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Hacia las 100 reestructuraciones de empresas con foco en Celsa, Ezentis, Telepizza y Single Home
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Hacia las 100 reestructuraciones de empresas con foco en Celsa, Ezentis, Telepizza y Single Home

Los expertos ven un repunte de operaciones tras el verano y, especialmente, en 2024. Sigue haciendo falta que se aclaren cuestiones importantes por jurisprudencia

Foto: Logo de Celsa en una de sus fábricas. (Reuters/Albert Gea)
Logo de Celsa en una de sus fábricas. (Reuters/Albert Gea)
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El mercado de reestructuraciones sigue desarrollándose más lento de lo esperado un año después de la entrada en la nueva Ley Concursal. Los créditos ICO y las carencias han retrasado el necesario ajuste de la deuda de muchas empresas, pero cada vez hay más operaciones. Los expertos esperan llegar al centenar en los próximos meses.

Hay cierto consenso en que se notó un repunte de la actividad en el segundo trimestre y casi todos los expertos esperan mucho más en la segunda mitad del año, y especialmente en 2024. Aunque, por ahora, los grandes procesos en marcha como Celsa, Telepizza, Naviera Armas o Ezentis son reducidos. Pero sí hay un goteo de operaciones "más sencillas", señalan Ignacio Buil y Patricia Álvarez, socios de Cuatrecasas. Reestructuraciones "donde se pactan únicamente extensiones de plazos y endurecimiento de covenants a cambio de ciertas subidas de tipos de interés, en las que se utilizan los nuevos mecanismos preconcursales como incentivo para llegar a un acuerdo", explican.

Foto: Sede de Ezentis en Madrid. (Europa Press/Jesús Hellín)

Marta Morales, socia de Andersen, cree que se llegará al centenar de reestructuraciones: "Las reestructuraciones han crecido en los últimos tres meses sustancialmente. Ya no solo las mediáticas, que son conocidas gracias a su novedad o volumen, sino reestructuraciones de todo tipo y tamaño". "Otra idea que refuerza la opinión de que superaremos el centenar de planes de reestructuración es el hecho de que en algún momento llegará la fecha en que las empresas tendrán cercana la obligación de devolución de los préstamos ICO después de las sucesivas moratorias", añade. Mientras que Ignacio González, socio de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, cree que "se tardará meses en llegar al centenar" porque el incremento será paulatino y más lento de lo que se podía esperar.

"Se viene hablando desde el confinamiento del tsunami de restructuraciones, pero las ayudas públicas y la vuelta a la normalidad económica de momento lo han evitado. A nivel de gran empresa, pienso que seguiremos viendo una sucesión de casos de relativa gravedad, pero nunca una avalancha. A nivel pymes, micropymes y autónomos, es probable que la gravedad sea mayor, pero estas situaciones se gestionan por otros cauces", resume Pedro Rojas, socio de Latham & Watkins.

Que no haya muchas reestructuraciones no quiere decir que sea positivo. El espíritu de la ley, que transpone una directiva europea que quiere acercarse al modelo anglosajón, incentiva las negociaciones de reestructuración de deuda temprana y da más poder de negociación a los acreedores, pero al mismo tiempo evita que estos o los dueños de la compañía se enroquen en sus posiciones.

"El número de reestructuraciones completadas actualmente es ridículo en comparación con las empresas en situación de dificultad financiera. Es necesaria una concienciación colectiva con ayuda de todos los operadores para conseguir el objetivo de promover las reestructuraciones tempranas y evitar la insolvencia", opina Manuel Mingot, socio de Squire Patton Boggs. "De acuerdo con conversaciones del día a día con diversos operadores empresariales y financieros, las expectativas son que haya un repunte de reestructuraciones en el último trimestre de este año y a partir de 2024, coincidiendo con la retirada de ayudas públicas y por la aplicación de una política fiscal más restrictiva a nivel europeo. Es labor de los profesionales del sector de la reestructuración hacer una labor divulgativa entre los distintos agentes involucrados, de forma que conozcan y apliquen de forma eficaz y con carácter preventivo las nuevas instituciones", añade en la misma línea José Luis Yus, socio en Baker McKenzie.

Fernando Gutiérrez, socio de Pinsent Masons, cree que sí que habrá un incremento en los próximos meses, siempre y cuando "la jurisprudencia no introduzca criterios muy restrictivos de interpretación, y por eso es urgente que sus primeras resoluciones sean especialmente motivadas y fundamentadas, en el sentido de crear doctrina: las empresas podrán acudir a la reestructuración sin la incertidumbre actual existente por el nuevo modelo".

En julio ya se ha notado un incremento, indica Gonzalo Montes, socio de KPMG. "Después del verano aumentarán las reestructuraciones, pues ya lo hemos notado en el mes de julio. No olvidemos que para que aumenten las reestructuraciones deberá haber una desaceleración en la economía (hay ciertos parámetros inquietantes), pero, sobre todo, problemas de liquidez en el mercado, y vencimientos de la deuda ICO, Cofides y SEPI. En este sentido, estos vencimientos están ya empezando a llegar, por lo que creemos que después del verano y, especialmente, en el año 2024 habrá más reestructuraciones en el mercado".

Foto: Sergio Masip, nuevo socio de EY.

Javier Castresana, socio de Allen Overy, también espera un repunte en septiembre, aunque "en ningún caso va a ser la avalancha de la que tanto tiempo se lleva hablando. El año 2024 llega con bastante incertidumbre, y la situación macroeconómica marcará la intensidad de la actividad. Si nada cambia, sí creemos que 2024 puede ser un gran año para nuestro área de restructuraciones".

Celsa, Single Home, Ezentis, Telepizza…

Hay varias reestructuraciones que están siendo muy seguidas por todos los profesionales del mercado, debido a que van creando jurisprudencia. Quizá Celsa, donde hay un enfrentamiento entre los Rubiralta y los acreedores, es el caso más sonado. Los asesores de los acreedores, explican fuentes jurídicas, han tenido que ser “muy creativos a la hora de aplicar ciertos aspectos legales muy novedosos y cuya forma de implementación sigue sin estar totalmente regulada”.

Esta creatividad, explican dichas fuentes, se debe a "la falta de cooperación de la compañía y sus accionistas". Por ello, hay cierto consenso en el mercado en que la decisión del Juzgado Mercantil nº2 de Barcelona sobre la homologación del plan de reestructuración que los acreedores han solicitado imponer a la empresa y a sus accionistas va a suponer un antes y un después, especialmente si se ven expulsados los Rubiralta de los accionistas, dado que otras empresas tomarían nota del riesgo de tensar la cuerda cuando la empresa tiene dificultades financieras, en vez de hacer reestructuraciones tempranas negociadas.

"Va a ser una de las decisiones judiciales más esperadas a la vuelta de las vacaciones y, probablemente, servirá como referente para valorar las posibilidades que ofrece la nueva Ley Concursal como instrumento para llevar a cabo operaciones de M&A", señalan en el sector.

Foto: Sede del ICO. (EFE/Juanjo Martín)

"Si el plan propuesto por los acreedores sale adelante [en Celsa], con la consecuente pérdida de la propiedad de la empresa por parte de los actuales accionistas en favor de los acreedores, ello supondrá un cambio de las reglas de juego. En mi opinión, este escenario puede ser positivo pues, para evitar situaciones similares, los empresarios se verán obligados a iniciar procesos de reestructuraciones con carácter preventivo, evitando llegar a situaciones de insolvencia y descapitalización límites", opina otro experto. "Ver funcionar un plan que arrebata la compañía a sus antiguos propietarios, por haber perdido su inversión, sería un gran paso y una muestra de fortaleza de la ley", apostilla otro.

Precisamente, Manuel Mingot, de Squire Patton Boggs, cree que hay incertidumbre sobre temas derivados de la reestructuración de Celsa en lo que se refiere al arrastre societario. Uno es "la necesidad o no de consentimiento previo del deudor —persona jurídica— para el arrastre societario del capital fuera del dinero. La mayoría de la doctrina opina que no es necesario dicho consentimiento, ya que si la Ley 16/2022 permite imponer el arrastre a los socios, cómo no se va a poder imponer al propio deudor". El otro aspecto es la impugnación de la valoración económica "como empresa en funcionamiento realizada por el experto en reestructuraciones para determinar la existencia de valor excedentario en la reestructuración sobre el valor liquidativo (respecto a si se cerrara la empresa), especialmente en los planes no consensuales de homologación judicial y arrastre de los socios disidentes".

Pero hay más casos relevantes. "Celsa, Single Home y Telepizza van a marcar tendencia en el mercado. Creemos que Telepizza puede ser un modelo en Madrid, así como Celsa en Barcelona. Del buen éxito de estas tres operaciones dependerá mucho la confianza en nuestro mercado de restructuraciones", señala un abogado.

Foto: Sede de Ezentis en Madrid. (Europa Press/Jesús Hellín)

El caso de Telepizza ha sido negociado y podría ser un ejemplo a seguir. También Ezentis, pero tras la homologación hay dos impugnaciones en la Audiencia Provincial de Sevilla que han puesto en vilo al sector. Una impugnación es de un accionista, algo novedoso, y otra de un acreedor. Todavía colea el caso gallego de Xeldist, en el que tres acreedores que impugnaron se quedaron fuera y la empresa ha acabado en concurso. Igualmente, hay impugnaciones en Single Home contra el grueso de la reestructuración, ya que han impugnado un fondo norteamericano que era el acreedor más relevante y Sareb.

Dudas un año después

En septiembre se cumplirá un año de la entrada en vigor de la reforma de la Ley Concursal. "Ha sido esta una reforma disruptiva y hoy, todavía, inmadura", arguye Santiago Torent, socio de Ceca Magán. "Esta reforma tiene dos propósitos principales: dotar de más herramientas a la empresa y a sus acreedores para acometer procesos de restructuración de forma organizada y buscando el consenso y el principio mayoritario por una parte y, por otra, desjudicializar los procesos concursales. Si este era el propósito, podemos decir que la reforma no está obteniendo, al menos por el momento, los resultados esperados, por diversos motivos", añade. Uno de ellos, opina, son las medidas públicas como los créditos ICO. El otro, que hay lagunas sobre las reestructuraciones forzosas, que no son consensuales, como se ha visto en Xeldist, Single Home o Celsa.

En cuanto a la labor de la Justicia, hay diversidad de opiniones. "Entre la pandemia, las huelgas que el sector de la Justicia ha venido sufriendo y la carga de trabajo acumulada, los asuntos no van a la velocidad que a todos nos gustaría", indica Álvaro Reig, socio de Laffer Abogados. "Las cuestiones dudosas se amontonan y las discusiones están muy vivas, pero en realidad los expedientes no son tantos. Hace falta más seguridad jurídica, más aún en ese híbrido que permitiría disparar el número de operaciones, como es el procedimiento especial para microempresas, prácticamente sin estrenar, a mi juicio, por la ineficiencia de la Administración, no por esperada menos escandalosa”, añade Blas A. González Navarro, socio director en Blas A. González Abogados.

Foto: Celsa, una de las empresas inmersa en reestructuración. (Reuters/Albert Gea)

En el lado opuesto, Javier Castresana, de Allen Overy, dice que "los procesos están siendo razonablemente rápidos y ágiles, incluso mucho más que con la anterior legislación, y aunque están surgiendo muchas dudas interpretativas, todos los operadores del mercado de la reestructuración (abogados, asesores financieros, expertos, auditores…) estamos llegando a consensos razonables en cada procedimiento, de manera que se sienten las bases del mercado para el futuro". Igualmente, Manuel Mingot, de Squire Patton Boggs, señala que no ha notado una excesiva dilación en los procesos, y que "los jueces están tramitando de manera acelerada las solicitudes de homologación judicial de planes de reestructuración con un gran compromiso, resolviendo de manera muy rápida en los plazos".

Ignacio Fernández, de CMS, cree que, dada la falta de certeza con la aplicación de la nueva normativa por su novedad, "los procesos han sido razonablemente rápidos". Eso sí, advierte de que "la regulación es muy mejorable: a título de ejemplo, en materia de planes competidores, en el hecho de que cada Audiencia Provincial pueda fijar sus propios criterios sin que haya uniformidad a nivel general o en determinados aspectos de la tramitación de las impugnaciones de los autos de homologación y los acuerdos de junta".

Foto: Ferry de Naviera Armas. (EFE/Curbelo)

No todos los procesos están siendo tan ágiles como deberían, fundamentalmente por las incertidumbres que se han generado en torno a las novedades de los planes. La formación de clases, los planes no consensuales, su tratamiento, la impugnación y proposición de planes alternativos por parte de los acreedores, el tratamiento de los créditos ICO —que ha sufrido variaciones y evolución en los últimos meses— han sido algunas de las cuestiones que se han ido asentando poco a poco y que en la actualidad siguen clarificándose”, apunta Marian Morales, de Andersen.

Por ahora reina la diversidad, explica Pedro Rojas, de Latham & Watkins, "desde la gran disputa sobre Celsa al fracaso de Xeldist, pasando por el sinsentido de SingleHome, entre otros. En estos primeros planes ya se han puesto a prueba conceptos esenciales y nuevos en nuestro derecho, como la configuración de clases, los planes competidores o la regla de la prioridad absoluta. Muchos de estos conceptos son en cierto modo subjetivos, por lo que generan incertidumbre por definición. En esto, hemos visto decisiones más y menos acertadas. Por otro lado, la nueva regulación ha cambiado enormemente las dinámicas negociadoras tradicionales. Al haberse restado poder de bloqueo al accionista y determinados acreedores, las negociaciones en los grandes procesos se han vuelto más financieras y menos oportunistas".

Foto: Finca Cortesin Hotel, Spa & Golf. (Web Finca Cortesin)

El experto cree que se necesita más claridad sobre "la posibilidad de que acreedores afectados puedan solicitar un proceso con contradicción previa antes de verse arrastrados". Rojas también avisa de que en materia de homologaciones, donde no habrá jurisprudencia como tal, "no deberían llegar nunca a una instancia superior que unifique criterios, así que cabe la posibilidad que los jueces de lo mercantil y las audiencias sigan criterios muy distintos. Imagino que, con el tiempo, acabarán coincidiendo en los puntos esenciales".

Sobre la regla de prioridad mencionada, precisamente Gonzalo Montes, de KPMG, señala que "el aspecto crítico está siendo quién presenta primero el plan de reestructuración ante el juez. La tendencia jurídica es aceptar que el primer plan que se presente, siempre y cuando cumpla con los requisitos establecidos en la ley, sea el finalmente implementado. Esto significa que está primando la celeridad sobre que sea la mejor opción".

Foto: Imagen: EC Diseño

Otro caso con el que se necesita claridad es el uso de los créditos ICO, indica Fernández, de CMS: "El tratamiento de los denominados préstamos ICO. Ha habido ya una modificación legal, varias notas aclaratorias y alguna que otra sentencia sobre cómo deba ser su tratamiento y cómo debe influir en los planes de reestructuración".

"Una vez despejada la incógnita por el propio ICO en marzo de 2023, las mayores dudas interpretativas han surgido en aquellas operaciones que no cuentan con el consentimiento del deudor o de sus accionistas. Todas ellas tienen que ver con la forma en que se ven afectados por la Ley Concursal ciertos preceptos de la Ley de Sociedades de Capital", comentan Ignacio Buil y Patricia Álvarez, de Cuatrecasas. También coinciden en las dudas que hay cuando hay planes competidores o en la aplicación práctica de la regla de la prioridad absoluta con las primeras impugnaciones resueltas, algo que podrá verse en los próximos meses cuando se pronuncie la Audiencia Provincial de Madrid con Single Home.

El mercado de reestructuraciones sigue desarrollándose más lento de lo esperado un año después de la entrada en la nueva Ley Concursal. Los créditos ICO y las carencias han retrasado el necesario ajuste de la deuda de muchas empresas, pero cada vez hay más operaciones. Los expertos esperan llegar al centenar en los próximos meses.

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