Jaume Collboni, alcalde por sorpresa del PSC en Barcelona gracias a los votos del PP

El candidato del PSC, Jaume Collboni, ha logrado la elección como alcalde de Barcelona. Quedó segundo. Pero era el único que, siendo segundo, podía urdir una mayoría alternativa. Los Comunes se retiraron a última hora y sacrificaron la candidatura de Colau. También entrar en un Gobierno de coalición, como les había ofrecido Collboni. El PP optó por apoyar con sus cuatro votos al candidato del PSC.

Xavier Trias, que iba a dar la alcaldía al independentismo, se quedó con su gozo en un pozo. En un pleno con Artur Mas, Laura Borràs, Quim Forn y Jordi Turull, el candidato del PSC fue el ganador. Al final, el PP tuvo la llave de la ciudad, como en su día dijo Alberto Núñez Feijóo.

Tras el giro de los Comunes, a una hora del pleno, se cumplían las dos condiciones que había puesto el PP para votar a Jaume Collboni y evitar, así, que el independentismo se cobrase una victoria tan importante como el Ayuntamiento de Barcelona. Los Comunes renunciaban a entrar en coalición con los socialistas y la caída de la figura de Ada Colau.

Ahora Collboni tendrá que gobernar con 10 ediles, algo muy complicado en una ciudad como Barcelona. Collboni recibió la decisión con gesto serio. En la Plaza Sant Jaume, el centenar de personas que habían acudido a jalear a Xavier Trias como alcalde empezaron a silbar. Silbido que se oía desde el Pleno. Era la tercera vez que Collboni se presentaba a la alcaldía.

Daniel Sirera tomó la palabra en su discurso para justificar su voto. "Siempre me enseñaron a cumplir con la palabra dada. Dije que no haría alcalde a un separatista ni permitiría que los Comunes estuviesen otra vez en el Gobierno municipal. En un ejercicio de responsabilidad, hemos votado a un alcalde que no es independentista. No ha sido fácil apoyar a nuestro principal rival en España a días de unas elecciones generales".

Xavier Trias, por su parte, intentó ser elegante, pero no pudo. "Las elecciones son eso. Unos ganan y unos pierden. Se ha de saber ganar y perder con elegancia", dijo al principio. Pero no tuvo nada que ver con su final: "A ver si, de una vez, dejamos de hacer burradas y nos ponemos a construir país. Pasan las cosas que pasan porque ustedes hacen tonterías. Ustedes crean un ambiente de 'si no salgo alcalde que os zurzan a todos'. Les da vergüenza mirarme a la cara. Yo me voy a casa. Yo me voy con la conciencia tranquila. Ustedes se van sabiendo que han hecho cosas que no deberían".

Perdedores enfadados

Más enfadado en el Pleno que Trias, solo había una persona. Ernest Maragall. Su discurso fue todavía más duro: "Este pleno no tiene que ver ni con la ciudad de Barcelona ni con la derecha e izquierda. Este Pleno solo tiene que ver con el poder descarnado. Un poder tomado por las altas instancias de espaldas a las decisiones democráticas".

"Es un espectáculo indigno para esta institución. Un acuerdo contrario a lo que quiere esta ciudad. Los que se llaman progresistas vuelven a enviar el mensaje de todo vale. La ciudadanía que decidió cambio será la que le hará oposición. La ciudadanía no le perdonará esto", Ernest Maragall avisó al nuevo alcalde, ahora alineado en las filas de ERC.

Ernest Maragall calificó el ultimo giro de acontecimientos de "acto indigno"

Ante este clima de enfado, Collboni se intentó mostrar conciliador. "Cuento con todos ustedes. Voy a ser el alcalde de todos y todas. La ciudad irá hacia adelante en un modelo en el que la mayoría se pueda sentir representado". No hubo concreciones. Ni sobre movilidad, ni del aeropuerto, ni el tranvía. Solo dijo una cosa: "La vivienda será la gran prioridad y seremos la primera ciudad en desplegar la nueva Ley de Vivienda del Gobierno de España. La vivienda es el objetivo número uno".

La acritud de Colau

Mientras que Trias y Maragall estaban claramente indignados, los de Ada Colau mostraron amargura. Sobre todo contra Collboni, el hombre al que habían votado los suyos. Dirigiéndose al ya nuevo alcalde le espetó: "Usted nos propuso el viernes un pacto secreto que tendría el apoyo del PP. Y por eso vamos directos a la oposición. Con diez regidores es imposible gobernar la ciudad de Barcelona".

Colau le echó en cara no haberse querido sentar a hablar con Ernest Maragall y le aseguró que los Comunes "no dejaremos de luchar por el objetivo de una gobierno de izquierdas por la ciudad. Collboni no quiso hacer una reunión a tres. Nosotros hemos votado a Collboni como un mal menor. Lo nuestro no es un voto antiindependentista. Nuestro voto no es clave nacional. Es un voto por nuestro modelo de ciudad".

Pleno tenso. Gente gritando en una Plaza Sant Jaume que estaba muy lejos de estar llena, algo que sí pasó hace cuatro y ocho años y un clima extraño para este golpe de mano del PSC para conseguir la alcaldía de Cataluña.