Andalucía resuelve a favor de un macroproyecto turístico frente a Doñana y pasa la pelota al Gobierno

Nuevo frente abierto en la polémica por la gestión del agua en Doñana. La Junta de Andalucía ha acreditado la disponibilidad de agua para construir un campo de golf, hoteles y 300 viviendas de lujo en las marismas desecadas del Guadalquivir, en el entorno del parque natural. Este polémico emplazamiento turístico proyectado en el término municipal de Trebujena (Cádiz) llevaba años sin grandes avances, pero la Consejería de Medio Ambiente ha dado su visto bueno a falta del pronunciamiento de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Gobierno central, a la que cede la decisión final.

"No podemos estar esperando eternamente", expone el delegado de la Consejería de Medio Ambiente en Cádiz, Óscar Curtido. La Junta de Andalucía plantea que se ha visto "obligada" a emitir la Declaración Ambiental Estratégica —el informe que culmina su procedimiento de evaluación medioambiental— tras haber solicitado sin éxito hasta en tres ocasiones un pronunciamiento de la Confederación, competente en estos suelos inundables.

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Jose Luis Gallego

El riesgo de una crecida del río ha amenazado el proyecto desde el primer momento, ya que las marismas, desecadas en los setenta para dedicarlas al pasto, están separadas del Guadalquivir por un dique que altera el transcurso del río. Muchos daban por descartada una propuesta que había recibido cientos de alegaciones, pero la declaración favorable —aunque condicionada a futuros informes de la Confederación— abre la posibilidad de retomar la tramitación y empuja al ministerio a pronunciarse.

La Junta ha certificado la "disponibilidad" de recursos hídricos y la "compatibilidad" del proyecto con el medio ambiente. Una decisión fundamentada en la reducción del consumo del municipio de Trebujena en los últimos años, lo que permitiría desviar agua para el emplazamiento turístico, cumpliendo con la dotación máxima asignada. Se consumirían unos 800.000 metros cúbicos al año, la mayoría destinados al riego, aunque la empresa parte del compromiso de usar aguas regeneradas.

El informe llega en pleno conflicto entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central por la gestión del agua en Doñana. Al igual que los regadíos que podrían ser legalizados por el Ejecutivo andaluz, el campo de golf se ubicaría en el entorno del parque natural, a la otra orilla del río, aunque el agua llegaría de embalses de la provincia de Cádiz. Curiosamente, la resolución se emitió el mismo día que el Parlamento andaluz aprobó la polémica propuesta para recalificar terrenos de cultivo en la Corona Norte de Doñana, el miércoles 12 de abril.

Suelos inundables

Al margen del debate en torno a la gestión del agua, la urbanización se levantaría sobre suelos inundables, lo que obliga a la Confederación Hidrográfica a emitir un informe que descarte el riesgo ante posibles crecidas del río en los próximos 500 años. Según todas las fuentes consultadas, será realmente complicado conseguir esos permisos en un contexto de cambio climático y subida del nivel del mar. Además, se destinarían a campos de golf y hospedaje —el plano incluye 300 villas de alto standing con vistas privilegiadas a Doñana— dos millones de metros cuadrados de unas antiguas marismas que la propia Junta de Andalucía pretende recuperar. Recientemente, se iniciaron las obras para devolver el agua y recuperar parte de los humedales con una inversión de casi dos millones de euros.

"Nuestro interés no es sacar el proyecto del campo de golf adelante, sino resolver una solicitud del Ayuntamiento de Trebujena. La Junta de Andalucía no lo promueve, pero debe resolver", explica el delegado de la Consejería de Medio Ambiente en Cádiz. En la Declaración Ambiental Estratégica, su departamento recrimina el "silencio" del órgano dependiente del Ministerio de Transición Ecológica e insiste en que solo ha contemplado "aquello en lo que [la Junta] es competente". Al no contar con el estudio sobre el riesgo de inundación, pide "la cautela de ser rigurosamente respetuoso" para no "poner en juego la integridad de las personas y del medio ambiente".

Un proyecto "heredado"

Lo cierto es que el procedimiento lleva alargándose décadas. El origen se remonta a 2003, cuando un promotor belga se comprometió a abonar 5,5 millones de euros al consistorio si recalificaba los suelos, originariamente rústicos, y hacía posible el proyecto turístico, en principio incluso más ambicioso.

"Esto no tiene viabilidad a día de hoy. Nosotros apostamos por otros proyectos más ajustados a nuestro tiempo"

Las trabas administrativas y económicas dificultaron su puesta en marcha, pero el Ayuntamiento de Trebujena, gobernado por Izquierda Unida desde hace más de 30 años, lo retomó en 2019. Su propuesta de modificación del plan urbanístico incluía el campo de golf, hoteles y las 300 villas, pero la ley le obliga a contar con unos permisos medioambientales que se han demorado en el tiempo. La firma de un nuevo convenio permitió que los promotores ingresaran 1,8 millones de euros a las arcas municipales, pero enfrentó a IU con multitud de colectivos sociales y ecologistas. Se presentaron hasta 900 alegaciones —solo Ecologistas en Acción llevó 190— sin respuesta hasta hoy.

El entonces alcalde de Trebujena, líder de Izquierda Unida en la provincia de Cádiz, es desde hace un año y medio el presidente del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, la entidad que suministraría el agua necesaria para el proyecto. Su sucesor en la alcaldía, sin embargo, se muestra en contra de un proyecto “heredado” que responde, según sus propias palabras, a "la cultura del pelotazo urbanístico". "Esto no tiene viabilidad a día de hoy. Nosotros apostamos por otros proyectos más ajustados a nuestro tiempo, como la economía verde o la economía azul", apunta el actual regidor, Ramón Galán.

El nuevo alcalde, en contra

La Declaración Ambiental Estratégica es el requisito que más garantía ofrece ante los posibles impactos ambientales de una construcción. El ayuntamiento solicitó el visto bueno de la Administración autonómica, encargada de esta materia, para continuar con la tramitación. Los sectores de IU menos favorables al proyecto esperaban recibir un informe negativo para convencer a los promotores de la necesidad de adaptarlo, pero ahora la resolución obliga al alcalde a mojarse con un tema espinoso en plena campaña electoral.

Paradójicamente, el máximo representante del ayuntamiento critica ahora que la Junta acepte la propuesta de su ayuntamiento por la "escasez de recursos hídricos" en "plena sequía". "Esa Declaración Ambiental Estratégica está forzada y no debería haber salido adelante, porque no cuenta con informes sectoriales del riesgo de inundabilidad en unas marismas", critica. "Es una patata caliente que la Junta manda al ayuntamiento y a la Confederación. Es como si quisieran que el Gobierno de España fuese el que se cargara el proyecto", añade.

"Fue el Ayuntamiento de Trebujena el que lo solicitó en 2019", recuerda el representante de la Junta en Cádiz, quien insiste en que estaban obligados a emitir una declaración porque se acababa el plazo. "Sería muy arriesgado si el ayuntamiento sigue adelante sin el pronunciamiento de la Confederación Hidrográfica; asumirían un riesgo importante", adelanta. El nuevo alcalde esperará al informe de suelos inundables, en el que espera encontrar una justificación para frenar la tramitación de un proyecto difícilmente compatible con la batalla contra el cambio climático.