La ANC pone en marcha la maquinaria para la elección del equipo que acompañará a Ponsatí

La lista cívica independentista que se enfrentará a JxCAT, ERC y la CUP no tiene marcha atrás: la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha comenzado ya un proceso territorial que trata de consensuar los rasgos básicos de una lista soberanista rompedora, antipactos con España y cuyo objetivo último es hundir a los partidos tradicionales: ERC, JxCAT y CUP. Todo hace indicar que la acabará liderando Clara Ponsatí.

Fuentes cercanas a la ANC señalan a El Confidencial que la lista es ya casi una realidad y que lo que está haciendo la entidad es poner en marcha la maquinaria para materializarla a corto plazo, "aunque hay un sector histórico de la propia ANC que quiere entrar en la lista y que se cuente con ellos". Estas fuentes señalan que el argumento para apoyar el proyecto por parte de al menos dos de los dirigentes históricos y fundadores de la entidad es "preservar las esencias fundacionales de la Asamblea, pero en realidad lo que quieren es entrar en la lista".

La pasada semana, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, y su mano derecha, Uriel Bertran, se reunieron con varias territoriales para darles a conocer lo que pretenden con la lista cívica y recoger "las diferentes opiniones sobre cómo impulsarla". El jueves, mientras Pedro Sánchez era investido con los votos de los independentistas catalanes, la ANC celebraba una reunión en Palau Solità i Plegamans, después de otra celebrada dos días antes en Hospitalet de Llobregat. La intención es implicar a las estructuras territoriales para poner en marcha la lista cívica y darle carta de naturaleza.

Bertran, responsable de la Comisión de Estrategia y Discurso de la organización, además de exdirigente y promotor de Solidaritat Catalana per la Independència (SI), un partido que tuvo cuatro diputados en el Parlament, ya anunció que él no entrará en la lista cívica, sino que dará un paso al lado.

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La actividad interna de la ANC es frenética. El sábado pasado, 150 activistas se reunieron durante todo el día en Barcelona, en el Consejo de Asambleas de Base (CAB), un encuentro anual en el que se comparten experiencias y planes de futuro. La estrella de este año fue "la implementación y difusión de la lista cívica". La propia Feliu, que presidió el encuentro, dijo al respecto que "los debates profundizaron en los proyectos que tenemos en la hoja de ruta, destacando la movilización, las acciones de las asambleas de base y la lista cívica". El CAB discutió, por ejemplo, "aspectos determinantes" de la lista cívica que se está planificando, "como los procesos participativos para escoger a los candidatos o el código ético a que se han de comprometer las personas que presenten candidatura".

Oda a la fractura independentista

En las próximas semanas, las asambleas de base territoriales recibirán un documento oficial con las conclusiones de ese encuentro y las consignas futuras, especialmente respecto a la lista cívica. "Contrariamente a lo que dicen algunos críticos, la lista cívica es un mandato de la hoja de ruta aprobada tanto el año pasado como esta primavera. No es un capricho de la cúpula de la organización, como acusan. Los partidos políticos del 52% [en alusión al supuesto 52% de los votos del independentismo, aunque los tres partidos parlamentarios solo copan el 48% del voto emitido] nos han traicionado y han traicionado el mandato del 1-O. No han querido sacar provecho de la mayoría absoluta que tienen en el Parlament y ahora pactan con el PSOE. Le han dado la vuelta a la situación. Eso les tiene que pasar factura en las urnas".

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Ese mismo día, por la tarde, tenía lugar una conferencia de Clara Ponsatí, la exconsejera de Educación fugada con Carles Puigdemont, que se postula como la cabeza de lista alternativa del independentismo. La conferencia fue organizada por la propia ANC. El viernes, Ponsatí había acudido al programa el Café d’idees, de Gemma Nierga, en el circuito catalán de TVE, donde la activista confesó su alejamiento de Puigdemont y de Junts. "Es evidente que hay una fractura política [con Carles Puigdemont] y yo no me veo con corazón de defender lo que él defiende ahora. Eso me sabe muy mal, pero por una cuestión de coherencia personal, yo no puedo defender algo en lo que no creo". Es el adiós definitivo de la exconsejera de Educación a su exjefe. El camino para el enfrentamiento de ambos en las urnas está expedito.

La conferencia de Ponsatí fue una oda a la fractura independentista. "Los hechos son los que son: hace tiempo que lo único que les preocupa es la competición entre ERC y Junts. Hay una gran competencia para demostrar quién es más bueno pactando, a ver quién saca más concesiones, unos sacan unos trenes, otros sacan una amnistía 2.0 y al mismo tiempo hay una gran competencia para ver quién hace de muleta del PSOE en los ayuntamientos y ya veremos si en el Gobierno de la Generalitat. Yo no habría entrado en esta dinámica de sumisión. ¿Qué se puede hacer ahora? Todos los partidos independentistas han renunciado, pese a tener mayoría en el Parlament, a reanimar la independencia. Por eso hay que intentar revertir esta composición política y ahora mismo hay pocas opciones", explicó a los militantes de la ANC que participaron en la conferencia.

Nuevas herramientas

La activista soberanista echó leña al fuego, apostando por articular una alternativa a los partidos independentistas tradicionales: "Es preciso que haya nuevos partidos o que haya movimientos dentro de los partidos que ya tenemos para reorientar las políticas que están haciendo. Esta segunda opción, que es posible que se acabará expresando, no se ha manifestado en los nuevos movimientos con los que yo discrepo mucho. Entonces, hemos de buscar herramientas para canalizar esta discrepancia en forma de propuesta política". En varias ocasiones, la exconsejera dejó caer que se pone a disposición de la ANC para encabezar una lista cívica.

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Ponsatí y la ANC coinciden en que hay que "romper el bloque político independentista de Parlament", al que acusa de "sumisión frente al Estado español". En esa coyuntura, Ponsatí quiere acelerar los planes, pero matizó que solo podrá arrimar el hombro si se hace la lista cívica a corto plazo: "Yo ya he dicho que si puedo contribuir a que eso pase, lo haré, pero no es una cosa que sea nada fácil. No está garantizado que pase a corto plazo, que es mi horizonte político, porque yo soy una persona mayor y no tengo un horizonte político a largo plazo y no creo que me quede mucho tiempo en ese negocio". Pese a que una de las activistas, desde Estados Unidos, le dijo que el presidente norteamericano tiene 81 años y sigue al pie del cañón, Ponsatí bromeó con esa idea, pero afirmó que no sabe cuánto tiempo podrá estar activa todavía.

"España no nos dará la independencia: o la tomamos nosotros o renunciaremos", dijo Ponsatí

La determinación de Ponsatí es evidente: "Mi convicción es que España no nos dará la independencia: o la tomamos nosotros o renunciaremos. La sumisión es una decisión de los catalanes. Los políticos no nos están ayudando a liberarnos. Hemos estado mucho tiempo explicando por qué queríamos ser independientes y debemos empezar a pensar cómo es que todavía no lo somos". Y afirma que "mi convicción al oponerme al pacto con el PSOE es la convicción íntima de que nosotros no hemos de colaborar con el sistema político español. Nosotros no deberíamos estar en los ayuntamientos con el PSOE. Volver a gobernar Cataluña como se había gobernado antes de que se levantase la ola independentista me parece una razón. La política independentista es una política de resistencia".