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CALENDARIO ORGÁNICO

Sánchez marca en rojo Andalucía y Valencia, las plazas clave para salvar la Moncloa

El líder del PSOE activa la maquinaria electoral del partido este sábado en un acto en Jaén con Ximo Puig y Juan Espadas en vísperas del congreso federal del próximo octubre

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

El PSOE afronta un otoño definitivo para terminar de reestructurar el partido para el nuevo ciclo electoral que terminará en 2023, con las autonómicas, municipales y generales, si es que Pedro Sánchez apuesta por completar su mandato. Pero antes sabe que tiene una cita clave en Andalucía y otra en la Comunidad Valenciana. Son dos plazas estratégicas donde hay parada electoral antes de las generales. En la primera, Sánchez —que ayer formalizó su candidatura a la secretaría general del partido— tiene que iniciar la reconquista del voto socialista y frenar el ascenso del PP, al que todas las encuestas pronostican que revalidará el Gobierno regional. En la segunda, el líder socialista tiene una oportunidad de oro para consolidar el Gobierno de Ximo Puig, aunque sufrirá más para doblegar al PP en una comunidad que tradicionalmente ha votado más por el centro derecha en las generales.

Este sábado en Jaén, Pedro Sánchez protagonizará un acto con Puig y Juan Espadas, según ha podido confirmar este periódico. No solo es el pistoletazo de salida hacia el congreso federal de octubre, que se celebrará en la Comunidad Valenciana. La foto supone toda una declaración de intenciones. Son dos comunidades marcadas en rojo por Ferraz en la agenda electoral. El andaluz es un granero tradicional del PSOE en horas bajas y la valenciana es una comunidad definitiva para Pablo Casado en su objetivo de llegar al Gobierno. Ambos son además espacios electorales que serán fundamentales para las próximas generales y para que Pedro Sánchez pueda permanecer en la Moncloa.

Foto: La actual portavoz del PSOE, Adriana Lastra, durante una intervención en el pleno del Congreso. (EFE)

La foto de dos líderes territoriales que tienen mucho que decir en el futuro de Pedro Sánchez y el PSOE, Espadas y Puig, permite también al secretario general de los socialistas andaluces fotografiarse con el barón valenciano antes de que este lo haga con el presidente del Gobierno andaluz, Juan Manuel Moreno. Ambos presidentes autonómicos tienen pendiente una reunión este mes en Sevilla para abordar de forma conjunta un tema crucial, la financiación autonómica.

Un adelanto "por descontado"

“Es lógico que Pedro Sánchez quiera abrir curso en Andalucía, porque aquí se libra la primera gran batalla del partido en España. El futuro del PSOE se va a jugar aquí”, señala con rotundidad un dirigente del partido. El anticipo electoral que el PP de Juan Manuel Moreno insiste en negar y que el PSOE da por hecho situará en las urnas andaluzas la prueba de fuego para los socialistas, la oportunidad de demostrar que lo que ocurrió en Madrid fue “una casualidad” o “una tormenta perfecta en contra del PSOE” y desmontar, señalan fuentes socialistas, el discurso de cambio de ciclo con el que el PP de Casado va lanzado en las encuestas. Las andaluzas tocarían en noviembre de 2022. En el PSOE, dan por hecho que habrá adelanto. Aunque no descartan que sea a finales de año, cada vez el margen es más estrecho. Los socialistas cuentan con que no serán más tarde de la primavera de 2022, diga lo que diga el PP, que insiste en que agotará el mandato.

Foto: El líder del PP, Pablo Casado, y el secretario general del partido, García Egea. (EFE)

"Cuanto más tiempo gane el PSOE, mejor", señalan. Los socialistas saben que tienen que aprovechar la debilidad de Cs y el riesgo que corre Moreno de quedar en manos de Vox, lo que podría alejar la cita con las urnas. Si el PP se refuerza y obtiene unos resultados magníficos, consolidándose en Andalucía, el PSOE "puede tener serios problemas y eso Ferraz lo sabe", añaden desde la ejecutiva socialista. Por eso la dirección del partido en Ferraz, capitaneada por Santos Cerdán tras la salida de José Luis Ábalos, ha marcado en rojo la comunidad y ha ordenado a sus cuadros que se empeñen en activar la maquinaria en Andalucía.

Ximo Puig hizo coincidir las dos citas electorales de generales y autonómicas en la Comunidad Valenciana en abril de 2019. Fue una jugada arriesgada en un territorio con tendencia a premiar a los populares en elecciones generales y decantarse hacia la izquierda en autonómicas. Pero el ‘president’ quiso aprovechar la ola sanchista y el discurso antiVox de aquellas fechas y ensanchar, además, su diferencia con Compromís para gobernar con más comodidad.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Ese escenario de coincidencia electoral no volvería a repetirse si Sánchez logra apurar hasta noviembre de 2023 la legislatura, como planea hacer. Las opciones para Puig son disolver las Cortes valencianas y convocar en solitario o forzar la ley electoral para regresar al calendario de municipales en mayo de 2023, algo que todavía no cuenta con informes jurídicos que lo avalen. Por esta razón, es importante para el PSOE mantener el respaldo a Puig, su principal barón territorial actualmente. Conservar y reforzar la plaza valenciana es clave para afrontar la cita de las generales, donde ahora Sánchez tiene las encuesta en contra, aunque aspira a remontar con la recuperación económica y el reparto de fondos europeos.

Puig y Sánchez, de la mano

La estrategia es idéntica a la que tiene Puig. Tan paralelos son sus arranques de curso que hasta han coincidido en el día de presentación de candidaturas para renovar sus liderazgos orgánicos, Sánchez en el PSOE y Puig en el PSPV. Este miércoles era el plazo para aportar la credenciales de cara a los respectivos congresos de octubre y noviembre.

La caída de José Luis Ábalos como ministro de Transportes y secretario federal de Organización ha despejado el camino a Puig para revalidar su cargo de secretario general, libre de presiones internas y sin alternativa por primera vez desde que pujó por liderar a los socialistas valencianos. El 'abalismo' ya no cuenta con la amenaza de una posible alternativa como la que representó en 2017 el alcalde de Burjassot, Rafa García, respaldada por Ferraz. Tampoco Ábalos estaba en disposición de segar la hierba bajo los pies al dirigente territorial, pero sin el ‘primo de Zumosol’ los críticos con Puig pierden fuerza. El debate interno en la federación valenciana se ha reducido a las batallitas por elegir delegados y los movimientos de cara a los congresos provinciales.

Foto: Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE)
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Marcos Lamelas. Barcelona Javier Bocanegra

Al PSOE le quedan por delante unos meses importantes para terminar de perfilar orgánicamente qué partido deberá jugársela en las próximas citas electorales. Pedro Sánchez adelantó la crisis del Gobierno a julio y se concentra ahora en atar los cabos sueltos en la parte orgánica. Este martes presentará su precandidatura a la secretaría general. Es una formalidad estatutaria para lanzar el que será el tercer mandato de un líder político que llegó con un futuro incierto y se ha consolidado mediante grandes gestas en que suelen darlo por muerto y de las que sorprende al salir airoso. Su última victoria orgánica la ha tenido en Andalucía, donde tras anticipar el calendario del congreso regional y adelantar los plazos logró terminar con el liderazgo de Susana Díaz, apartada en el Senado, y consolidar a un candidato de su máxima confianza, Juan Espadas.

Guerras internas resueltas

Con Espadas, precisamente ya estuvo Pedro Sánchez en Jaén durante la campaña de las primarias y después repitió en Sevilla el pasado julio, cuando ya el alcalde de Sevilla había ganado en las urnas a Díaz. El PSOE equilibrará entre Andalucía Oriental y Occidental, de ahí que ahora se haya elegido la capital jiennense, en el edificio Activa Jaén en el recinto ferial, con capacidad autorizada por la Junta de Andalucía para 400 personas, para arrancar el curso con el partido. Resuelta la guerra orgánica en Andalucía, el PSOE solo tiene dos congresos regionales en los que se prevé que haya primarias con guerra interna, Madrid y Galicia.

El calendario hacia el 40º Congreso arrancó este miércoles con la apertura del proceso de primarias a la secretaría general y la presentación de las precandidaturas. Después se abrirá el plazo para recoger avales, hasta el 10 de septiembre. La previsión es que Sánchez sea reafirmado en su cargo cuando finalice la recogida de avales, sin necesidad de concurrir a la votación del 26 de septiembre, ante la previsible ausencia de rivales. El acto en Jaén se celebra además un día después de que se abra el plazo para que las agrupaciones debatan en asamblea sobre la ponencia marco y propongan sus enmiendas. Tendrán también hasta el 26 de septiembre para ello, y hasta el 30 para registrar las enmiendas aprobadas, que deben conseguir al menos un 20% de apoyo.

El PSOE afronta un otoño definitivo para terminar de reestructurar el partido para el nuevo ciclo electoral que terminará en 2023, con las autonómicas, municipales y generales, si es que Pedro Sánchez apuesta por completar su mandato. Pero antes sabe que tiene una cita clave en Andalucía y otra en la Comunidad Valenciana. Son dos plazas estratégicas donde hay parada electoral antes de las generales. En la primera, Sánchez —que ayer formalizó su candidatura a la secretaría general del partido— tiene que iniciar la reconquista del voto socialista y frenar el ascenso del PP, al que todas las encuestas pronostican que revalidará el Gobierno regional. En la segunda, el líder socialista tiene una oportunidad de oro para consolidar el Gobierno de Ximo Puig, aunque sufrirá más para doblegar al PP en una comunidad que tradicionalmente ha votado más por el centro derecha en las generales.

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