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Sánchez se reinventa para contrarrestar el cambio de ciclo y llevar la legislatura a 2023
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"GRAN DIÁLOGO NACIONAL"

Sánchez se reinventa para contrarrestar el cambio de ciclo y llevar la legislatura a 2023

Lo hace apoyado en los fondos UE, la vacunación y un plan de reformas "para no caer en el pesimismo". El objetivo: contrarrestar el cambio de ciclo tras el 4-M que vislumbra Casado

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del plan 'España 2050' este jueves. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del plan 'España 2050' este jueves. (EFE)

Optimismo, mano tendida para el consenso sobre las reformas asociadas del plan de recuperación, perfil más de Estado que de Gobierno y un objetivo: llevar la legislatura a término contrarrestando el cambio de ciclo que vislumbra el líder de la oposición, Pablo Casado, tras el efecto 4-M. Pedro Sánchez se reinventa. Lo hace apoyado en los fondos europeos, con un total de 140.000 millones de euros para los próximos seis años, la estrategia de vacunación y vendiendo un plan de reformas con el que se intenta recuperar la ilusión sobre una población anímicamente destrozada por una crisis sanitaria, social y económica.

Su puesta de largo ha sido la presentación del plan 'España 2050', un ejercicio de prospectiva y con tintes de autoayuda. De ahí la grandilocuencia de los objetivos, como "hacer una nueva historia de éxito en nuestro país" o los símiles con la Transición, "aquella visión compartida, y esfuerzo colectivo y sostenido en el tiempo". "No caer en el pesimismo" y afrontar el presente pospandémico "con renovado vigor". "Modernizar", "transformar", "ambicioso pero realista" y afán por una "meta común" para alcanzar "cumbres de progreso ni siquiera visibles hace 30 años" son otras de las ideas fuerza que el jefe del Ejecutivo ha colocado antes de anunciar un rimbombante "gran diálogo nacional" sobre el futuro del país que durará "varios meses". Tras el acto, la cuenta de Twitter del presidente del Gobierno le ponía mayúsculas a este "proyecto de Estado": Diálogo Nacional.

Sánchez ha presentado el plan 'España 2050' en niveles máximos de desconfianza ciudadana, según datos recogidos por el Centro de Investigaciones Sociológicas. El mismo barómetro impulsaba a Casado tras las elecciones de Madrid situándolo a solo cuatro puntos y medio de Pedro Sánchez. En el mes de abril la distancia era de 11 puntos.

"Esperemos que no sea un análisis precipitado para intentar compensar reveses recientes, entre ellos el 4-M", trasladaba con una mirada desconfiada el portavoz de una de las fuerzas minoritarias que apoyaron la investidura de Sánchez antes de la presentación del plan 'España 2050'. "Resulta sorprendente que el documento, 'vivo y el primer paso para un gran diálogo', se presente de esta manera; con un artículo firmado por el director de Gabinete del Gobierno de Pedro Sánchez primero, y por el propio presidente el jueves en un gran acto después", recelaban fuentes parlamentarias del PNV. "¿No sería mejor, si el plan está llamado a trascender a este Gobierno, que lo hubiera presentado el grupo de expertos que lo ha redactado?", se preguntaban estas mismas fuentes.

Sus motivos para la desconfianza sobre este "gran diálogo nacional", al que se invitará expresamente al principal partido de la oposición, no están descontextualizados. El plan de recuperación con las reformas enviadas a Bruselas no contó para su elaboración con la participación de la oposición. Tampoco de los socios parlamentarios, mientras que el socio minoritario de la coalición, Unidas Podemos, ha puesto líneas rojas amenazando incluso con retirar su apoyo si se mantenían los peajes en autovías, la eliminación de la tributación conjunta en el IRPF, se alarga el cómputo de las pensiones o se excluye la regulación de alquileres de la ley de vivienda. Un plan de reformas que se comprometió con Bruselas, sin pasar previamente por el Congreso. Reformas que se escondieron durante la campaña del 4-M.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del proyecto 'España 2050'. (EFE) Opinión

Desde un pretendido perfil de hombre de Estado, Sánchez ha resaltado este jueves para alentar la apertura del "gran diálogo nacional" que "la visión del futuro debe ser de Estado y no del Gobierno, no de Ejecutivo, sino del conjunto de la sociedad". "Dialoguemos, unamos voluntad y decidamos qué país queremos ser en 30 años", ha insistido el presidente del Gobierno solo 24 horas después de que se rompiese su breve tregua con Pablo Casado sobre la gestión de la mayor crisis migratoria y diplomática en varios años entre España y Marruecos. En la sesión de control al Ejecutivo celebrada este miércoles en el Congreso, el líder del PP arremetió contra la gestión diplomática del presidente —"su debilidad es nuestro problema"— y Sánchez lo acusó de desleal. Una tónica que viene reproduciéndose desde el inicio de la pandemia y que no parece que vaya a desaparecer ahora.

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Foto: EFE.

Sánchez sigue recordando en sus intervenciones la cuenta atrás para el objetivo de vacunar al 70% de la población: "Faltan menos de 90 días para lograr la inmunidad de grupo". Vacunación y fondos europeos son los principales apoyos del Gobierno para extender la legislatura hasta 2023 y hacerlo con el viento a favor. A todo ello se suma la nueva estrategia de sus socios de Gobierno que, liderada por Yolanda Díaz, se centra en dejar atrás los conflictos internos, como ha quedado patente en las últimas semanas y especialmente en la gestión de la crisis migratoria, y en visibilizar una máxima colaboración con los socialistas.

Mientras tanto, mensajes de optimismo rozando la autoayuda. El propio plan 'España 2050' invita en este sentido a la cautela: "Un año después del inicio de la pandemia, hay dos resultados que hacen anticipar caídas de bienestar a medio plazo. En primer lugar, se detecta una importante pérdida de confianza en la ciudadanía en general ('confianza social'). En segundo lugar, se aprecia un deterioro significativo del estado anímico ('fatiga pandémica'), especialmente entre los jóvenes, quienes han visto muy alteradas sus rutinas y han sufrido tres crisis económicas en un lapso relativamente corto de tiempo".

Más alertas que recoge el plan objetivo de optimismo con un tono alejado del empleado por Sánchez: "Las víctimas o las personas que tuvieron que lidiar más directamente con el problema suelen experimentar recuperaciones mucho más lentas. Por ejemplo, dos años y medio después de la crisis del SARS de 2003, uno de cada tres pacientes que sobrevivieron al virus aún mostraba algún tipo de desorden psiquiátrico (principalmente estrés postraumático y depresión)". Y añade: "La duración de los daños psicológicos del coronavirus también dependerá de lo severos y prolongados que sean los efectos de la recesión económica. En este sentido, el principal riesgo es que el aumento del desempleo y de la desigualdad se cronifique, y que la brecha educativa no se corrija".

Optimismo, mano tendida para el consenso sobre las reformas asociadas del plan de recuperación, perfil más de Estado que de Gobierno y un objetivo: llevar la legislatura a término contrarrestando el cambio de ciclo que vislumbra el líder de la oposición, Pablo Casado, tras el efecto 4-M. Pedro Sánchez se reinventa. Lo hace apoyado en los fondos europeos, con un total de 140.000 millones de euros para los próximos seis años, la estrategia de vacunación y vendiendo un plan de reformas con el que se intenta recuperar la ilusión sobre una población anímicamente destrozada por una crisis sanitaria, social y económica.

Pedro Sánchez