La supresión del delito de sedición rebaja a un tercio la pena máxima de los líderes del procés

La reforma del Código Penal impulsada por los grupos que sostienen al Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, reducirá las penas máximas del delito de sedición a un tercio. Al sustituirse este tipo penal por el de desórdenes públicos agravados, recién creado, las penas pasarán de la horquilla actual, de 10 a 15 años, como se tipifica actualmente para el caso de autoridades, a situarse entre tres y cinco años. La inhabilitación para el ejercicio de cargo público irá de seis a ocho años en el caso de autoridades, tal y como ha explicado este viernes el portavoz del PSOE, Patxi López, en rueda de prensa desde el Congreso de los Diputados.

Para la reforma de una ley orgánica, como es el caso del Código Penal, se precisa una mayoría absoluta en el Congreso —176 votos a favor—, que el Gobierno tendría asegurada con sus socios parlamentarios habituales. Desde ERC al PDeCAT ya han aplaudido públicamente la iniciativa. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, también en rueda de prensa, ha apuntado que la reforma del Código Penal, registrada esta mañana, podría estar lista antes de finalizar el año. En su caso se ha referido a una "derogación" del delito de sedición, en lugar de hablar de sustitución, como sus socios. Los socios del Gobierno busca celeridad en la tramitación y para ello han solicitado un procedimiento de urgencia. López, además, mostraba su predisposición a negociar con los grupos para hacer cambios.

Los primeros beneficiados de la reforma serían los dirigentes fugados en caso de volver a España para someterse a la Justicia, al tener carácter retroactivo. Un grupo en el que, además de Carles Puigdemont, se encuentra la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Los delitos de malversación quedarían en otro plano, aunque el acuerdo "para superar la judicialización y reforzar las garantías", sellado en la mesa de diálogo entre Gobierno y Govern, también incluyó compromisos como "preservar las máximas garantías" en procesos que "afecten al patrimonio de las personas".

[Acceda aquí al texto íntegro de la proposición de ley registrada por los grupos Socialista y Unidas Podemos en el Congreso]

Es una cuestión espinosa para el PSOE, que asume que puede conllevar un coste electoral; por eso López trataba de hacer pedagogía, vinculando esta modificación con otras actuaciones del Ejecutivo que han permitido rebajar la tensión con Cataluña, y por eso repetía que la reforma persigue "homogeneizar" la legislación española a la europea; "corregir tipos inexistentes" y rebajar "penas desproporcionadas" que generan "disfunciones en la cooperación entre los estados".

De hecho, el portavoz socialista ha deslizado que, de haberse producido esta reforma antes del 1-O de 2017, no habría habido choques entre la Justicia española y la de otros estados a cuenta de las euroórdenes de detención de Puigdemont y resto de dirigentes del procés fugados, sugiriendo que sí habría podido lograrse su extradición. "No volverá a haber santuarios para los atentados contra el orden público", aseguraba.

Además, López ha tratado de diluir la eliminación del tipo de sedición, enfatizando otros aspectos de la proposición de ley, como lo que toca a nuevos delitos, especialmente en el ámbito económico, pero también al castigo para la ocultación de un cadáver tras un crimen. De cara a su electorado, Unidas Podemos no prevé sufrir desgaste por una reforma que lleva tres años reclamando a su socio de Gobierno. —"Es un día importante para la democracia", según Asens—, pero el PSOE no está en el mismo escenario, y asume que la oposición atacará con todo.

TE PUEDE INTERESAR

El Gobierno sustituirá el delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados

Iván Gil

El Ejecutivo retomó el pasado mes de julio este compromiso, en el marco de la mesa de diálogo con la Generalitat. Según se comprometieron por escrito ambas delegaciones en su última reunión, los cambios legislativos en materia de "desjudicialización" del conflicto catalán deberían materializarse "antes de finalizar el próximo periodo de sesiones". Unos plazos que coinciden con el calendario de aprobación de los presupuestos de 2023, para los que el Ejecutivo necesita el apoyo de ERC, y con los que podría llevar así la legislatura a término con estabilidad.

Desde ERC se ha apresurado a aplaudir el anuncio del presidente del Gobierno. "La eliminación de la sedición es un gran paso adelante, un paso imprescindible en la dirección de acabar con la represión política por el conflicto entre el Estado español y Cataluña", ha trasladado fuentes del grupo republicano en el Congreso. "No hubiera sido posible sin la negociación política entre ambos gobiernos, y no hubiera sido posible sin la apuesta de Esquerra Republicana por la vía negociada para acabar con la represión", añaden estas mismas fuentes. Finalmente, concluyen que "la amnistía y la autodeterminación son nuestro objetivo político y seguiremos trabajando en ello".

TE PUEDE INTERESAR

Aragonès vende la supresión de la sedición como propia: "Avanzamos en la desjudicialización"

El Confidencial

El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha denunciado la "irresponsabilidad" del presidente del Gobierno por esta decisión. "Siento tener razón en que Sánchez pone siempre su interés político por encima del de España", ha escrito en su cuenta de Twitter. "Es una irresponsabilidad histórica corregir el trabajo del Supremo de la mano de los condenados y una gran ingenuidad porque el independentismo nunca, jamás, se conforma", ha lamentado. El presidente del Partido Popular también se ha comprometido a devolver a España "la calidad democrática que se merece" y se ha mostrado "convencido" de que "hay una mayoría social que no acepta más mentiras de este Gobierno ni más chantajes del independentismo".

La respuesta de la oposición se prevé contundente, y López aprovechaba su comparecencia para avanzar el que será el relato de los socialistas sobre esta materia; que ahora Cataluña está "mejor" que en 2017, que ha desaparecido "la unidad de acción independentista", o que la "convivencia" ya no está "fracturada". "La traición estaría en no intentarlo", aseguraba. "Traición" es una palabra que ya ha empleado la oposición, y no dejará de hacerlo en los próximos días.