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El Covid-19 desbarata los planes de Sánchez: jaque a los Presupuestos y a la mesa catalana
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EL PRESIDENTE ASUME EL LIDERAZGO

El Covid-19 desbarata los planes de Sánchez: jaque a los Presupuestos y a la mesa catalana

El Gobierno centra su actuación en la lucha contra el coronavirus. La expansión de la enfermedad pone en peligro la negociación de las cuentas o la segunda sesión del foro de diálogo

Foto: Pedro Sánchez, este 10 de marzo, en la rueda de prensa por el coronavirus en la Moncloa. (EFE)
Pedro Sánchez, este 10 de marzo, en la rueda de prensa por el coronavirus en la Moncloa. (EFE)

Todo ya es secundario. "Todo". Para el Gobierno, ya solo existe un frente: la lucha contra el coronavirus. No hay más planes a corto y medio plazo. "Todo" se centra en una amenaza mundial que está poniendo a prueba el sistema sanitario y erosionando la economía. Todo está orientado, dice el Ejecutivo, hacia la lucha contra lo que ya ha sido declarado como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es incierto ya el futuro de los Presupuestos Generales del Estado de 2020 o la siguiente reunión de la mesa de diálogo con la Generalitat, prevista para la próxima semana o, en todo caso, para antes del cierre de marzo. El combate contra el Covid-19, que ya ha provocado 2.152 contagios y 50 fallecidos solo en España —más de 118.000 infectados y más de 4.200 muertes en todo el mundo—, consumirá, según subrayan en la Moncloa, todos los esfuerzos del Gabinete de coalición (y de las demás administraciones) y drenará recursos de las arcas públicas, y obviamente modificará la hoja de ruta de Pedro Sánchez programada para este arranque de legislatura.

"Todo salta por los aires, todo", reconocen en Ferraz. "Gobernar es jerarquizar, y la primera preocupación que tenemos en el Gobierno es atender a una crisis mayúscula de salud pública", completan en el entorno del presidente. Sánchez, después de semanas haciendo recaer la gestión de la crisis en el titular de Sanidad, Salvador Illa, pegó un giro en la estrategia y pasó él a asumir las riendas. Para la oposición, tarde.

El foco de la actualidad prácticamente es único: coronavirus. Especialmente desde que el lunes se duplicara el número de casos, en particular en Madrid, y el Ministerio de Sanidad acordara con las comunidades autónomas el cambio de escenario: de la "contención" inicial a la "contención reforzada". Aplicación de medidas drásticas para evitar la expansión geométrica del virus. Una primera tanda de iniciativas el lunes —cierre de centros educativos y recomendación de teletrabajo en las cuatro zonas de riesgo (Madrid, La Rioja, Vitoria y Labastida)—, una segunda el martes —suspensión de los viajes del Imserso, prohibición de vuelos desde Italia, cancelación de eventos de más de mil personas en espacios cerrados y limitación a un tercio del aforo en los actos de menor dimensión en los focos con índices de contagio altos, aplazamiento de las Fallas y de las fiestas de la Magdalena—, una tercera el miércoles —cierre temporal del Museo del Prado, del Reina Sofía, del Thyssen, de la Filmoteca Española, del Palacio Real, del monasterio de El Escorial, del Valle de los Caídos —... y probablemente habrá más en los siguientes días. La crisis no cesa y aún quedan por delante "semanas duras y difíciles", según aseguró Sánchez en su primera comparecencia monográfica sobre la materia, el pasado martes en la Moncloa.

"Gobernar es jerarquizar, y la primera preocupación que tenemos en el Gobierno es atender a una crisis mayúscula de salud pública", señalan en la Moncloa


El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, apuntalaba ese horizonte temporal negro: si todo fuera "muy bien", en dos meses podría no haber transmisión del Covid-19. Pero si la pandemia no evoluciona lo bien que se espera, podría alargarse hasta cuatro meses.

Foto: Pedro Sánchez, hablando con los periodistas este 10 de marzo tras su rueda de prensa en la Moncloa. (EFE)

Una "respuesta común"

Este jueves, el líder socialista se ve con los agentes sociales y presidirá una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, en la que se dará luz verde a un importante paquete de medidas económicas, pensadas para mitigar el impacto del coronavirus. Ayudas a empresas y familias, protección del empleo, garantía del suministro de medicamentos y el apoyo a los sectores del turismo y del transporte. El jefe del Ejecutivo no ofreció una primera cuantificación del plan de choque, alegando que aún es complicado hacer previsiones por la incertidumbre sobre la duración de la crisis.

El presidente reúne al Consejo de Ministros y a los agentes sociales este jueves, el sábado hablará con los presidentes y el lunes, con los portavoces

El sábado, Sánchez conversará por videoconferencia desde la Moncloa con los presidentes autonómicos para abordar una "respuesta común" frente a este desafío de salud pública. Y el lunes reunirá a los líderes políticos en el Congreso, en una cita que anticipó a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet.

Sanidad: "Tardaremos entre 2 y 4 meses en acabar con la transmisión del coronavirus"

No hay más horizonte en la agenda del Gobierno. No, desde luego, por ahora. Para la próxima semana se preveía la posibilidad de que se celebrara, en Barcelona, la segunda sesión de la mesa de diálogo con la Generalitat. Pero ya nada está claro. El Ejecutivo no emite noticias sobre esa futura convocatoria. Tampoco ha respondido a la petición del 'president', Quim Torra, de que se mantenga y se haga por videoconferencia si es necesario. No es seguro si finalmente habrá encuentro y si se hará telemáticamente, como sugiere el Govern, pero lo que sí es evidente es que, de celebrarse, no será en el Palau de la Generalitat ni tendrá el foco encima. Quedará deslucido por completo.

Los Presupuestos de 2020, que ya estaban muy amenazados por la proximidad de las elecciones catalanas, aún sin fecha, ahora podrían estarlo más. Los ministerios económicos están volcados ahora mismo en la activación de medidas que ayuden a frenar el impacto "contundente" del Covid-19. "El Gobierno de España va a poner todos los mecanismos encima de la mesa para dar respuesta pronta a esta situación sobrevenida como consecuencia de las decisiones que tenemos que tomar para frenar la extensión del coronavirus", aseguró Sánchez el martes.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde (Reuters)

PGE, como poco, distintos

El Ejecutivo, no obstante, va a intentar hacer valer el escenario de crisis sanitaria para empujar a los grupos a que apoyen las cuentas de este año. Urgirles a que adviertan la necesidad de contar con una herramienta, los PGE, actualizada: "Evidentemente, sería una muy buena noticia para el conjunto de la ciudadanía que pudiéramos tener otros Presupuestos porque tenemos que adoptar nuestras políticas económicas, nuestras políticas fiscales a una nueva realidad". "Sería bueno", añadió, "que todas las fuerzas parlamentarias, en aras de ese espíritu de colaboración y de coordinación que estamos teniendo con las comunidades autónomas, fueran conscientes de ello". Habrá que ver cómo respiran los grupos en los próximos días, aunque antes de que se agravara esta crisis PNV y ERC, socios imprescindibles de PSOE y Unidas Podemos, pedían al bipartito que renunciara a los PGE de 2020.

El Gobierno quiere aprovechar la crisis sanitaria para insistir en la necesidad de unos nuevos PGE, aunque el cuadro macro quizá tenga que cambiar

Aunque el Gobierno lograra amarrar los apoyos, es muy probable que el proyecto de ley no fuera el mismo del inicialmente programado, ya que Hacienda se vería abocada a una modificación del cuadro macroeconómico, puesto que la previsión de crecimiento para este año de un 1,6% parece ya más lejana. El combate de la enfermedad acarreará un freno de la recaudación y un aumento del gasto. Recursos que podían estar destinados a otros capítulos se deberán dedicar a taponar el boquete provocado por el SARS-CoV-2.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. (EFE)

También pasan a un segundo plano los planes legislativos del Ejecutivo. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ya llevó al Consejo de Ministros un calendario para este 2020 con 92 proyectos de ley que iban a ser enviados a las Cortes. El Gobierno ya ha aprobado unos primeros decretos de fuerte impacto social —subida del salario mínimo, actualización de las pensiones—, pero aún tenía muchos textos por preparar. La reforma educativa ya está en el Congreso, y también se ha elevado a los órganos consultivos el anteproyecto de Ley de Libertad Sexual, pero es muy probable que ese 'timing' de 92 proyectos se vea alterado. Las leyes de acento social, como la regulación de la eutanasia, en tramitación parlamentaria, se verán postergadas o ralentizadas. Esta semana está suspendida la actividad parlamentaria en la Cámara Baja, y este jueves la Junta de Portavoces estudiará si la restablece a partir del lunes o prorroga el paréntesis.

"Estamos a lo que estamos"

Ya tampoco hay certezas sobre las elecciones vascas y gallegas del 5 de abril. El Gobierno estudia un posible aplazamiento de ambos comicios, aunque técnicamente no es sencillo. Una reforma de la Ley Electoral no llegaría a tiempo, probablemente, porque la Constitución prohíbe hacer uso de la legislación de urgencia (un decreto ley) para abordar una materia de carácter orgánico, especialmente protegida. Pero, aunque el 5-A no se cancele, la campaña electoral sí está en riesgo. Por lo pronto, Sánchez no tiene mítines previstos —más aún, la sede del PSOE está bajo mínimos, en atención a las medidas recomendadas desde Sanidad—, ni actividad fuera de Madrid. Los socialistas parten con buenas perspectivas en las dos comunidades, pero especialmente en Galicia, donde se disputa la Xunta con el PP de Alberto Núñez Feijóo, necesitaba una "campaña agitada", elevar la tensión para movilizar a su electorado.

Tampoco está claro si habrá o no elecciones en Euskadi y Galicia el 5-A. La campaña, en todo caso, se verá tocada, y sobre todo el PSdeG la necesitaba

"Una legislatura no es un plano estático. Liderar es también adaptarse a los cambios, gobernar es entre otras cosas priorizar, jerarquizar. Todo sigue, pero la prioridad uno es esta, atajar una crisis de salud pública", insisten en la Moncloa. "Hay que dedicarse a esto y dejarse de otras cosas. No estamos a nada más que a esto, ni campaña, ni mesa de diálogo, ni nada. Estamos a lo que estamos", subraya otro alto cargo del equipo del presidente. Este lo dijo con rotundidad en su rueda de prensa del martes: "Haremos todo lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta, y juntos".

placeholder Reunión de la comisión interministerial de seguimiento del coronavirus, presidida por Pedro Sánchez, este 10 de marzo en la Moncloa. (Fernando Calvo | Moncloa)
Reunión de la comisión interministerial de seguimiento del coronavirus, presidida por Pedro Sánchez, este 10 de marzo en la Moncloa. (Fernando Calvo | Moncloa)

En Ferraz asumen con resignación el nuevo escenario. Las coordenadas han cambiado por completo. Ya hasta sonaba vieja la disputa con Unidas Podemos de la pasada semana. "No hay espacio para otras cosas, ni puede haberlas. Estamos viendo un país que se va a paralizar, viendo cosas que no habíamos visto, como el aplazamiento de las Fallas, el cierre del Prado [no ocurría desde la Guerra Civil] y de otros museos. El coronavirus lo arrolla todo y por un periodo largo. Estamos lejos siquiera de imaginar las consecuencias", señala un miembro del aparato federal que reconoce que en la cúpula del partido la honda "preocupación" por la dimensión sanitaria y económica de la crisis.

En Ferraz y en la Moncloa, se apunta a que la figura de Sánchez puede salir "reforzada", porque toda crisis también es una "oportunidad" para el líder

Pese a que el Covid-19 esté desbaratando la hoja de ruta de la coalición, en la Moncloa y en Ferraz sí apuntan a que esta crisis, como todas, además de un riesgo, puede ser "una oportunidad". Distintas fuentes indican que la figura del presidente puede salir "reforzada" si se hace una buena gestión, ya que los ciudadanos, en momentos de zozobra, tienden a alinearse con sus gobiernos. "Pero, sobre todo si esto dura mucho, no puedes cometer errores, ni por supuesto mentir. Y el problema está en que nadie puede medir esto", analiza un cargo de Ferraz. En el equipo del presidente no creen que errara al comparecer ante la opinión pública tarde, solo cuando el panorama se ha agravado: "Si esto dura meses, salir demasiado pronto quizá te puede quemar".

La batalla política, sin embargo, puede desvirtuar el escenario. Porque ya se aprecian las tensiones entre el Ejecutivo madrileño, que pilota la popular Isabel Díaz Ayuso en coalición con Ciudadanos, y el bipartito de PSOE y Unidas Podemos. En la noche del miércoles el choque fue obvio, cuando la presidenta aseguró que Madrid "no se va a cerrar, no al menos ordenado por el Gobierno regional". "Si el Gobierno de España quiere o sopesa hacerlo, que lo explique", denunció. Poco después, la Moncloa recordó que "el bulo del cierre de la Comunidad de Madrid" por el coronavirus fue "desmentido por el Gobierno a través de distintas vías". En respuesta a llamadas de periodistas y de manera pública, a través de Fernando Simón. El Ejecutivo de Sánchez reiteró así su "voluntad expresa" de "colaborar y coordinarse con las CCAA", y "especialmente" con aquellas afectadas por una transmisión comunitaria del patógeno alta. El Covid-19 ya ha copado toda la escena, y puede convertirse en un arma arrojadiza entre partidos y administraciones.

Todo ya es secundario. "Todo". Para el Gobierno, ya solo existe un frente: la lucha contra el coronavirus. No hay más planes a corto y medio plazo. "Todo" se centra en una amenaza mundial que está poniendo a prueba el sistema sanitario y erosionando la economía. Todo está orientado, dice el Ejecutivo, hacia la lucha contra lo que ya ha sido declarado como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es incierto ya el futuro de los Presupuestos Generales del Estado de 2020 o la siguiente reunión de la mesa de diálogo con la Generalitat, prevista para la próxima semana o, en todo caso, para antes del cierre de marzo. El combate contra el Covid-19, que ya ha provocado 2.152 contagios y 50 fallecidos solo en España —más de 118.000 infectados y más de 4.200 muertes en todo el mundo—, consumirá, según subrayan en la Moncloa, todos los esfuerzos del Gabinete de coalición (y de las demás administraciones) y drenará recursos de las arcas públicas, y obviamente modificará la hoja de ruta de Pedro Sánchez programada para este arranque de legislatura.

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