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Cargos del PP exigen que Trias "renuncie ante notario" a la independencia para dejarle paso
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Recelan del regreso de la vieja Convergència

Cargos del PP exigen que Trias "renuncie ante notario" a la independencia para dejarle paso

Tensión en el partido por el planteamiento de Génova de votarse a sí mismos, que permitiría al candidato de Junts gobernar. Los empresarios presionan a Feijóo para que apoye al exconvergente

Foto: Juanma Moreno y Daniel Sirera saludan a Xavier Trias. (EFE/Quique García)
Juanma Moreno y Daniel Sirera saludan a Xavier Trias. (EFE/Quique García)
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El 28-M fue un revulsivo para el PP. No solo ganó las elecciones, sino que la aritmética le permitirá arrebatar al PSOE casi todo el poder territorial mediante pactos. El adelanto electoral de Pedro Sánchez ha llevado a Alberto Núñez Feijóo a dar la orden a sus barones de aplazar los acuerdos hasta después del 23-J. Vox es la llave de buena parte de los gobiernos, pero también un compañero "tóxico", así lo entienden en la dirección nacional, de cara a las parlamentarias. En las comunidades autónomas no hay plazos establecidos, pero los ayuntamientos obligarán a los populares a enseñar sus cartas el próximo sábado. En el caso de Barcelona, Feijóo tiene mucho que perder y poco que ganar. La disyuntiva es diabólica: o es alcalde Xavier Trias, de Junts, o el socialista Jaume Collboni, que podría acabar con Ada Colau de número dos.

El resultado de las urnas ha hecho que el puzle sea harto complicado. Junts suma 11 concejales, el PSC 10, los comunes nueve, ERC cinco, PP cuatro y Vox dos. Los de Oriol Junqueras ya han advertido de que no apoyarán a Collboni, por lo que, según establece la ley, Trias sería alcalde si no hay una mayoría alternativa. Aquí entra en juego el PP. Como informó el pasado martes El Confidencial, tanto desde Génova como el candidato por Barcelona, Daniel Sirera, han abonado la idea de que su intención es que los populares se voten a sí mismos. El argumento es que se mantendría la promesa de campaña de no votar a un independentista y sacar a Colau de la institución. En la práctica, supone allanar el camino para que el partido de Carles Puigdemont se haga con la alcaldía.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), y el candidato popular a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera. (EFE/Toni Albir)

En las filas populares existe un importante debate sobre este planteamiento de la dirección nacional. "O Trias nos firma ante notario que renunciará al independentismo o hay que votar en contra", advierten. Reconocen que el exalcalde de Barcelona no es lo mismo que el expresidente fugado, pero temen que con un Gobierno de Feijóo estalle una nueva ofensiva soberanista y se les mire como los que dieron la alcaldía a un independentista. "En política, no puedes confiar a los demás tu propio destino", señala un alto cargo de Mariano Rajoy que sufrió en sus carnes la moción de censura.

El sector que pide "precaución" antes de abrir la puerta a Junts ve en Collboni la "opción menos mala" y mantiene que también serviría para dejar sin discurso al PSOE cuando les acuse de pactar con la ultraderecha. El sábado hay ayuntamientos importantes, como el de Valladolid, donde el PP necesitará el apoyo de Vox para arrebatar a los socialistas las alcaldías. Asimismo, alertan de que los de Santiago Abascal harán bandera contra Feijóo si permite que Trias sea alcalde. Incluso se contempla que Vox diese sus votos al PSC para retratar al PP.

Un sector del PP ve a Collboni la "opción menos mala". Apoyarle, dicen, dejaría sin discurso a Sánchez sobre sus pactos con Vox este sábado

El ala más pragmática del PP avala la tesis que hasta ahora se ha venido defendiendo desde Génova de abrir un nuevo escenario en Cataluña. Matizan que votarse a sí mismos no es lo mismo que entregar los concejales a Junts. Los empresarios han venido presionando a Feijóo desde la necesidad de recuperar la Barcelona previa a Colau. Han trasladado al líder popular que Trias no está por la labor de seguir la senda soberanista. Esta operación empresarial pasa por dibujar a Junts como la nueva Convergència. Un partido capaz de votar en el Congreso junto al PP y recuperar un peso en Madrid que ahora les ha arrebatado ERC. Aunque la sombra de Puigdemont desde Waterloo pone en cuestión esta tesis.

El ascendente de Puigdemont en Junts complica esta apuesta de las élites catalanas. El fugado sigue controlando el partido y si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) falla a su favor el próximo 5 de julio, podría regresar a España y beneficiarse de la rebaja de penas en el delito de sedición. Con el prófugo de vuelta, cualquier giro de Junts hacia postulados más conservadores parece imposible.

Foto: Xavier Trias, en un acto de su campaña electoral. (EFE/Marta Pérez)

En paralelo, hay una negociación entre Trias y Collboni para cerrar un acuerdo por el que se repartirían el ayuntamiento dos años cada uno. Aquí, además de Barcelona, las conversaciones incluyen la Diputación y los consistorios de Lleida y Tarragona. Este acuerdo a varias bandas daría un respiro a los populares, que serían irrelevantes, dado que el PSC y Junts lograrían una mayoría de 21 concejales.

Feijóo tendrá esta semana una nueva prueba como líder del PP. En sus planes de ensanchar el PP, está cerrando acuerdos con formaciones como Coalición Canaria y desde que desembarcó en Madrid ha intensificado los contactos con el PNV como posible socio a futuro en la Cámara Baja. El gallego espera alcanzar una "mayoría necesaria" que le permita ocupar la Moncloa sin Vox e ir sumando muletas en cada momento de la legislatura.

De su posición en el Ayuntamiento de Barcelona también se leerá qué proyecto tiene para el PP en Cataluña, donde necesita ganar espacio. Con la desaparición de Ciudadanos, se abre una oportunidad. Tras las generales, reestructurará el partido y el nombre de la eurodiputada Dolors Monserrat suena como favorita para tomar las riendas del partido que ahora lidera Alejando Fernández, quien ha declinado ir en las listas al Congreso. El primer asalto es el sábado. Desde Sociedad Civil Catalana, ya han pedido a Feijóo que impida a Trias ser alcalde.

El 28-M fue un revulsivo para el PP. No solo ganó las elecciones, sino que la aritmética le permitirá arrebatar al PSOE casi todo el poder territorial mediante pactos. El adelanto electoral de Pedro Sánchez ha llevado a Alberto Núñez Feijóo a dar la orden a sus barones de aplazar los acuerdos hasta después del 23-J. Vox es la llave de buena parte de los gobiernos, pero también un compañero "tóxico", así lo entienden en la dirección nacional, de cara a las parlamentarias. En las comunidades autónomas no hay plazos establecidos, pero los ayuntamientos obligarán a los populares a enseñar sus cartas el próximo sábado. En el caso de Barcelona, Feijóo tiene mucho que perder y poco que ganar. La disyuntiva es diabólica: o es alcalde Xavier Trias, de Junts, o el socialista Jaume Collboni, que podría acabar con Ada Colau de número dos.

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