujer, Marcela Topor y su amigo personal, el exsenador Josep Maria Matamala.