Junts perdona la vida a Sánchez a cambio de gestionar la inmigración y bonificar el transporte en Cataluña

Junts per Catalunya ha perdonado la vida a Pedro Sánchez a cambio de nuevas cesiones en competencias y más dinero para Cataluña. Los independentistas no han cumplido sus amenazas y no ha votado ninguno de los reales decretos que el Gobierno presentaba ante el Congreso para su convalidación, lo que permitirá salvar dos de ellos. Se trata del decreto ómnibus y la prórroga de las medidas contra la inflación, mientras que la reforma del subsidio del desempleo caerá por el rechazo de Podemos. Los morados son los que han propinado la primera derrota al Ejecutivo de coalición en un revés dirigido directamente a Yolanda Díaz después de que el Gobierno de coalición haya vuelvo a someterse a las peticiones de Junts.

A cambio, Junts logra sacar del primer decreto ómnibus el artículo que le chirriaba por un posible efecto sobre la ley de amnistía. Pero sobre todo logra nuevas competencias políticas y beneficios económicos para Cataluña. "No queremos perpetuar la relación entre España y Cataluña, queremos cambiarla", dijo Miriam Nogueras durante su intervención en el Pleno. Y los cambios responden a asuntos que no estaban en el acuerdo de investidura firmado por el PSOE hace menos de dos meses. En ese tiempo el desgaste para los socialistas se acrecienta al volver a conceder casi todo lo que pedían los de Carles Puigdemont.

El acuerdo hecho público por los neoconvergentes contempla la cesión de la gestión sobre la inmigración a la Generalitat por medio de una ley orgánica, algo que irá asociado al traspaso de la financiación necesaria para ejercer esta nueva competencia. Destaca también la asunción por parte del Estado de la bonificación de los transportes públicos urbanos en Cataluña, que ahora tenían que ser abonados por el Govern, igual que el resto de Ejecutivos autonómicos.

El acuerdo firmado por Junts y el PSOE también recoge la "publicación inmediata" de los datos oficiales para que el Govern pueda calcular las balanzas fiscales, un aumento en los recursos para digitalización de la justicia y el reconocimiento de los "derechos históricos" de Cataluña en materia de régimen local. Sobre el asunto del retorno de las empresas que abandonaron Cataluña tras el 1 de octubre, el pacto incluye una reforma de la Ley de Sociedades del Capital para "que las empresas puedan volver a Cataluña". Los neoconvergentes querían incluir sanciones a las empresas, pero el Gobierno prefiere hablar de incentivos.

Algunas de estas nuevas medidas se incluirán en la tramitación de los decretos como proyecto de ley. La primera norma, el decreto ómnibus, incluía un nuevo artículo 43 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Esta norma, según Junts, podía paralizar el perdón general a los implicados en el procés, pero ya no será así. Gracias a este cambio, el decreto ha salido adelante por 172 votos a favor y 171 en contra y se tramitará como proyecto de ley. En el decreto de medidas contra la inflación, que no ha recibido aún el aval del Congreso al quedar en empate la votación por un error de un diputado de Sumar, Junts también ha colado algunas propuestas, como la eliminación del IVA del aceite al considerarlo un alimento esencial.

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Alejandro López de Miguel

La extraña votación deja a Podemos como protagonista principal de la jornada. Los morados han sumado sus votos con PP, Vox y UPN para dejar al aire la debilidad parlamentaria del Ejecutivo de coalición entre PSOE y Sumar, pero el mensaje es muy llamativo. Pedro Sánchez, que estaba anunciado en el Senado, apareció en el hemiciclo de la Cámara alta una vez que se produjo la confusa votación y antes de que se repitiera la votación del decreto anticrisis.

Poco después de las 15:30, cuando finalizaba el plazo de votación telemática de los decretos, se especulaba con que los siete diputados de Junts habían votado en contra de los tres decretos aprobados en los Consejos de Ministros celebrados entre el 19 y el 28 de diciembre. Con la aritmética que salió de las elecciones del 23 de julio, los votos de Junts son imprescindibles para que el Gobierno saque adelante cualquier norma de su agenda legislativa. En palabras de Miriam Nogueras, portavoz neoconvergente en el Congreso, el Ejecutivo ha llegado a una "situación límite", pero finalmente la ha salvado contra pronóstico.

El Gobierno deberá volver a aprobar en el Consejo de Ministros el decreto del subsidio de desempleo, pero el resto de medidas quedan blindadas. Algunas eran una obligación con la Unión Europea para recibir el cuarto desembolso de los fondos europeos de recuperación, 10.000 millones de euros. También era un compromiso con la UE la reforma del subsidio del desempleo, mientras que las medidas anticrisis debían aprobarse antes del final de año para que pudieran seguir vigentes en 2024.

"Vamos al precipicio", expresaba una fuente de Sumar poco después de que se conociera el resultado de los votos de los 7 diputados de Junts. Dirigente de la formación de Yolanda Díaz, separó la decisión de los independentistas del rechazo de Podemos al decreto con el subsidio al desempleo, en una lectura orgánica de la decisión de los de Ione Belarra. La propia líder de Sumar se encargó de cargar después contra sus antiguos socios por "votar con la extrema derecha". Esta era una coincidencia que en el Gobierno descartaban hace unas semanas, pero los morados no han tenido remilgos para aliarse con PP y Vox para tumbar el decreto del subsidio del desempleo.

"Hasta el rabo todo es todo", decía un dirigente de Ferraz, una actitud que da cuenta del optimismo que los socialistas han mantenido durante toda la jornada. A las 15:24, el ministro Félix Bolaños bromeaba con que todavía "sobraban" seis minutos. La votación telemática estuvo abierta hasta las 15:30, media hora más de lo previsto por un problema técnico que impidió emitir su sufragio a varios diputados. Hasta entonces se apuraron las negociaciones, que comenzaron el martes con una reunión en la que también participó Jordi Turull, secretario general de Junts, que viajó desde Barcelona.

El cambio de actitud

"Todos estamos de acuerdo en que no lo han hecho bien y que cuando se han puesto a hacerlo bien ya era demasiado tarde", ha dicho la portavoz de Junts en el Congreso desde la tribuna del Senado, que alberga el pleno por las obras del hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo. La dirigente independentista recordó a los socialistas que "aún están a tiempo de rectificar", algo que ocurrirá en durante la tramitación como proyecto de ley que se abre ahora en la Cámara baja. A partir de ahora el Gobierno es consciente de que para sacar adelante sus normas tendrá que negociarlas previamente con los de Carles Puigdemont. "Negocien sin trampas y tendrán los votos de Junts", zanjó Nogueras desde la tribuna.

En el PSOE y el Gobierno ya hay desde hace varios días un convencimiento de que hay que "cambiar las formas" para evitar que cada votación en el Congreso se lleve asociado un degaste como el que han sufrido en los últimos días. La estrategia de presión puesta en marcha en los últimos días por Moncloa y Ferraz no ha funcionado con sus socios de la investidura, pero tampoco con el PP, al que apelaron a última hora por su condición de "sentido de Estado". Existe la sensación de que esta votación in extremis será un antes y un después en la técnica legislativa del Ejecutivo de PSOE y Sumar.