El Gobierno logra el aval a la Ley de Memoria tras un debate bochornoso con las víctimas en medio

La Ley de Memoria Democrática debía convertirse en un punto de encuentro y concordia, pero el debate de la norma en el Congreso de los Diputados se ha convertido en un bochornoso espectáculo; con el PP reuniéndose con víctimas de ETA en dependencias del Congreso, mientras el PSOE le acusaba de manipularlas, y con las víctimas de la dictadura, que escuchaban desde la tribuna de invitados, presenciando un discurso de exaltación de la obra de Francisco Franco, cortesía de Vox.

El pleno del Congreso ha aprobado esta norma al filo de las 20.20 horas, con 173 votos a favor, 159 votos en contra y 14 abstenciones. Su aprobación se daba por hecha, dado el resultado de la votación de las enmiendas, horas antes. Sin embargo, el Gobierno en pie ha celebrado con un sonoro aplauso la norma, dirigiéndose directamente a las víctimas de la dictadura que, emocionadas, seguían la votación desde la tribuna de invitados, también entre aplausos. Lograban así sacar adelante la norma por la que, en las últimas horas, se ha agriado el debate político dentro y fuera del hemiciclo.

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El caldo de cultivo era evidente; ya en la primera jornada del debate sobre el estado de la nación, el martes, PP y PSOE se enzarzaron a cuenta de las víctimas de ETA, con el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco aún reciente. En las últimas semanas, además, la oposición se ha aferrado al apoyo de Bildu a esta Ley para tildarla de "repugnante", o "miserable", por estar pactada "con los herederos de ETA", pero este jueves se dispararon por completo los decibelios.

El ministro de la Presidencia e impulsor de esta ley, Félix Bolaños, subió a tribuna para reiterar “lo que dice la ley, y no lo que algunos dicen que dice la ley”, y para expresar que el Gobierno está "con todas las víctimas", pero nada pudo hacer para calmar las aguas.

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"Repitan conmigo, condenamos los asesinatos de ETA, y se quedarán más tranquilos", espetaba Jaime Mateu (PP), desde la tribuna de oradores, a Bildu, que sólo un día antes había vuelto a dirigirse a las víctimas de ETA: "Sentimos enormemente el sufrimiento causado", fueron las palabras de su portavoz, Mertxe Aizupurua. Todo, entre gritos de "¡Paracuellos!", durante la intervención del secretario de Estado para la Agenda 2030, también líder del PCE, Enrique Santiago. "Díganlo: yo condeno la victimización y las violaciones de los derechos humanos causados por la dictadura franquista", respondía Santiago.

Algo antes, el PP aprovechaba para reunirse en el Congreso con varias asociaciones de víctimas, y para fotografiar este encuentro, que fue convocado con sólo dos días de antelación, y coincidiendo con la presencia de víctimas de la dictadura en tribuna. El diputado socialista Patxi López, que fue lehendakari cuando ETA aún no había renunciado a la violencia (2009-2012), arremetió contra el PP desde el patio del Congreso por estar "manipulando” e “instrumentalizando” a las víctimas, además de por “enfrentarlas unas con otras”, para enemistar a los afectados por el franquismo y por el terrorismo.

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López también se revolvió contra el diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz, que había llegado a cuestionar, en la tribuna, que la ley proteja del mismo modo a las víctimas del franquismo y a las de ETA. "Si es Gernika, sí. Si es Hipercor, no". "Eligen víctimas y asesinos en función de su utilidad en el presente", apuntó, criticando que "miembros de la banda que mató redacten hoy la Ley de Memoria Democrática". Esto por no hablar de su acusación al PSOE de "pintar pancartas con sangre ajena".

El político vasco, visiblemente enfadado, recordaba que ya existe una Ley de Víctimas del Terrorismo, y respondía: "Nosotros hemos escrito siempre las pancartas con nuestra propia sangre"; "A algunos de los que están ahí dentro no los he visto nunca detrás de una pancarta así".

Un diputado de Vox ensalza la dictadura ante las víctimas del franquismo

Y todo esto ocurrió antes de que Francisco José Contreras, diputado de Vox, aprovechara la tribuna de oradores para ensalzar la dictadura de Francisco Franco. En apenas unos segundos, ya provocó que los diputados de ERC, Bildu, y la inmensa mayoría del grupo Unidas Podemos, abandonasen el hemiciclo, cuando justificó el asesinato de Salvador Puig Antich por el régimen franquista: "Lo ejecutaron no por ser anarquista, sino por matar a un policía", argumentaba.

Contrera, incluso, llegó a tildar de "gesto de concordia" el "enfoque" que dio Franco "a los 25 años de paz en 1964". "Fue un enfoque no sectario, no enfatizaba la victoria o la guerra, sino los 25 años de paz y prosperidad posteriores", sostenía. A su entender, el Valle de los Caídos tampoco "necesita una resignificación", y la actual ley es revanchista, y supone una "batasunización de la memoria". También dijo que Vox se sumará siempre a los homenajes "a los caídos de ambos bandos que murieron persiguiendo lo que ellos consideraban una España mejor".

En la tribuna, las víctimas de la dictadura presenciaban el espectáculo.