Junqueras afirma que la amnistía está pactada con el PSOE y renuncia a pedir perdón

ERC aprieta, pero no ahoga. Oriol Junqueras ha combinado la presión al PSOE con el lanzamiento de alguna bombona de oxígeno en el marco de las negociaciones para la posible investidura de Pedro Sánchez. Por un lado, ha fijado la amnistía como un compromiso de los socialistas incluido en el pacto para la Mesa del Congreso y ha renunciado a arrepentirse de "algo que no es delito", en referencia a las contrapartidas por este alivio penal, incluyendo el abandono de la vía unilateral. Por otro, el líder de los republicanos ha evitado exigir que la amnistía se apruebe antes de la hipotética investidura de Sánchez y no ha hecho referencia a la celebración de un referéndum como condición para llegar a un acuerdo.

El líder de ERC ha vuelto a las puertas del Congreso, coincidiendo con la sesión plenaria en la que se debatirá sobre el uso de las lenguas cooficiales, en un gesto más de distensión que de reiterar sus posiciones de máximos para la investidura. En primer lugar, ha celebrado como un "día histórico" que en el Congreso se pueda utilizar el catalán, pero también ha pedido al Gobierno que emplee los "mecanismos y herramientas" a su alcance para oficializarlo en la UE. Junqueras se ha mostrado convencido de que se aprobará una ley de amnistía e incluir en ella a todos los encausados del procés por "algo que no era un delito en el Código Penal", en referencia al referéndum. Esto es, "para devolver la justicia a todos los que han cometido una injusticia".

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Iván Gil

En esta línea ha renunciado a "arrepentirse de algo que no es delito". "Votar no es delito", ha insistido, aun dejando fuera de sus reivindicaciones para la investidura un referéndum pactado. La amnistía es su principal reivindicación y la ha incluido como parte del acuerdo para votar a favor de la presidenta socialista del Congreso, Francina Armengol. “Aquel 17 de agosto”, remarcó, “arrancamos a los socialistas un compromiso de acabar con la represión por todos los medios legales posibles. Y eso, sin lugar a dudas, incluye la amnistía”.

Sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo, ha recriminado la lentitud del PSOE al mismo tiempo que ha avisado que "la mejor manera de conseguir un acuerdo es no llevar las negociaciones al límite". Por su parte, ha avanzado que seguirán trabajando e "insistiendo" en las negociaciones, sin descartar coordinarse con Junts. Sobre la voluntad negociadora de los junteros, tras apostar la legislatura pasada por el choque y la vía rupturista, ha celebrado su cambio de posición y reiterado su invitación para remar juntos en las negociaciones.

Si Junqueras hacía estas declaraciones a los medios desde Madrid, este lunes era el negociador de los socialistas, Félix Bolaños, quien trasladaba sus mensajes en clave de las negociaciones desde Barcelona. El ministro de la Presidencia en funciones situó la unilateralidad fuera de un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez. La renuncia a repetir otro 1-O. "Superar la tensión insoportable" del 2017, repitió hasta en tres ocasiones en declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en la inauguración de la exposición Nosaltres les europees, con motivo de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, en Barcelona.

Convivencia, concordia, respeto o mirar al futuro fueron algunos de los objetivos con los que defendió su intención de dialogar con los independentistas para concluir que "cualquier acuerdo al que lleguemos irá por esa senda". Esas son "las claves de cualquier acuerdo que tenga que ver con Cataluña", explicó tras insistir en la necesidad de renunciar a las tensiones del procés, que calificó como "unos años difíciles en los que había referéndums ilegales, leyes de desconexión, empresas que se fugaban y disturbios".

En el Ejecutivo se refieren a la necesidad de "superar" los acontecimientos que rodearon el referéndum ilegal y garantizar con ello la "normalización institucional". Una contrapartida para justificar un alivio penal como un pacto por la "convivencia". De ahí que fuentes de la Moncloa subrayen que "hay cuestiones previas que son importantes" antes de abordar una negociación sobre la amnistía, además del "contenido".

Para los socialistas sigue siendo una línea roja el referéndum de autodeterminación, aunque están dispuestos a sentarse a dialogar para buscar salidas al "conflicto político", como durante la pasada legislatura dentro de la mesa de diálogo. El propio Carles Puigdemont evitó situar el referéndum de autodeterminación como una condición previa para dar su necesario apoyo a Pedro Sánchez. Sin embargo, ha reiterado que su partido "mantiene la legitimidad del 1 de octubre y no ha renunciado ni renunciará a la unilateralidad como recurso legítimo para hacer valer sus derechos". Este es uno de los puntos de mayor fricción. Unas posiciones de "máximos", según los negociadores socialistas, que esperan ver rebajados para poder alcanzar un acuerdo.