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El independentismo radical busca sustituto para Puigdemont y apunta a dos mujeres
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El independentismo radical busca sustituto para Puigdemont y apunta a dos mujeres

Los sectores soberanistas se miran con desconfianza. Todos quieren ocupar el sitio que ha dejado libre su líder, a quien los círculos más beligerantes rechazan ahora, y el foco está en Clara Ponsatí y Sílvia Orriols

Foto: La eurodiputada de JxCAT Clara Ponsatí es una de las opciones más sonadas. (EFE/Marta Pérez)
La eurodiputada de JxCAT Clara Ponsatí es una de las opciones más sonadas. (EFE/Marta Pérez)
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Los sectores independentistas más radicales buscan entre sus líderes a un nuevo timonel que sustituya a Carles Puigdemont, a quien en esos círculos se considera un traidor a la causa. Varios nombres están encima de la mesa, aunque cada uno tiene sus limitaciones, ya sea por motivaciones políticas o por personalismos. Desde la también fugada Clara Ponsatí hasta la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, las alternativas comienzan a estar en la diana de algunas plataformas que quieren un nuevo referente al frente del soberanismo.

La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, tiene ahora el campo abierto para iniciar conversaciones por el territorio con el fin de articular una lista cívica de cara a las próximas elecciones autonómicas. El primer encuentro fue el mismo jueves que Puigdemont hacía público el acuerdo con Pedro Sánchez. Feliu comparecía junto a su mano derecha, Uriel Bertran, el hombre que ha estado moviendo los hilos en la sombra y responsable de la Comisión de Estrategia y Discurso de la ANC, en una “charla informativa” en Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad de Cataluña y clave en el cinturón rojo barcelonés. Si la ANC logra restar la influencia que Junts y Puigdemont tienen en el área metropolitana, el partido posconvergente quedará herido de muerte.

Fuentes cercanas a la ANC consideran que “ahora tiene más sentido que nunca una lista cívica que defienda claramente y sin complejos la validez y legitimidad del 1-O y de la declaración unilateral de independencia”. La lista cívica de la plataforma podría contar con Ponsatí como nueva lideresa, secundada por el filósofo Jordi Graupera, que obtuvo muy buenos resultados como cabeza de la lista de la propia ANC en las municipales de 2019 y que no fue concejal de Barcelona por un puñado de votos.

Foto: Clara Ponsatí, durante la rueda de prensa de Puigdemont, ayer. (Reuters)

En realidad, obtuvo prácticamente los mismos votos que la CUP, lo que da idea de la fuerza que puede tener una nueva formación en el universo independentista. A la papeleta se podrían añadir el exlíder de Podemos, ahora en posturas extremistas soberanistas, Albano Dante Fachin, y el exvicepresidente del Parlament Josep Costa. Estos dos últimos son desertores de las huestes de Puigdemont y en pocas semanas han pasado de ser sus principales defensores a ser sus principales críticos.

La andanada de Ponsatí

Ponsatí, por su parte, no tardó en reaccionar a lo que consideran los radicales “la rendición” de Puigdemont. “Que el primer presidente de Cataluña que nos había dicho que no quería saber nada de España pacte para hacer presidente de España al líder de este PSOE es un menosprecio a la gente que le ha dado su confianza y le ha protegido”, dice en un artículo este viernes en el digital Vilaweb. La fugada no da puntada sin hilo y se ha convertido en una china en el zapato de Puigdemont.

“Hace mucho tiempo que ni ERC, ni Junts, ni la CUP ofrecen alguna alternativa o idea de país fuera de sus batallas para controlar esta o aquella institución, para mantener su dosis de control y visibilidad. Es una situación penosa”, añade. La exconsellera asegura que “los últimos seis años han sido especialmente lacerantes. Por un lado, los partidos se rindieron (…) y porque la retórica independentista de los partidos hacía de cortina de humo de sus renuncias”.

Foto: Carles Puigdemont durante una sesión plenaria en Bruselas. (EFE/Olivier Matthys)

Ponsatí defiende que “el acuerdo de Junts con el PSOE para investir a Sánchez a cambio de una promesa de amnistía es el final de trayecto". "Se trata de una humillación para el país que costará remontar. Incluso aquello que se presenta como una victoria, que en el preámbulo del acuerdo el PSOE suscribe parte de la narrativa nacional que los partidos han construido estos años, es, en realidad, una derrota de alta toxicidad”, añade. Y acaba con una frase que condensa la estrategia de futuro de la fugada: “El país está dispuesto a esta clase de política, pero este pacto lo deja huérfano de representación”.

Lo que viene a decir, como corre por los foros más hiperventilados, “es que nos hace falta fuego nuevo”. O sea, nuevos líderes. Y tampoco lo expresa fehacientemente, pero su andanada contra su exjefe y ahora compañero eurodiputado es una forma de decir "aquí estoy yo para pilotar una alternativa como debe ser", de ofrecerse a encabezar ella el Movimiento —nombre que dan los independentistas al procés—.

placeholder Antoni Comín, Clara Ponsatí y Carles Puigdemont. (EFE/Olivier Hoslet)
Antoni Comín, Clara Ponsatí y Carles Puigdemont. (EFE/Olivier Hoslet)

En esa apreciación de que hace falta savia nueva coinciden amplios sectores del independentismo radical. En las últimas semanas, se ha ido conformando un caldo de cultivo proclive a una alternativa extremista. Pero una parte de ese independentismo radical rechaza la opción de la Asamblea Nacional Catalana. "En estos momentos, la ANC y Òmnium Cultural tienen poca credibilidad. La Asamblea ya tiene la mitad de activistas que hace unos años. Y Òmnium, que puso a una persona para gestionar las altas, debería poner ahora otra persona para gestionar las bajas, porque se le están yendo muchos afiliados. Pese a todo, estamos ante una gran oportunidad para dar vida a un nuevo independentismo sin complejos y sin renuncias. Solo falta saber cómo desarrollarlo", dice a El Confidencial un veterano dirigente soberanista crítico con Puigdemont.

La alcaldesa lideresa

En algunos círculos, se apunta a Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll y lideresa de Aliança Catalana, la fuerza que apisonó a ERC y Junts en esa localidad del Pirineo gerundense las pasadas elecciones municipales. Pero su discurso, considerado xenófobo, es un hándicap. “Sílvia escribe tres tuits al día, pero todos relacionados con el islamismo y la inmigración. Así no va a conseguir nada. Debe ser más racional, restar peso al tema inmigración y dar más peso al tema nacional. Con eso, puede articular un discurso muy potente que atraiga al independentismo que antes apoyaba a Puigdemont”, añaden las fuentes.

Orriols también tiene el problema de que le falta implantación territorial, lo cual es un peligro. “Aunque haya gente que la pueda votar aun sin implantación territorial, corre el peligro de que se le cuelen elementos indeseables y hundan el proyecto. Pero las bases para que Aliança Catalana sea un referente del independentismo están puestas. De hecho, en la ANC tiemblan solo de pensar que se pueda presentar, porque les puede quitar más de la mitad de los votos”, explican las fuentes.

placeholder Sílvia Orriols, tras ser elegida alcaldesa de Ripoll, Girona. (EFE/David Borrat)
Sílvia Orriols, tras ser elegida alcaldesa de Ripoll, Girona. (EFE/David Borrat)

La ventaja que tiene Orriols es que es una cara ya conocida en Cataluña. Y por ello, calculan que los votos huidos de Puigdemont, de ERC y de la CUP más los rescatados de la abstención podrían darle a la alcaldesa de Girona un éxito rotundo “de entre 10 y 15 diputados”. Esta afirmación, para los independentistas parlamentarios, “es exagerada y carece de toda lógica. Al final, a la hora de la verdad, la gente vota opciones posibilistas y racionales y no apuesta por una aventura que nadie sabe a dónde nos puede llevar y que está condenada a desaparecer porque tiene un techo muy bajo. Además, esa alternativa se ha de nutrir de segmentos de la ultraderecha que lastran el proyecto y que representan un peligro para el propio independentismo. Estos círculos radicales no tienen mucha influencia y Puigdemont seguirá siendo un referente en la política catalana”, señalan fuentes parlamentarias independentistas a El Confidencial.

Sea como fuere, el expresident pasará algunos malos ratos: sabe que el extremismo ni olvida ni perdona y él ha pasado a engrosar la galería de traidores a Cataluña.

Los sectores independentistas más radicales buscan entre sus líderes a un nuevo timonel que sustituya a Carles Puigdemont, a quien en esos círculos se considera un traidor a la causa. Varios nombres están encima de la mesa, aunque cada uno tiene sus limitaciones, ya sea por motivaciones políticas o por personalismos. Desde la también fugada Clara Ponsatí hasta la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, las alternativas comienzan a estar en la diana de algunas plataformas que quieren un nuevo referente al frente del soberanismo.

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