Bildu reclama a Sánchez que se deje de "parches" y "rompa" ya con el "régimen del 78"

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A Bildu le gusta el rumbo adoptado por Pedro Sánchez en el debate sobre el estado de la nación, pero sus medidas concretas le parecen insuficientes. Su portavoz, Mertxe Aizpurua, animó este miércoles al presidente del Gobierno a adoptar medidas fiscales más ambiciosas, "estructurales", y no meramente temporales, "parches", y reclamó al PSOE, pero también al conjunto de la izquierda, que "rompa" ya con el "régimen del 78". Esta fue, precisamente, una de las ideas más repetidas por su socio de Gobierno durante sus primeros años de actividad política. En concreto, en noviembre de 2014, cuando Pablo Iglesias resultó elegido secretario general del partido morado, que aún ni siquiera se había presentado a unas elecciones generales, ya agitó al PSOE con su llamamiento a "abrir el candado del 78".

Hoy, en un discurso leído, pausado y cargado de propuestas sociales, Aizpurúa ha llamado a toda la izquierda a "romper amarras con las hipotecas heredadas de la dictadura", para abrir "una nueva fase histórica". A su entender, esta fase debería construirse desde el diálogo, y con las desigualdades sociales y económicas, así como con "una visión profundamente democrática de los conflictos nacionales", en el centro.

El modelo de la Transición no es una herencia, es una hipoteca", incidía, refiriéndose a la "imposición de la monarquía", al "monopolio de los grandes medios de comunicación", o a la "inexistencia de un poder judicial independiente". Por eso, reclamaba a Sánchez "iniciar una transición real y profunda", que acerque España a una "democracia del siglo XXI".

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"Esperamos más", apuntaba, reclamando al presidente del Gobierno toda una batería de medidas, empezando por una reforma fiscal "ambiciosa, progresiva y justa". También exigió que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), y el conjunto de los salarios, aumenten conforme al IPC; que imponga precios tope a la electricidad y los carburantes, que aplique "impuestos extraordinarios permanentes" sobre los beneficios de las energéticas, y hasta que renacionalice las eléctricas, o que actúe para frenar "la estafa" que supone que grandes empresas, como las petroleras, repercutan las medidas redistributivas en el bolsillo de los consumidores.

Sánchez, por su parte, respondía reivindicando la Constitución -"Un orgullo"-, y la Transición, "con sus muchas luces y sus pocas sombras", y aseguraba que, si España ha perdido un puesto en el ránking de democracias de 'The Economist', para dejar de ser considerada una "democracia plena", es por culpa del PP, al que responsabilizaba en exclusiva del bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyo mandato expiró en diciembre de 2018.

Aizpurua, a las víctimas de ETA: "Sentimos de corazón su sufrimiento"

Y, pese al tono conciliador de Aizpurua, Sánchez trataba de mantener las distancias, consciente de que todo acercamiento a Bildu va a ser utilizado en su contra, aunque es uno de sus socios parlamentarios habituales, imprescindible en algunas coasiones. "No estamos dispuestos a renunciar a lo fundamental", decía, "pero sí a negociar para llegar a acuerdos". También rechazó que se le pueda afear su "exaltación belicista" al hablar de la guerra en Ucrania, porque sólo ha "constatado una realidad": "La seguridad de Europa se ha visto amenazada".

Y, si el debate del martes dejó la estampa de PP y PSOE echándose en cara, mutuamente, la instrumentalización del dolor de las víctimas de la violencia de ETA, este miércoles Aizpurua defendía que "la memoria, las víctimas y su dolor, no pueden ser arma política". Así, la portavoz de Bildu se ha dirigido a las víctimas de la violencia terrorista para decirles, "de corazón", que sienten "enormemente" su "sufrimiento", y para trasladar que se comprometen "a tratar de mitigarlo". "Somos conscientes que para algunos nunca será suficiente, pero también somos conscientes de que los vascos y las vascas hemos avanzado mucho, muchísimo, en la construcción de ese futuro compartido", apuntaba.