Es noticia
Gritos, mal ambiente y puñales en Junts: los de Puigdemont se preparan para una Ejecutiva atroz
  1. España
  2. Cataluña
Críticas

Gritos, mal ambiente y puñales en Junts: los de Puigdemont se preparan para una Ejecutiva atroz

Borràs acusó a gritos al presidente del grupo parlamentario de "tirar la piedra y esconder la mano" para cargarse a su principal apoyo en el Parlament de Catalunya

Foto: Laura Borràs, Jordi Turull, Puigdemont y Míriam Nogueras. (EFE/Dani Rovirosa)
Laura Borràs, Jordi Turull, Puigdemont y Míriam Nogueras. (EFE/Dani Rovirosa)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las aguas en el río de Junts per Catalunya (JxCAT) bajan muy revueltas. Los enfrentamientos entre las diferentes familias que componen el partido que preside Laura Borràs son cada vez más duros y desagradables. El último episodio se vivió en la crisis protagonizada por la integrante de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula, uno de los pocos apoyos (y el principal) de Borràs en la cámara legislativa. Madaula, que ya ha tomado varias decisiones sin consultar a su grupo parlamentario, no va por libre, como podría parecer a primera vista: sigue directrices de Borràs, dispuesta a marcar perfil propio en la formación y a pisar fuerte.

El episodio de Madaula, tras el último desmarque de la diputada, reunió en una misma sala a Borràs y al presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, en un ambiente más que tenso. Ahí hubo discusiones a gritos. "La tensión se palpa, porque Borràs dice que no se siguen las directrices aprobadas por la cúpula del partido, aunque Batet está siempre en contacto con Jordi Turull [secretario general] y no da ningún paso sin consultárselo".

La reunión venía al caso de la guerra reabierta en la formación por el caso Madaula, es decir, por las acusaciones a esta diputada que goza de la protección de Borràs. Más de 20 diputados firmaron una carta exigiendo a Madaula dejar sus cargos como secretaria de la Mesa del Parlament y como vicepresidencia del partido. La misiva no fue firmada por los dos diputados de Demòcrates de Catalunya que iban en las listas de Junts, por entender que la fricción era una cosa interna del partido posconvergente.

Tampoco por otros siete diputados que apoyaron a la presidenta y por Albert Batet, que se abstuvo como presidente del grupo y por ser el destinatario de la carta. No obstante, la presidenta de la formación aprovechó para echar en cara al presidente del grupo parlamentario de "tirar la piedra y esconder la mano".

Aprovechar que el PDeCAT desaparece

De hecho, fuentes de JxCAT señalan a El Confidencial que Batet no es partidario de tensar más la cuerda y que "se pone de perfil cuando hay un conflicto con los afines a Borràs, lo cual suele ser bastante a menudo". El pulso dentro del partido es tremendo y Turull está dispuesto a aprovechar la desaparición del PDeCAT para atraer a sus cuadros hacia Junts. Consciente de que no podrá crecer si no es hacia un espacio moderado, el antiguo dirigente convergente aspira a articular la nueva Convergència en torno a las ruinas de Junts en la era pos-Puigdemont.

La negociación con el PSOE no ha calmado las aguas. En la ronda de negociaciones, Turull ha hecho entrar a Míriam Nogueras, líder de JxCAT en el Congreso y persona de su total confianza. Ello le supondrá un apoyo importante no solo ante el PSOE, sino ante el propio Carles Puigdemont, que también forma parte del grupo negociador. En su pulso con Borràs, el fugado expresident se ha mantenido neutral hasta ahora.

placeholder Puigdemont saluda a la presidenta de Junts, Laura Borràs. (EFE/David Borrat)
Puigdemont saluda a la presidenta de Junts, Laura Borràs. (EFE/David Borrat)

Lo cierto es que Puigdemont rompió lazos emocionales con Laura Borràs hace más de un año. Internamente, llegó a exponer que el atrincheramiento de la presidenta de Junts en su cargo de presidenta del Parlament era un error garrafal, porque desprestigiaba a la institución y al partido. De hecho, en la foto de Navidad que la cúpula de Junts fue a hacerse a Waterloo en diciembre de 2022, Borràs era la gran ausente, aunque sí estaba presente Jordi Turull. Tras su condena por corrupción, las relaciones se enfriaron definitivamente, convirtiéndose Junts en un partido de cohabitación interesada.

Y pese a que Madaula es una persona cercana a Puigdemont (hasta el punto de que está en el govern del Consell de la República), el expresident ha mantenido un absoluto mutismo sobre el conflicto, aunque una fuente interna explica que quiere que se solucione cuanto antes mejor.

La situación dentro de Junts es de tirantez y, según coinciden en señalar varias fuentes a El Confidencial, las navajas pueden salir a relucir en la ejecutiva que Junts celebrará el próximo 18 de diciembre. "No se piden dimisiones ni grandes sacrificios, solo lealtad. Hay un sector que no es leal y esa situación hay que corregirla. Turull es consciente de que no podrá gobernar nunca con un partido escorado al extremismo y quiere volver a la centralidad. Puigdemont no es reacio a esa idea, porque ha visto cómo el partido se ha ido hundiendo más y más en cada contienda electoral", aclaran.

Foto: Borràs atiende a al prensa en una manifestación del pasado enero. (EFE/Alejandro García)

Lo único que lo puede "salvar" es "un golpe de timón", pero creen que se ha de hacer "con tiempo y aprovechando las circunstancias". En estos momentos en que el PDeCAT "ha pasado a mejor vida", es hora de "atraer a su militancia antes de que se disperse hacia otras formaciones y se pierda ese espacio que no deja de ser independentista", zanja una de las fuentes. En resumen: o ahora o nunca, porque es una oportunidad histórica la que puede permitir recuperar a la militancia que siempre había trabajado para Convergència desde la centralidad.

Las aguas en el río de Junts per Catalunya (JxCAT) bajan muy revueltas. Los enfrentamientos entre las diferentes familias que componen el partido que preside Laura Borràs son cada vez más duros y desagradables. El último episodio se vivió en la crisis protagonizada por la integrante de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula, uno de los pocos apoyos (y el principal) de Borràs en la cámara legislativa. Madaula, que ya ha tomado varias decisiones sin consultar a su grupo parlamentario, no va por libre, como podría parecer a primera vista: sigue directrices de Borràs, dispuesta a marcar perfil propio en la formación y a pisar fuerte.

Noticias de Cataluña Junts per Catalunya Carles Puigdemont
El redactor recomienda