La Junta de Andalucía valoró la urbanización de lujo frente a Doñana sin contemplar la sequía

La Junta de Andalucía valoró la dotación de agua para la urbanización de lujo en Trebujena (Cádiz), frente a Doñana, sin contemplar el actual escenario de sequía. Aunque la depuradora y el riego quedaban en manos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Gobierno central, la Declaración Ambiental Estratégica (DEA) emitida por la Consejería de Medio Ambiente acredita la disponibilidad de recursos hídricos para el suministro a hoteles y hasta 300 viviendas. Sin embargo, lo hizo basándose en estimaciones de hace más de una década que no tenían en cuenta el momento de estrés hídrico actual.

El informe de la Junta justifica el encaje de la nueva dotación de agua en el plan hidrológico de la Demarcación del Guadalete-Barbate, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente. Se trata de un documento que marca las pautas para gestionar el agua en esta cuenca, pero fue diseñado para el periodo 2009-2015. Hace unas semanas, el Gobierno andaluz aprobó el plan para el periodo 2022-2027, que incorpora el escenario de sequía adversa y las restricciones del cambio climático, pero aún debe ser ratificado por el Ejecutivo central. Además, el plan anterior, el 2015-2021, cayó en los tribunales en 2019, por lo que la norma en vigor es del periodo 2009-2015.

“Con los datos actuales y las previsiones de agua a futuro, el informe de planificación debería ser desfavorable”, resume un miembro el Comité de Gestión de la cuenca. Según explican desde la Consejería de Sostenibilidad, hasta que no sea aprobado por real decreto, “el nuevo plan no entrará en vigor” y, por tanto, “no se puede aplicar”. Esa fue una de las claves para que la Junta diese su visto bueno al macroproyecto frente a Doñana en plena sequía, a falta del visto bueno de la Confederación.

La legislación comunitaria obliga a los Estados miembros a revisar y actualizar cada seis años sus planes sobre el manejo del agua, aunque la Demarcación Hidrográfica del Guadalete y Barbate, en la provincia de Cádiz, tiene en vigor un plan hidrológico elaborado antes de 2009. La Comisión Europea tiene abierto un expediente a España por esta cuestión, ya que, al igual que Andalucía, comunidades como Cataluña y Canarias debían haber remitido sus planes el pasado año.

El ayuntamiento de IU insistió

La Dirección General de Recursos Hídricos de la Junta negó en un primer momento la dotación de nuevos recursos hídricos al término municipal de Trebujena, puesto que la incorporación de la macrourbanización superaría la dotación máxima contemplada en la proyección de 2027 para el término municipal. Sin embargo, el ayuntamiento gobernado por IU aportó un estudio que ajustaba los datos de consumo previstos para los próximos años al considerarlos “incoherentes” por la “alta variabilidad interanual”, teniendo en cuenta que la población de Trebujena se ha mantenido “prácticamente estable” en los últimos años. Además, el consistorio acreditó los datos de reducción del consumo para poder desviar agua al nuevo enclave turístico sin superar la dotación máxima permitida.

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La Junta dio validez a la proyección de los técnicos municipales y avaló la propuesta de incrementar la dotación de agua, destinada a la nueva macrourbanización, gracias a la insistencia del ayuntamiento. Por cuestiones como esta, el presidente andaluz señaló ayer a Izquierda Unida y al PSOE como los principales impulsores del proyecto.

Restricciones al riego

La decisión ha sorprendido en el sector agrícola de la zona, que cuenta desde hace meses con restricciones al riego. En estos momentos, la Demarcación del Guadalete-Barbate ha reducido en un 25% la dotación de agua en este sector ante el escenario de sequía, aunque los agricultores esperan que en los próximos meses se limite al 50% ante la falta de lluvias. En la cuenca, hay 50.000 hectáreas de cultivos de olivar, cítricos, flor cortada o algodón. El maíz, un cultivo histórico, no se plantará este año ante la falta de agua.

“Cualquier dotación que salga de la cuenca significaría que vamos a tener menos agua disponible. Nosotros estamos haciendo un sacrificio muy grande para ahora ver esto”, resume Miguel Pérez, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). Natural de Trebujena, critica la tramitación del proyecto y resalta la importancia de contar con el nuevo plan hidrológico, principal instrumento de gestión de los recursos hídricos de un territorio, para contemplar futuros escenarios y proyecciones atendiendo al momento de sequía actual.

“Tenemos buenos niveles de embalses en comparación con otras cuencas, pero hay que darle una vuelta al aprovechamiento integral del agua”, plantea este agricultor, que anima a las administraciones a aprovechar los fondos europeos para instalar depuradoras de tratamiento terciario y destinar las aguas regeneradas a la agricultura. El proyecto de Trebujena contemplaba una depuradora de este tipo aún por instalar, aunque la Confederación Hidrográfica ha anunciado que tumbará el proyecto. “En los planes hidrológicos hay un orden de prelación a la hora de restringir el uso, y los primeros somos los agricultores. No tiene sentido hablar ahora de nuevas dotaciones”, concluye Pérez.