El Gobierno contesta a UEFA y FIFA: "No podemos permitir una RFEF inmersa en sospechas de corrupción"

El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, ha escrito una carta de dos folios en la que responde a la dura misiva remitida este sábado por la UEFA y la FIFA, siempre reacias a las injerencias políticas en el mundo del fútbol. El Gobierno replica que "corresponde a la Administración General del Estado la representación del deporte español" y que "lo irresponsable sería quedarse de brazos cruzados" y no hacer nada: "No podemos permitir esta situación de grave deterioro de una RFEF que lleva inmersa demasiado tiempo en sospechas de corrupción y sometida a causas penales".

Uribes comienza la carta, a la que ha tenido acceso El Confidencial, dando acuse de recibo de la que previamente mandó la UEFA y la FIFA. Los organismos que rigen el fútbol europeo y mundial mostraban su preocupación tras el anuncio del CSD de crear una Comisión de Normalización, Supervisión y Representación que tutelará las decisiones de la Real Federación Española de Futbol (RFEF). La UEFA y la FIFA advierten contra "injerencias indebidas" y remarcan la "independencia" de Federación y sus normas estatutarias.

"Antes de referirme al tema que les preocupa, permítanme que les traslade algunas consideraciones sobre el contexto en el que nos encontramos y sobre los problemas de fondo que afectan a la RFEF, tan importantes, al menos, como su 'independencia'", contesta Rodríguez Uribes. "En el momento en que escribo estas líneas –sostiene–, el actual presidente de la RFEF, Rocha, se encuentra 'investigado' por el poder judicial en un procedimiento penal. Los posibles delitos investigados en esa causa son corrupción en los negocios, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal".

"Rocha está afectado asimismo por otro proceso, éste de naturaleza disciplinaria, por seis posibles infracciones calificadas como ‘muy graves’ por el Tribunal Administrativo del Deporte que podrían llevarle en las próximas semanas a su inhabilitación", les recuerda a la FIFA y a la UEFA. "Como comprenderán, desde el CSD, no podemos permitir esta situación de grave deterioro de una RFEF que lleva inmersa demasiado tiempo en sospechas de corrupción y sometida a causas penales y disciplinarias que preocupan a los aficionados al fútbol y al conjunto de la opinión pública y de los medios de comunicación", añade.

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"A juicio del Gobierno, lo irresponsable sería quedarse de brazos cruzados, no hacer nada, mientras sigue creciendo el daño a la reputación, al buen nombre o a la imagen del fútbol español y de España (toda vez que desde la RFEF portan nuestros símbolos, la bandera y el himno nacional)", zanja la carta del Gobierno.

Uribes se compromete a respetar la legalidad y a informar de los pasos que vayan dando desde el Ejecutivo, pero les pregunta a la UEFA y la FIFA su opinión respecto al estado del fútbol español: "¿Qué opinión le merecen a UEFA y FIFA estos gravísimos hechos? ¿Piensan que, además de evitar injerencias indebidas en la RFEF, deberíamos todos preocuparnos y ocuparnos también por evitar que el daño en la imagen de aquella y en la reputación de nuestro fútbol siga aumentando y termine siendo irreparable?".

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El Mundial y la Eurocopa

La FIFA y la UEFA no quieren una Federación bajo control gubernamental. En el horizonte, como posible represalia, las normas de estos organismos contemplan la posibilidad de expulsar a la selección de España y a sus clubes de las competiciones. La carta de Rodríguez Uribes no es ajena a esa cuestión cuando alude a "los desafíos" en el ámbito del fútbol que España tiene por delante: "Estoy pensando singularmente en el diseño de la candidatura del Mundial 2030 junto a Portugal y Marruecos, o la participación de las selecciones nacionales en la Eurocopa y en los JJOO".

La carta del Gobierno advierte de que Bilbao acogerá pronto la final de la UEFA Champions League femenina que contará con la participación del Barça. "No podemos aceptar que la situación procesal en la que se encuentra el presidente de la RFEF pudiera menoscabar de nuevo el reconocimiento que merecen las protagonistas de esa final", dice en alusión al comportamiento del anterior responsable de la RFEF Luis Rubiales en la final del mundial femenino cuando besó a una jugadora sin su consentimiento y se llevó la mano a los genitales en el palco.