Sílvia Orriols, la alcaldesa que quiere echar de Ripoll a los inmigrantes y erradicar el español

Tras una semana de negociaciones a cuatro bandas que resultaron infructuosas, Ripoll cumplirá lo dictado por las urnas y tendrá como alcaldesa a Sílvia Orriols, líder del partido de extrema derecha independentista Aliança Catalana. En la capital de la comarca del Ripollés, con una población que supera las 10.000 personas, votaron 4.622 el pasado 28 de mayo, de las cuales 1.401 se decantaron por la formación extremista.

Esto les otorgó seis de los 17 concejales. La fuerza más votada, pero lejos de la mayoría. Desde entonces, ERC, el PSC, la CUP y Junts se esforzaron por negociar una alternativa conjunta que sirviera de cordón sanitario contra Aliança Catalana. Juntos podrían haber logrado diez concejales, uno más de los necesarios. Sin embargo, el acuerdo se rompió por el lado de Junts, segundo partido más votado, con 760 apoyos. Días antes, Laura Borràs manifestó su apoyo a que gobernase la lista más votada y su negativa a establecer cordones sanitarios.

"Declararemos unilateralmente la independencia y la defenderemos hasta expulsar definitivamente al Estado español de Catalunya"

En realidad, la irrupción de Aliança Catalana coincide con el desplome de Junts, que han pasado de ocho a tres ediles entre 2019 y 2023. Buena parte de su base de votantes se ha trasladado al partido de la nueva alcaldesa. No es el único sitio de Cataluña donde ha sucedido esto: en La Masó, un pequeño pueblo de Tarragona, han pasado de tener 7 concejales de Junts a un alcalde del Front Nacional de Catalunya, otro partido catalanista, de extrema derecha y antiinmigración.

Todo el mundo esperaba que la candidatura liderada por Sílvia Orriols creciera en votos, pero no tanto. La sorpresa saltaba a la hora del escrutinio, cuando Aliança Catalana se hacía con seis de los 17 concejales en Ripoll (Girona) y casi doblaba en votos a la segunda lista más votada, de Junts per Ripoll. El maremágnum entre ultranacionalismo catalán y radicalismo de derecha encontraba así un hueco como nunca antes, basado en el miedo al diferente y una alerta en torno a la inmigración.

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"Declararemos unilateralmente la independencia y la defenderemos hasta expulsar definitivamente al Estado español de Catalunya", reza la primera propuesta que el partido de extrema derecha muestra en su web. "Alcanzaremos el máximo nivel de vida para los catalanes y haremos que la industria vuelva a Catalunya", continúa.

Sobre inmigración y seguridad defienden lo siguiente: "Promoveremos a aquellas políticas inmigratorias que beneficien a los catalanes, no a los extranjeros. Y estableceremos una política de tolerancia cero con la inseguridad ciudadana, el radicalismo islámico y el terrorismo". En cuanto a la sociedad y la familia, desde Aliança Catalana aseguran que defenderá la igualdad ante la ley y el modelo de sociedad y familia catalanas basado en los valores y la educación.

El colectivo magrebí, en la diana

Sobre los valores de Orriols no se puede decir mucho más, queda todo explicitado en sus cuatro años de trabajo como concejala en la oposición del consistorio ripollés. Auspiciada por el Front Nacional, organización en la que nunca militó, pero que le dio su primer cargo como edil. Más tarde, la líder ultranacionalista abandonó dicho partido por priorizar la independencia antes que la cuestión de la inmigración. "Yo no puedo decir que sea de extrema derecha, pero sí que es xenófoba. Ha creado un discurso basado en el miedo con una obsesión clara contra el colectivo magrebí", dice Manoli Vega, candidata de Junts per Ripoll y cabeza de la segunda lista más votada con 760 votos.

Vega es una de las personas que, hasta el último momento, ha tenido en su mano evitar que Orriols se hiciera con el Gobierno del municipio. Para eso, se tenía que dar casi un milagro: que tanto ERC, el PSC, la CUP y Junts se pusieran de acuerdo. "Nosotros intentamos un pacto igual que en cualquier otro sitio, no para echar a nadie sino para gobernar", dice la edil antes de intentar cambiar la imagen que muchos españoles estarán haciendo del municipio: "Yo entiendo lo de los cordones sanitarios, pero lo importante ahora es que somos la capital de comarca con menos delincuencia y la tasa de inmigración no es más alta que en cualquier otro lugar, y no hay miedo en las calles", en sus propios términos.

Orriols, al fin y al cabo, ha estado haciendo ese tipo de política durante cuatro años. Y ha calado. "En muchas casas del territorio, si comemos con amigos, al final hay uno que dice que ha escuchado que a no sé qué extranjero le han dado una ayuda, o que le pagan todo… Eso ha calado hasta el punto de que ha ganado las elecciones", se explaya Vega.

Ni saludar por los pasillos

Las fuerzas de choque que intentan frenar el Gobierno de Aliança Catalana han intentado huir de lo mediático del asunto para centrarse y crear un programa político acorde a lo que todos persiguen: que no falte el trabajo, la vivienda y unos recursos mínimos dignos. Pero claro, eso es como hablar de libertad e igualdad. Nadie se opone a ellas, todo el mundo está a favor. La cuestión es qué significan para cada opción política y de qué forma pretende conseguirlas. "Yo creo que sería muy bueno hacer una reflexión de qué está pasando y por qué la gente ha votado esto, y si la gente se encuentra insegura, pensar qué podemos hacer para que no sea así", añade la propia Vega.

"Si en vez de haber una Silvia hubiera seis... tela marinera"

Esta concejala ha formado parte del partido que ha gobernado el municipio durante los últimos cuatro años, Junts. "Yo solo pienso que si en vez de haber una Silvia, hay seis, tela marinera", sostiene. "Esperamos tener un mandato tranquilo, por el bien de todos", agrega. Vega ha vivido en sus propias carnes el comportamiento de Orriols para con los compañeros del consistorio: "Aunque tengamos ideas diferentes, cuando nos vemos nos saludamos todos. Todos menos ella", explica en sus propios términos.

Por eso, pareciera que el cordón sanitario se lo ha hecho la misma Orriols a sí misma, parafraseando las palabras de la candidata de Junts. "Incluso en alguna moción presentada por Orriols que se podía haber aprobado, el tono y las formas de la exposición hacía que no pudiéramos votar a favor", continúa relatando Vega sobre la líder de Aliança Catalana.

Propuestas imposibles

Más allá de las propuestas que Aliança Catalana postula en su web y contra las que el PSC, ERC y la CUP han firmado un pacto a la espera del apoyo de Junts, también existen dudas de si es mejor no realizar el cordón sanitario debido a sus resultados contradictorios en Europa. Quizá si llegaran al poder, el pueblo podría ver lo imposible de sus propuestas. En este caso, que los inmigrantes tengan prohibido empadronarse y evitar que reciban ayudas sociales, lo que es ilegal.

En lo que respecta al programa económico, Orriols propugna abolir el impuesto de sucesiones y reducir las cuotas de autónomos y del IRPF mientras promoverán la cultura del esfuerzo y del ahorro. A nivel social, Aliança Catalana se decanta por eliminar la protección al colectivo LGTBI y hacer que el catalán sea la única lengua oficial en el término municipal.

Aliança Catalana se decanta por eliminar la protección al colectivo LGTBI y hacer que el catalán sea la única lengua oficial

La localidad de Ripoll se encuentra inserta en el imaginario colectivo español por ser el lugar del que procedía la célula yihadista que en agosto de 2017 atentó en Barcelona y Cambrils, dejando 16 personas asesinadas. "De ahí sale Orriols cuando consiguió un regidor en 2019, del miedo que había en la sociedad auspiciado por discursos como el suyo, que defienden que todos los migrantes son terroristas", dice Vega, la candidata de Junts a la alcaldía.

Sea como fuere, Orriols no siempre tuvo el mismo discurso sobre la inmigración. En una de sus arengas en el Consistorio dijo que "Catalunya lleva 70 años aguantando la inmigración", en clara referencia a los migrantes procedentes de otras partes del Estado español. "Parecía la de 8 apellidos catalanes. La realidad es que yo me llamo Manoli Vega Segura y mis padres eran andaluces y mi nieto se llama Jordi y tiene apellidos catalanes. Así es el mundo", sentencia la edil de Junts.

Parte del pueblo se movilizó

A pesar de haber sido la lista más votada, hay algunos vecinos de Ripoll que no se resignan a ser gobernados por alguien con la vitola de xenófoba y ultranacionalista. Por eso, una convocatoria que no firma ninguna organización en concreto llamaba a concentrarse frente al Ayuntamiento el mismo sábado 17 de junio, día de la toma de posesión de la nueva corporación, a las 11:00 horas. "En contra del fascismo y la intolerancia" era el llamado a acudir, dejando claro que "Ripoll no es una villa de exclusión y odio sino tierra de paso y acogida".

En el comunicado por parte de los convocantes, quienes han pegado algunos carteles por el municipio y repartido panfletos en diversos buzones, según fuentes internas del consistorio, afirman que existe cierto malestar generado por la crisis económica, el encarecimiento de los alimentos, el difícil acceso a la vivienda y la violencia de género. "El partido que ha ganado las elecciones da como solución a todo el odio y la discriminación a las personas migradas. Las demoniza y las hace culpables de los problemas sociales que vivimos", responden en el mismo texto.

Sin embargo, no han podido alterar de ninguna forma el curso de los acontecimientos. Alrededor de mediodía de este sábado, Orriols alzaba el bastón de mando que la convertía en máxima responsable política de Ripoll.