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El Consell de la República insta a "bloquear" la investidura de Sánchez y deja a Puigdemont contra las cuerdas
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El Consell de la República insta a "bloquear" la investidura de Sánchez y deja a Puigdemont contra las cuerdas

Los críticos ganan la votación de la consulta interna, que decide el boicot a la investidura de Pedro Sánchez por parte del independentismo: un 74,9% de los votantes abogan por el bloqueo

Foto: Carles Puigdemont. (EFE/Olivier Matthys)
Carles Puigdemont. (EFE/Olivier Matthys)

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, está en un brete. La pregunta que se vio obligado a hacer a las bases del Consell de la República sobre el boicot a la investidura de Pedro Sánchez la han ganado los críticos. Los mismos que le vienen avisando de que, a España, ni agua. De los 90.484 censados en el Consell de la República, votaron solo 4.021, que representan al 4,45% de los activistas. Lo malo es que el posicionamiento favorable al boicot de los críticos fue el más votado: un total de 3009 afiliados, el 74,9% de los que votaron, se mostraron partidarios de boicotear la investidura, mientras que 1.004 (el 24,9%) votaron en contra del boicot y el 0,2% (8 activistas) se abstuvieron.

Son datos del propio Consell de la República. La pregunta que los críticos habían logrado someter a las bases era: “¿El Consell de la República ha de promover el bloqueo a la investidura del presidente en el Estado por parte de los partidos independentistas catalanes?”. La alta movilización del sector crítico provocó que el sí ganase con holgura. No obstante, la baja participación se vuelve en contra de los críticos, que hace una semana se volcaron en acusaciones contra Puigdemont, quien logró aprobar su polémica disolución de la Asamblea de Representantes, el falso Parlament del Consell de la República, en una consulta con una participación de solo 5.908 afiliados (el 6,53% del censo).

Foto: Carles Puigdemont en una rueda de prensa. (EFE/EPA/Olivier Hoslet)

Con esa baja participación, los críticos plantearon incluso la falta de legitimidad del resultado. Ahora pueden beber de su propia medicina, puesto que la asistencia a la consulta promovida por ellos es menor. Aun así, pese a que solo han votado 4021 personas en esta consulta, el resultado se acerca peligrosamente al nivel de movilización que tuvo la consulta promovida por el propio Carles Puigdemont.

Con los resultados en la mano, Puigdemont tiene un nuevo problema: oficialmente no tiene luz verde de las bases para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, aunque fuentes independentistas señalan que sí tiene margen de maniobra para negociar y, en última instancia, podría apoyarla a cambio de algunas contrapartidas, como el pacto de una amnistía o un referéndum. Los segmentos más duros del Consell, no obstante, no tragan con eso: la única manera por la que darían luz verde es que Pedro Sánchez reconozca oficialmente el resultado del referéndum del 1 de octubre de 2017 y que reconozca también la declaración de independencia aprobada por el Parlamento catalán el 27 de octubre de ese año. Fuera de ese contexto, los críticos no ven nada con lo que puedan estar de acuerdo. El fugado de Waterloo tiene ante sí un complicado dilema.

De momento, Puigdemont ha de comunicar ese resultado a las direcciones de los distintos partidos independentistas, para que conozcan el resultado de la consulta interna de su órgano. En último extremo, a las cúpulas de ERC y de la CUP el resultado no les afecta lo más mínimo, puesto que no forman parte del Consell, pero en JxCat puede haber un grave problema interno, debido a las intensas correas de transmisión entre el partido y el Consell. En última instancia, depende del propio Junts decidir qué hacer, puesto que la consulta no se hizo entre su militancia y, en principio, tampoco tendría que acatarla. De ese modo, Puigdemont puede jugar la baza de apostar por el boicot desde el Consell y dejar hacer al partido, del que no forma parte de la cúpula dirigente.

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, está en un brete. La pregunta que se vio obligado a hacer a las bases del Consell de la República sobre el boicot a la investidura de Pedro Sánchez la han ganado los críticos. Los mismos que le vienen avisando de que, a España, ni agua. De los 90.484 censados en el Consell de la República, votaron solo 4.021, que representan al 4,45% de los activistas. Lo malo es que el posicionamiento favorable al boicot de los críticos fue el más votado: un total de 3009 afiliados, el 74,9% de los que votaron, se mostraron partidarios de boicotear la investidura, mientras que 1.004 (el 24,9%) votaron en contra del boicot y el 0,2% (8 activistas) se abstuvieron.

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