Dirigentes independentistas plantean la vuelta de Puigdemont como un plebiscito

Destacados sectores del independentismo quieren aprovechar las elecciones del 12 de mayo para resituar al fugado Carles Puigdemont en el mapa político catalán. "12 de mayo: plebiscito Puigdemont". El escueto mensaje fue lanzado por el diputado de la CUP Julià de Jòdar y apoyado por Lluís Llach, pero adoptado inmediatamente por una legión de soberanistas. Llach y De Jòdar trabajan juntos en una operación para controlar la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y ponerla al servicio del expresident fugado, según confirmaron fuentes independentistas a El Confidencial.

Puigdemont posiblemente no podrá pisar todavía tierras catalanas el día de las elecciones, pero la jugada es la misma que en 2021: la lista puede estar encabezada por él, seguido de todos los demás. Su abogado, Gonzalo Boye, en declaraciones a RAC1, dejó caer que el prófugo “está dispuesto a volver y que lo detengan, sin duda”. Pero sus rivales dudan de que pise territorio español con una amenaza de cárcel sobre su cabeza, acusado de malversación, delito que conlleva de 6 a 12 años de cárcel. En caso de regresar, posiblemente se decrete prisión provisional, puesto que en su caso existe el riesgo de fuga si se le deja en libertad, como hizo en 2017.

La novedad ahora es que algunos quieren convertir su regreso en un plebiscito. En otras palabras, que si Puigdemont gana a ERC, los suyos querrán investirle gran líder del independentismo. Es más, si gana las elecciones contra todo pronóstico, consideran que habrá ganado esta especie de consulta y puede “volver a hacerlo”. Por eso está por ver si la amnistía sirve para pacificar Cataluña. De momento, parece todo lo contrario.

"En 2017 le planteamos que se presentase por sorpresa en Cataluña para romper la campaña, a riesgo de ser encarcelado, pero no accedió"

La esencia del independentismo se condensa en la lectura que hacen los partidos, las entidades cívicas y multitud de plataformas: "La amnistía supone el reconocimiento por parte del Estado de que votar y ejercer los derechos fundamentales no es ningún delito". Por tanto, queda el camino expedito para volver a realizar un referéndum que los soberanistas ya no considerarán ilegal. De ahí que ninguno de los partidos haya renunciado a utilizar, en un momento dado, la unilateralidad para forzar otro referéndum, especialmente Junts y la CUP.

“No nos fiamos”

Y también por ello, algunos, como Llach y De Jòdar, aplauden y fomentan la teoría del retorno del expresident como “plebiscito”. La palabra de los gurús cercanos a Puigdemont pretende convertirse un faro que ilumina a los adeptos del expresident fugado.

Íñigo García de Enterría, dirigente de ERC y concejal del grupo municipal republicano en Cerdanyola, se toma la propuesta con filosofía. “Plebiscito también lo fue (así lo planteó Junts) diciembre de 2017 y febrero de 2021 y…”. Se refiere a las dos últimas convocatorias de elecciones autonómicas. En 2017, fueron ganadas por Ciudadanos y Junts quedó solo un puñado de votos por encima de ERC. En el 2021, ganó el PSC y ERC quedó por encima de Junts. Tras los comicios, esta formación dejó de hablar de esta idea.

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Fuentes de ERC apuntan a El Confidencial que plantear los comicios en esos términos es tramposo. “De Puigdemont no hemos de creernos mucho. Había prometido que volvería si resultaba elegido eurodiputado. De eso hace ya cinco años y sigue sin venir. No nos podemos fiar de su palabra. Ahora dice que está dispuesto a venir aunque sea detenido, pero eso son solo palabras. Es un globo sonda lanzado por su abogado. En realidad, por las noticias que tenemos, no piensa regresar hasta que no esté completamente seguro de que no va a ser detenido, porque si viene, irá de cabeza a la cárcel”, apunta una de las voces consultadas

Una persona cercana a Puigdemont recuerda también a este diario que “en las elecciones de diciembre de 2017, le planteamos que se presentase por sorpresa en Cataluña para romper la campaña electoral, a riesgo de ser encarcelado": "Pero no accedió. Ya veremos si lo que dice ahora su abogado es cierto o solo es un síntoma de que ha empezado la campaña electoral”.

El independentismo planteó las elecciones de 2015 como un plebiscito y, tras el batacazo, solo la CUP reconoció públicamente que habían perdido

El independentismo planteó las elecciones del 27 de septiembre de 2015 como un plebiscito y, tras el batacazo, solo la CUP reconoció públicamente que habían perdido. Los demás partidos, incluyendo ERC, hicieron mutis por el foro. Si tenemos en cuenta las autonómicas del 2015, del 2017 y del 2021, este sería el cuarto escenario planteado por el independentismo en estos términos para justificar la unilateralidad en la toma de decisiones y una eventual proclamación oficial de independencia.

La pinza contra ERC

El planteamiento para con Puigdemont, no obstante, es diferente. En realidad, lo que se pretende es también un plebiscito dentro de las filas del soberanismo para hacer del fugado la figura única de referencia del movimiento. Todo ello, dentro de una cruenta guerra interna dentro de las filas catalanistas. El excandidato de la CUP Antonio Baños (que dimitió cuando sus compañeros de la CUP provocaron la renuncia de Artur Mas a presentarse en 2015), se felicitaba esta semana tras la convocatoria de elecciones: "La parte buena es que acaba una de las doctrinas políticas más fallidas, serviles, incomprensibles, anticatalanas, grises, sectarias y patéticas de la historia general de la humanidad: el junquerismo".

A nadie se le escapa que la CUP hará pinza con Junts para asfixiar a ERC, aunque sean dos formaciones ideológicamente antagónicas. Una parte de los anticapitalistas, además, apoyaría a Puigdemont como president. Hay que recordar que, aunque como partido no forme parte de la cúpula del Consell de la República, en este sí está presente Poble Lliure, la mayor de las fuerzas que componen la formación antisistema.

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Por su parte, la pequeña plataforma Acció per la República, a la que pertenece la diputada de JxCAT y miembro de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula, quiere preparar la vuelta a Cataluña a lo grande de Carles Puigdemont. “Invitamos al conjunto del movimiento independentista a preparar este momento bajo la coordinación del Consell de la República, sin recelos, ni cálculos partidistas, y hacer de la llegada del president en el exilio un gran salto adelante hacia la liberación nacional”.

Huelga decir que Madaula es miembro del Govern paralelo del Consell de la República, en donde estaba también hasta este mes su pareja, el cupero Guillem Fuster. Alrededor de Puigdemont comienza a tejerse una tupida red de intereses que persigue movilizar la calle y volver a tensionar a la sociedad con el fugado como la pieza clave de la nueva etapa política.