El Supremo anula el nombramiento de Dolores Delgado para Memoria Democrática

Nuevo revolcón del Tribunal Supremo a la política de nombramientos del fiscal general del Estado. La Sala de lo Contencioso del alto tribunal ha anulado el nombramiento como fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática de Dolores Delgado, propuesto por su predecesor Álvaro García Ortiz y marcado por una fuerte polémica. La decisión se adoptó sin el aval del Consejo Fiscal. La mayoría del órgano asesor se negó a deliberar sobre la designación y no informó sobre la cobertura de una plaza que la exministra codiciaba desde su salida. El Supremo ordena ahora la retroacción de las actuaciones por tratarse de una plaza que se basa en una materia en la que es especialista su pareja, Baltasar Garzón.

La decisión de este martes se ha adoptado por mayoría y los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo apuntan para ello a la prohibición prevista en el artículo 58.1 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal: "En las Fiscalías que comprendan dentro de su circunscripción territorial una población en la que su cónyuge o persona a quien se halle ligado de forma estable por análoga relación de afectividad ejerza una actividad industrial o mercantil que obstaculice el imparcial desempeño de su función, a juicio del Consejo Fiscal". Teniendo en cuenta este precepto, anulan el real decreto por el que se acordó el nombramiento para que el Consejo Fiscal pueda pronunciarse sobre esta cuestión.

La designación fue recurrida tanto por la Asociación de Fiscales como por la Asociación de Fiscales (AF), la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) y uno de los fiscales solicitantes de la plaza, Luis Ibáñez. La Sala se ha pronunciado ahora sobre este segundo nombramiento, después de anular ya hace meses un primero para fiscal de Sala de lo Militar. Aquel primero supuso su ascenso a la máxima categoría poco después de que abandonara la dirección del Ministerio Público. En una sentencia muy dura, el Supremo consideró en ese primer caso que la decisión de García Ortiz de ascenderla supuso una "desviación de poder".

La atribución a Delgado de la plaza de Memoria Democrática, que se anula con esta nueva decisión, se decidió en medio de una fuerte oposición de los consejeros. Aquellos que se oponían alegaron que se había producido un adelanto precipitado de la elección de Delgado para dejarla cerrada antes de que se celebrara las elecciones del pasado julio. También se cuestionaba el interés de Delgado en un puesto basado en una materia en la que es especialista su pareja, Baltasar Garzón, que —según el sector más crítico— la hacía incompatible para el puesto.

El fiscal general resolvió que la alegación de incompatibilidad "es prospectiva" y que, si existen cuestiones puntuales, se resolverían a través del procedimiento previsto en el Estatuto, no limitando su adquisición de la plaza. García Ortiz insistió en que solo se pretendía "evitar la designación de un candidato como instrumento para, con la incoación de un expediente, impedir la discrecionalidad y la potestad de nombramiento" de la que dispone.

La exministra queda ahora en una situación delicada. Cuando se anuló la primera designación ya se había producido la segunda, lo que le permitió conservar la categoría de fiscal de sala. Ahora ya no podrá mantenerla una vez que se ejecute el fallo alcanzado. Volvería así a la casilla de salida, es decir, al estado en el que se encontraba cuando abandonó la Fiscalía General del Estado, conservando su plaza como fiscal en la Audiencia Nacional.