Ley del silencio independentista ante el pronunciamiento de Sánchez sobre la amnistía

Ni Laura Borràs. El independentismo optó por no hacer declaraciones para replicar a Pedro Sánchez, que desde Nueva York abrió la puerta a una ley de amnistía o una norma equivalente como parte del pacto de su futura investidura. Silencio de la Generalitat. Pero también de ERC y de JxCAT. Ninguna fuente oficial del soberanismo quiso pronunciarse sobre la declaración del presidente del Gobierno en funciones, aunque llevan días centrados en demandar la amnistía como condición necesaria para cualquier negociación.

Algunas fuentes independentistas han interpretado esta ausencia de reacción política como una espera antes de ver lo que hace Carles Puigdemont desde Waterloo. El expresident ha estado marcando hasta ahora el ritmo de los contactos entre Moncloa y las formaciones independentistas. Tanto, que ha eclipsado a otras figuras, como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

Otras fuentes apuntan a una teatralización pactada entre las partes. Un Carles Puigdemont que, por ejemplo, no saltó a la yugular cuando la UE tumbó el primer intento de hacer oficial el catalán en Europa. Ha sido sólo un aplazamiento, pero el expresident decidió mantener los puentes tendidos con Moncloa.

La declaración de Sánchez focaliza el grueso de la negociación en la amnistía, una medida que al fin y al cabo dependerá en última instancia de su aplicación de la autoridad judicial. Si Puigdemont quiere acogerse a esta medida, deberá solicitarlo al magistrado Pablo Llarena, por poner el ejemplo más significativo.

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“Es evidente que la amnistía se incluye en estas vías legales necesarias que el PSOE ya se ha comprometido a hacer a cambio de la constitución de la Mesa del Congreso”, señaló este miércoles Junqueras. Sánchez evitó contradecirle desde Nueva York, algo que sí hizo su vicepresidenta, Yolanda Díaz, en Catalunya Ràdio. Díaz avanzó que visitará Cataluña para hablar con los agentes sociales y armar un gran pacto de país.

También desde Madrid, en la presentación de la nueva temporada del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), el ministro de Cultura, Miquel Iceta, reconoció que "en muchas conversaciones" se ha hablado de "poner fin a la judicialización de un conflicto con raíces políticas". Pero volvió a insistir en que el acuerdo escrito para la Mesa del Congreso no menciona la amnistía. "Yo me tengo que remitir a los textos", añadió.

Más exigencias

Desde ERC se envía un mensaje de que la amnistía no será suficiente y que solo es un primer paso para que la Generalitat y el Gobierno central negocien una consulta en un futuro indeterminado. Pero parece más retórica que un objeto de negociación real.

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El independentismo intenta evitar el marco que quiere imponer Moncloa, directamente exportado del PSC: concordia y cierre de heridas en Cataluña. Al buscar el referente de Irlanda del Norte, desde JxCAT se quiere investir el acuerdo de una épica difícilmente exportable a Cataluña, donde no hay ni terrorismo, ni factor religioso, ni dos comunidades separadas.