Es noticia
Así cocinaron Turull y Rovira el pacto de la amnistía pese a la guerra entre JxCAT y ERC
  1. España
  2. Cataluña
NEGOCIACIÓN A TRES

Así cocinaron Turull y Rovira el pacto de la amnistía pese a la guerra entre JxCAT y ERC

Los dos partidos necesitaban interlocutores fogueados en mil batallas para salvar un acuerdo que estuvo a punto de naufragar por la histórica desconfianza entre ambos. Uno reportaba a Santos Cerdán y la otra, a Bolaños

Foto: Jordi Turull y Marta Rovira en una imagen de 2018 (EFE)
Jordi Turull y Marta Rovira en una imagen de 2018 (EFE)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El pasado 4 de marzo, el ministro de Presidencia, Justicia y Relación con las Cortes, Félix Bolaños, estaba harto. En Moncloa ven la salida para reformar la proposición de ley de la amnistía, pero el problema de fondo radica en que JxCAT y ERC no se hablan. En especial, los republicanos, que llevan un mes diciendo que prolongar las negociaciones es una pérdida de tiempo, aunque ahora quieren salir en la foto. Bolaños insta a las dos formaciones independentistas a ponerse de acuerdo para sacar adelante la norma que ha de ser el pegamento de toda la legislatura, según cuentan fuentes políticas conocedoras de las conversaciones. Así que JxCAT designa a su secretario general, Jordi Turull, y ERC, a la suya, Marta Rovira.

Para poner las bases del acuerdo, Moncloa filtra ese fin de semana el borrador del informe de la Comisión de Venencia sobre la amnistía, que ha de servir de pauta para las nuevas modificaciones. Turull acaba de recibir el alta médica tras haber sufrido un infarto. Y aunque el médico le ha recomendado que se aleje de situaciones de tensión, se ponen por la labor. Todos los contactos se hacen a distancia porque Rovira sigue en Ginebra, encausada por las protestas de Tsunami Democràtic.

Se trata de acordar el cambio —en esencia, referenciar el delito de terrorismo y el de alta traición a la legislación internacional— y luego que el PSOE lo pueda aceptar, según apuntan fuentes de JxCAT. El independentismo, además, siente la presión del caso Koldo. Si la presidenta del Congreso, Francina Armengol, acaba cayendo, eso puede precipitar el fin de la legislatura y perder una oportunidad histórica. Toca remangarse y salvar la amnistía, una urgencia más presente en los republicanos, tal y como apuntan cargos de ERC.

El pacto funciona porque se preserva a los dos máximos líderes. Ni Oriol Junqueras, ni Carles Puigdemont participan de las conversaciones entre Rovira y Turull, que duran tres días, hasta el miércoles 6 de marzo. Puigdemont y Junqueras desconfían mucho el uno y el otro y son los fontaneros los que tienen que llegar a un acuerdo. Aun así, ambos responsables iban siendo informados de forma puntual de la evolución.

Foto: Los expresidentes Carles Puigdemont y Artur Mas, en una imagen de archivo. (EFE/Alberto Estévez)

Ese miércoles se suma a Gonzalo Boye, el abogado de Puigdemont, para que dé su plácet jurídico. Es quien más resiste. Boye ve que el acuerdo es claro para encausados como el diputado de la CUP Pau Juvillà o altos cargos de ERC como Josep Maria Jové o el presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó. Y así hasta cerca de 400 procesados. Pero los supuestos más problemáticos siguen en un limbo que dependerá de la interpretación que haga cada juez, como los detenidos por la Operación Judas, el regreso de Carles Puigdemont o la situación de la propia Marta Rovira.

Luz verde de Puigdemont

Puigdemont ya había dado luz verde el domingo anterior durante un acto del Consell de la República, donde dio a entender que el pacto estaba hecho. A partir de aquí hay que pactar como se anuncia y en qué puntos se pone el énfasis. El miércoles ya se filtra a la prensa de manera controlada los principios del acuerdo y cómo todo se basa en que la proposición de ley queda igual que hace dos meses, pero orillando el Código Penal español.

El acuerdo, en esencia, se volvió a negociar al estilo del independentismo y con la esencia del procés. Todo a última hora, deprisa y corriendo, y con un punto de improvisación en cada movimiento hasta el desenlace final.

El independentismo volvió a negociar a última hora y presionado por las prisas

La desconfianza entre ERC y JxCAT se mantuvo hasta el final. JxCAT comunicó su decisión a Santos Cerdán, el secretario general del PSOE. En cambio, los republicanos optaron por Félix Bolaños. Intereses separados, interlocutores separados.

Declaraciones opuestas

Tras el acuerdo, cada partido ha dejado muy claro que van por vías separadas. ERC, por boca de la propia Marta Rovira, asegura que el cambio en la ley no pasa de ser algo "estético". Las veladas críticas de los republicanos tienen el punto de incoherencia de que se prefirió sumarse al acuerdo para no dar la imagen de que solo era JxCAT la que conseguía la amnistía. Se primó salir en la foto a un discurso racional de cara a su electorado.

Jordi Turull, por el contrario, pone el énfasis en el posible retorno de Carles Puigdemont y que será el candidato de JxCAT a presidir la Generalitat. Todo muy especulativo. Pero en línea con el desinterés que incluso el independentismo siente por una cuestión que aún se prolongará en el tiempo y cuyos trámites procelosos se alargarán meses por vericuetos tecnicistas y legales que aburren a un votante que espera épica. Las elecciones en Cataluña, previstas para febrero de 2025, dificultan que el independentismo pueda hablar con una sola voz.

El pasado 4 de marzo, el ministro de Presidencia, Justicia y Relación con las Cortes, Félix Bolaños, estaba harto. En Moncloa ven la salida para reformar la proposición de ley de la amnistía, pero el problema de fondo radica en que JxCAT y ERC no se hablan. En especial, los republicanos, que llevan un mes diciendo que prolongar las negociaciones es una pérdida de tiempo, aunque ahora quieren salir en la foto. Bolaños insta a las dos formaciones independentistas a ponerse de acuerdo para sacar adelante la norma que ha de ser el pegamento de toda la legislatura, según cuentan fuentes políticas conocedoras de las conversaciones. Así que JxCAT designa a su secretario general, Jordi Turull, y ERC, a la suya, Marta Rovira.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Junts per Catalunya Amnistía Jordi Turull Marta Rovira Independentismo
El redactor recomienda