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Ernest Maragall consuma su venganza al PSC tras 25 años de choques
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Acuerdo ERC-JxCAT en Barcelona

Ernest Maragall consuma su venganza al PSC tras 25 años de choques

Trias gobernará gracias a ERC. El pacto de Barcelona tiene muchas claves personales. Ernest Maragall no podía salvar el honor de la izquierda republicana si el precio era devolver a los socialistas la capital

Foto: Ernest Maragall junto a Oriol Junqueras el día de las elecciones del 28-M. (EFE)
Ernest Maragall junto a Oriol Junqueras el día de las elecciones del 28-M. (EFE)
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Ernest Maragall consumará hoy 25 años de choques y enfrentamientos con el PSC. Encabezando la candidatura de ERC, su acuerdo para dar apoyo a Xavier Trias (JxCAT) a cambio de ser teniente de alcalde tiene un punto shakespeariano. Hacer a Trias alcalde, sea por activa o por pasiva, cierra un ciclo vengativo largamente gestado. Los socialistas nunca le habían perdonado su salida y él tampoco lo hizo, como probaron sus ataques dialécticos a Jaume Collboni durante la campaña. No es solo su tardía conversión al independentismo. Es toda una historia de desencuentros con un partido que le dio todo a la familia Maragall, pero que al final acabaron sumidos en una espiral de resentimiento político y personal.

Para el hermano mayor de Pasqual, este paso final de Ernest Maragall (80 años) tiene todo el sentido. Y no por un frente independentista, sino por el modo en que Pasqual Maragall se tuvo que marchar a Roma en 1997 a ejercer de profesor, después de haber sido el mejor alcalde de la ciudad, en la que Ernest le acompañó como concejal de Economía. Su alejamiento del PSC fue progresivo, con el punto dramático del diagnóstico de alzhéimer a su hermano. A medida que Pasqual ya no era el que era, el país viraba hacia el independentismo y Ernest ya no encontraba su sitio político y seguramente tampoco el personal.

Foto: Martín Blanco, en una imagen de archivo. (EFE/Toni Albir)

Así que un gobierno municipal con Xavier Trias de alcalde y Ernest Maragall de teniente de alcalde es el broche final a una espiral de enfrentamientos con el PSC. Ernest Maragall gana y el PSC pierde la alcaldía de Barcelona, la piedra sobre la que Salvador Illa pretendía construir su iglesia. Los socialistas son muy conscientes de que el socialismo catalán difícilmente podrá conquistar Cataluña si antes no tiene la capital.

En 2006, Pasqual Maragall no repite como presidente de la Generalitat. José Montilla compensa a su hermano nombrando a Ernest conseller de Educación, ya que con Pasqual en el Palau había sido secretario del Govern. Sin embargo, ya la relación con el PSC estaba más basada en el resentimiento que en un proyecto político en común. A partir del 2011, Ernest Maragall se queda aislado en el Parlament. El independentismo ya está avanzado y con el olfato que siempre le había caracterizado pide libertad de voto.

Su propio partido

En 2012, rompe con el PSC y monta su propio partido bajo el nombre de Nova Esquerra, que ha de servir de paraguas a los socialistas que están a favor de un referéndum, el denominado "derecho a decidir". El partido no tuvo mucha trayectoria, de modo que acabó en la órbita de Oriol Junqueras, ya entonces preocupado por ampliar la influencia de ERC más allá de sus siglas.

Ernest Maragall pasó de mano derecha de su hermano a 'conseller' de Quim Torra

La aplicación del 155 en Cataluña en 2017 es la piedra de toque para que Ernest Maragall dé el salto a las listas de los republicanos. En 2018 abre la legislatura como diputado "de edad", con un discurso a favor del independentismo. Sentados en sus escaños, Miquel Iceta y sus antiguos compañeros aguantaron el chaparrón impertérritos. Pero la distancia entre Ernest Maragall y el PSC ya era tan abismal como insalvable.

El colofón fue cuando Ernest Maragall aceptó ese mismo año convertirse en conseller de Exteriors de Quim Torra. Lo hacía en representación de ERC, pero ya no había vuelta atrás.

De vuelta a la alcaldía

De vuelta a asaltar la alcaldía, la misión que le encargó Oriol Junqueras se saldó con dos fracasos. El primero, por culpa de Manuel Valls, cuando Ernest Maragall ganó las elecciones municipales en 2019. En política muchas veces pasa que el precedente anterior marca el actual. Pero que hubiese un pacto para desplazar al ganador entonces no quiere decir que va a repetirse ahora. Lo que ha cambiado de verdad es que en 2019 Ernest Maragall ganó y ahora ha perdido. Y como perdedor solo puede dar paso a Trias. Entre los dos gobernarán Barcelona y sumarán 160 años. Y sobre todo, se vengarán. Trias de Colau y Ernest Maragall del PSC. Puro Shakespeare.

Ernest Maragall consumará hoy 25 años de choques y enfrentamientos con el PSC. Encabezando la candidatura de ERC, su acuerdo para dar apoyo a Xavier Trias (JxCAT) a cambio de ser teniente de alcalde tiene un punto shakespeariano. Hacer a Trias alcalde, sea por activa o por pasiva, cierra un ciclo vengativo largamente gestado. Los socialistas nunca le habían perdonado su salida y él tampoco lo hizo, como probaron sus ataques dialécticos a Jaume Collboni durante la campaña. No es solo su tardía conversión al independentismo. Es toda una historia de desencuentros con un partido que le dio todo a la familia Maragall, pero que al final acabaron sumidos en una espiral de resentimiento político y personal.

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