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La vista de Puigdemont vuelve a sembrar las dudas sobre su acceso a la Eurocámara
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Tribunal General de la Unión Europea (TGUE)

La vista de Puigdemont vuelve a sembrar las dudas sobre su acceso a la Eurocámara

El abogado del Parlamento Europeo admite que el expresidente de Cataluña accedió a su escaño "probablemente de forma ilegal", volviendo a las incógnitas sobre su ingreso

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (EFE/EPA/Olivier Hoslet)
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (EFE/EPA/Olivier Hoslet)

El abogado que representó esta semana al Parlamento Europeo en la vista del viernes ante el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE), en la que la defensa de Carles Puigdemont ha solicitado la anulación del suplicatorio que levantó su inmunidad, dijo el viernes unas palabras que han resonado mucho en Bruselas. “El Parlamento Europeo ha tratado correctamente a los demandantes: en enero de 2020 se les permitió asumir su escaño en el Parlamento de forma provisional y, como hemos visto por una sentencia del Tribunal General, probablemente de manera ilegal, porque el Parlamento nunca ha recibido notificación de que los demandantes hayan sido nombrados en España y hayan respetado los requisitos exigidos”, declaró Norbert Lorenz.

¿A qué se refiere Lorenz? El objetivo del abogado es rechazar las afirmaciones de Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, que asegura que el procedimiento del suplicatorio no ha sido justo para los tres eurodiputados independentistas, el expresidente catalán y sus dos exconsellers, Toni Comín y Clara Ponsatí, y que debe ser suspendido. La institución europea trata de defender ante el TGUE que siempre ha sido flexible y que, de hecho, en caso de duda ha sido favorable a los intereses de los tres afectados. En ese contexto deben entenderse las palabras de Lorenz.

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (EFE/Stephanie Lecocq)

Pero dentro de la institución, entre algunos grupos, las palabras de Lorenz han resonado de otra forma. El abogado se refiere a la decisión que a finales de diciembre tomó el difunto David Sassoli, por entonces presidente de la Eurocámara, cuando permitió acceder a la institución y después tomar su escaño a Puigdemont, Comín y Ponsatí. Tomó esa decisión horas después de la sentencia del 19 de diciembre de 2019 sobre Oriol Junqueras, que concedía la inmunidad europarlamentaria desde el mismo momento de la proclamación de los resultados electorales el 13 de junio.

En aquella resolución, el Parlamento Europeo y la Comisión apoyaban las tesis de España. Pero en cuanto el TJUE hizo pública su decisión sobre Junqueras Sassoli y su equipo decidieron que no querían correr más riesgos y pagar un alto precio político y apostaron por permitir el ingreso de los tres políticos fugados. La decisión no fue compartida por algunos y, de hecho, se ganó la crítica dentro de ciertos grupos al presidente Sassoli.

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (EFE/David Borrat)

Hasta ese momento, la Eurocámara había denegado la condición de eurodiputado a Puigdemont y Comín y después a Ponsatí, que lo obtuvo cuando los diputados británicos salieron de la institución, señalando que no se encontraban en la lista de candidatos electos que la JEC había remitido el 17 de junio de 2019. Lo había hecho en parte porque el hombre al frente de la institución era el italiano Antonio Tajani, del Partido Popular Europeo, completamente alineado con las tesis de España y que había tenido una mano dura, siendo inflexible incluso para permitir que Puigdemont entrara en el edificio del Parlamento Europeo a algún que otro evento.

Pero con la decisión del TJUE sobre Junqueras, el nuevo presidente desde julio, Sassoli, así como su equipo y los miembros de los servicios de la Eurocámara, dieron ese paso. Fueron horas muy tensas para el dirigente, que tuvo que maniobrar de forma rápida, con poco margen y con la presión de todas las partes: del bloque constitucionalista, entre los que se encontraba la mujer que le había ayudado a conseguir su cargo; la socialista Iratxe García y otros como Luis Garicano (Ciudadanos) o Esteban González Pons (Populares) y del grupo de los aliados de los independentistas, especialmente de Los Verdes. Esperar tampoco era una opción porque en la institución nadie quería que pareciera que la Eurocámara se resistía a acatar una sentencia que parecía muy clara.

Cuando la decisión firme fue la de aceptarlos en la institución, el grupo de Ciudadanos en la Eurocámara escribió una carta el día 6 de enero al presidente del Parlamento Europeo asegurando que ninguno de los tres podía acceder a su escaño porque no había completado el proceso necesario según la legislación nacional.

Foto: Puigdemont y Comín entran en la Eurocámara. (EFE)

La decisión del TGUE a la que hace referencia el abogado de la Eurocámara se dictó el pasado 6 de julio de 2022. En ella se señala que el tribunal “concluye que la imposibilidad de los demandantes de asumir sus funciones, de ejercer sus mandatos y de ocupar sus escaños en el Parlamento no deriva de la negativa del expresidente del Parlamento a reconocerles la condición de diputado europeo - la decisión que toma Tajani tras las elecciones - sino de la aplicación del Derecho español (...) respecto de las cuales el expresidente del Parlamento y, de manera más general, el Parlamento no disponían de margen de apreciación alguno”.

La clave de las palabras de Lorenz en Luxemburgo esta semana es el “probablemente”. Ni siquiera los servicios jurídicos del Parlamento Europeo tienen del todo claro, todavía hoy, tres años después, si se procedió de forma adecuada. Tampoco tienen la seguridad de que lo que se hizo no fuera lo correcto.

El futuro de las credenciales

El presidente de la comisión de Asuntos Jurídicos, Adrián Vázquez (Ciudadanos), volvió al punto de las credenciales hace poco, cuando comunicó a la actual presidenta de la Eurocámara, la maltesa Roberta Metsola, que la comisión no había podido verificar las de cuatro eurodiputados: los tres mencionados y Jordi Solé, de Esquerra Republicana, que tampoco ha pasado por la JEC. Metsola escribió recientemente a la Junta y esta le contestó reafirmando su posición: para obtener las credenciales debían pasar por Madrid y de lo contrario debía retirarles el escaño. Ahora la maltesa espera el análisis de los servicios jurídicos para decidir qué hacer.

Foto: Carles Puigdemont. (EFE/David Borrat)

El ambiente en la institución apunta a que nadie espera grandes cambios en la situación de los eurodiputados. El Parlamento sigue teniendo el mismo apetito por mover el avispero y situarse en el centro de atención: ninguna. Metsola todavía tiene que tomar una decisión respecto a la cuestión de las credenciales, pero parece políticamente delicado darle la vuelta por completo a la situación de tres eurodiputados que llevan prácticamente tres años participando en las actividades de la Eurocámara con normalidad y plenos derechos. Ahora algunos eurodiputados ven en las palabras del abogado del Parlamento Europeo una posible pista sobre qué dirección puede tomar la presidenta sobre la cuestión de las credenciales.

El abogado que representó esta semana al Parlamento Europeo en la vista del viernes ante el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE), en la que la defensa de Carles Puigdemont ha solicitado la anulación del suplicatorio que levantó su inmunidad, dijo el viernes unas palabras que han resonado mucho en Bruselas. “El Parlamento Europeo ha tratado correctamente a los demandantes: en enero de 2020 se les permitió asumir su escaño en el Parlamento de forma provisional y, como hemos visto por una sentencia del Tribunal General, probablemente de manera ilegal, porque el Parlamento nunca ha recibido notificación de que los demandantes hayan sido nombrados en España y hayan respetado los requisitos exigidos”, declaró Norbert Lorenz.

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