Puigdemont reorganiza la estructura del Consell de la República sin contar con Junts

Carles Puigdemont combina las negociaciones con Pedro Sánchez con sus labores domésticas. El expresident reorganiza la estructura del Consell de la República al margen de Junts per Catalunya (JxCAT) y sin contar con ellos. Afronta los cambios en un momento complicado para el ente, tras cosechar severas críticas internas y una huida masiva de militantes, aunque oficialmente no se reconoce ni una baja en casi seis años.

Dicen los que le conocen que el fugado no descarta un futuro independiente lejos de Junts per Catalunya y que está utilizando el partido, que tiene siete diputados en el Congreso, para solucionar su futuro judicial. Cuando todo pase y la ley de amnistía lo ponga a salvo de la Justicia, dispondrá de una estructura paralela a Junts a nivel europeo.

De momento, el Consell echa raíces en varios países. Puigdemont acaba de nombrar delegado de su organización en Italia a Lluís Cabasés. En Suiza, ha hecho lo propio con Alfonso Lorente, mientras que en Luxemburgo ha cambiado a Adrià Muñoz por Guillem Liarte. Estos tres dirigentes forman ya parte de lo que el Consell denomina la “red diplomática” de la organización.

Cabasés es periodista y fue subdirector de la oficina de prensa del Gobierno del Piamonte. Ejerció como alcalde de Serralunga d’Alba, una localidad de varios cientos de habitantes, y es también vicepresidente de la comarca Unión de Municipios de Barolo. En prensa, trabajó en los diarios La Repubblica y Gazzetta del Popolo. Además, llega al Consell de la República con un pasaporte incontestable. El periodista participó en 2018 en un acto organizado por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en Bolonia, donde Puigdemont fue presentado como “legítimo presidente de la república catalana”.

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Alfonso Lorente Gómez, según el Consell, reside en Zúrich y es ingeniero de Aeronáutica y Telecomunicaciones. Fue delegado de la Comisión Federal Suiza de Extranjería en Berna. Entre otras empresas, trabajó en Swissair, en el Citibank y terminó siendo director de Citicorp Customer Service SL. Hasta 2021, fue administrador y socio único de la firma Eventsailing, con sede en Sant Vicenç Montalt (Barcelona), dedicada a la organización de toda clase de eventos, empresa liquidada hace ahora dos años.

Guillem Liarte es ingeniero de sistemas informáticos y trabajó para IBM y para la Comisión Europea entre 2014 y 2015. Desde 2012, es director de la empresa Netdevops Luxembourg y desde 2019 es consultor de seguridad de la Comisión Europea. En sus mensajes a través de las redes sociales, hace gala del apoyo incondicional a la causa puigdemontista y de su aversión a lo que tenga que ver con España.

Elección de nuevo presidente

Los nombramientos coinciden con el inicio de un proceso para elegir al próximo presidente del Consell de la República. Hasta finales de este mes, los interesados pueden presentar su candidatura y la elección tendrá lugar entre el 15 y el 19 de febrero. El 24 de febrero tiene lugar la toma de posesión del nuevo líder de la organización. La convocatoria de estas elecciones ya fue publicada en el Boletín Oficial del Consell de la República catalana mediante una especie de decreto.

En este proceso, Carles Puigdemont tiene asegurada la reelección. Pero su interés ahora está en dar forma e insuflar energía al Consell, que desde hace meses está prácticamente inactivo, especialmente después de que en el mes de septiembre un grupo de críticos denunciase actitudes dictatoriales y manejos económicos oscuros dentro de la organización. Estos críticos pusieron la diana en la mano derecha de Puigdemont, el exconsejero de Salud Toni Comín, que habría decidido incluso otorgar determinados contratos a dedo, saltándose las normas de transparencia de la organización.

En la operación de reanimación del Consell también entra la remodelación de la sindicatura electoral, que fue elegida hace una semana. Forman parte de ella la abogada Teresa Rosell como presidenta de dicha comisión y Mireia Casals, Marc Alomà, Antoni Ferré y Sergi Blázquez. Este último es el presidente de la opaca plataforma Drets, una de cuyas principales misiones era plantear denuncias contra España en foros y organismos internacionales para desprestigiar al Estado español. En 2021, cuando ERC y JxCAT oficializaron su pacto de gobierno, fue nombrado secretario de Medidas Penales de la Generalitat. El 18 de octubre de 2022, tras la ruptura del Govern por parte de Junts, fue cesado en su cargo. Alomà, por su parte, fue vocal no judicial de la Junta Electoral de Zona de Barcelona desde 2015.

Un as en la manga

Desde sectores críticos se ve con recelo la “clara utilización” que hace Carles Puigdemont de la estructura de Junts, ya que mientras se sirve del partido para lograr sus objetivos frente a Pedro Sánchez, alienta una estructura paralela que mantendrá latente en el futuro. Se trata, según las fuentes, de un as en la manga que se guarda el expresident.

"Le puede servir para liderar una tercera vía independentista presentándola como una supuesta candidatura transversal si a Junts le va mal o su partido se hunde. Lo cierto es que ninguno de sus inventos salió adelante. Desde la creación del PDeCAT hasta la Crida pasando por Junts, todo ha sido un fracaso. Ninguno de sus proyectos fue un proyecto ganador. La antigua Convergència había llegado a tener mayoría absoluta en unas elecciones. Ahora, sus herederos son la tercera fuerza y bajando en barrena", explica una fuente que conoce bien a Puigdemont.

Y añade: "Lo que busca Puigdemont en estos momentos es asegurar su futuro personal, que todo parece indicar que consiste en presentarse a unas nuevas elecciones europeas y, si obtiene acta, retirarse luego con una pensión de oro. Incluso podría optar entre la suculenta pensión europea o la vitalicia de expresident de la Generalitat".

Mientras tanto, utiliza el partido para mantener el pulso al PSOE. Y aun cuando no tiene cargo orgánico alguno, Sánchez decidió que debía ser él el interlocutor de los diputados de JxCAT en el Congreso. Ante el reto del socialista, accedió a erigirse como portavoz de Junts, partido en el que le reconocen su ascendencia y su peso político. Además, su irrupción desarbolaba a la presidenta del partido, Laura Borràs, condenada por corrupción y cuya carrera política puede acabar entre rejas.

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Carles Puigdemont utiliza todos los resortes que le brinda el partido para resurgir de sus cenizas. Junts ha organizado incluso, en connivencia con la oficina del europarlamentario, el sorteo de un viaje a Bruselas para el próximo mes de marzo. El premio del sorteo es “visitar el Parlamento Europeo los días 6 y 7 de marzo y los ganadores podrán conocer al presidente Puigdemont y al conseller Toni Comin. El premio incluye los vuelos de ida y vuelta entre Barcelona y Bruselas, el alojamiento (con desayuno incluido) y la cena del día 6 de marzo”.

“¿De verdad alguien cree aún que Junts es una alternativa seria? ¡De feria!”, criticó Pep Fort, el alma mater del grupo Donec Perficiam, un sector particularmente duro que protagonizó una escisión en la ANC. Para la inscripción en el sorteo, se pide la “identidad republicana”, es decir, el número del carné de identidad que vende por internet el Consell de la República. Sin embargo, ese dato no es obligatorio, pues no serviría para acreditar a ninguna persona en la entrada del Parlamento europeo, que exige la identificación con los documentos oficiales de cada país. De ahí que pidan también el número de DNI y su fecha de caducidad.