Puigdemont sopesa volver a España para que le detengan y reventar la campaña ante ERC

Carles Puigdemont acaparará todos los focos de las próximas elecciones catalanas, convocadas para el 12 de mayo. Su entorno alimenta ya la posibilidad de su regreso a Cataluña para tomar el acta de diputado en el Parlament. La incógnita es si Puigdemont, que lleva más de seis años fugado en el extranjero, le ha perdido el miedo a la cárcel. Si vuelve antes de que haya entrado en vigor la ley de amnistía, prevista para principios de junio, entonces los jueces le detendrán en virtud de la orden de busca y captura que pesa sobre él.

Su abogado, Gonzalo Boye, ha asegurado este viernes en RAC1 que el expresidente catalán está dispuesto a regresar a Cataluña cuando entre en vigor la ley de amnistía y a someterse a una eventual investidura, aun a riesgo de que el Supremo no le aplique todos sus efectos de manera inmediata y sea detenido: "Llevará su decisión hasta el final". En público, se apunta a su regreso para la sesión de investidura, no antes.

Pero lo que Junts necesita es reventar la campaña electoral para poner al independentismo emocional a sus pies. Y, en los círculos próximos al expresidente, se alimenta ya la posibilidad de su regreso en el arranque de la contienda: un presidente que regresa del exilio, como Tarradellas. Y que desafiaría en primer lugar a ERC. Sea o no un farol, se sustancie o no su vuelta, todos los focos están girados ya hacia el president de Junts.

Una vez entre en vigor la amnistía, Boye ha recalcado que el Supremo tendrá que levantar la orden de detención contra Puigdemont por la causa del procés y se abrirá "un marco jurídico distinto". El abogado ha apuntado que existe la posibilidad de que el tribunal retrase la aplicación de la ley y Puigdemont sea detenido incluso cuando ya haya entrado en vigor, pero ha recalcado que "va a asumir las consecuencias de sus decisiones". Buscan un gesto heroico.

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Puigdemont desea un regreso seguro, pero en su círculo deslizan que ahora estaría dispuesto a correr el riesgo de pasar por la cárcel para lanzar las expectativas electorales de su partido, que en 2021 quedó en tercera posición detrás del PSC y de ERC. Su estancia en prisión, en principio, sería corta, pendiente de que la amnistía se publique en el BOE y de que el Supremo se la aplicase en la causa del procés, que es la que le amenaza a corto plazo.

En cuanto a la de Tsunami, el procedimiento se encuentra en una fase inicial y, gracias a su condición de eurodiputado, todavía no está imputado formalmente. Boye ha recordado, además, que la ley de amnistía es clara al excluir de la medida de gracia los delitos de terrorismo enmarcados en la normativa europea y que hayan supuesto vulneraciones de derechos fundamentales, "no cualquier charlotada".

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Boye considera que el expresident "se expone como está expuesto ahora" con su vuelta, pero "con un escenario distinto y una ley de amnistía que contempla esos casos". "Estoy tranquilo al respecto", ha agregado. "Pueden estar tranquilos, que, cuando Puigdemont tome una decisión, la va a llevar hasta el final, y eso significa que se va a plantar donde se tiene que plantar", ha apostillado.

En su opinión, ese es el "miedo" que tienen tanto el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, como el del Gobierno, Pedro Sánchez. "Puede ser que lo detengan, pero no se va a impedir que sea presidente de la Generalitat si lo quiere ser".