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El tridente de Dolors Feliu para hacerle un roto a Puigdemont y a Aragonès
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El tridente de Dolors Feliu para hacerle un roto a Puigdemont y a Aragonès

"La presidenta está entusiasmada con Ponsatí y Graupera para que formen la cúpula de su lista cívica", dicen los soberanistas sobre las ambiciones de la lideresa de la ANC

Foto: La presidenta de la ANC, Dolors Feliu. (EP/Kike Rincón)
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu. (EP/Kike Rincón)

El control ideológico de la cúpula de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) es ya una realidad palpable. Algunos activistas se quejan tanto en público como en privado de que la organización está férreamente controlada por Feliu, que hace servir a un puñado de acólitos para evitar que se pueda tomar alguna iniciativa que no sea de su agrado. El jefe de esa potente maquinaria es Uriel Bertran, que es en realidad la mano que mece la cuna en la organización, a quien ha encargado que prepare una consulta interna para que salga adelante una lista cívica que se enfrente a ERC y a JxCat en las próximas autonómicas. Se trata de dar un correctivo al republicano Pere Aragonès y al posconvergente Carles Puigdemont por no haber acatado las directrices emanadas desde la ANC. Es un órdago en toda regla.

A mediados de septiembre, Feliu, junto al secretario de Incidencia Política, Josep Lluís Rodríguez, se reunía en la sede de la entidad con la nueva cúpula del pequeño partido Solidaritat Catalana per la Independència (SI): asistieron por parte de esta organización su secretario general, David Folch, el secretario de Estudios, Programas y Estrategia, Lluís Tenas y el secretario de Relaciones Institucionales e Internacionales, Francesc Fíguls. A nadie debería extrañarle: los tres son compañeros de partido de Uriel Bertran, la mano derecha de Feliu. Además, SI fue un partido que entre 2010 y 2012 mantuvo cuatro diputados en el Parlament de Cataluña. El apoyo de organizaciones radicales es fundamental en la estrategia de Feliu y de su equipo.

Foto: La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu. (Europa Press/Lorena Sopêna)

Fuentes independentistas señalan que lo que está preparando la presidenta de la ANC es un tridente para presentarse a las próximas elecciones autonómicas. "Ha dado órdenes a su equipo para que preparen una consulta interna que ellos mismos controlarán. Ya se sabe, pues, qué resultado tendrá la consulta, pero de ese modo tiene la excusa perfecta para confeccionar una lista cívica, diciendo que ha sido la voluntad de los militantes el enfrentarse a los partidos políticos tradicionales en las elecciones", subrayan las fuentes. La operación se hace con tiempo para que un eventual adelanto de los comicios no la pille desprevenida.

"Ha dado órdenes a su equipo para que preparen una consulta interna que ellos mismos controlarán"

Una presidenta entusiasmada

Otra fuente relata que "Feliu está entusiasmada y cuenta con dos nombres de peso del independentismo dispuestos a dar la cara. Una es Clara Ponsatí, la compañera de fuga de Carles Puigdemont. Ponsatí está loca por participar en unas elecciones en los puestos de cabecera. Es más: podría ir de segunda, si al final no encabeza ella la lista. En realidad, se ha ofrecido, como si fuese un sacrificio, a ser la candidata. El otro nombre es Jordi Graupera. Estos dos, junto a Feliu, serían el tridente de la ANC para una contiende electoral". El filósofo Graupera ya fue el cabeza de lista por Barcelona en las elecciones municipales del 2019 y obtuvo más de 28.000 votos, 1.000 menos que la CUP. Ambas formaciones quedaron fuera del consistorio por un puñado de sufragios. La intención es realizar la misma maniobra, pero en unas elecciones autonómicas. "Ya tienen todo preparado -dice a El Confidencial una fuente interna de la organización-. Pero ese tridente será un peligro público, porque no tienen sentido de la realidad. Viven en un mundo aparte y están totalmente fuera de la normalidad".

Sin embargo, a estos nombres se les podrían añadir otros en un futuro, ya que hay damnificados de otros partidos que están en el punto de mira del equipo de Feliu para la aventura electoral. En concreto, podría haber diputadas de una formación independentista que podrían ser tocadas para la nueva aventura. Y tampoco se olvidan de Bertran. "Es ambicioso y quiere entrar de nuevo en el Parlament por la puerta grande", dicen de él. Al parecer, reclama un puesto en los primeros lugares, prometiendo toda la maquinaria de su partido, SI, a favor de la causa.

"Lo que pretenden hacer, según explican ellos mismos, es un partido más puro, de corte radical, con un marcado perfil soberanista e intransigente. De hecho, tal y como está concebido, tiene un techo muy limitado, aunque es cierto que podría tener un nicho de votos que podríamos llamar casi antisistema que sería muy fiel. Pero ellos mismos saben que su techo podrían ser tres o cuatro diputados. La estrategia, no obstante, es mantenerse ahí para ir ensanchando ese nicho extremista y convertirlo en una fuerza de referencia. Eso no es fácil y se corre el riesgo de fracasar estrepitosamente".

"Que no ponga en riesgo a la ANC"

Fuentes del sector más radical explican a El Confidencial que no se oponen a que Feliu y su equipo quieran realizar una incursión en la política. "Pero que no pongan en riesgo a la ANC. Que no lo hagan en nombre de la ANC. Que creen un partido y se presenten. La ANC es otra cosa: es una organización transversal, donde tienen cabida todas las ideologías independentistas y que no se ha de meter en política”, explican estas fuentes.

La lucha es feroz. Desde algunos sectores de la ANC se acusa a los partidos de querer muerta a la organización de Dolors Feliu. Pero desde los partidos responden que la cúpula de la Asamblea se lo ha buscado y hace méritos a diario para ese rechazo. "Lo que tendría que ser es una entidad cívica que tirase de los partidos y les recordase cuál es su misión. Pero no solo funciona como un partido, sino que trabaja como un partido, asumiendo funciones que no le corresponden. Intenta mandar en los restantes partidos y amenaza con presentarse a las elecciones. ¿Hay alguna prueba más clara de su naturaleza?", critica una fuente de uno de los partidos independentistas.

Foto: La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu. (Europa Press/Lorena Sopêna)

Esa lucha se hace más enconada si tenemos en cuenta que hay un grupo de antiguos dirigentes que maniobra en la sombra para poder tener peso e incluso controlar la lista. Entre esos nombres se citan a Miquel Sellarès y Pere Pugès, dos de los fundadores de la organización hace más de 10 años. "Están a un lado, pero siguen manejando determinados hilos y tejiendo contactos para no perder comba. Aunque en un principio se habló de que pudiesen encabezar ellos una lista cívica, eso parece poco probable ahora, y menos teniendo en cuenta que Feliu y su equipo controlan todos los resortes de la ANC".

En el interior de la ANC, los críticos están arrinconados y claramente barridos. El sector antiFeliu, agrupado en el colectivo Indesinenter, renunció, justo antes de verano, a una recogida de firmas dentro de la ANC porque no pudo acceder al censo de la entidad: Feliu y los suyos vetaron ese acceso y así salvaguardaron a la presidenta. En febrero, dimitieron 13 miembros del secretariado, en la mayor fractura de la cúpula vista hasta ahora. Pero otros tantos se quedaron dentro, agazapados, para no perder de vista a Feliu y tratar de marcarla de cerca. Los críticos aseguran que la ANC “ha de emprender un nuevo rumbo, con un nuevo liderazgo realmente democrático, asambleario y participativo”. Sin embargo, no saben cómo pararle los pies, porque ella campa a sus anchas.

Opiniones encontradas

"Se toman decisiones desde la cúpula sin consultarlas con el secretariado, como dicen los estatutos y como se ha hacho siempre. Pero el pequeño grupo que ha secuestrado a la organización pasa de las normas. Hasta ahora, todas las decisiones se hacían por escrupuloso consenso. La consecuencia de ese autoritarismo es el desencanto de la gente y la disminución de la militancia. En realidad, no sabemos en estos momentos cuántos militantes siguen pagando su cuota, pero nos tememos que son bastantes menos que hace unos años", dicen los críticos.

Además, resaltan el hecho de que "la asistencia a la Diada de este año no fue un éxito. Hubo al menos un 30% menos de asistencia que el año pasado, lo que debería hacer recapacitar a la cúpula. Pero, en cambio, contraatacó diciendo que había 100.000 personas más, lo que ni ellos mismos se creen. La ANC, tal y como funciona, está condenada a la irrelevancia".

Los más cercanos a la línea oficialista de la organización afirman, en cambio, que "lo que se ha hecho es plantar cara a los partidos, evitando que la ANC se convirtiese en una sectorial de ERC, Junts y la CUP destinada solo a movilizar la calle. La ANC ha planteado la idea de la lista cívica precisamente para no ser prisionera de los partidos procesistas". Así las cosas, Feliu tiene una ardua misión por delante para llevar a cabio su proyecto, enfrentándose no solo a las grandes formaciones soberanistas, sino a una oposición interna que le podría poner palos en las ruedas e incluso provocar una escisión aún mayor en la entidad. Su batalla no únicamente contra España.

El control ideológico de la cúpula de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) es ya una realidad palpable. Algunos activistas se quejan tanto en público como en privado de que la organización está férreamente controlada por Feliu, que hace servir a un puñado de acólitos para evitar que se pueda tomar alguna iniciativa que no sea de su agrado. El jefe de esa potente maquinaria es Uriel Bertran, que es en realidad la mano que mece la cuna en la organización, a quien ha encargado que prepare una consulta interna para que salga adelante una lista cívica que se enfrente a ERC y a JxCat en las próximas autonómicas. Se trata de dar un correctivo al republicano Pere Aragonès y al posconvergente Carles Puigdemont por no haber acatado las directrices emanadas desde la ANC. Es un órdago en toda regla.

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