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Entre unos y otros, la casa sin barrer: los decretos de Nueva Planta
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Renovación y conflicto

Entre unos y otros, la casa sin barrer: los decretos de Nueva Planta

No se puede tener todo y más, tras perder un desafío. Y hete aquí que llegamos al nudo gordiano de la cuestión

Foto: Documento oficial de los decretos de Nova planta de Cataluña.
Documento oficial de los decretos de Nova planta de Cataluña.

Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien

Martin Luther King (1929-1968)

Una atrevida y necesaria maniobra de corte francés (la gestión de la diplomacia es su especialidad), permitió en los albores del siglo XVIII introducir modificaciones en la anquilosada administración peninsular. Aquella intervención por supuesto no fue del agrado de algunos y unas cosas llevan a las otras. La configuración del nuevo estado borbónico proponía pan para todos, pero de la misma hogaza. La intención quedaba reflejada en el texto introductorio que venia a rezar así: "Todos mis reinos de España serán regidos por la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales".

La nueva organización-administrativa siguiendo el modelo centralista de la monarquía absolutista francesa, creo un fuerte impacto en una estructura casi federal en la que los virreyes tenían poderes casi absolutos. Algunos díscolos y levantiscos, pensando que sus partes almohadilladas peligraban, hicieron frente al joven rey, quedando de pronóstico reservado ante la imparable modernización ¿o retroceso? del modelo al uso.

En este estado de cosas, la fidelidad fue premiada y el enfrentamiento castigado. Cataluña eligió el bando perdedor y su administración fue arrasada literalmente. Las provincias vascas y Navarra fueron respetadas en sus instituciones y fueros ya que ambos enclaves habían compartido la causa de Felipe V. Y hete aquí que llegamos al nudo gordiano de la cuestión.

La configuración del nuevo estado borbónico proponía pan para todos, pero de la misma hogaza

De una independencia fiscal privilegiada, se pasó a una situación de Tabula Rasa en la que la centralización puesta en marcha neutralizó los privilegios de Aragón y por ende de todas las derivadas o periferias de su administración secular. La parte fiscal comenzó a arder y con ella la pérdida de control de los resortes de poder por parte de la burguesía local del noreste y sus factótums, ya que a la postre de lo que se trata es del poder, porque la parte argumental como arma, se puede centrar en cualquier cosa por banal que esta sea, arma que servirá de herramienta para descalificar al adversario entrándole por algún punto ciego.

Saber perder

Finalmente, como consecuencia, la contribución única según riqueza y peso demográfico se impuso una vez caído el telón de la guerra. Pero claro, quedaría mucho resentimiento tras ello y un fondo de pataleo con visos de cacofonía crónica. Hay que saber perder y aceptar lo que es evidente y recordar que el ius ad Bellum da carta blanca al vencedor y que dar la matraca es cansino.

Haciendo una elipsis sobre aquel momento, sus antecedentes y su devenir hacia el futuro, nos encontramos incluso con un bis y un tris que se repite como un mantra en aquella zona del noreste del pais (Guerra del Rosellon,1503). Cuando Europa avanza hacia una integración; no necesaria, sino obligada por la deriva de la política internacional, hay que dejar de patalear y cambia el pantalón corto por algo más de vestir.

En el caso de los que centrifugan a esta nación hacia horizontes ignotos y sin explorar, recomienda este escribano que cuando haya marejada es mejor andar por caminos trillados

En el caso de los que centrifugan a esta nación hacia horizontes ignotos y sin explorar, recomienda este escribano que cuando haya marejada es mejor andar por caminos trillados. Imperios han caído que, de ser hegemónicos en su momento han pasado a convertirse en peceras dilapidando así su antaño esplendor como si de magia inversa se tratara. Y a colación de grandes imperios y reinos de relumbrón, advertencia a navegantes. Aquellos que tientan la suerte podrán sacar conclusiones.

El reflejo ejemplar del laborioso pueblo de origen semítico como secuela y parte de la fértil acción de otro pueblo extraordinario por su huella en la historia, los fenicios, no solo ha aportado a la construcción de España una retahíla de ilustres nombres inolvidables. Pero si bien es cierto y un lujo tener en esa esquina del norte a un pueblo capaz e ingenioso, también recordarle que cuando se entra en una espiral de ambición desmedida carente de solidaridad y empatía, podríamos estar asistiendo a la última estrofa del extraordinario soneto titulado Ozymandias (“A su lado, infinita y legendaria/ Sólo queda la arena solitaria”), como es sabido, obra del poeta romántico inglés Percy Bysshe Shelley dedicada a uno de los faraones de la Dinastía Ramésida, Ramsés II, en el zenit de su particular edad de oro.

Es sin duda, un diagnóstico estremecedor y explícito, pues señala claramente que el poder humano y la ambición desatada solo conducen a un lugar bastante tenebroso, el infierno del dinero y un individualismo atroz. La grandeza, de quien ha aportado tanto a España, no se puede ver empañada por el egoísmo tan radical de quienes hablan de Cataluña con una cantinela hipnótica de pedigüeños certificados. Otros pueblos de España están mucho más necesitados (y de temas más básicos) y no patalean en medio de teatrales convulsiones.

Otros pueblos de España están mucho más necesitados (y de temas más básicos) y no patalean en medio de teatrales convulsiones

Para concluir, les diré que aquella estatua de Ozymandias –imaginada para tal efecto – simbolizando al faraón, tiene como contrapunto un vasto desierto circundante, metáfora del poder y su rendición ante la erosión del tiempo. Un colosal busto destrozado yace en el suelo, mientras, a lo ancho y largo de toda la superficie al alcance de la vista, se extiende la inmensidad. La tragedia de este poema es que no hay una nota de esperanza en la conclusión. Reclamar derechos y nostalgias artificiales acaba aislando hasta al Tato, condenándolo al onanismo, actividad muy razonable para los que quieren aislarse del mundo cruel pero que un dia te sorprende en una balsa en medio del océano. ¿Quieren algunos llegar a eso?

Y digo esto, porque la transferencia del mensaje que encierra esta alegoría está presente en la actualidad. Entre unos y otros, la casa sin barrer; cosas del poder y las ambiciones ocultas en él. La historia, recurrente ella, se emplea a fondo en distraer al respetable con todos los subterfugios a su alcance sumando los efectos especiales de una manipulación artera para quien no sabe digerir derrotas cuando estaba a las puertas de las mieles del triunfo.

En los albores del siglo XVIII España había abordado la transición de una era de esplendor hacia otra de menos lustre, más todavía jugábamos en primera división

No hay que olvidar que en los albores del siglo XVIII España había abordado la transición de una era de esplendor hacia otra de menos lustre, más todavía jugábamos en primera división. Aquel cambio de guardia se hizo a través de métodos expeditivos por cuestiones ajenas a la voluntad de los españoles (estábamos involucrados en una guerra internacional) y, la transición a la era borbónica no pudo hurtar al pais el lastre de sus fantasmas. La naturaleza del embrión que con el tiempo incubaría a la Hydra; desde sus primeros balbuceos convirtió el relato de un heroico nacionalismo en su bandera, relato por otra parte insostenible por la evidencia del nulo fundamento y engordado como una oca a base de premisas falsas; premisas que solo hacen que alimentar tensiones.

Cuando Felipe V de España, un chaval de 17 años a la sazón aparece en estos pagos, se encuentra en medio de un berenjenal acompañado de una fuerte granizada; así de esta dura manera fue su entronización en la política, a lo grande; claro que tenia un abuelo muy poderoso, aunque pelín “guarrete”; Rey Sol, rey por herencia y sol, porque la higiene brillaba por su ausencia. Pero también ocurre en ese momento de la historia algo aparentemente intrascendente que, posteriormente tendrá resonancias de eco maldito.

El nacionalismo (según Marx) está basado en la “miniaturización” de los otros; a la postre, se trata de un tema de superioridad racial

Una de las partes en vuelta en aquel galimatías internacional, sale vapuleada por su posicionamiento con otra de las alianzas en litigio. Tres siglos después, surge un relato manoseado hasta la saciedad. El nacionalismo (según Marx) en su concepción del Materialismo Histórico está basado en la “miniaturización” de los otros; a la postre, se trata de un tema de superioridad racial en oposición a un tercero; en Román Paladino, racismo de salón. Ahora bien, el filósofo alemán solo es una referencia entre muchas, si bien es cierto que cada uno escoge los argumentos según sesgo y en ocasiones, sin ánimo de ejercer la muy saludable autocritica para situarnos en las proximidades de la verdad.

En este punto hay que recordar un detalle crucial, y la Guerra de Sucesión española lo explica de forma patente. Para los amnésicos instalados en una verdad excluyente, para los interesados en meter la tijera tan osadamente en hechos inapelables, recordar que fue un conflicto civil y dinástico a la par. También, refrescar la memoria a los que apelan a razones espurias y sin fundamento pues es necesario hacer hincapié en que Felipe V respetó casi todas las instituciones y leyes catalanas, cierto es, con alguna limitación obvia como la de un ejército propio; algo evidente, cuando tras sofocar a los sublevados se les privo de aquella milicia incipiente y mal entrenada. No se puede tener todo y más, tras perder un desafío. Como colofón, refrescar la memoria una vez más a los recalcitrantes.

Los Borbones los ha habido buenos y malos, como los días impares; Felipe V igual no era para nota, pero no lo hizo mal

Las leyes promulgadas por el Decreto de Nueva Planta en 1716 sustituían a unas anacrónicas leyes feudales. Los Borbones los ha habido buenos y malos, como los días impares; Felipe V igual no era para nota, pero no lo hizo mal. Los judíos residentes en el área noreste de Aragón, con un lugar común en los asuntos de los manejos del dinero y por lo tanto, competidores de la parte semítica mercantil que quería desplazarlos fuera de ese área, incurrieron al igual que otros colectivos, (gitanos, desheredados o vagabundos) en ponerse delante del voraz apetito de unos apoltronados señores feudales precursores de una aberrante ley de pureza racial (1706) que aplicada con macabro esmero, dejaría 250 años más tarde tiritando a media humanidad; en base a esa minucia, se ordena la expulsión de todo quisque que afeara el paisaje (aquella esquina de Aragón se había vuelto muy esteta). Muchos de los afectados, sin capacidad de defensa, serían carne de cañón para galeras.

La historia no es un delirio, son hechos consumados. Sensatez y altura de miras por favor.

Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien

Historia de España