Crees que Portugal se parece a España hasta que vives allí: esto le pasó a esta española

Cuando Zulema, una madrileña, decidió trasladarse a Portugal, nunca pensó que se daría de bruces con tantos cambios en la manera de vivir. A pesar de la cercanía geográfica entre ambas naciones, existen diferencias culturales que pronto comenzaron a sorprenderla. Y, ahora, ha decidido enumerar una por una y subirlas a un vídeo en TikTok. Una de las primeras singularidades con las que se topó fue la presencia de máquinas de tabaco en los supermercados portugueses, una vista inusual para ella, dado que en España no es común encontrarlas en esos establecimientos.

Otra revelación impactante para Zulema fue la legalidad de portar ciertas sustancias en cantidades personales, algo completamente prohibido en su país natal. Además, las diferencias idiomáticas también propiciaron situaciones inesperadas. Por ejemplo, la palabra "pila", que en Portugal se refiere a las partes íntimas masculinas, causó un momento embarazoso cuando intentaba comprar una batería pequeña. "Te puedes imaginar la cara de la señora de la tienda a la que fui a comprarle una pila pequeña", relató entre risas.

En el terreno culinario, Zulema enfrentó más sorpresas: en muchos lugares de Portugal, las tapas que se sirven en bares y restaurantes no son gratuitas, a diferencia de ciertas áreas en España, donde si te ponen una tapa con la bebida no suele tener costo adicional. "Aquí la cuenta te incluye esa tapa que tú no has pedido, pero que ya estaba en la mesa", explicó. Este modelo de servicio difiere significativamente del español, donde la cortesía de la tapa es habitual.

En cuanto a la conducción, la española encontró similitudes y diferencias en la señalización y el comportamiento en las rotondas, especialmente en el uso de los intermitentes antes de entrar, algo que también observó en Badajoz, aunque con menos intensidad que en Portugal. "No tanto como aquí", aseguró, refiriéndose a lapráctica en su nuevo entorno. Estas observaciones sobre las normas de tráfico revelan notables diferencias en el estilo de conducción entre las dos regiones ibéricas.

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Adaptándose a la tranquilidad portuguesa, muy distinta al bullicio característico de España, Zulema ha ido descubriendo la calma que impregna el día a día en su nuevo hogar. "Me encanta Portugal, el país, la gente, la cultura, todo", afirmó con entusiasmo. Aunque su estancia es temporal y se acerca su partida, su experiencia en Portugal ha sido profundamente enriquecedora y ha estado llena de aprendizajes y anécdotas que, sin duda, llevará consigo como valiosos recuerdos.