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"La Macarena también es una empresa, una multinacional que hay que saber gestionar"
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ENTREVISTA AL HERMANO MAYOR DE LA MACARENA

"La Macarena también es una empresa, una multinacional que hay que saber gestionar"

Bajo su mandato, ha profesionalizado la gestión de esta popular corporación religiosa para conseguir más recursos con los que volcarse en la asistencia social durante la pandemia

Foto: José Antonio Fernández Cabrero en el Museo de la Macarena. (Fernando Ruso)
José Antonio Fernández Cabrero en el Museo de la Macarena. (Fernando Ruso)
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José Antonio Fernández Cabrero (San Felices de Buelna, Cantabria, 1943) fue muchos años director de Mapfre en Andalucía y Extremadura y es, desde 2017, hermano mayor de la Macarena, la cofradía más grande de España, con cerca de 16.000 miembros. La pandemia ha puesto a prueba su capacidad de gestión, con una caída de los visitantes y los ingresos cercana al 85% y un aumento sin precedente de las necesidades sociales y, por lo tanto, de los gastos.

Esta Madrugada, por segundo año consecutivo, la Esperanza Macarena, la Virgen con mayor devoción de Sevilla, no saldrá a la calle, lo que deja en segundo término todo lo demás. Pero también es una buena oportunidad para poner el foco en otros detalles y conocer cómo se dirige una hermandad de estas características. Fernández Cabrero es un firme convencido de la transparencia y de la comunicación como herramientas de gestión empresarial y, por eso, accede a contar a El Confidencial cómo vive la entidad una situación como la actual tanto a nivel emocional como a nivel económico, con detalles, en muchos casos, desconocidos.

Foto: Uno de los tramos de la carrera oficial de las hermandades de Sevilla. (Efe)

PREGUNTA. ¿Cómo llega un directivo cántabro a ser hermano mayor de la Macarena de Sevilla?

RESPUESTA. El directivo cántabro ya era devoto de la Virgen de la Esperanza en su tierra, fruto de su educación en Lasalle, que es muy mariana, y fruto del conocimiento que tenía de la Macarena a través de las coplas y del flamenco, de los que era muy aficionado. Eso, sumado a mi casamiento con una mujer de Cantillana, el pueblo de Curro Jiménez, hizo que quisiera conocer a la Virgen. Es curioso que conocí a la Esperanza Macarena por las coplas, fundamentalmente de Juanito Valderrama y Juanita Reina, pero luego la devoción me ha llevado hasta aquí, pasando antes por ser costalero y también con otras muchas responsabilidades en la Hermandad.

P. Llegó con la idea de profesionalizar la gestión y fortalecer la asistencia social de la Hermandad. ¿Se siente satisfecho de lo conseguido en estos casi cuatro años?

R. Satisfecho no, aunque estemos en el camino. Hemos alcanzado muchas cosas de nuestros objetivos. Nos presentamos con un programa concreto y con una idea general de profesionalización o dinamización de la hermandad desde la perspectiva de lo que debe ser en el siglo XXI. Creo que eso lo hemos conseguido y también la mayor parte de ese programa, a pesar de estos dos años de pandemia. Pero contento no puedo estar nunca viendo las necesidades que hay y que podemos hacer cosas mayores.

P. ¿Qué ha hecho para profesionalizar la gestión de la Macarena?

R. Muchas cosas. Una hermandad con 15.724 hermanos ya no se puede llevar exclusivamente con los criterios de hace 50 años, cuando éramos la mitad de esos hermanos. Para gobernar un barco de esta naturaleza tienes que pensar en conceptos de gestión propios del siglo XXI. Un simple ejemplo: como ve, tenemos un responsable profesional de Comunicación, que es un área tan importante que no se puede dejar en manos de cualquier hermano aficionado. Por eso, nosotros contamos desde el principio con Alejandro López. Además, empezamos a mejorar todos los sistemas informáticos, con nuevos modelos de dispositivos, nuevos programas de desarrollo y aplicaciones, nuevas tecnologías aplicadas a la hermandad, etc. Y, cómo no, aplicamos una nueva gestión de finanzas a una hermandad en constante crecimiento, pero también con mayores necesidades. La Macarena es también una gran empresa, una multinacional, que hay que saber gestionar.

placeholder José Antonio Fernández en el Museo de la Macarena, el tercero más visitado de la ciudad. (Fernando Ruso)
José Antonio Fernández en el Museo de la Macarena, el tercero más visitado de la ciudad. (Fernando Ruso)

P. ¿Qué ha podido aplicar de sus conocimientos como alto directivo a una hermandad como esta?

R. La capacidad de gestión, aunque sea criticada por algunos. Toda idea debe ser presupuestada y después debe ser canalizada, porque todo presupuesto exige un control y un seguimiento. Lo que no se controla no se hace. De mi etapa en Mapfre traje el método, el rigor, la perseverancia en los objetivos y la tenacidad para llevarlos a cabo. Tener objetivos en una hermandad no basta. Hay que tener pasión para realizarlos y herramientas para alcanzarlos.

P. Usted, que viene del mundo de los seguros, dígame una cosa: ¿cómo se le pone precio a la Macarena?, ¿cuánto cuesta asegurarla?

R. Pues está asegurada, y con Mapfre (ríe). Se hace una valoración que en términos de seguros se llama 'valor convenido', que es algo acordado conjuntamente cuando te encuentras ante una imagen como esta a la que es imposible poner precio. ¿Cuánto vale la Macarena? Ni idea. Puedes estimar cuánto vale tallar una imagen, pero es imposible ponerle el precio real de lo que vale. Sí se le puede poner precio real a todo lo demás, a todo este patrimonio histórico que se puede visitar en el museo y el templo. Por ejemplo, cada uno de los tres mantos de salida con que cuenta la Virgen vale más de un millón de euros. Por eso, tenemos un seguro para todo el conjunto del templo-museo, que también tiene en cuenta las enormes medidas de seguridad existentes, incluido un sistema anti-incendios que se ha terminado el pasado año y que incorpora un modelo de doble tecnología —detectores de humos y térmicos de temperaturas—, y unas puertas cortafuegos que en caso de incendio del templo convierten el camarín de la Virgen o del Cristo en un búnker. A esto, hemos de añadir que la central de Bomberos está a tres minutos por una avenida que la conecta directamente. Por todo eso, es verdad que se asegura un gran patrimonio, pero, como eso supondría pagar una prima elevadísima, lo que se hace es identificar un valor total, pero asegurar un valor parcial. La fórmula se llama 'seguro a primer riesgo', que a lo mejor supone el 20 o 30% del valor total.

"Es imposible ponerle precio a la Macarena, pero sí se puede asegurar a la Virgen, y el resto del patrimonio, a 'valor convenido"

P. Por cierto, ¿es verdad que hay una réplica exacta de la Macarena guardada o es un mito?

R. No. No tiene réplica. Nunca lo hemos intentado.

P. …pero la Hermandad se lo ha planteado, ¿no?

R. Se ha hablado en alguna ocasión, pero acometer esa tarea es muy difícil.

P. Lo que sí hay son muchas copias de la Esperanza Macarena por el mundo. ¿Cuántas?

R. La Macarena está presente en 117 países y tenemos 128 altares, con copias en muchas de ellas. No me sé cuántas exactamente. Algunas son muy destacadas, como la de Almería, que representa a nuestras tres imágenes titulares, el Señor de la Sentencia, la Virgen del Rosario y la Esperanza Macarena. Fuera de España, tienen mucha actividad las de Miami, Filipinas y Panamá, con gran movimiento cultural y caritativo. También estamos muy presentes en Argentina, con cinco altares, dos de ellos en la capital, Buenos Aires. Se lo dije recientemente al propio papa Francisco en una carta en la que le invité a venir y ver este centro espiritual y mariano.

placeholder Una fila de devotos aguarda su turno para acceder a la Basílica de la Macarena. (Fernando Ruso)
Una fila de devotos aguarda su turno para acceder a la Basílica de la Macarena. (Fernando Ruso)

P. Si el papa Francisco viniera y viera las coronas, joyas, orfebrería, bordados, etc. ¿Cree que lo entendería?

R. Claro que lo entendería, como yo entiendo que él tenga los Museos Vaticanos. Depende del uso que le quiera dar a esos ingresos. Y déjeme que le diga algo, también lo entendió el pasado año el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que vino de visita a Sevilla y al que le expliqué toda nuestra labor de evangelización, pastoral y de asistencia social, además de lo que supone la procesión de nuestra Cofradía en Semana Santa. También preguntó por todas esas joyas y le explicamos que nosotros no hemos comprado nada, que todo son actos de generosidad, de donaciones y de regalos a la corporación a lo largo de muchos años, incluso siglos. El cardenal quedó tan convencido que se hizo hermano y le regaló a la hermandad otra "joya": una reliquia de San Juan Pablo II.

"Es evidente que la hermandad no se puede sostener de las cuotas de sus hermanos. Debe buscar la gestión financiera externa"

P. La corporación cuenta un presupuesto de 2,2 millones. ¿Cuánto supone la aportación de los hermanos y cuánto otros recursos?

R. El presupuesto último es de 2.274.000 euros. Las cuotas de los hermanos son de unos 50 euros al año, lo que supone unos 700.000 euros. Pero esa no es la partida más importante, que viene de la gestión del museo y de la tienda de recuerdos. Es evidente que la Hermandad de la Macarena no se puede sostener exclusivamente de las cuotas de sus hermanos. Debe buscar la gestión financiera externa, que principalmente viene de lo que consigue hacer el hermano mayor, de mecenas y de donativos, que llegan de muchos puntos.

P. Ha remodelado el museo. ¿Cuántas visitas recibía antes de la pandemia o prevé recibir?

R. El templo de la Macarena es el tercer monumento más visitado de Sevilla, tras la catedral y el alcázar. Supera el millón de visitas al año. Por ello, la apertura de un museo ha sido fundamental para nuestros ingresos, incluida una pequeña tienda de recuerdos. El museo lo visitaron en 2019 unas 70.000 personas con entrada -los hermanos no pagan- y junto la tienda generan una media de 100.000 euros netos al mes, lo que supone más de un millón de euros al año. Esa es una aportación fundamental para la hermandad, y casi el doble que las cuotas de hermanos. A esto hay que sumar ahora la gestión personal de la Junta de Gobierno de esta hermandad, que está en convenios permanentes con empresas, instituciones, fundaciones, etc. que pueden participar, bien financiando algún proyecto concreto de la hermandad o con otras muchas fórmulas.

P. Usted se siente orgulloso de los “sablazos” que da a gente adinerada de la ciudad o de fuera para que aporten a la Hermandad… ¿Se dejan “atracar” con facilidad?

R. Me siento muy satisfecho porque, además, a los que más pido es a los amigos, aunque ya cuando me ven cambian de acera; pero me parece que todavía pido poco… (ríe). En serio, es sorprendente cómo desde las hermandades reconocemos en la sociedad civil y en las instituciones a mucha gente que está deseando ser descubierta en sus afanes, compromiso social y ganas de trabajar por los demás.

placeholder El hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, en la Sala de Juntas de la Hermandad. (Fernando Ruso)
El hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, en la Sala de Juntas de la Hermandad. (Fernando Ruso)

P. Abrió una tienda de recuerdos en la iglesia y otra en pleno centro de Sevilla que cerró por la pandemia. ¿Volverá a abrir?

R. Claro. La tienda de la calle Hernando Colón volverá a abrir por dos motivos. La Macarena debe estar presente en el mismo centro de la ciudad, junto a la catedral, tanto para evangelizar y atraer visitantes a nuestro templo, que está algo más separados de la zona más turística ,como para explicar qué es la Hermandad y qué hace. La tienda no debe ser entendida únicamente como un lugar para la captación de recursos.

P. Eso también le ha generado alguna crítica por la "mercantilización" de la Macarena. ¿Le preocupa que no lo entiendan?

R. Todo se tiene que razonar y ser bien explicado, y entonces la gente suele entender. Un ejemplo: cuando le explicamos nuestras labores de asistencia social, los visitantes son mucho más proclives a colaborar comprando algún recuerdo y sabiendo que aportan unos recursos importantes para esa actividad.

P. La Hermandad ha registrado más de 10 marcas, desde el nombre de la Macarena a la imagen de la Virgen y el Cristo, el escudo, los 'armaos' romanos, etc. ¿Cuánto pueden suponer esos 'royalties'?

R. Creo que lo más importante es que tenerlo todo registrado nos da la garantía de velar por el buen uso de las imágenes y permite su protección, porque a veces hemos visto usos que no son los adecuados para una imagen religiosa y una hermandad como esta. Por otra parte, una de las principales partidas para nuestra labor social viene de la tienda de recuerdos, de esas medallas, estampas, etc. Lógicamente, eso no puede ser comercializado al margen de la hermandad como ocurría antiguamente. Y estas marcas registradas te protegen ante terceros.

placeholder El hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, desde la azotea de la Basílica. (Fernando Ruso)
El hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, desde la azotea de la Basílica. (Fernando Ruso)

P. Tras un año de pandemia. ¿Cuánto han caído los ingresos?

R. A los números que le explicaba anteriormente quítele el 85% en ingresos. Es decir, que en lugar de ingresar 100.000 euros al mes por el museo y la tienda de recuerdos, nos quedamos en 15.000 euros al mes porque llega la pandemia y nos quedamos sin visitantes. Con ese dinero no hacemos nada. Pero es que hay algo mucho más grave, y es que no solo caen los ingresos, sino que se disparan las necesidades sociales y, por lo tanto, los gastos que debemos realizar para ayudar a los hermanos que lo están pasando mal en estos momentos tan duros. La demanda se ha disparado y los ingresos se han desplomado.

"No solo caen los ingresos, sino que se disparan las necesidades sociales y los gastos que debemos realizar para ayudar a los hermanos"

P. ¿Y qué hace ante eso, además de rezar a la Virgen?

R. También rezamos a la Virgen, pero ¿cómo compensamos la situación económica? Pues contándola y pidiendo para arreglarla. Es un orgullo decir que cuando este hermano mayor le ha informado a los hermanos de que tenemos a muchas personas con necesidad, el comportamiento y la respuesta ha sido brutal, de aportaciones y donaciones permanentes. A mi despacho entra cada día alguien con una donación para la asistencia social, y además deja claro que es para eso. Ellos me conocen y saben que no es para aumentar el patrimonio, ni para restauraciones, ni para nuevas insignias ni tampoco para algún proyecto como el que tenemos ahora del monumento al torero Joselito el Gallo, al que tanto debe la hermandad, pero que sale de otras contribuciones particulares. El macareno tiene muy asumido que esta hermandad nació hace ya más de cuatro siglos, en 1595 para eso, para dar servicio, en aquel entonces al vecino Hospital de las Cinco Llagas, que hoy es sede del Parlamento de Andalucía.

P. La hermandad-empresa tiene 18 empleados en plantilla y presentó un ERTE para ellos. ¿Cómo va?

R. Eso fue en el momento del confinamiento. Ya tenemos pocos en ERTE porque desde que estamos en Cuaresma ya vamos aumentando el negocio, pero hasta ahora no podíamos contar con ellos. Lo han entendido perfectamente tanto los hermanos como los propios empleados.

Foto: Reparto de alimentos y artículos de primer necesidad en Fundación Madrina. (EFE)

P. Ha comentado antes el enorme aumento de las necesidades sociales. ¿Ha calculado en qué porcentaje?

R. Soy incapaz de cuantificarlo porque tenemos más de 20 programas de asistencia social, pero donde antes venían a pedir 10 ahora llegan 60 o 70. Hemos creado numerosas áreas en función de las necesidades que hemos ido detectando, desde dar comida y alimentos a ayudar en becas de estudios, desde material educativo a la pastoral carcelaria para atender a hijos de presos, desde asesoramiento jurídico gratuito al acompañamiento en salud, desde el programa de veteranos hasta el de inmigración, con el 60% de musulmanes... Y todo eso sin desatender también nuestra contribución al Fondo Común Diocesano del Arzobispado.

P. ¿Cuánto es ese gasto en cifras totales?

R. Esta hermandad, por regla, le tiene que asignar el 15% del presupuesto a la acción social, pero excedemos con mucho ese porcentaje. El pasado año dedicamos a la asistencia social 587.000 euros. Le pongo algunos ejemplos. El economato de las hermandades del casco antiguo de Sevilla es uno de los más conocidos. Las personas que lo necesitan van a comprar con su carnet de la hermandad y solo pagan el 30%, porque el 70% restante lo ponemos nosotros. Paralelamente, en la Hermandad de la Macarena hemos abierto un local de asistencia social frente a la basílica que es un supermercado propio al que vienen los hermanos que lo necesiten a pedir alimentos puntualmente y se los damos de forma gratuita. También hemos puesto en marcha el Banco de la Esperanza, con unos 160 menús que se entregan diariamente. En tiempos de pandemia, repartíamos esos menús además de los denominados 'guisos solidarios', que pusieron en marcha costaleros que tenían algún establecimiento de hostería y que servían unos 270 a la semana. Y así podría seguir todo el día contándole. Ahora tengo un proyecto nuevo entre manos que me emociona, ¿se lo cuento?

placeholder Sevilla, Andalucía, marzo 2021: José Antonio Fernández Cabrero en su despacho de la Hermandad. (Fernando Ruso)
Sevilla, Andalucía, marzo 2021: José Antonio Fernández Cabrero en su despacho de la Hermandad. (Fernando Ruso)

P. Claro. Resúmalo, si eso le ayuda a conseguirlo...

R. Mire, lo hemos llamado el Balcón de la Esperanza. Ahí enfrente tenemos el Hospital Universitario Virgen Macarena y queremos construir una habitación UCI con acceso directo a una terraza amplia, donde enfermos que permanecen largos periodos de tiempo puedan salir a respirar o, simplemente, desconectar por unos momentos viendo la calle. Esto va más allá de los sanitario y lo terapéutico. Es darles una esperanza. Este proyecto, como todo lo que hacemos, está perfectamente presupuestado, y necesito conseguir 65.000 euros para que sea una realidad.

P. Pero ¿a cuánta gente atiende la hermandad y cómo llega a todo con esos escasos 18 empleados?

R. Es difícil contar a cuántas personas atendemos, porque algunas son esporádicas y otras necesitan una asistencia más recurrente, pero estimo que entre 8.000 y 10.000 personas al año. Para ello, tenemos más de 300 voluntarios de la hermandad que participan en sus diferentes actividades, cada uno en función de sus posibilidades y disponibilidad. Por eso digo que la respuesta del hermano suele ser extraordinaria. Mire, aquí, de repente, un hermano que tiene ganado nos envía dos vacas descuartizadas, y otro que tiene un campo de cítricos nos envía una tonelada a la semana de naranjas y limones… También debo subrayar la colaboración de muchas empresas y proveedores, empezando por los supermercados MAS (Martín Andaluza de Supermercados).

P. En tiempos de tanta polarización política, ¿la Macarena es de izquierdas o de derechas?

R. La Macarena es la Madre de Dios y no puede tener inclinaciones ni sesgos. Ni de izquierdas ni de derechas. Es una hermandad cristiana y Cristo acogió a todos. Y la Virgen es madre de todos. Y la Hermandad de la Macarena entiende a todos. Aquí viene a verla desde el hermano de extrema derecha al de extrema izquierda, que tienen en común esa devoción y esa necesidad de rezar para pedir por algo o para dar gracias por algo. En Sevilla sucede esto y debajo del paso de palio que lleva a la Virgen puede ver costaleros completamente distintos pero todos unidos por una misma fe y una misma Esperanza. Eso es un orgullo en este tiempo.

P. Por este templo han pasado políticos de todos los colores. ¿Hay alguno al que le haya impresionado más la Macarena? ¿Y personalidades de otros ámbitos?

R. Pues hay de todo. Sí le puedo decir, porque es público, que una de las personas más impactadas por la Macarena cuando se puso ante la Virgen fue la soprano Ainhoa Arteta. Y que tenemos grandes devotos de distintos partidos, desde el exvicepresidente del Gobierno, Javier Arenas, del PP, al alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas.

Foto: El general Gonzalo Queipo de Llano. (EFE)

P. Hay un tema que sé que le preocupa. ¿Por qué la tumba del general Queipo de Llano sigue en una capilla del templo a pesar de su actuación en la Guerra Civil en Sevilla?

R. Cada cosa tiene su momento. En 1949, cuando se abrió la Basílica de la Macarena, alguien decide que allí había que enterrar a Queipo de Llano en una capilla. Yo lo respeto. No era mi tiempo. Lo que no puedo respetar en este tiempo son algunos comportamientos actuales si no son correctos. A mí esto me genera un problema porque al final me preguntan más por lo que pasa con Queipo que lo que hacemos en la obra social, en los cultos o en ninguna otra cosa. En estos momentos, esa tumba está sometida a una ley, que no es con la que sacaron a Franco del Valle de los Caídos, que fue un decreto del Gobierno. En este caso, está sujeta a una ley vaga, porque no existe ningún vestigio en la tumba de la memoria histórica, y eso lo ha corroborado tanto el Gobierno socialista de Susana Díaz como el actual, en base a informes de expertos que han dicho que hace falta desarrollar un reglamento de esa ley que deje claro qué hacer con restos como los de Queipo.

P. ¿Y no se plantea la hermandad hacer algo sin esperar a ese requerimiento legal?

R. La hermandad puede negociar con la familia para evitar que siga el rechazo y que sigan llamando a este hombre, abuelo de algunos miembros de la hermandad, genocida y cosas así. Es la vía a explorar con ellos. Creo que no podemos hacer más.

placeholder José Antonio Fernández Cabrero ante la talla de la Esperanza. (Fernando Ruso)
José Antonio Fernández Cabrero ante la talla de la Esperanza. (Fernando Ruso)

P. Le escuché decir recientemente que, a pesar de la que está cayendo con la crisis, “es más difícil gestionar las emociones que el dinero”. ¿Cómo se hace eso en este momento?

R. Pues multiplicando el tiempo de uno para escuchar más que nunca, porque muchos hermanos no solo necesitan dinero o alimentos o medicamentos o pago de facturas, aunque también. Una parte de la sociedad necesita escucha de verdad y saber que acepto tu dolor y te comprendo, porque yo también comparto esa angustia.

P. En noviembre hay elecciones. ¿Qué quiere hacer en los próximos cuatro años?

R. No me ha dado tiempo a pensar en eso. Pensaré en las elecciones un poco antes de que lleguen, un par de meses antes, porque lo que tenemos ahora mismo encima de la mesa es tan grande, para intentar salir de la mayor pandemia sanitaria que hemos conocido y de la crisis económica, que no puedo dedicarle más tiempo a una candidatura o a un posible programa electoral. Hasta entonces, me debo a los hermanos y la tarea que me recomendaron por cuatro años. Sería una irresponsabilidad brutal con la que está cayendo, estar jugando a hacer juntas de Gobierno y a elucubrar. El que quiera venir, que venga, y ya decidiré si me empleo otros cuatro años en culminar mi obra o cedo el testigo. Lo que nadie puede entender es que cada cuatro años puedan producirse batallas electorales que a veces parecen guerras en una hermandad cuando el fin de todos es el mismo, el bienestar de los hermanos, el enriquecimiento espiritual y el bien social y caritativo.

P. ¿Cómo le gustaría ser recordado?

R. Como una persona que dedicó mucho tiempo a la hermandad y muchas horas de su tiempo libre, de su vida y de su familia con solo un objetivo: la búsqueda de una hermandad fraterna, caritativa y social. Lo demás no me importa mucho.

placeholder El hermano mayor observando la cola de fieles desde el interior de la Basílica de la Macarena. (Fernando Ruso)
El hermano mayor observando la cola de fieles desde el interior de la Basílica de la Macarena. (Fernando Ruso)

P. ¿Percibe que los hermanos están respaldando ese proyecto de hermandad?

R. Sin duda. Si no, no me hubieran ayudado tanto en estos años y me hubieran acompañado en este proyecto, especialmente en estos últimos meses tan complicados.

P. ¿Y cree que también han entendido su concepto de gestión de esta "multinacional"?

R. Yo entiendo que alguien lo critique o que no le guste que se hable en esos términos. Pero ¿alguien cree que puede sentarse aquí y llevar esta hermandad sin esos conceptos gerenciales con un presupuestos de 2,2 millones de euros, más de 15.000 hermanos y 18 empleados en plantilla? Alguno creerá que aquí se llega por la mañana y le pedimos a la Virgen que lleve esto adelante. La Virgen te dice: “Rema mar adentro que yo llevaré el timón..., pero rema tú”.

P. La Hermandad de la Macarena lleva dos años sin salir en procesión en Semana Santa, ¿cómo imagina la próxima vez?

R. Me la imagino con serena inquietud y tranquila preocupación. Nosotros seguimos creciendo una media de 60 o 70 hermanos nuevos cada mes y bajas no hay, salvo los 6 o 7 que desgraciadamente fallecen. El ritmo de crecimiento es tremendo y, tras dos años sin salir en Semana Santa, no sé cuántas 'Papeletas de Sitio' para salir en procesión se van a pedir, pero suponemos que muchas más. Si en el año 2019 salimos en un cortejo con 3.100 personas y ya no cabíamos, ¿qué haremos con más gente y el mismo tiempo de paso por la Carrera Oficial? En cualquier caso, como entenderá, eso es lo de menos. Será un verdadero placer volver a ver al Señor de la Sentencia y a la Virgen de la Esperanza Macarena por las calles de Sevilla y seguro que seguimos encontrando soluciones para todo.

José Antonio Fernández Cabrero (San Felices de Buelna, Cantabria, 1943) fue muchos años director de Mapfre en Andalucía y Extremadura y es, desde 2017, hermano mayor de la Macarena, la cofradía más grande de España, con cerca de 16.000 miembros. La pandemia ha puesto a prueba su capacidad de gestión, con una caída de los visitantes y los ingresos cercana al 85% y un aumento sin precedente de las necesidades sociales y, por lo tanto, de los gastos.

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