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Ayuso se medirá con Abascal por la batalla ideológica con Feijóo como espectador
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CONVENCIONES EN OCTUBRE

Ayuso se medirá con Abascal por la batalla ideológica con Feijóo como espectador

Vox pretende abanderar la batalla cultural contra el Gobierno con una convención con guiños a la "españolidad", pero se encontrará con una contrincante: la presidenta madrileña

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al líder de Vox, Santiago Abascal, en la Asamblea de Madrid. (EFE/Mariscal)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al líder de Vox, Santiago Abascal, en la Asamblea de Madrid. (EFE/Mariscal)
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Alberto Núñez Feijóo llegó a Madrid convencido de que el sello de su oposición sería el de la moderación, en las formas y en el fondo. Prometió que dejaría de lado los insultos y se centraría en la búsqueda de pactos de Estado con el Gobierno para limitar la capacidad de influencia de los 'extremismos' a izquierda y a derecha. Pero el principal obstáculo lo tenía dentro de su partido. Isabel Díaz Ayuso no ha rebajado un ápice la dureza de su discurso. Mientras el líder gallego hacía ofertas sin parar a Pedro Sánchez —abrió incluso la puerta a facilitar que gobernase la lista más votada, fuese PSOE o PP—, la presidenta madrileña exigía "no pactar con el desastre". Mientras Feijóo llamaba a cumplir las normas, Ayuso se declaraba en rebeldía y comparaba el Ejecutivo con los "regímenes totalitarios". Mientras uno prioriza la economía, la otra se prepara para liderar la batalla ideológica. Octubre es la fecha señalada con Vox y Santiago Abascal en el otro extremo del tablero.

El presidente del PP enjuaga las evidentes discrepancias internas con un mismo argumento: él no mete las manos en la gestión de sus barones autonómicos, a los que concede "total libertad" para hacer, deshacer, decir o callar. Esquiva las imposiciones con mano de hierro, a sabiendas de que el excesivo control de las estructuras orgánicas del partido, especialmente la de Madrid, fue lo que llevó a Pablo Casado a cavar su tumba política. Ayuso hace caso omiso de la directriz de "desinflar los debates identitarios", que en Génova califican como "estériles" en plena emergencia energética y económica, y prepara desde hace meses una "gran convención ideológica", prevista para el mes de octubre, a la que Feijóo asistirá como mero espectador.

Foto:  La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Sergio Pérez)

A diferencia del líder gallego, Ayuso apuesta por el debate de las ideas como fórmula idónea no solo para "ensanchar" el partido, sino para dar la batalla a la izquierda y neutralizar a Vox discurriendo por su mismo carril. De hecho, mientras Génova se queda al margen, la mandataria madrileña tendrá la oportunidad de medir su discurso ideológico al de Santiago Abascal, que también prepara su particular convención para los días 8 y 9 de octubre, las mismas fechas en que Ayuso tenía previsto celebrar su cónclave.

De momento, poco más se sabe del evento que prepara la presidenta de la Comunidad de Madrid. En su equipo, aseguran que aún están buscando recinto y que la convención servirá para "actualizar el orden ideológico" de la formación, tras años dirigida por una gestora adscrita a la dirección que hasta hace unos meses pilotaba Pablo Casado. Los populares madrileños reivindican la "urgencia" de celebrar un cónclave de estas características para asentar el "poso programático" a las puertas de las próximas elecciones autonómicas y municipales, previstas para finales de mayo de 2023, en las que Ayuso espera superar su marca y replicar la mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía, eso sí, con un modelo muy distinto al del barón andaluz.

Foto: Juanma Moreno e Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Mariscal) Opinión
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Ayuso ya hizo toda una declaración de intenciones durante el cónclave que la entronizó al frente del PP de Madrid con el aval de Alberto Núñez Feijóo. "Además de gestión, estamos aquí por unas convicciones e ideas", dijo entonces, haciendo un llamamiento a los suyos para combatir la "agenda ideológica sectaria" y las "imposiciones" de la izquierda. "Este Gobierno está arrebatando la ilusión a España. Pretenden que los ciudadanos no conozcan su legado, su historia, que el español sea censurado en nuestro propio país. Estigmatizan a las mujeres que se levantan todos los días a luchar y a trabajar", pronunció.

Aquel alegato, como otros muchos que ha protagonizado la mandataria madrileña, bien podría haberlo pronunciado Santiago Abascal sin que se notase la diferencia. Vox se ha comprometido a derogar "toda la agenda ideológica" del Gobierno, llegue o no a Moncloa. Para tal objetivo, la formación ha tendido la mano en más de una ocasión al PP con el fin de abolir "juntos" lo que califican como "porquería legislativa extremista" del Ejecutivo. Pero Feijóo no es Ayuso. Y, al menos de momento, no seguirá a Vox en sus recursos contra la ley de memoria o la ley trans.

Foto: Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso en la Moncloa. (EFE/J. J. Guillén)

Génova se pone también de perfil en debates relacionados con el feminismo, el aborto, la eutanasia o el 'suicidio climático'. Por el momento, tampoco se plantea organizar una convención nacional, como la que protagonizó Pablo Casado en octubre de 2021 en Valencia, a pesar de que en el congreso extraordinario que entronizó a Alberto Núñez Feijóo el pasado mes de abril no se abrieron ponencias programáticas. En un contexto de emergencia energética por la crisis con el gas ruso, el PP no se plantea abrir debates internos que evidencien las diferentes sensibilidades que conviven en el partido en temas delicados. El último congreso ordinario, es decir, abierto a ponencias ideológicas, se celebró en 2017, con Mariano Rajoy aún en Moncloa.

'VIVA 22': Vox reivindica la "españolidad"

Desde 2018, Vox ha escogido el mes de octubre para celebrar diferentes cónclaves que, año a año, han colgado el cartel de 'completo' en recintos como el Palacio de Vistalegre. El año pasado, el partido cuantificó en 20.000 las personas que se pasaron por Ifema para disfrutar de un evento privado con tintes festivos y folclóricos. 'VIVA 22' pretende seguir el mismo camino, con la diferencia de que, por primera vez desde su gran irrupción política, los de Santiago Abascal han experimentado un frenazo en sus expectativas tras la fallida experiencia de Macarena Olona en Andalucía frente a un PP disparado en los sondeos.

Foto: La exportavoz del grupo parlamentario de Vox en Andalucia, Macarena Olona. (EFE) Opinión

Como publicó El Confidencial, Vox no renuncia a desgastar al Gobierno por la vertiente económica, sobre todo después de que la ingente escalada de precios vaya a seguir siendo el tema capital durante el próximo otoño. Pero Santiago Abascal intenta buscar su hueco por un camino poco transitado por Alberto Núñez Feijóo, aunque deberá medirse con otro de los principales activos políticos del PP: el de la batalla ideológica a Pedro Sánchez.

Alberto Núñez Feijóo llegó a Madrid convencido de que el sello de su oposición sería el de la moderación, en las formas y en el fondo. Prometió que dejaría de lado los insultos y se centraría en la búsqueda de pactos de Estado con el Gobierno para limitar la capacidad de influencia de los 'extremismos' a izquierda y a derecha. Pero el principal obstáculo lo tenía dentro de su partido. Isabel Díaz Ayuso no ha rebajado un ápice la dureza de su discurso. Mientras el líder gallego hacía ofertas sin parar a Pedro Sánchez —abrió incluso la puerta a facilitar que gobernase la lista más votada, fuese PSOE o PP—, la presidenta madrileña exigía "no pactar con el desastre". Mientras Feijóo llamaba a cumplir las normas, Ayuso se declaraba en rebeldía y comparaba el Ejecutivo con los "regímenes totalitarios". Mientras uno prioriza la economía, la otra se prepara para liderar la batalla ideológica. Octubre es la fecha señalada con Vox y Santiago Abascal en el otro extremo del tablero.

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