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El FMI prevé que la inflación no se modere hasta "algún momento de 2025"
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ESPAÑA ES UN MAL EJEMPLO

El FMI prevé que la inflación no se modere hasta "algún momento de 2025"

La inflación ha venido para quedarse durante un tiempo prolongado. A esta conclusión han llegado los economistas del FMI en un trabajo que analiza 100 episodios inflacionistas en todo el mundo durante las últimas décadas

Foto: La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. (Reuters/Susana Vera)
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. (Reuters/Susana Vera)
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El estudio lo han realizado los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), y su principal conclusión es que la inflación seguirá alta durante un tiempo prolongado, tanto en España como en el resto del mundo. ¿Cuánto tiempo? Según sus previsiones, hasta "algún momento de 2025".

Para llegar a este resultado, el trabajo del FMI se basa en lo que ha sucedido en las últimas décadas en todo el mundo. La base de datos son 100 episodios inflacionistas registrados desde la crisis petrolífera de 1973, y a partir de esa información se concluye que en muchas ocasiones se ha celebrado la victoria sobre la inflación con demasiada premura. O lo que es lo mismo, después de una reducción temporal, como puede estar sucediendo ahora, lo que ha pasado es que los gobiernos y los bancos centrales han levantado demasiado pronto los mecanismos clásicos antiinflación, como el endurecimiento de las políticas monetarias o políticas fiscales más estrictas, lo que finalmente ha dado como resultado nuevos episodios inflacionistas.

Foto: La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. (Reuters/Susana Vera)

En este sentido, se pone como ejemplo a tres países. Uno es España, los otros dos son Canadá y Francia. En el caso de España, lo que se recuerda es que las autoridades de la época, en lugar de hacer políticas dirigidas a controlar los precios, lo que hicieron fue aprobar "políticas laxas". A finales de los años sesenta, incluso antes de la Guerra del Yom Kipur, alimentaron la inflación, lo que hizo que entre 1968 y 1978 los precios aumentaran más de 20 puntos porcentuales.

Lo que le llama la atención al FMI es que en ese periodo los tipos de interés (en aquel momento decididos por Hacienda) se redujeron en 10 puntos porcentuales mientras que la política presupuestaria se mantuvo inicialmente neutral, aunque se relajó en los últimos años. La consecuencia fue que durante ese periodo la inflación continuó acelerándose, el PIB se desplomó y la tasa de desempleo se triplicó.

Razones políticas

El FMI sostiene que la respuesta de política económica a la inflación, en aquel tiempo, estuvo muy condicionada por razones políticas. El franquismo estaba en su ocaso, el dictador murió en 1975, y entonces comenzó un periodo de inestabilidad política que marginó las cuestiones económicas en aras de consolidar la democracia. Hubo que esperar a 1977 para que los partidos políticos del arco parlamentario, los sindicatos y los empresarios pudieran firmar los Pactos de la Moncloa, que entre otras medidas cambiaron el sistema de actualización de los salarios. En lugar de revisarse sobre la inflación pasada, a partir de ese momento se hizo sobre la prevista, con cláusulas de revisión salarial, lo que relajó la presión de precios.

La lección que extrae el FMI de los episodios inflacionistas es muy clara: los precios tardan años en volver a la senda de la moderación pese a que en algún momento pueda parecer lo contrario. Utilizando los viejos episodios, se llega a la conclusión de que las economías actuales pueden estar en un "largo periodo de lucha contra la inflación". En concreto, asegura el Fondo, únicamente el 60% de los episodios de inflación se resolvió en menos de cinco años. Incluso en estos casos de éxito, resolver la inflación necesitó de un promedio de más de tres años.

El FMI encuentra otra lección de lo que sucedió en aquellos años. Es necesario, asegura, que hoy exista coherencia entre las distintas políticas económicas. Es decir, entre la política fiscal (dependiente de los gobiernos) y la monetaria (competencia de los bancos centrales). Lo que no puede ser, viene a decir, es que una —la segunda— sea marcadamente restrictiva y la otra más laxa.

El FMI admite que la receta es dolorosa, ya que a corto plazo aumentará el desempleo y la economía crecerá menos por las políticas más duras. Habla, incluso, de que en Europa "arreciarán las críticas" a los bancos centrales y a los gobiernos, pero aun así sugiere que "no les debe temblar el pulso". Las autoridades fiscales, aseguran sus economistas, pueden y deben ayudar reduciendo los déficits, que aún son altos, para mantener saneadas las cuentas públicas, lo cual ayudará a reducir la inflación más rápido.

Foto: La presidenta del FMI, Kristalina Georgieva. (EFE)

A la luz de esta experiencia y de lo que ha pasado en otras economías durante el mismo periodo, el FMI ve factible que el crecimiento de los salarios nominales (con inflación) repunte, lo que permitirá que los trabajadores recuperen parte del ingreso real perdido en los últimos años. Las políticas monetaria y fiscal restrictivas, sin embargo, sostiene, debilitarán la demanda interna, por lo que los márgenes de ganancia de las empresas deberían comprimirse y contribuir a mitigar el impacto sobre la inflación de un crecimiento más rápido de los salarios.

Aunque ningún episodio inflacionista es igual a otro, lo que enseña la historia, en línea con las predicciones de alta inflación que hace el Fondo, es que los tipos de interés seguirán altos durante 3-4 años. Ese es el tiempo medio que se tarda en anclar las expectativas de inflación. Eso es lo que sucedió, por ejemplo, en EEUU durante los primeros años ochenta, que representan el episodio más parecido al actual. En Europa, sin embargo, no hay episodios tan parecidos, porque la unión monetaria es relativamente reciente y la respuesta a los procesos inflacionistas fue nacional. Aun así, entre las grandes economías, el banco central alemán, en el que se inspiró el BCE en su nacimiento, caminó por una senda similar.

El estudio lo han realizado los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), y su principal conclusión es que la inflación seguirá alta durante un tiempo prolongado, tanto en España como en el resto del mundo. ¿Cuánto tiempo? Según sus previsiones, hasta "algún momento de 2025".

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