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Los primeros contactos en el CGPJ para los candidatos al TC acaban sin acuerdo
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Los primeros contactos en el CGPJ para los candidatos al TC acaban sin acuerdo

Los vocales de los bloques progresista y conservador exploran posibles candidaturas que recaben al menos 12 votos de cara al pleno convocado el 8 de septiembre. Entre los nombres figuran Pablo Llarena y Pilar Teso

Foto: El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes. (EFE/Luis G Morera)
El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes. (EFE/Luis G Morera)
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Los vocales de los bloques progresista y conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han iniciado en pleno agosto un primer intercambio de preferencias para proponer los nombres de los dos miembros del Tribunal Constitucional que tendrá que debatir y votar el órgano a partir del pleno fijado para el 8 de septiembre. El presidente, Carlos Lesmes, convocó la reunión extraordinaria en esa fecha para estudiar las propuestas y reclamó consensuar a lo largo del verano dos candidatos capaces de reunir el mínimo de 12 votos necesarios. De momento, no hay acuerdo en ninguno de los dos sectores.

El presidente del TS convocó ese pleno extraordinario una vez que las Cortes aprobaron la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que devolvió atribuciones al Consejo en funciones para los nombramientos de magistrados del Tribunal Constitucional, cuya designación corresponde al órgano. Debe realizarse en el plazo máximo de tres meses, a contar desde el día siguiente al vencimiento del mandato anterior y, por tanto, antes del próximo 13 de septiembre.

Foto: El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes Serrano. (EFE)

Por ello, pese a las vacaciones formales del órgano, los vocales han comenzado a intercambiar preferencias para comprobar si alguna suscita el apoyo necesario. Uno de los más activos ha sido Juan Martínez Moya, que sugirió elaborar un grupo de posibles candidatos sobre los que ponerse de acuerdo las dos partes. La propuesta no prosperó y ha quedado descartada. Pese a ello, quien más, quien menos ha ido lanzando opciones para comprobar su acogida. En ese contexto, vocales del área conservadora han sugerido candidaturas como la del instructor del 'procés' Pablo Llarena, el magistrado del Supremo y vocal jubilado Rafael Fernández Valverde o Antonio del Moral, miembro de la Sala Penal del TS.

En la parte progresista se ha explorado la posibilidad de promover a una de las magistradas que más sonaron para presidir el Consejo: Pilar Teso. También a otro de sus compañeros de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, José Manuel Bandrés. Se ha sugerido, además, apoyar para el TC al presidente de la Sala Quinta, de lo Militar, Jacobo Barja de Quiroga.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta Yolanda Díaz. (EFE/Chema Moya)

De momento, la exploración de estos candidatos es solo tentativa y, al menos en esta primera exploración, no aparece ninguno con un evidente y completo respaldo. Además, los vocales no olvidan ni han aparcado el malestar que les provocó la iniciativa del Gobierno, dirigida a forzar una renovación del Constitucional sin contar con el PP, tirando de normas de "quita y pon" y "a la carta".

El pasado julio, un grupo de vocales forzó la celebración de un pleno en el que se aprobó, con división, un acuerdo crítico contra la reforma del Gobierno para renovar el Constitucional. Por 10 votos a favor, siete en contra y dos en blanco, el órgano de gobierno de los jueces acordó instar al Congreso a que les solicite un informe sobre el cambio legislativo y, de forma paralela, que recabe otro de la Comisión Europea. Según argumentaban, la reforma del Gobierno es "contradictoria e incoherente".

Temor a dilaciones

Esta postura contraria ha hecho temer al Ejecutivo una dilación de los nombramientos que le provoque, también, aplazar sus planes. La reforma modifica de nuevo la Ley Orgánica del Poder Judicial para permitir ahora al CGPJ nombrar a los dos magistrados que le corresponden para renovar el Tribunal Constitucional. Mantiene, sin embargo, la prohibición de que el órgano de gobierno de los jueces realice nombramientos en otros tribunales como el Supremo o los tribunales superiores de Justicia. De esta forma, el PSOE se ahorra pasar por una negociación con el PP que podría dilatar las cosas y pretende acelerar el cambio en el TC para que este pase a contar con mayoría progresista y un presidente o presidenta de esta sensibilidad.

Foto: Pedro Sánchez en Skopje. (EFE/Georgi Licovski)

El riesgo de que el CGPJ retrase o paralice completamente la elección de los dos magistrados que le toca designar es un hecho. El Consejo cumpliría la ley debatiendo candidatos, pero nada le obliga a alcanzar necesariamente un acuerdo. Si este no llega, el Gobierno tendría que nombrar a sus dos de forma independiente y todo el plan se vendría abajo.

El problema añadido para los de Pedro Sánchez es que, ahora, el Ejecutivo ha quemado sus naves. Su estrategia rompió cualquier esperanza de pacto con el PP que, antes del anuncio, veía encaminada una negociación sobre la base de un programa de "regeneración democrática". Interpretaron la maniobra como una ofensa y los planes de pactar se fueron al traste o, al menos, han quedado aplazados sin fecha.

Foto: El magistrado Alfredo Montoya abandona el Constitucional por motivos de salud. (Poder Judicial)

Antes de optar por la reforma, el PSOE coqueteó con la idea de nombrar de forma directa a sus dos candidatos sin esperar al Consejo, pero, para ello, tendría que contar con la aprobación del TC, que debe avalar cualquier nombramiento en un pleno prescriptivo. La mayoría actual, conservadora, no estaba dispuesta a permitirlo y preveía rechazar los nombramientos o, directamente, optar por no convocar esa reunión obligatoria sin la que los escogidos no podrían tomar posesión.

Continúa con sus planes

Hace solo unos días, Sánchez afirmó que el Gobierno nombrará a los dos magistrados que le corresponden en el mes de septiembre. Se mostró "convencido" de que el Consejo General del Poder Judicial hará lo mismo. "Estoy convencido de que cumplirá con la ley y dará los nombres y una propuesta", apostillaba. Los socios del Gobierno buscan ahora cerrar la lista de nombres que volcará el alto tribunal hacia una mayoría progresista y dentro de la cuota del Ejecutivo el juez José Ricardo de Prada se erige como principal candidato de consenso entre PSOE y Unidas Podemos.

De lo que no hay duda es de que uno de los dos nombres para renovar el TC será de mujer. El Gobierno quiere que haya paridad en su cuota, además de perfiles de reconocido prestigio y una carrera en la judicatura sin manchas. Entre las magistradas que se barajan, en todas las quinielas se repiten cuatro nombres: de nuevo Teso, Ana Ferrer, Susana Polo y Yolanda Gómez. Todas ellas, con una dilatada trayectoria y, evidentemente, de tendencia progresista.

Los vocales de los bloques progresista y conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han iniciado en pleno agosto un primer intercambio de preferencias para proponer los nombres de los dos miembros del Tribunal Constitucional que tendrá que debatir y votar el órgano a partir del pleno fijado para el 8 de septiembre. El presidente, Carlos Lesmes, convocó la reunión extraordinaria en esa fecha para estudiar las propuestas y reclamó consensuar a lo largo del verano dos candidatos capaces de reunir el mínimo de 12 votos necesarios. De momento, no hay acuerdo en ninguno de los dos sectores.

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