Es noticia
Los CDR señalan a Aragonès por la reforma del delito de sedición: "Blanquea al Estado"
  1. España
  2. Cataluña
Ruptura en el independentismo

Los CDR señalan a Aragonès por la reforma del delito de sedición: "Blanquea al Estado"

La comunicación de la organización radical coincide con un endurecimiento de los posicionamientos de otros colectivos para controlar la calle. La CUP, también presente, está lastrada por su división interna

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Alejandro García)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Alejandro García)

La reforma del Código Penal que elimina el delito de sedición tiene ya nuevo enemigo: los comités de defensa de la república (CDR), plataformas diseminadas por el territorio catalán, que controla la CUP. El alineamiento de los comités con una estrategia de movilización callejera implica no solo el rechazo al propio texto de la modificación, también un encontronazo con Pere Aragonès. “Reprobamos al partido del Govern de la Generalitat porque no solo pretende hacernos creer que la propuesta es un éxito desjudicializador de su mesa de diálogo, sino también porque, yendo mucho más allá de la voluntad represora de los anteriores gobiernos de la Generalitat, blanquea al Estado internacionalmente y le da más armas represivas”, dice un comunicado de la cúpula de los CDR. La andanada a ERC le viene esta vez desde las trincheras del independentismo.

La CUP fue el primer partido que firmó un acuerdo de gobierno con Aragonès tras las elecciones del 14 de febrero de 2021, aunque ahora la organización anticapitalista se encuentra en las antípodas del dirigente republicano. El citado comunicado ratifica que “la movilización popular es el único camino para conseguir el objetivo de la independencia y lo conseguiremos aunque los partidos y la política institucional nos intenten callar”. También señala que “ninguna ley española ni ningún acuerdo con los gobiernos del Estado nos acercarán ni un poco al objetivo de la independencia. Es absurdo esperar nada de ninguna negociación hecha desde la política institucional, porque el independentismo siempre estará proscrito, perseguido y reprimido en el Estado español, que recurrirá al tipo penal que le convenga para conseguirlo”.

Foto: La nueva dirección de ERC, encabezada por Pere Aragonès (i) y Oriol Junqueras. (EFE/Quique García)

El escrito asegura que “la propuesta de transformar el delito de desórdenes públicos en delito de desórdenes públicos agravados comportaría penas de prisión en caso de hacerse una ocupación de centros públicos, como el día del referéndum, en cortes de vías o en tantas otras movilizaciones que se han organizado desde el independentismo de base, y utilizaría la intimidación y la mera intención como argumentos acusatorios”.

Disensiones en la CUP

La iniciativa de los CDR coincide con la movilización territorial de la CUP, que ha puesto en funcionamiento la campaña Un país en marcha. Se trata de una serie de encuentros con militantes de los territorios para debatir su estrategia política y movilizar a sus activistas. La formación trata así de “poner en el centro del debate la conquista de soberanías y ensanchar derechos como salida a la crisis económica y social”.

Pero la organización anticapitalista comienza a tener tensiones en su interior. Lluita Internacionalista, uno de los partidos que conforman la CUP, redactó un crítico informe interno en el que afirma que la formación "forma parte cada vez más de la desesperación del movimiento independentista y no de la alternativa necesaria y, en la situación actual, ello nos lleva a la irrelevancia política. Eso lleva a que, ante las pugnas interburguesas del Govern y los partidos del espacio independentista, quedemos atrapados en la dinámica de crisis de ERC y Junts. Es preciso un giro urgente de la CUP para construir una alternativa al autonomismo del Govern, una política decidida para conquistar las amplias capas de independentistas decepcionados que se siguen movilizando y un giro a la izquierda".

Foto: Sánchez y Aragonès, en una visita a Moncloa. (EFE/Emilio Naranjo) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Sánchez y Aragonès, contra el Estado "represor"
Antonio Casado

Este partido acusa al secretariado nacional de la CUP de pasividad y de prestar más atención en pelearse con otras fuerzas independentistas que en construir una verdadera alternativa. Señala que, en lugar de desacreditar a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) durante las últimas semanas, “deberíamos habernos puesto a su lado para movilizar, en lugar de dejar este espacio a Puigdemont, que ahora aparece como el más radical”. Este sector de la formación es partidario de alinearse con la ANC y de participar activamente en la conferencia para el reagrupamiento del independentismo que esta entidad quiere hacer en el primer trimestre del año que viene.

"Focalizar la rabia"

En realidad, lo que existe en estos momentos es una pugna por ver quién domina la calle. La comunicación de los CDR está en consonancia con un endurecimiento de los posicionamientos de otras organizaciones. Para el pasado sábado, varias entidades convocaron una marcha desde Le Pertús (en la zona francesa) hasta La Jonquera (dentro de la provincia de Girona). La marcha fue impulsada por la ANC, Òmnium Cultural, los CDR y organizaciones territoriales del Consell per la República. En un mensaje a sus activistas, la plataforma La Resistencia, utilizada para dinamizar las acciones, señalaba que “sería preciso focalizar toda la rabia, frustración y fuerza en esta convocatoria”, recordando que la Fiscalía acaba de reclamar que no se cierre el caso de 200 denunciados por el corte de la AP7 en Le Pertús en noviembre de 2019, una acción reivindicada por Tsunami Democràtic que mantuvo cortada la frontera con Francia durante casi dos días.

“Más allá de las manifestaciones que pueda haber a lo largo del territorio catalán, la del 19 pretende ser un acto de desobediencia y provocación al Estado español”, señala. Lo que se trata es de armar ruido para “no quedar olvidados en el silencio cómplice y cobarde y volver a demostrar a jueces, policía, politicastros y fiscales que seguimos dispuestos a todo”. Las organizaciones convocantes arengaron a su parroquia con la excusa de que “el 19 puede ser una muestra clara de que por más dura que sea la ley, por más que se agachen los capitostes autonómicos, más derechos, fuertes, decididos y combativos estaremos ante la represión española”.

La reforma del Código Penal que elimina el delito de sedición tiene ya nuevo enemigo: los comités de defensa de la república (CDR), plataformas diseminadas por el territorio catalán, que controla la CUP. El alineamiento de los comités con una estrategia de movilización callejera implica no solo el rechazo al propio texto de la modificación, también un encontronazo con Pere Aragonès. “Reprobamos al partido del Govern de la Generalitat porque no solo pretende hacernos creer que la propuesta es un éxito desjudicializador de su mesa de diálogo, sino también porque, yendo mucho más allá de la voluntad represora de los anteriores gobiernos de la Generalitat, blanquea al Estado internacionalmente y le da más armas represivas”, dice un comunicado de la cúpula de los CDR. La andanada a ERC le viene esta vez desde las trincheras del independentismo.

CDR Pere Aragonès
El redactor recomienda